viernes, 13 de abril de 2018

"AKASHA MOON" DE ROCIO INFESTAS: ARTE DE LA ALEGRIA, LA PAZ Y LA BELLEZA DE LOS NINOS


AKASHA MOON” DE ROCÍO INFESTAS: ARTE DE LA ALEGRÍA, LA PAZ Y LA BELLEZA DE LOS NIÑOS




ÓSCAR ROBLES




Ante todo, la muestra “Akasha Moon” de la chilena Rocío Infestas es arte de exaltación de la niñez, imágenes plásticas de la paz y la alegría de los pequeños. Para ello, la madre artista dulcifica colores como algodones de azúcar, suaviza volúmenes de cuerpos despiertos o en el sueño y traza dibujos de infantes en pinturas; asimismo, la artista madre talla, moldea y decora figuritas de niños con ternura, imaginería y gracia, como si fueran juguetitos.
Así pues, la artista madre construye con este tema muy importante siete pinturas en acrílico sobre tela y configura seis grupos de esculturas en miniatura, utilizando diferentes materiales [barro, bronce, plastilina, cerámica]. Todas estas trece obras poseen una factura artística muy original, creativa y positiva. De este modo, los colores son intensos, puros y alegres como dulces y caramelos de colores y “resuenan” en las paredes del museo para mostrar cuán bella y pura es la infancia, por medio de experiencias cotidianas, familiares y positivas. Estas obras proyectan el sueño, la alegría de vivir, ternura, dulzura y gracia. En conjunto, todas las imágenes proyectan una gran belleza y gran arte sencillo, alejados del clásico pathos de los artistas, de las figuras de niños en desgracia, del expresionismo dominante en los murales y la pintura mexicana contemporánea. En cierto sentido, la visión artística de Infestas en los cuadros es cercana a la perspectiva de la artista norteamericana Mary Cassat (1844-1926) por la proyección de la vida sencilla, cotidiana y domestica de los niños aunque con diferentes técnicas en ambas pintoras.
La propia Rocío Infestas explica el título de su interesante exhibición artística. Para ella, los “Registros Akáshicos” son “una memoria universal” y “un espacio multidimensional”, donde las personas archivan “conocimientos y experiencias” del presente y “las potencialidades futuras”, según el cartel de presentación de la muestra artística del Centro de Desarrollo Cultural (CDC) de la ciudad de Chihuahua. En consecuencia, la exhibición de Infestas se basa en este concepto y sus obras presentan “memorias” y “relaciones humanas”, partiendo de la construcción de las imágenes plásticas de sus propios hijos retratados con sus pinceles y reflejados simbólicamente en graciosas esculturas en miniatura. Entonces, los cuadros son en realidad “escenas cotidianas de su familia” y hasta puede verse “una luna dentro de un cuarto oscuro”, evocando “una perspectiva cósmica lunar”, confiesa finalmente la pintora chilena en dicho cartel.  
En estas trece obras, la madre artista glorifica a sus hijos con sencillez y la suavidad del dulce colorido. Los pinta en perspectiva de acercamiento, la cual es una perspectiva cercana propia de la madre que vela cuidadosa y devotamente el sueño y los juegos de sus hijos y se inspira y lo convierte en obra de arte. En general, las pinturas son retratos de gran hechura figurativa. En tanto, las esculturillas muestran una factura estética como de juguetes o adornos pequeños, tallados con sumo detalle y delicadas pinturas brillantes.
He aquí una breve descripción de estas pinturas y esculturas y una muestra de fotografías de algunas de estas obras:


I LAS PINTURAS DE NIÑOS: LA DULCE Y ALEGRE INFANCIA

1. “FERNANDA” [110 X 190 cm., acrílico sobre tela, 2016]. La escena es una especie de retrato de familia en el cual el personaje único y central parece propio de historias de dibujos animados por las pinceladas mágicas y el colorido tan vivo. La niña que da nombre al cuadro está de pie sobre un fondo de cielo azul claro y hierbas color verde limón. Destacan en este amable retrato la faldita de olancillos color blanco, sus blusita de rosa mexicano con florecillas de líneas blancas y el cabello marrón alborotado. En general, los colores intensos y felices impactan más al espectador en contraste con el suave dibujo de los contornos y hacen parecer a la niña como parte de una historieta feliz o un cuento de hadas, bajo una visión armónica del mundo.


