miércoles, 31 de marzo de 2021

ALEGORÍA Y CRÍTICA SOCIAL EN “EL DIOS DE LAS MOSCAS” DE MARCO DENEVI Por Óscar Robles

Una alegoría representa simbólicamente eventos propios de la vida humana o sobrehumana, ya sea en las artes plásticas, las obras literarias u otras bellas artes. En el sentido estricto del término, “alegoría” es una “ficción que presenta un objeto al espíritu, de modo que despierta el pensamiento de otro objeto” y, al mismo tiempo, puede definirse como “una obra o composición literaria o artística de sentido alegórico (“alegoría”). Por ejemplo, el clásico y común esqueleto con una guadaña representa la alegoría de la muerte. En el cuento breve “El dios de las moscas”, Marco Denevi crea una alegoría de la sociedad, para criticar la corrupción moral y la religión y burlarse de los defectos de los humanos con elementos grotescos. 

En tal relato, el conflicto principal ocurre en una sociedad de moscas que poseen religiones propias y una absurda visión trascendental de la vida. Tales moscas tienen una mosca muy singular como dios, la cual presenta múltiples rasgos físicos y abstractos y muestra elementos de mitificación y leyenda. Entre los primeros, figuran colores variados, cualidades morales y edades cambiantes. Entre los segundos, las propias moscas ven a su divinidad animal como un ser gigante o un ser microscópico o le inventan antenas pequeñas o del tamaño de los cuernos de mamíferos. En ese grotesco y absurdo mundo, las moscas “humanizadas” poseen cualidades éticas. Las buenas se van al paraíso, donde como premio devoran un trozo de carroña por toda la eternidad. En cambio, las malas o malvadas habitan el infierno: un sitio muy limpio. Como se observa, Denevi funda una original y sardónica alegoría animal para atacar indirectamente a la humanidad o, tal vez, a una nación: la patria nativa del escritor. Por ello, la interpretación es abierta. En dicha sociedad de insectos, domina la corrupción moral, que es representada con la suciedad, la carne en descomposición y los propios insectos parásitos con alas. Por esta sociedad de animales humanizados, el cuento es una fábula y una narración muy grotesca. La ironía brota hacia el final del breve relato, pues las moscas buenas son sucias y las malas son limpias. 

En general, las obras literarias y los textos periodísticos de Denevi denuncian a los gobernantes corruptos e hipócritas de Argentina, pues vivió bajo el gobierno populista y militar de Juan Domingo Perón. En “El dios de las moscas” aparecen algunos atributos críticos del autor argentino de manera indirecta y simbólica. En su patria, Denevi fue considerado como “guardián de la ética y la moral” (Virgillo 78). Por esta peculiar sociedad de moscas, esta narración puede encuadrarse en el subgénero literario de fábula clásica, ya que incluye animales con cualidades humanas, físicas, morales y religiosas. Al mismo tiempo, las punzantes y precisas acciones y descripciones de los insectos voladores y parásitos forman parte de “su visión irónica del mundo moderno” (78). 

Marcos Héctor Denevi (1922-1998) nació en Buenos Aires, Argentina. Estudió el doctorado en leyes en la Universidad de Buenos Aires y practicó el periodismo político. Ante todo, es un narrador y un dramaturgo. Publicó nueve novelas, siete obras de teatro y nueve colecciones de cuento, pero también escribió ensayos y otro tipo de géneros literarios. Fue miembro de la Academia Argentina de Letras, ocupando el puesto del escritor José Hernández desde 1997 hasta su muerte. Entre sus novelas, sobresalen las siguientes seis: 1) Rosaura a las diez (1955), la cual recibió el Premio Kraft y fue adaptada al cine;2) Un pequeño café (1966); 3) Parque de diversiones (1970); 4) Enciclopedia de una familia argentina (1986); 5) Música de amor perdido (1990); y 6) Una familia argentina (1998). Asimismo, es autor de los siguientes cuatro destacados dramas: 1) Los expedientes (1957), por el cual obtuvo el Premio Nacional de Teatro; 2) El cuarto de la noche (1962), el cual se acreditó los premios Argentores y de la Comisión de la Manzana de las Luces; 3) El segundo círculo o El infierno de la sexualidad sin amor (1970); y 4) Fatalidad de los amantes (1974). Entre sus colecciones de cuentos, pueden contarse las siguientes cuatro: 1) Ceremonia secreta (1960); 2) Falsificaciones (1969); 3) Hierba del cielo (1973); y 4) El amor es un pájaro rebelde (1993). 


                                            Obras citadas 

 “Alegoría.” Pequeño Larousse ilustrado. 15ª ed. 1991. 

 Denevi, Marco. “El dios de las moscas.” Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. Por Carmelo Virgillo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004. 78-79. 

Virgillo, Carmelo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004.

martes, 30 de marzo de 2021

EXALTACIÓN DE LA MUJER Y ESPACIO DOMÉSTICO EN “BLANCA NIEVES Y COMPAÑÍA” DE TERESA DE LA PARRA Por Óscar Robles

“Blanca Nieves y Compañía” es un fragmento de la novela de Las memorias de Mamá Blanca (1929) de Teresa de la Parra. Funciona como relato independiente y, por ello, fue incluido en el texto didáctico Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. Como cuento aislado, representa una reafirmación de los papeles domésticos y una exaltación de la fuerza moral, emocional y estética de las mujeres hispanoamericanas, desplazando la autoridad y la cultura patriarcales. Ante todo, la autora venezolana configura en esta narración un espacio puramente femenino dentro de una hacienda rural de Venezuela administrada por el padre, donde todas las mujeres de la casa son felices, cumplen sus funciones laborales en el hogar, asumen sus roles lúdicos y placenteros y muestran unidad de grupo, bajo el liderazgo de la paradigmática Madre fuerte, inteligente y culta. Fundamentalmente, las seis hijas del hacendado Juan Manuel y su esposa se caracterizan por su profunda relación con el juego, la belleza y la naturaleza, dentro de una finca paradisiaca. 

