1. LOS TIPOS DE ROMANCES ESPAÑOLES Y EL ORIGEN MEDIEVAL
En general, los romances son poemas que forman parte de las colecciones llamadas Romanceros, las cuales fueron dadas a conocer públicamente en España, durante el siglo XVI. Dos siglos antes, en plena Edad Media, los romances ya habían circulado en forma de folletos sueltos. Una buena parte de los romances se distinguen por ser “composiciones basadas en cantos épicos nacionales, como el Poema del Cid (c. 1140)”, el cual refiere la vida y las hazañas del caballero español Rodrigo Díaz de Vivar, según el erudito español Ramón Menéndez Pidal (citado por Virgillo 160).
En general, hay cuatro tipos de romances según el tema que abordan. Primeramente, los históricos exploran la tradición española y las historias de la Antigüedad clásica de Grecia y Roma. En segundo lugar, los carolingios se fundan específicamente en la epopeya francesa y las hazañas de héroes como el rey Carlomagno y el caballero Roldán, el cual aparece como héroe en el célebre poema épico francés El Cantar de Roldán (siglo XII). En tercer término, los novelescos se concentran en asuntos sentimentales. Finalmente, los líricos tratan de temas exclusivamente amorosos.
En tanto, los romances viejos se dividen en tradicionales y juglarescos. Entre los juglarescos, se encuentran los romances fronterizos y moriscos, los cuales narran “las luchas y amores entre cristianos y musulmanes durante la guerra de Reconquista” ocurrida entre 708 y1492, según el texto académico Aproximaciones (Virgillo 160). Particularmente, Iñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana (1398-1458) descubrió un gran acervo de romances españoles en plena Edad Media, lo cual derivó finalmente en la compilación y publicación del famoso Romancero viejo un siglo después.
2. EL SUEÑO DE AMOR Y MUERTE
En cuanto al contenido, “El Enamorado y la Muerte” desarrolla una dramática narrativa poética que encierra el drama entre dos amantes que son separados por la Muerte y por la voluntad de Dios. Los versos octosílabos dan fluidez a esta romántica historia de amor. El hablante lírico es un amante o enamorado que confunde a la Muerte con una mujer durante una noche, habla con ella y escapa hacia la casa de su verdadera amada, quien pertenece a la clase aristocrática, pues su padre trabaja en un palacio. El hombre busca la vida en el amor de su ferviente enamorada: “<>” (“El Enamorado” 161). Sin embargo, el desesperado amante encuentra la muerte justo bajo el balcón de ella, pero todo es un angustiante sueño. Los primeros tres versos anuncian que se trata de un sueño de amor y muerte: “Un sueño soñaba anoche, / soñito del alma mía, / soñaba con mis amores, / que en mis brazos los tenía” (161). Especialmente, las aliteraciones con el sonido “s” y la repetición de las variantes de la palabra “sueño” refuerzan el ritmo de estos primeros cuatro versos octosílabos, a la vez que sugieren un asunto placentero: el sueño del amor.
Asimismo, es interesante ver cómo la propia muerte es personificada en forma de mujer, lo cual es una forma de exaltación. De este modo, resaltan al mismo tiempo la belleza y la frialdad de dicho personaje engañoso, mediante el trazo de una clásica metáfora de la naturaleza.
“Romance de conde Arnaldos.” Aproximaciones al estudio de la literatura
hispánica. Por Carmelo Virgillo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004.162.
Virgillo, Carmelo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. Aproximaciones al
estudio de la literatura hispánica. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004.