"FERNANDA" DE ROCIO INFESTAS


2. “LUCIO 2” [140 X 157 cm., acrílico sobre tela, 2016]. Dentro de una escena doméstica de paz, un niño pequeño duerme y el blanco de sus ropas y el ambiente reflejan la delicada y sentida emoción de la artista madre. El dibujo es blando en su trazo y el cándido blanco de las telas refleja la ternura de la escena.
3. “ALICIA” [120 X 140 cm., acrílico sobre tela, 2016]. Este retrato de niña presenta una gran factura artística: Se conjugan el memorable gesto de ternura y la armonía de los colores muy vivos. El naranja y el rojo son dulces: Pared neutral y simple al fondo y encarnada colcha de cama, respectivamente. Desde una perspectiva de acercamiento, en primerísimo plano, la niña mira con dulzura al frente con sus redondos y vivos ojos café oscuro de ligeros resplandores, su rostro blanquecino, sus labios rosados y breves y la gracia de sus manos apoyando el rostro. Viste una blusa blanca con tenues manchas rosadas. En general, el intencional colorido tiende a borrar el realismo fiel de la imagen, como en los cartones de dibujos animados. En suma, el cuadro exalta la belleza de la niña y los efectos del color la convierten en una especie de princesita de filmes de cuentos de hadas, por los efectos mágicos logrados con los pinceles de la artista madre. Es uno de los mejores cuadros de la muestra.


"ALICIA" DE ROCIO INFESTAS


4. “LUCIO 1” [122 X 200 cm., acrílico sobre tela, 2016]. Ahora, el mismo niño duerme y dominan los colores cándidos y dulces: Blanco y violeta.
5. “NIÑAS DORMIDAS” [160 X 160 cm., acrílico sobre tela, 2016]. En esta escena de casa, dominan los ‘azucarados” colores rojo, verde y rosa, los cuales son colores que velan el sueño de las niñas, quienes descansan luego de sus juegos infantiles.
6. “SIN TÍTULO” [sin descripción ni fecha]. Dos niños pequeños duermen plácidamente sobre una cama con sábanas blancas, cuyos pliegues están muy bien trazados. La tranquila escena hogareña es vista desde arriba como una escena de cine de dibujos animados, como una historia de cuento de hadas de final feliz. La niña viste una blusa rosa y el niño trae un pañal color rosa claro y una camiseta blanca. En general, el dominante y cándido color blanco evoca descanso y paz del hogar. Los dibujos suaves tienden a diluir la escena y las caritas de los infantes parecen rostros de personajes de historietas.


"SIN TITULO" DE LA PINTORA CHILENA ROCIO INFESTAS


7. “NIÑA CRISTAL” [150 X 160 cm., óleo sobre MDF, sin fecha]. La escena forma parte de un mural donde domina el color azul. Trazada sobre la pared del museo, Infestas retrata a una niña.


II LAS ESCULTURAS EN MINIATURA: EXALTACION Y MITIFICACIÓN DE LA INFANCIA

En general, las seis figurillas representan imágenes de niños que proyectan imágenes de ternura y gracia y hasta intentan una mitificación de algunas de ellas, ya sea con la referencia directa a la divinidad o con la descripción que implica un cargo de la realeza indígena prehispánica. Todas estas pequeñas esculturas fueron forjadas con tallas sutiles, barnices y/o moldeadas a mano. Algunas son formas más primitivas y otras lucen como figuras más elaboradas a base de pigmentos. En general, estas figurillas son básicos paradigmas de miembros de familias y significan exploraciones estéticas muy creativas para representar imágenes y relaciones familiares a partir de la configuración de cabezas con rasgos humanos, decoraciones y atuendos. En estas representaciones, aparecen también los niños bajo la fantasía creadora de Infestas.
Por ejemplo, la primera escultura “HERMANOS” consta de dos piezas, fue hecha con barro cocido y es una creación del periodo 2010-2014. Esta obra son dos cabezas de niños dormidos con apariencia sencilla y primitiva que nos remite al arte de la antigüedad. Las cabezas muestran el trazo sencillo de sus ojos cerrados, su naricilla y sus bocas pequeñas para lograr la imagen antropomórfica de los personajes mencionados en el título de la obra. 