1. NARRATIVA REGIONALISTA, FEMENINA Y DE PROBLEMAS PSICOLÓGICOS EN HISPANOAMÉRICA 

Entre 1900 y 1940, pocas mujeres figuran con novelas destacadas en Hispanoamérica, bajo la estética de las nuevas corrientes narrativas del siglo XX. En ese tiempo, emergen en la América Hispana más prominentes poetas del sexo femenino, bajo la tendencia literaria del Posmodernismo, especialmente, tales como la chilena Gabriela Mistral [Premio Nobel de Literatura en 1945], la uruguaya Juana de Ibarbarou y las argentinas Delmira Agustini y Alfonsina Storni, entre otras. Entre las escasas novelistas, la mexicana Nellie Campobello publica su novela de tema revolucionario Cartucho (1931) y la chilena María Luisa Bombal da a la luz pública sus novelas La última niebla (1934) y La amortajada (1938). Por su parte, la venezolana Teresa de la Parra produce Ifigenia: diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba (1924) y Las memorias de Mamá Blanca (1929). Estas dos novelas surgen en medio de la aparición de las narrativas telúricas y regionalistas de la Literatura Hispanoamericana escritas por hombres primordialmente. En ese tiempo, por ejemplo, se dan a conocer tres novelas esenciales: La Vorágine (1924) del colombiano José Eustasio Rivera, Don Segundo Sombra (1926) del argentino Ricardo Güiraldes y Doña Bárbara (1929) del venezolano Rómulo Gallegos. Asimismo, el uruguayo Horacio Quiroga difunde sus brillantes cuentos sobre la selva de Misiones de su país natal. 

Ante todo, Ifigenia es una narrativa peculiar que aborda los conflictos de la mujer venezolana a principios del siglo XX. Puede clasificarse como una novela de “problemas psicológicos y filosóficos”, como varios de los cuentos de Horacio Quiroga, como el relato “El hombre que parecía un caballo” (1915) del guatemalteco y como la novela El niño que enloqueció de amor (1925) del chileno Eduardo Barrios (Chang 284). Por el énfasis en las historias de mujeres en el espacio doméstico, Las memorias de Mama Blanca luce más como una narrativa femenina que una novela telúrica aunque la trama está situada en la hacienda “Piedra Azul” en Venezuela. 


 2. “BLANCA NIEVES Y COMPAÑÍA”: VISIÓN ESTÉTICA Y PARADISIACA DE LAS MUJERES EN EL ESPACIO DOMÉSTICO 

Este relato recrea un microcosmos dominado por las mujeres con sus costumbres, tareas cotidianas, juegos y emociones. Puede resumirse de la siguiente manera: las seis hijas del hacendado venezolano Juan Manuel y de su esposa conviven en la hacienda Piedra Azul situada en el medio rural de Venezuela, bajo la atención y la autoridad de la mulata inglesa Evelyn y de toda la servidumbre del sexo femenino. Las pequeñas infantes juegan rondas en la casa y cantan regularmente. Algunas veces, ellas molestan a su padre haciendo mucho ruido. Aunque las niñas son obedientes en general, la ofensa a su progenitor dura años. 

En realidad, el conflicto subterráneo entre padre e hijas es de carácter psicológico, pues el hacendado se siente frustrado cada vez que nace una niña en su familia y no un varón al cual ponerle su nombre de pila, el cual fue su propósito desde que contrajo matrimonio. Al final, su propia mujer le reclama al esposo su actitud arrogante de hombre y compara la postura masculinista y patriarcal con el papel del caudillo militar y Libertador venezolano Simón Bolívar durante la famosa batalla de Carabobo, Venezuela. 

Como se observa, De la Parra construye una trama en la que la madre protege a sus seis hijas y ejerce liderazgo para enfrentar la postura viril del único hombre de la casa. Una narradora protagonista cuenta las acciones. Es Blanca Nieves, la tercera de las hijas del matrimonio protagonista. Esta relatora expone las acciones desde el tiempo presente hacia el pasado cuando ella contaba con cinco años de edad. Particularmente, la narradora describe positivamente a todos los personajes femeninos y masculinos y ve el espacio domestico como un paraíso particular. 

Blanca Nieves describe más que narrar acciones objetivas y el conflicto central se teje sutilmente y se sugiere hacia el final de la trama. Asimismo, la relatora habla del placentero e íntimo espacio doméstico y de los juegos de sus cinco hermanas: Aurora, Violeta, Estrella, Rosalinda y Aura Flor. También, detalla las actividades de cuidado de las hijas, limpieza y cocina de las siguientes ocho empleadas domésticas que trabajan en la hacienda y pertenecen a la clase baja: Evelyn, Hermenegilda, Eufemia, Pastora, Armanda, Altagracia, Jesusita y Candelaria. 

En general, las actividades de las mujeres ocupan más episodios en el relato. En cambio, las labores del personal masculino abarcan un solo párrafo de cuatro líneas. Así, la relatora explica la reducción de los personajes y animales “externos” a la opulenta vivienda de la siguiente manera: Más allá de la casa y de la cocina, había el mayordomo, los medianeros, los peones del trapiche, las vacas, los becerritos, los mangos, el río, las mariposas, los horribles sapos, las espantosas culebras semilegendarias y muchas cosas más que sería largo de enumerar aquí” (Parra 55). 

