lunes, 1 de julio de 2013

FEMINISMO: EL EJERCICIO INTELECTUAL Y LA EDUCACION DE LA MUJER EN OCHO ESCRITORAS OCCIDENTALES

FEMINISMO:  EL EJERCICIO INTELECTUAL Y LA EDUCACIÓN DE LA MUJER EN OCHO ESCRITORAS OCCIDENTALES


ÓSCAR ROBLES


La experiencia mujer representa uno de los conocimientos subyugados en la sociedad y la historia de occidente, según el concepto del filósofo francés Michel Foucault (1926-1984). En tanto esencia o experiencia, la mujer ha vivido “bajo” una sociedad y una historia dominadas por el hombre a través de sus diversas ideologías del poder masculino: Logocentrismo, patriarcado y falocentrismo, los cuales se han impuesto y opuesto a lo femenino, creando así un sistema binario.
Sin embargo, la mujer ha ejercido una tarea a contraviento para emerger en la búsqueda de lo que Rosario Castellanos llama “otro modo de ser mujer / más humano y libre” en su poema “Meditación en el umbral” (Poesía 316). Esa necesaria emergencia se ha manifestado, por ejemplo, en la pertinaz tarea intelectual de la mujer.
Una parte de este oficio intelectual son los ensayos feministas. Algunos de estos escritos de los siglos XIX y XX pueden explicarse como una lucha por abrir espacios a la mujer en la sociedad occidental, altamente masculinista y masculinizada. Desde el ejercicio de la palabra, esta escritura femenina y/o feminista intenta liberar a la mujer de las “cárceles” y los “confinamientos” que histórica y tradicionalmente el poder masculino le ha impuesto.
Según estos análisis feministas de la historia y la sociedad occidentales, la situación mujer en la historia puede verse como un proceso dinámico con el siguiente objetivo central: Transformar a la mujer de Objeto a Sujeto, múltiple y heterogéneo. De esta forma, sin ánimos esencialistas, esta situación mujer aparece en dos niveles globales. Por un lado, las mujeres intelectuales han descrito y criticado las estrechas funciones tradicionales de la mujer que el hombre le ha impuesto: La biológica y la social. Por otro, ellas han expresado la necesidad de irrumpir aún más en otros órdenes negados y combatidos por el hombre: El público y el intelectual.
En general, estas escritoras de avanzada liberal consideran la educación de la mujer y/o la actividad literaria los puntos neurálgicos para la independencia y para la liberación de la mujer en todos los órdenes de la sociedad masculinista. Esta posición puede observarse, con sus matices y diferencias particulares, en algunos textos de las siguientes escritoras: La escritora mexicana Rosario Castellanos (1925-1874), la escritora cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873); la socióloga española Concepción Arenal (1820-1893); la escritora española Concepción Sáiz de Otero (1851-1930); la escritora española Emilia Pardo Bazán (1851-1921); la escritora española María de Maeztu y Whitney (1882-1947); la inglesa Virginia Woolf (1882-1941);  y la argentina Victoria Ocampo (1891-1979).
Desde el ejercicio intelectual, estas ocho escritoras analizan los condicionamientos y los “confinamientos” de la mujer en la sociedad y la historia de occidente. Ante todo, proponen la preparación intelectual femenina como “puerta” a la libertad. Asimismo, sus escritos representan la lucha feminista frente a una sociedad monolítica. En esta sociedad de América y Europa, el poder masculino ha sometido y cosificado a la mujer durante siglos. Por ejemplo, se crea la absurda discusión teológica para saber si la mujer tiene alma (Castellanos, Mujer 21). O bien, los hombres se burlan y desprecian el trabajo femenino en los modernos espacios intelectuales y educativos. Historicamente, la mujer siempre enfrenta la oposición del hombre.
Así pues, con diferentes argumentos “racionales” y “disfraces” estéticos, el poder masculino —falocéntrico, patriarcal y/o logocéntrico— margina a la mujer de las funciones pública e intelectual y no permite la conformación del sujeto múltiple y heterogéneo de la “otra”, la “sujeta”. Por esta razón, la historia de occidente es una historia “coja”, “chata” y “tuerta”, porque los seres humanos no han incorporado con plenitud el lado femenino, integral y libre, a la civilización moderna, de una manera más plena.
Finalmente, la emergencia de lo que Foucault llama conocimiento subyugado dependerá de la lucha propia de las mujeres y no únicamente del reconocimiento por parte del “otro”. De esta manera, se logrará “otro modo de ser mujer / más humano y libre”, como propone Castellanos (Poesía 316).
En las siguientes entregas, se examinarán brevemente algunas de las ideas principales en torno al ejercicio intelectual y a la educación de la mujer en algunos textos de las ocho escritoras occidentales citadas arriba.





Bibliografía
Castellanos, Rosario. Poesía no eres tú. México: Fondo de Cultura        Económica, 1979.
—.  Mujer que sabe latín.  México: Fondo de Cultura Económica-Secretaria de Educación Pública, 1984.
Martín Gamero, Amalia. Antología del feminismo. Madrid: Alianza,1982.



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