"HERMANOS" DE ROCIO INFESTAS [PERSPECTIVA POSTERIOR DE LA ESCULTURA]



"HERMANOS" DE ROCIO INFESTAS [PARTE FRONTAL DE ESCULTURAS]




OTRA TOMA DE LA ESCULTURA "HERMANOS" DE ROCIO INFESTAS



Los lectores pueden apreciar la creatividad de Rocío Infestas revisando los títulos, los materiales y las fechas de creación de las otras seis esculturas:

2.  BABY GOD” [Bronce, 2014].
3. “BABY HEADS” [Plastilina epóxica y óleo, 2013].
4. “PREHISPANIC PRINCE” [Barro crudo, 2015].
5. “BABY GODS” [Cerámica de papel y acrílico, 2015].
6. “GOLDEN HEADS” [Plastilina epóxica, pintura de aerosol, 2013].

En conclusión, la muestra “Akasha Moon” de Rocío Infestas proyectó la belleza, la paz y la alegría de los niños en general, a partir de las escenas domésticas de los propios hijos de la pintora sudamericana en las pinturas y la mitificación de los niños y humanos en las esculturas. Ante todo, las treces obras exhibidas revelaron la gran creatividad de su autora y la búsqueda de imágenes más amables y positivas de los niños, apartándose del pathos tradicional de los artistas plásticos de Occidente. Por ello, es una mirada artística de mujer y madre.
La exhibición “Akasha Moon” fue presentada en el Centro de Desarrollo Cultural (CDC) de la ciudad de Chihuahua en marzo de 2016. La pintora y escultora Rocío Infestas (Viña del Mar, Chile, 1979—) es chilena y ha vivido en la capital del Estado de Chihuahua por un tiempo. Ella estudió pintura, grabado y escultura en el CNA de la zona centro de la Ciudad de México y ha expuesto en Norteamérica, Europa, Norteamérica y Sudamérica, según el cartel de presentación de dicha muestra.

martes, 3 de abril de 2018

"BROOKLYN": LA MUJER INMIGRANTE IRLANDESA Y "EL SUENO AMERICANO"


BROOKLYN: LA MUJER INMIGRANTE IRLANDESA Y EL SUEÑO AMERICANO



ÓSCAR ROBLES




          Los coloridos vestidos de la protagonista representan la belleza y la elegancia de la mujer de clase media neoyorquina. Los espacios abiertos del mar y el cielo azulino en el barco remarcan su libertad de mujer y su nueva vida en los Estados Unidos de América. Su expresivo rostro refleja variadas emociones positivas (amor) y negativas (dolor). Son algunas de las imágenes visuales memorables que envuelven al personaje femenino central del filme Brooklyn (Reino Unido/ Canadá/ Irlanda, 2015) del cineasta irlandés John Crowley. De este modo, la mostración o mimesis refuerza la diégesis o narración del relato cinematográfico, para conjugar una gran belleza visual o fotográfica y un drama de romance e inmigración a los Estados Unidos en busca del Sueño Americano.
En relación al plano visual del filme, dos de los carteles de promoción comercial emanan una gran belleza visual con la presencia central de la protagonista, quien se vuelve símbolo de la mujer irlandesa. Estos carteles enseñan una perfecta fotografía como de lienzo o retrato, dentro del nivel mimético del filme o nivel de mostración. El primero describe el viaje en barco al comienzo del filme. Esta joven mujer irlandesa inmigrante aparece con el fondo del mar y cielo claros y los modernos y elevados edificios de la ciudad de Nueva York. El segundo cierra la trama y ella trae un flamante vestido color crema y se encuentra recargada en un muro de bloques con la palabra “BROOKLYN” situada justo arriba de su cabeza, fusionando simbolicamente al personaje femenino con el famoso barrio neoyorquino, de acuerdo al nivel mimético de la cinta. Este hermoso nivel visual que permea todo el filme revela una constante exaltación de la belleza de la protagonista con diversos encuadres y tomas de gran jerarquía estética, tanto en los acercamientos al rostro y cuerpo de ella como en los espectaculares “pan shots” o tomas panorámicas.