Esencialmente, la perspectiva femenina de la autora venezolana se refleja en el personaje femenino adulto, quien dirige el espacio doméstico. Así, la madre de Blanca Nieves es designada simbólicamente como arquetipo o paradigma, como en los cuentos de hadas y cuentos infantiles. Por ello, el rol femenino de la progenitora tiene mayúscula a lo largo del relato, al igual que el papel del padre. Particularmente, ella aparece como una mujer de gran personalidad y autoridad dentro de la finca, desde la perspectiva de dicha narradora protagonista. Posee un carácter moralmente fuerte, pertenece a la clase alta del medio rural, su sensibilidad es delicada y artística y presenta un perfil intelectual positivo. Por ejemplo, ella lee una novela del francés Alejandro Dumas padre y conoce la historia de su país natal en torno a la Independencia de Venezuela bajo el liderazgo militar de Simón Bolívar. Al comienzo del cuento, Blanca Nieves afirma que su madre tenía “un temperamento de poeta” y “despreciaba la realidad” (Parra 54). 

En especial, el parlamento final del cuento es expuesto por la Madre y va dirigido a su esposo, para amonestarlo por su arrogancia de hombre. En tal discurso oral, la madre muestra el don de poetizar con delicadeza las ideas para describir las emociones y frustraciones de su marido: “Aquella resignación tuya era como un árbol inmenso que hubieras derrumbado por sobre los senderos de nuestro corazón” (57). En especial, la gran fuerza moral de la madre permite enfrentar la mala actitud de su esposo con respecto al sexo-género de las seis hijas, lo cual es el fondo de la queja del único varón de la casa. 

Paralelamente, el poderoso protagonismo de las mujeres se observa en la caracterización simbólica de las seis hijas y en la gran cantidad de criadas que habitan en la casa. En primer lugar, los nombres de las hijas son muy bellos y se refieren todos ellos a elementos de la naturaleza, tales como flores, astros, el amanecer y un personaje de cuento de hadas, el cual es propio de la narradora: Blanca Nieves. Además, la existencia de las hijas es exaltada estéticamente, mediante la asociación de sus vidas con la poesía y la naturaleza. En un pasaje, Blanca Nieves dice que las hijas llegaron al hogar “destilando poesía”, eran “las más dulces manifestaciones de la naturaleza” y representaban una “inundación florida” en la casa, frente a la mentalidad puramente masculina del padre (Parra 57). En segundo término, residen en la misma casa seis hijas, una madre y ocho sirvientas, todas las cuales comparten las tareas domésticas y se cuidan y protegen entre sí. 

Como microcosmos exclusivo de mujeres, la casa y el tiempo pasado funcionan como un lejano paraíso primitivo en la memoria de la relatora Blanca Nieves. Para la narradora, la infancia es un tiempo primitivo de reminiscencias bíblicas. En tanto, la vida cotidiana en la gran hacienda emerge como una escena del Génesis del Antiguo Testamento: es un Paraíso terrenal, donde la sirvienta trinitaria Evelyn come muchas guayabas y no es reprendida, el padre asume “el papel ingratísimo de Dios” y las seis niñas actuaban con instinto religioso y no eran castigadas por sus travesuras por el benévolo pero frustrado padre. 

Todas estas peripecias en un espacio doméstico fueron inspiradas en las experiencias infantiles de la escritora en la hacienda El Tazón, la cual estaba ubicada en el medio rural de Venezuela. Así pues, la autora sudamericana “convierte la hacienda familiar en una especie de jardín terrenal y a los padres en seres trascendentes” (Virgillo 53). En conclusión, “Blanca Nieves y Compañía” de Teresa de la Parra privilegia la vida lúdica, la libertad individual y las actividades domésticas de las mujeres venezolana y desplaza la cultura patriarcal, dentro de un ámbito propio de los hombres. Por este motivo, la casa de la hacienda “La Piedra Azul” puede verse simbólicamente como un paraíso, donde las mujeres pueden ser felices y sus papeles y figuras adquieren relevancia por su profunda conexión con la belleza, la naturaleza y la literatura. En ese microcosmos, la progenitora se convierte en arquetipo femenino de gran fuerza moral, inteligencia e intelecto, para proteger a sus seis hijas de la posible sanción del padre patriarca de la casa. 

         3. BIOGRAFÍA BREVE DE LA AUTORA VENEZOLANA 

 Ana Teresa de la Parra Sanojo (1889-1936) nació en París, Francia. Sus padres pertenecían a la clase alta de Venezuela. Residió en la hacienda familiar El Tazón y en Caracas [Venezuela], Valencia [España] y París [Francia]. Entabló una gran amistad con la escritora cubana Lydia Cabrera e impartió una serie de conferencias sobre “el papel seminal de la mujer a lo largo de la historia de Latinoamérica” (Virgillo 53). Fundamentalmente, el tema central de sus obras es “la búsqueda de la identidad sexual de la autora, efectuada a través del desarrollo psicológico de sus protagonistas” (53). En la novela Ifigenia, María Eugenia asume el papel de protagonista y se caracteriza por ser una “una mujer inteligente, moderna y creativa, constreñida por el arcaico ambiente social latinoamericano” (53). En contraste, la madre y las seis hijas del relato “Blanca Nieves y Compañía” gozan de libertad y felicidad en una hacienda administrada por su padre y en un espacio doméstico manejado por su madre. 

 
                                           Obras citadas 

Chang, Raquel y Malva E. Filer. Voces de Hispanoamérica. Antología literaria. Canadá: Thomson and Heinle, 2004. 