1.    LA NARRACIÓN: MUJER, FAMILIA, ROMANCE Y TRABAJO

En la trama o relato de esta cinta, la protagonista es precisamente la joven Eilis Lacey (Saoirse Ronan). Ella emigra de su natal Irlanda a la ciudad de Nueva York a principios de la década de los cincuenta. Antes de partir en el largo viaje marítimo, se despide de su madre Mary (Jane Brennan) y de su hermana Rose (Fiona Glascott), con quien comparte un hondo amor fraternal. Durante el pesado viaje, sufre de mareos en el barco y entabla una relación de amistad con otra mujer que la orienta para sobrevivir en la dura y larga travesía por el Océano Atlántico. Ya en tierra, ella se hospeda en la posada de la señora Magde Keogh (Julie Walters), situada en el gran barrio de Brooklyn, donde desarrolla una relación de camaradería con cinco mujeres irlandesas y hasta se convierte en la preferida de la dueña del lugar. Luego, enfrenta la nostalgia por su familia y su patria o “homesick”. Para paliar esta separación, mantiene constante correspondencia por correo con Rose. Para sobrevivir, labora en la flamante tienda de ropa Bertocci’s y en una pensión para jubilados nativos de Irlanda que trabajaron arduamente en la industria de la construcción. Luego, busca superarse como mujer y estudia contaduría en la Universidad de Brooklyn. Con esta interesante trama, el filme construye una historia de inmigrantes irlandeses y, especialmente, empodera a la mujer irlandesa, desde el punto de vista sexual, laboral y educativo mientras la hermosa protagonista se integra a la sociedad estadounidense.
          En medio de su vida laboral y doméstica, la joven inmigrante irlandesa establece una serie de relaciones laborales y sociales que serán determinantes en su futuro. Primeramente, asiste a una fiesta con su compañera Dolores (Jenn Murray), se encuentra en ese evento con otras mujeres que viven en la misma posada: Patty Mc Guire (Emily Bett Rickards) y Sheila (Nora-Jane Noon). Particularmente, se enamora del plomero italiano Tony Fiorello (Emory Cohen), quien es aficionado al beisbol de las Ligas Mayores y se comporta con ella como un enamorado dulce y cortés. En especial, las dos jóvenes compañeras de pensión lucen muy femeninas, vivaces y sexuales. Por su parte, Tony encarna el amor romántico y vive un encuentro sexual fuera del matrimonio con Eilis. Luego, el joven italiano se convierte en el esposo con el cual ella funda una nueva “americanidad”: La de los inmigrantes europeos integrada por la mujer irlandesa y el hombre italiano.
En otro plano de la historia o de la narración, la cinta alterna la historia central de Eilis y relata las actividades de los irlandeses en Nueva York. Unos son obreros jubilados de la construcción; otras son jóvenes mujeres que trabajan como empleadas en tiendas. En este contexto de trabajadores inmigrantes, Eilis trabaja parcialmente con los jubilados que muestran sus rostros viejos y cansados y celebra la cultura irlandesa con música, baile y canto de su país natal. Por su parte, los sacerdotes católicos irlandeses sirven de intermediarios entre familias y conectan a los familiares de ambos continentes vía telefónica y hasta les consiguen empleos en Nueva York. Tal es el caso del padre Matt Glynn (Hugh Gormley), quien cumple esa función social.
Entonces, la trama se complica con un asunto trágico en la vida de la joven irlandesa. Muere Rose y Eilis sufre un hondo dolor por la muerte de su hermana y por la soledad y abandono en que queda su madre. Luego, se recupera de la pena. Tiene relaciones sexuales con su novio Tony, conoce a la familia de él y finalmente se casa con su amado italiano. Sin embargo, los asuntos personales y familiares en su país natal vuelven a alterar su nueva vida norteamericana y la interesante historia de la joven mujer inmigrante se complica. Viaja a Irlanda para asistir a la boda de su antigua amiga Nancy  (Ellen O’Higgins). Entonces, visita la tumba de Rose, asiste a la boda de Nancy y George Sheridan (Peter Campion), se enamora temporalmente de Jim Farrell (Domhnall Gleeson) y convive con esos tres irlandeses en la playa. Además, labora un breve tiempo con la señora Kelly en una tienda de abarrotes. Luego, por instancias del señor Brown (Denis Conway), trabaja un tiempo de contadora para el negocio de Davis’s, donde su hermana Rose fue empleada. En ese nuevo contexto social, duda sobre su posible regreso a Nueva York y no abre las cartas que le envía su esposo Tony porque no sabe qué contestarle. De este modo, vive un periodo de confusión sentimental con la presencia constante de su solitaria madre, el amor de Jim, los paseos en el mar y el reencuentro con su cultura nativa. 
Entonces, la trama o narrativa del filme tiene un desarrollo dramático muy interesante. Además, la historia se ve reforzada por la belleza del plano visual o mimético, el cual se comenta ampliamente en la siguiente parte. Especialmente, la trama establece el conflicto de Eilis, la cual se encuentra dividida entre dos amores [Tony y Jim], dos ciudades [Nueva York y Enniscorthy] y dos culturas o naciones [Irlanda y los Estados Unidos]. Finalmente, la propia señora Kelly (Brid Brennan) contribuye a resolver estos conflictos personales y culturales. Ella sabe que la joven Eilis se había casado con un italiano en el barrio neoyorkino de Brooklyn y esta situación particular cambia la postura de Eillis con respecto a su vida futura. Más tarde, confiesa a su propia madre la verdad de su matrimonio neoyorquino, se despide emotivamente de ella y regresa al barrio de Brooklyn, el cual da nombre al filme. A medida que ocurren estos episodios de la trama, Irlanda aparece como un país propio del viejo continente con costumbres tradicionales y atrapado en la inmovilidad cultural y Brooklyn se revela como un mundo fascinante, lleno de dinámica laboral y social, con múltiples etnias y razas conviviendo en la vida cotidiana y el papel relevante y libre de la mujer en el trabajo en los negocios neoyorquinos.

2.    MOSTRACIÓN O MIMESIS: SÍMBOLO DE LA MUJER IRLANDESA INMIGRANTE

          Paralelo a esta interesante trama o diégesis, la mimesis del relato cinematográfico revela otros posibles significados que refuerzan la belleza de la protagonista, la identidad femenina y la nueva identidad colectiva del personaje femenino central. En particular, la narración de un relato cinematográfico se centra en la historia o trama, como fue expuesto en la sección anterior. En tanto, la mimesis o mostración se funda en el particular diseño y exposición de las imágenes visuales y sonoras, según sostienen François Jost y André Gaudreault en El relato cinematográfico. Ante todo, Brooklyn enfatiza el poder de las imágenes visuales para potenciar el papel del personaje femenino central como representante o paradigma de la mujer inmigrante irlandesa de la década de los cincuenta. Por ejemplo, aparece el dulce, esbelto y blanco rostro de Eillis en algunos recuadros con marcos de colores verde y café en habitaciones, los cuales parecen como bellas pinturas o retratos de la joven irlandesa. Por otro lado, la cámara capta su delicada tez femenina en diversos acercamientos o “close ups” para ver los diferentes cambios emocionales y psicológicos de ella. En estos acercamientos, ella proyecta silencio, reflexión, nostalgia, dulzura, alegría, amor y dolor por los diferentes episodios de su vida personal, familiar y laboral.
Por todo ello, Brooklyn es un filme de gran belleza visual que potencia los temas del amor y la inmigración como núcleos centrales de las acciones, en aras de construir una nueva familia norteamericana y una nueva ciudadanía laborante en la llamada Babel de Hierro. En especial, la cinta realza la figura de la mujer irlandesa inmigrante, mediante la evolución psicológica de Eillis, quien pasa de ser irlandesa y soltera a ser norteamericana y casada, después de atravesar varios conflictos personales, familiares y culturales y de vivir la constante incertidumbre sobre identificar su verdadera casa y patria en su vida de adulta. Así pues, la trama remarca los cambios psicológicos y sociales y la maduración como persona en la vida de Eillis en diferentes situaciones narrativas y las constantes tomas a su cara refuerzan la psicología, pero también su belleza y su marcado protagonismo en la historia de inmigración irlandesa.  
Paralelo a esta fuerza del relato cinematográfico en los niveles de la diégesis, el colorido y elegante vestuario cumple una función estética y social, dentro de la mimesis del relato. Esencialmente, los flamantes vestidos de la nueva clase media estadounidense exaltan la belleza y el protagonismo de la mujer irlandesa, como si se proyectaran cuadros o lienzos propios de la década de los cincuenta. El papel relevante de los vestidos de Eilis Lacey aparece tanto en la población de Enniscorthy, County Wexford, Irlanda como en Brooklyn, New York, Estados Unidos hasta convertirla en un paradigma de belleza femenina y de mujer independiente y libre.
          Fundamentalmente, los vestidos de Eilis y de las otras mujeres irlandesas en Brooklyn, Nueva York, tambien contribuyen a construir una imagen poderosa de ellas, pues son bellas, elegantes y muy femeninas. Por ejemplo, Eillis usa unos espectaculares vestidos de intensos colores verde, amarillo y azul, los cuales denotan vida y vitalismo y belleza y revelan la condición de la nueva y emergente clase media en los Estados Unidos de la posguerra. En el mar, la cristalina sensualidad de su joven piel se observa cuando lleva un traje de baño color verde esmeralda, con el fondo de las olas del mar y la arena, como espacios de libertad. En la iglesia, aparece investida en un prominente vestido amarillo. En Irlanda, su blusa azul marino es deslumbrante con el color blanco de su piel. También, viste de rojo claro y rayas blancas y rojas y una blusa crema. Esencialmente, todos estos elegantes vestidos de bellos diseños y colores subrayan la personalidad seductora y muy protagónica de Eilis. Ya sea bella, reflexiva, serena, dulce, melancólica, adolorida, ella atrae visualmente a los espectadores, quienes son testigos de su drama de vida y admiran su fascinante belleza. Por ello, el vestuario recibió diversas nominaciones en algunos festivales de cine internacional, tales como los famosos premios BAFTA y de la Asociación de Críticos de Cine Broadcast, entre otros.