Parra, Teresa de la. “Blanca Nieves y Compañía.” Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. Por Carmelo Virgillo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004. 54-58.

Virgillo, Carmelo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004.

domingo, 28 de marzo de 2021

COMENTARIOS AL SALMO 10: PERSONALIDAD DEL MALVADO Y AYUDA A LAS VÍCTIMAS DE LA MALDAD Por Óscar Robles

Este salmo continúa los temas del malvado y el poder de Dios del Salmo 9. En este caso, se desarrollan los rasgos perversos de esta clase de seres humanos y se exalta el papel de Dios como ayuda para los pobres y desamparados. Un creyente objetivo y compasivo es la figura que encarna la voz poética de este poema religioso del Antiguo Testamento de La Biblia. Durante el texto, este personaje clama a Dios tres veces, mediante el vocativo “Señor”, el cual es la forma sustantiva dominante en los salmos. 

Primeramente, la figura del malvado ocupa los versículos 1-9. El hablante lírico expone que este tipo de ser perverso es tramposo, traidor, fraudulento, amenazante, injusto y muy malo; no cree en Dios; elimina a todos sus rivales; piensa que es muy poderoso y privilegiado con su fuerza humana; y acecha, tortura y mata a los inocentes. Como se observa, es un retrato intemporal y universal del malvado, basado en las acciones físicas y la baja moral de dichos humanos. Puede asociarse este perfil a los malvados del siglo XXI, que han extendido el crimen en varios países del mundo. 

En segundo lugar, la imagen de Dios como protector de los humildes aparece entre los versículos 10 y 18. Inicialmente, el creyente describe cómo el indigente se siente abandonado por la divinidad en los versículos 10 y 11. Posteriormente, el hablante se dirige directamente a Dios y le pide que ampare a los desdichados que son víctimas de los malvados y que los castigue severamente. Especialmente, señala el gran poder de Dios como “rey ahora y para siempre” [Salmo 10: 16]. Al final, dicho creyente reafirma la postura piadosa de Dios frente a los pobres y apunta la fragilidad humana de los malvados frente a la divinidad, justo en los dos versículos finales de la siguiente forma: “Tú escuchas, Señor, el ruego de los humildes, reconfortas su corazón y están atentos tus oídos para atender al huérfano y al oprimido y así los hombres de barro no puedan oprimirlos” [Salmo 10: 17-18]. 

En suma, este salmo convoca a Dios para rescatar a los inocentes que sufren los embates de los perversos malvados. Como puede verse, es una oración apropiada para el presente tiempo, especialmente en México, donde se vive un periodo crítico de impunidad, ingobernabilidad y fractura del Estado de Derecho, durante el siglo XXI. 


                                      Obras citadas 

La Biblia. 41ª ed. Madrid: Editorial Verbo Divino, 2002.

jueves, 18 de marzo de 2021

COMENTARIOS AL SALMO 9: DIOS COMO REFUGIO DEL OPRIMIDO Y EL CASTIGO A MALVADOS Por Óscar Robles

“Dios refugio del oprimido” es el tema principal del Salmo 9, según la nota de La Biblia de la editorial Verbo Divino. Paralelamente, este poema religioso dibuja el castigo a los malvados como tópico central. Un creyente perseguido constituye la voz poética del texto y apela a Dios cuatro veces como su oyente lírico con sustantivos. Tres veces se repite el sustantivo “Señor” para designarlo. Esencialmente, el vocativo “Oh Altísimo” enfatiza la categoría divina de Dios con un superlativo en el versículo 3. 

El mensaje general del salmo se compone de dos partes generales. La primera narra la destrucción de los enemigos en el pasado y propone la exaltación de Dios en el presente [Salmo 9: 2-13]. Especialmente, apunta que la suprema divinidad ha “abatido a las naciones” y borrado el nombre de los malvados. Además, señala un futuro de justicia bajo su gobierno espiritual, pues “juzgará con rectitud a las naciones” [Salmo 9: 9]. 

La segunda sección traza un sentido y desesperado llamado a Dios del hablante poético para que lo rescate del ataque de los malvados en el presente narrativo [Salmo 9: 14-21]. Este personaje lírico y religioso clama con una metáfora la salvación de su vida: “Sácame de las puertas de la muerte” [Salmo 9: 14]; también informa del espacio poético en que habita el creyente perseguido: la antigua ciudad de Sión. Este lugar geográfico constituía una población jebusea que fue conquistada por el rey David; estaba ubicado en el lado sureste de lo que hoy es Jerusalén [Israel], justo en el Monte Sión; y era el centro espiritual y “madre de todos los pueblos”, según el salmo 87 (“Sión”). 

Asimismo, la misma segunda parte del Salmo 9 expone la muerte de los malvados en sus propias trampas. Finalmente, pide que todos esos malvados sean eliminados, se imponga la justicia a las naciones y se recuerde a los paganos de su condición de simples seres humanos, inferiores al Supremo Creador. En todo el Salmo 9, sobresale la caracterización metafórica de Dios, de la cual emana uno de los temas principales: “El Señor es un bastión para el oprimido, un refugio para los tiempos de angustia” [Salmo 9: 10]. 

En consecuencia, este poema religioso incluye la compasión de Dios padre todopoderoso hacia los pobres y humildes. Por otro lado, es interesante ver dos rasgos torales de los malvados: son pecadores y son paganos. Como puede verse, el contexto histórico de este texto del Libro de los Salmos es el ataque de los paganos a la ciudad de Sión. Sin embargo, su valor universal en tiempos de la globalización económica permite utilizar este poema religioso como una oración y una reflexión en torno al bien y el mal. 

¿Quiénes son en el siglo XXI los malvados que atentan contra los cristianos y las personas de buena moral y de efectiva ética ciudadana? Cada nación tendrá su propia definición e identificación de los perversos que se apartan de las leyes de Dios y del Estado. Pueden ser los criminales de toda laya, los políticos corruptos y autoritarios, los anti-ciudadanos desobligados e ingobernables, los maridos que abusan moral y físicamente de sus esposas, los asesinos de mujeres, las mafias de vicio y violencia que operan en las modernas ciudades del siglo XXI en medio de absurdas “guerrillas y guerras urbanas” que dividen profundamente a los ciudadanos de una nación. . . 

En suma, el Salmo 9 es una buena oración para estos tiempos de zozobra y angustia, ya que propone a Dios como “refugio del oprimido”, como sostiene la nota inicial de La Biblia de la editorial Verbo Divino. Como buen cristiano, asume más a Jesucristo como “verbo y no tanto como sustantivo”, como reza la canción del cantautor guatemalteco Ricardo Arjona. Así pues, vive más con un Cristo y un Dios padre de acción que de esencia cada día de tu vida, para transformar verdaderamente el mundo en un espacio de paz, progreso y bienestar social. “Dad a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar”, para estar paz con el Supremo Creador y con el Estado. 


                                             Obras citadas 

La Biblia. 41ª ed. Madrid: Editorial Verbo Divino, 2002. 

“Sión.” Wikipedia. La enciclopedia libre. 18 marzo 2021. Fundación Wikimedia, Inc. 11 marzo 2021. .

miércoles, 17 de marzo de 2021

VIOLENCIA DOMÉSTICA Y CONDICIONAMIENTO PATRIARCAL EN “LAS MEDIAS ROJAS” DE EMILIA PARDO BAZÁN Por Óscar Robles

“Las medias rojas” es un cuento muy pesimista en torno al funcionamiento de la familia española, al encuentro y choque de generaciones y, sobre todo al destino de la mujer joven, dentro de una sociedad rural, pobre, ignorante y violenta. Su autora Emilia Pardo Bazán cifra su personal visión de mundo o cosmovisión en un sino trágico y un final determinista y negativo para la mujer. En esta breve narrativa realista-naturalista, las aspiraciones laborales de la mujer española son destruidas por el machismo y la estructura patriarcal, los cuales se basan en la cruda violencia y el dominio del hombre y los padres ejercidos sobre su familia y sobre las mujeres en especial. 

De esta manera, la relación central entre padre e hija de dicho cuento se resuelve en un terrible y cruel condicionamiento patriarcal y laboral y la pérdida de la libertad y la independencia de la mujer. En tal relato, Pardo Bazán plantea crudamente la violencia doméstica impuesta por el padre patriarca de la casa contra la indefensa hija, dentro de un ambiente rural de España. En ese espacio físico, el único escape posible para las mujeres jóvenes es la emigración a otros países para encontrar un futuro promisorio, un mejor empleo y una mejor vida personal y social. 

Para contar la historia de Ildara, la protagonista, la célebre escritora española utiliza un narrador omnisciente que juzga someramente los hechos y narra objetivamente con frialdad y crudeza. Así pues, el desarrollo de la crueldad contra la mujer y el papel femenino doméstico son la preocupación central de la mujer escritora. El cuento adquiere gran fuerza dramática gracias las estrategias narrativas que construye la autora peninsular. Primeramente, sazona la trama con intensos y emotivos diálogos entre padre e hija nutridos de un vivo lenguaje coloquial y regionalista. En segundo lugar, disemina descripciones descarnadas de los golpes propinados por el hombre y jefe de la casa. En tercer lugar, el narrador omnisciente mantiene la objetividad y frialdad en las secuencias más negativas y dolorosas, como parte de la estética realista-naturalista. Esencialmente, la resolución de la trama es pesimista y expone la frustración de los sueños de progreso y vida de la joven Ildara. Finalmente, los daños físicos en su rostro joven causados por su padre se quedan para toda la vida. Esta narración objetiva sobre la violencia doméstica de las familias patriarcales está construida bajo los parámetros realistas y con algunos aspectos naturalistas de gran pesimismo. 


       1. EL REALISMO Y EL NATURALISMO EN EUROPA,                                             AMÉRICA Y ESPAÑA 

Europa y España atraviesan por un periodo de gran progreso económico y científico hacia la segunda mitad del siglo XIX principalmente. Como consecuencia, escritores y artistas retratan fielmente la realidad con todos sus detalles, tanto en sus cuentos como en sus novelas. Así, nace el Realismo literario en países como Francia, Inglaterra, Rusia y Portugal y luego se exporta a los Estados Unidos y Latinoamérica. En particular, se crean grandes novelas realistas desde el primer tercio del siglo XIX. 

Sus grandes figuras fueron los franceses Honorato de Balzac con la novela Eugenia Grandet (1833) y Henry Beyle, alias Stendhal con Rojo y negro (1830); los ingleses Charles Dickens con David Copperfield (1850) y William Thackery con La Feria de las vanidades (1847-1848); los rusos León Tolstoi con La guerra y la paz (1869) y Fedor Dostoievski con Los hermanos Karamazov (1880); el portugués Eça de Queiroz con La ilustre casa de Ramírez (1900); el estadounidense Mark Twain con Las aventuras de Huckleberry Finn (1884); el chileno Alberto Blest Gana con Martín Rivas (1862); y el mexicano José López Portillo y Rojas con La parcela (1898). En España, los cuadros de costumbres de origen romántico sirven para configurar obras realistas y reforzar la producción de una literatura nacional. Sobresalen las novelas La Gaviota (1849) de Cecilia Böhl de Faber, mejor conocida como Fernán Caballero; Escenas montañosas (1864) y Peñas arriba (1895) de José María de Pereda; Pepita Jiménez (1874) de Juan Valera; El sombrero de tres picos (1874) de Pedro Antonio de Alarcón; Dona Perfecta (1876) y Fortunata y Jacinta (1886-1887) de Benito Pérez Galdós. 