3.    LA INMIGRANTE IRLANDESA Y EL SUEÑO AMERICANO

          En conjunto, la diégesis y la mimesis diseñan la fuerza de la protagonista y su papel preponderante en la trama del filme de Tony Crowley. De este modo, Eilis Lacey confronta un duro conflicto en toda la narrativa de la cinta: Elegir entre la tierra nativa y la vida de inmigrante europea con la cercanía del Sueño Americano [empleo, educación, modernidad y libertad], que poco a poco va encontrando en los Estados Unidos durante la década de los cincuenta. Finalmente, ella se convierte en el poderoso símbolo de la mujer irlandesa inmigrante que tiene que decidir entre su familia biológica y su familia política, entre las tradicionales costumbres irlandesas y el nuevo dinamismo laboral, político y social de la sociedad norteamericana. Así pues, Eilis asume con firmeza y denuedo la vida democrática del país americano, el gran progreso económico, el desarrollo laboral para la mujer y los inmigrantes europeos, las oportunidades para estudiar en las escuelas, el mejor equilibrio entre las clases sociales y la mezcla de etnias culturales.
Hacia el final del filme, la trama expone otro viaje marítimo de Eilis en su regreso a Brooklyn. Otra vez, el mar se convierte en el espacio de libertad y belleza dentro del plano visual del filme. Ella repite su historia otra vez en el barco, pero asumiendo esta vez el papel de la experta en inmigración. Un acercamiento al rostro de ella proyecta belleza física y diversos y contrastantes emociones: Serenidad, tristeza y entereza. Instruye a otra joven e inexperta inmigrante sobre el comportamiento que debe mostrar en la oficina de Inmigración de los Estados Unidos. Finalmente, Eilis reconoce que su verdadera “casa” u hogar es Brooklyn Elegante y bella, la joven esposa espera a su marido justo afuera del taller de plomería donde trabaja él, recargada en un muro de bloques color marrón que muestra la palabra “BROOKLYN” justo arriba de su cabeza, dentro de un plano simbólico de gran belleza visual. En especial, su vestido color crema con matices de diversos colores y su suéter corto verde mar realzan su belleza sobre la acera de la prominente ciudad moderna norteamericana. Mientras tanto, se escuchan sus palabras pronunciadas en “off’ que le había dicho a la otra chica novata que viajaba  en el barco en su regreso a los Estados Unidos. Esencialmente, Eilis Lacey reafirma en ese parlamento del pasado reciente que Brooklyn y los Estados Unidos es su “casa”, su nueva vida.

4.    BELLEZA E IDENTIDAD FEMENINAS

          Además de la belleza del personaje central, la mimesis o mostración del relato fílmico refuerza la construcción de la identidad femenina. Entonces, se producen diversas tomas o “shots” para expresar cambios psicológicos y significados culturales. Por un lado, los múltiples acercamientos a su rostro manifiestan emociones positivas (amor) y negativas (dolor), la evolución y el cambio del papel personal y social de Eilis en la trama. Por ejemplo, cuando visita la tumba de su hermana Rose muerta en 1952 en Enniscorthy, Eilis expresa un hondo monólogo triste por su hermana mientras que el plano visual proyecta belleza para resaltar su drama personal: El vestido amarillo, el cielo azul claro y las piedras del monumento funerario se conjugan en una sentida y poética secuencia narrativa. En tanto, el espacio marino con la mujer revela libertad; los vestidos coloridos, bellos y elegantes evocan alegría de vivir. Aunque el director de esta brillante cinta es del sexo masculino, Brooklyn se asemeja a la narrativa fílmica de Danzón (México, 1991) de la prominente cineasta mexicana María Novaro. En ambas cintas, el sutil “lenguaje” visual refuerza las acciones y el papel de la mujer.
En particular, Brooklyn construye una historia de libertad y esperanza para la mujer inmigrante irlandesa en los dos espacios nacionales, el europeo y el americano. En especial, el mar y el viaje en barco subrayan la libertad y el nuevo mundo. Entonces, los Estados Unidos emergen como la tierra de las oportunidades laborales y de la construcción de nuevas identidades individuales y colectivas. En este contexto social, Eilis Lacey encarna a la mujer independiente, libre y poderosa que ejerce el trabajo y asume su sexualidad sin los condicionamientos patriarcales y masculinistas propios del melodrama romántico clásico y sin las coerciones de la familia y la religión católica y de la madre tradicional irlandesa. Esta joven irlandesa asumirá el papel de la madre de los nuevos norteamericanos que poblarán Nueva York durante la segunda mitad del siglo XX, fusionándose con otras culturas o etnias europeas como la italiana.
          De este modo, amor e inmigración son los vehículos narrativos del filme de Crowley para construir una nueva identidad femenina. Así pues, Eilis Lacey se convierte en el enfoque principal de la trama y de numerosas y significativas tomas y encuadres de gran belleza visual, los cuales fueron configurados por el talento artístico del fotógrafo. Por este motivo, la fotografía de Yves Belanger adquiere gran resonancia en la historia de Brooklyn, con las imágenes visuales que forman parte del nivel mimético o mostración del relato cinematográfico, de acuerdo a las ideas críticas de François Jost y André Gaudrault. En particular, este “lenguaje” visual del filme europeo configuran la evolución psicológica del personaje femenino y la intencional exaltación estética de la protagonista y, finalmente, construyen un poderoso símbolo de la mujer irlandesa inmigrante de mediados del siglo XX.
          En resumen, Brooklyn queda en la memoria de los espectadores en buena parte por la perfecta belleza femenina de la actriz Saoirse Ronan. Ella representa la belleza clara y profunda de una mujer inmigrante, la cual padece las adversidades propias del inmigrante europeo de la primera mitad del siglo XX: Los ajetreos pesados de la larga navegación por el Océano Atlántico, la muerte de familiares y la nostalgia por la familia y por la patria nativa. Por eso, uno de los carteles promocionales más emblemáticos de la cinta es el que describe el viaje marítimo de la protagonista y destaca la figura bella y esbelta de la protagonista con el trasfondo del ancho mar y del hermoso cielo, símbolo de la libertad de la mujer inmigrante y de ese nuevo espacio de belleza natural como perfecto espejo de la belleza femenina. Finalmente, Eilis Lacey encuentra la libertad para estudiar, la libertad en el amor y la sexualidad, la libertad en el trabajo y refunda la amistad con sus nuevas compañeras irlandesas en la pensión ubicada en el barrio de Brooklyn, Nueva York.
          Más que la historia del barrio de Brooklyn, esta cinta de 2015 es la historia de la mujer irlandesa inmigrante que va en pos de encontrar y vivir el Sueño Americano. Precisamente, Eilis Lacey representa a esa mujer de mediados del siglo XX que dará a luz a los nuevos ciudadanos estadounidenses de sangre y cultura europeas durante la segunda mitad de dicho siglo. Por eso, este seductor personaje principal llena la historia del filme de John Crowley con su belleza delicada y su expresivo rostro y la gran proyección de los colores y la elegancia de sus vestidos que son parte de la moda de ese tiempo y el síntoma de la nueva americanidad capitalista de la segunda mitad del siglo XX.