En tanto, el Naturalismo se caracteriza por exponer literariamente la degradación moral y física de los seres humanos como producto de la herencia y del ambiente social. Sin embargo, esta corriente literaria no impacta en gran medida en España. El francés Emilio Zolá fue el gran representante de la novela naturalista en Europa con La taberna (1877) y Germinal (1885), principalmente. Bajo este contexto, Emilia Pardo Bazán radicó en París con su marido por un tiempo. Como consecuencia, el papel central de dicha escritora fue difundir las ideas en torno al Naturalismo francés en su gran estudio La cuestión palpitante (1883) y desarrollar algunos aspectos naturalistas en las novelas Los pazos de Ulloa (1886) y La Madre Naturaleza (1887). En realidad, las grandes novelas naturalistas españolas son, básicamente, La Regenta (1884-1885) de Leopoldo Alas “Clarín” y La barraca (1898) de Vicente Blasco Ibáñez. “Las medias rojas” puede clasificarse como un cuento realista-naturalista. 

 
2. “LAS MEDIAS ROJAS”: LA DESTRUCCIÓN DEL SER HUMANO EN UN MEDIO SOCIAL PATRIARCAL Y VIOLENTO

En “Las medias rojas”, la visión de mundo de Emilia Pardo Bazán se proyecta sobre la condición de la mujer española del medio rural, de manera muy cruda y pesimista. El concepto de “visión de mundo” o “cosmovisión” es definido como el acto de “concebir la interacción entre los hombres o entre los seres humanos y el universo” (Virgillo 18). En particular, dicha visión negativa opera en las descripciones cuidadosas sobre el medio social de un pueblo y en los crueles actos de violencia del padre. Por influencia del Realismo literario, dichas descripciones son muy fotográficas y descarnadas y cada detalle sobre el cuerpo y el rostro de Ildara expone la violencia doméstica del padre patriarca y encierra dramatismo y pesimismo. Así pues, la terrible acción del tío Clodio y padre de Ildara representa la repetición del machismo y la autoridad patriarcal en las familias españolas del campo. Los actos violentos del padre forman parte de “un medio hostil” que destruye al ser humano, en especial a las jóvenes mujeres del pueblo. En general, la visión de mundo del cuento es que “la humanidad es víctima de un destino implacable y cruel” (Virgillo 50). De este modo, “las condiciones sociales” aparecen a través de “situaciones sórdidas”, las cuales son extremadamente degradantes de la condición humana y del destino de la mujer española (50). 

En la dramática trama, la joven Ildara planea secretamente emigrar a otro país para labrar un mejor porvenir para ella. Un día, el tío Clodio, su padre viudo, advierte un repentino cambio en la vestimenta de Ildara, justo cuando ella entra a la casa con un montón de leña y prepara la comida en la cocina. Por este motivo, el hombre sospecha que ella pretende irse de la casa. Esta prenda de vestir es precisamente una media roja en su pierna robusta. La chica le explica que adquirió las medias rojas vendiendo huevos al abad del pueblo. Tiempo antes, Mariola, la prima de Ildara, había sido marcada con el golpe violento de una criba en la frente por la acción furibunda de la propia madre, lo cual le destruye los tejidos de la piel. Por su parte, el irracional y posesivo tío Clodio la golpea brutalmente, le tumba un diente y la deja tuerta para toda la vida. En consecuencia, Ildara pierde la oportunidad de viajar en barco a otro país, pues se necesita estar sano para trabajar en otras tierras. 

Las secuencias narrativas del cuento diseminan y dosifican los eventos y descripciones, para concentrar tensión dramática y diseñar la estética del realismo-naturalismo. En primer lugar, los tres primeros párrafos delatan un hondo realismo y una cierta dosis de costumbrismo, mediante la voz narrativa omnisciente, la objetividad y vivacidad de los detalles y el uso del tiempo lineal en el presente narrativo. Todas estas descripciones iniciales delinean minuciosamente las duras tareas domésticas de la joven Ildara, mediante un lenguaje rico y regionalista, propio del medio rural español (líneas 1-18). Carga leña, prende fuego y cocina papas y frijoles y el padre advierte una media roja nueva en la pierna de Ildara, todo lo cual constituye la situación inicial del conflicto. En segundo término, el choque violento de padre e hija se prolonga en el cuento posteriormente en varios párrafos, como parte del desarrollo del relato. Luego de que el tío Clodio ha descubierto la nueva media roja de algodón en la pierna de su hija, viene la gran discusión entre ambos (líneas 19-54). 

Así pues, el problema central es desplegado mediante diálogos muy realistas y breves entre padre e hija. En especial, estos parlamentos revelan el bajo nivel cultural y educativo de ambos protagonistas (v. gr. “novidá” = novedad, “hirmán” = hermana) y su origen campesino por el uso de algunos regionalismos (v. gr. “cluecas”, “merqué”). En esta segunda secuencia, ya ocurre el primer nivel de violencia doméstica: el padre lanza contra la pared a la hija. En contraste, la voz del relator omnisciente muestra un lenguaje estándar y culto que opera en el presente narrativo (conflicto entre el tío Clodio-Ildara) y en el pasado (conflicto entre la prima Mariola y su madre). Por ejemplo, el narrador exhibe vocablos como “ira”, “engarzado”, “hirsutas”, “zarandeó”, “circunvecinas”, “sagaz”, entre otras. Asimismo, la voz narrativa se concreta en relatar con cierto nivel de objetividad y expone las discusiones orales entre padre e hija. 