5.    PREMIOS, NOMINACIONES Y CALIFICACIONES DE BROOKLYN

          Brooklyn fue clasificado oficialmente como una cinta de romance y comedia ubicada en Brooklyn en 1950. Su director John Crowley (1969—) es nativo de Irlanda y dirigió las cintas Boy A (20017), Closed Circuit (2013) e Intermission (2003). El guión fue escrito por Nick Hornby y está basado en la novela homónima de Colm Töibin. La fotografía estuvo a cargo de Yves Belanger.
Asimismo, este filme británico se acreditó un total de treinta y siete premios y ciento cincuenta y cinco nominaciones en diferentes festivales, según el sitio IMDb.com. En especial, fue considerado entre las mejores veinticinco películas de las primeras dos décadas del siglo XXI. Entre los premios importantes, destaca el de Mejor Película Británica en los Premios BAFTA y las nominaciones como Mejor Película, Mejor Actriz y Mejor Guión Adaptado en la ceremonia de los Óscares de Hollywood de 2016. Asimismo, participó como candidata en diversos premios como mejor película, mejor actriz principal, mejor guión, mejor actriz de reparto, vestuario, maquillaje y peluquería en numerosos festivales y grupos de críticos de cine del mundo, especialmente de los Estados Unidos. Las siguientes instituciones nominaron y premiaron este gran filme europeo: Los premios BAFTA, Cine Independiente Británico, Crítica Online de Nueva York, Critica de Los Ángeles, Crítica de Boston, Crítica de Washington D.C., Crítica Online de Boston, Premios Satellite, Online Films Critics Society, Sindicato de Actores, Globos de oro, Critica de Detroit, Critica de San Diego, Círculo de Críticos de Phoenix, Crítica de San Francisco, Crítica de Houston, Crítica de Saint Louis, Premios de la Crítica Cinematográfica, Crítica de de Chicago, Crítica del Sudeste, Crítica de Vancouver, Crítica de Florida, Crítica de Utah, Sociedad de Críticos de Phoenix, Crítica de Nevada, Crítica de Kansas, Crítica de Las Vegas, Crítica de Austin, Crítica de Londres, Asociación de Críticos de Carolina del Norte, Asociación de Críticos de Ohio Central, Asociación de Críticos de Georgia, Premio Artio [Casting Society of America],Crítica de Seattle, Crítica de Denver, USC Script Awards, Gremio de diseño de vestuario, Crítica de Iowa, Premios Dorian [Asociación de Gays y Lesbianas], International Cinephile Society y AACTA International Awards (“Brooklyn”).
          La recepción de Brooklyn por parte del público fue muy apreciada y los expertos de cine le dieron muy buenas calificaciones en diversos sitios dedicados a la crítica de cine. En primer lugar, el sitio Rotten Tomatoes le concede un 97% de calificación de un cien por ciento posible. En segundo lugar, el sitio IMDb.com de Amazon le adjudica 7.5 puntos de diez posibles. Finalmente, Metacritic le otorga 87 puntos de cien posibles.




Obras citadas
“Brooklyn (película de 2015).” Wikipedia. La enciclopedia libre.  14 marzo 2018.
Fundación Wikimedia, Inc. 3 abril 2018. <https://es.wikipedia.org/wiki/Brooklyn_(pel%C3%ADcula_de_2015)>.
Gaudreault, André y François Jost. El relato cinematográfico. Cine y narratología.
Trad. Núria Pujol. Barcelona: Paidós, 1990.

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