En tercer lugar, la secuencia tercera y final del relato exhibe el terrible castigo físico a Ildara. Estas acciones crudas representan claramente el medio familiar y social tan hostil que se opone a la libertad de la mujer e hija, dentro de una familia patriarcal (líneas 55-64). Sobre todo, esta parte describe descarnadamente la violencia doméstica ejercida por el padre patriarca: golpes salvajes en la cabeza y el rostro (ojos, nariz, carrillos). Especialmente, el relator omnisciente explica los motivos y muestra un poco de psicología del padre. De este modo, el progenitor podría matar a su hija antes que verla partir hacia otro país y le profesa “un cariño maquinal, absurdo” (Pardo 52). 

Finalmente, los tres párrafos finales forman parte de la tercera secuencia también. En particular, señalan la visión de mundo altamente pesimista de la autora y explican sucintamente el resultado negativo de la violencia del padre patriarca (líneas 65-72). Entonces, la voz del narrador omnisciente se vuelve fría y objetiva, bajo el lenguaje culto que detalla y revela un sino adverso y sumamente pesimista. La joven Ildara pierde un diente y un médico le dictamina que su ojo sufrió un “desprendimiento de la retina”, es decir, que se quedará tuerta para toda la vida (Pardo 52). Como consecuencia, Ildara no podrá irse de su casa y está condenada a vivir bajo el autoritarismo patriarcal y la violencia del padre durante más tiempo, dentro de un ambiente rural muy hostil para las mujeres. Después, el narrador simplemente informa que la joven no puede viajar en barco a la búsqueda de mejores oportunidades de vida y trabajo en otra nación. Esencialmente, la oración compuesta final exhibe un lenguaje culto con algunos destellos poéticos, pero muy irónicos: “Los que vayan allá, han de ir sanos, válidos, y las mujeres, con sus ojos alumbrando y su dentadura completa. . .” (52). 

 
          3. BIOGRAFÍA BREVE DE EMILIA PARDO BAZÁN 

 Emilia Pardo Bazán (1851-1921) nació en La Coruña, España. Fue profesora de literaturas neolatinas en la Universidad de Madrid y consejera de Instrucción Pública. Escribió cuentos, novelas, poesías, libros de viajes, estudios sociales, crítica histórica y crítica social. Destacan sus novelas Los pazos de Ulloa (1886) y La Madre Naturaleza (1887); su colección de cuentos Cuentos del terruño (1907); y el estudio literario La cuestión palpitante (1883). En suma, el cuento “Las medias rojas” de Emilia Pardo Bazán configura un segmento del crudo y cruel estado social de las familias rurales españolas durante la segunda mitad del siglo XIX, mediante la estética realista-naturalista. De esta manera, el conflicto central de dicho relato enfrenta la tradición anquilosada de los padres y las aspiraciones de progreso y modernización de los hijos, la violencia del patriarca y la vitalidad de la mujer, el medio social opresivo y la libertad del individuo. Ante todo, la cosmovisión de la escritora española revela un sentido pesimista del mundo: la mujer no puede escapar al dominio del patriarcado y a las costumbres tradicionales, bárbaras y salvajes de España. 


                                               Obras citadas 

Pardo Bazán, Emilia. “Las medias rojas.” Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. Por Carmelo Virgillo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004. 49-52. 

Virgillo, Carmelo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004.

martes, 16 de marzo de 2021

MUJER BRAVA Y PODER MASCULINO Y POLÍTICO EN “LO QUE SUCEDIÓ A UN MOZO QUE CASÓ CON UNA MUCHACHA DE MUY MAL CARÁCTER” DEL INFANTE DON JUAN MANUEL Por Óscar Robles

En el cuento citado de El Conde Lucanor (1335), el Infante don Juan Manuel expone las difíciles y violentas relaciones conyugales durante la Edad Media y los matrimonios por conveniencia para mejorar la situación económica de los hombres. En especial, presenta a tres mujeres de poder y fuerza física y/o moral: la esposa de un mancebo moro, la posible y futura cónyuge del pariente del Conde Lucanor y la mujer del suegro de dicho mancebo. Este poder femenino se funda en el mal carácter (rasgo psicológico) y hasta en la fuerza física. En particular, el sabio consejo de Patronio aplica a la relación hombre-mujer en el espacio privado y a la relación entre jerarcas nobles y personas que tratan con dichas figuras del poder político en la España medieval. 


 1. EL FIN DIDÁCTICO: CONSEJO PARA MATRIMONIO Y 
                           CONSEJO PARA POLÍTICA 

En general, el crudo relato de Patronio muestra el dominante punto de vista masculino y justifica la violencia viril tan cruel y sangrienta, para someter a las mujeres bravas, matando animales dentro del espacio doméstico. Las principales acciones narrativas de este relato pueden ser resumidas de la siguiente manera: El Conde Lucanor pide consejo a su sabio consejero Patronio sobre el posible matrimonio entre un pariente del primero con una mujer de mal carácter, pero muy rica, quien puede cambiar la posición económica del futuro marido. Entonces, Patronio le cuenta la historia de un moro pobre que se casa con una mujer muy brava perteneciente a una familia opulenta de un pueblo. En su primera noche de bodas, el recién casado decide imponer su autoridad sobre su esposa. De esta manera, mata sucesiva y salvajemente a un perro, a un gato y a un caballo enfrente de su mujer, porque los pobres animales no le dieron agua al amo para lavarse las manos. Con estas acciones bárbaras y salvajes, la esposa se vuelve dócil y atiende puntualmente todas las demandas del cónyuge de origen árabe y ambos viven en paz. Más tarde, el propio suegro del moro mata un gallo para impresionar y controlar a su esposa, pero la mujer le advierte que ya es muy tarde para dominarla. Esta mujer mayor es, sin duda, el origen del poder moral y el mal carácter de su hija. Finalmente, Patronio recomienda a su señor que el joven pariente del aristócrata haga las mismas acciones crueles del moro frente a su presunta esposa o, de lo contrario, mejor debe quedarse en la pobreza si no se atreve a domar a la mujer brava. 

Como puede verse, la autoridad moral y el mejoramiento económico del hombre son el centro de estas historias del cuento del Infante de don Juan Manuel. En particular, dicho dominio del hombre se logra mediante el ejercicio de la violencia extrema y sanguinaria. Por este motivo, impactan las crudas descripciones de la muerte de los tres animales. Primeramente, el moro le corta la cabeza y las patas al perro y lo hace pedazos, “ensangrentando toda la casa” (El Infante 43). En según lugar, coge por las patas al gato y lo azota contra la pared y lo hace pedazos “con mucha más rabia que al perro” (43). En tercer término, le corta la cabeza y hace pedazos al caballo. Este “ejemplo” sanguinario resuelve el “problema” de la pobreza del moro. El consejo vertido por Patronio adquiere, pues, la categoría de “moraleja” y se aplica también a la política y a la vida de un conde en la nobleza española. Primordialmente, dicho ejemplo del consejero palaciego opera en el nivel de sexo-género y rige el trato entre hombres y mujeres en el matrimonio. Al mismo tiempo, ese evento narrado es extensivo para la relación política entre dirigentes aristócratas como el Conde Lucanor y las personas que se relacionan con dichos políticos medievales. 

Tras la crueldad del “ejemplo” del moro y su esposa, los cuatro párrafos finales del cuento suavizan la crueldad de los actos del hombre árabe con un enfoque didáctico moral. En primer lugar, Patronio le aconseja al Conde Lucanor sobre el caso de su pariente en torno al matrimonio con una mujer rica y brava de la siguiente manera: Si ese deudo vuestro que quiere casarse con una mujer y es capaz de hacer lo que hizo este mancebo aconsejadle que se case, que él sabrá cómo gobernar su casa, pero si no fuere capaz de hacerlo, dejadle que sufra su pobreza sin querer salir de ella. (El Infante 44) En segundo lugar, el sabio consejero le explica que el ejemplo narrado opera en otro nivel superior de las relaciones humanas: los asuntos políticos de las cortes de nobles. Entonces, le dice que “y aun os aconsejo que a todos los que hubieren de tratar con vos les deis a entender desde el principio cómo han de portarse” (44). Como consecuencia, el Conde Lucanor aplica este consejo en su vida y le funciona: “[el conde] obró según él y le salió muy bien” (44). 

“Lo que sucedió a un mozo que casó con una muchacha de muy mal carácter” del Infante Juan Manuel pertenece a literatura ficcional primigenia, medieval y precursora de la prosa narrativa en español. Por ello, su estructura es sencilla y se funda en la gran objetividad de las acciones y sin grandes reflexiones o análisis sobre los hechos narrados. Cuenta con dos narradores: uno, impersonal y objetivo, introduce brevemente la relación entre el Conde Lucanor y su fiel y sabio consejero Patronio; el segundo es el propio Patronio como personaje, quien cuenta la mayor parte de la historia. Además, aparecen diálogos entre amo y señor y entre un hombre de origen árabe y una joven mujer de la clase alta principalmente. 

El tiempo objetivo parte del presente narrativo en el que se encuentran el Conde Lucanor y Patronio hacia el pasado y vuelve al mismo presente. Además de los dos consejos finales de Patronio citados arriba, un verso dístico engloba la sabiduría del cuento. En esta parte final, aparece breve y precisamente el consejo moral que convierte al cuento en un texto didáctico plenamente. El Conde Lucanor juzga que el relato es bueno, lo incluye en su propio libro y escribe los siguientes versos moralizantes sobre los hechos contados por su fiel consejero: “Si al principio no te muestras como eres, / no podrás hacerlo cuando tú quisieres” (El Infante 44). 


2. LA PROSA NARRATIVA DE FICCIÓN Y FIN DIDÁCTICO 

La poesía narrativa y heroica domina la Edad Media en España por influencia de las epopeyas de La Ilíada y La Odisea (siglos IX a. de C.) del griego Homero y de La Eneida (siglo IV a. de C.) del romano Virgilio. Por ello, la obra maestra de dicho tiempo histórico es El Cantar de Mío Cid (c. 1140) de autor anónimo. Hacia el siglo XIV la prosa narrativa emerge con gran fuerza y produce el libro de caballerías Historia del caballero Cifar (1300) de autor anónimo también. En este contexto general de la península ibérica, se produce una gran obra de prosa, ficción, fin didáctico y autor individualizado: El conde Lucanor o Libro de Patronio (1335) del Infante don Juan Manuel. El infante don Juan Manuel (1282-¿1349?) era sobrino del rey Alfonso X el Sabio (1221-1284), quien escribió varias obras científicas e históricas. Dicho monarca es autor de Las cantigas de Santa María y Las Siete Partidas, entre otras obras. Por su parte, Don Juan Manuel fue un destacado militar y escritor. 

Sus obras centrales son Libro del caballero y el escudero, Libro de los estados (1330) y El conde Lucanor (1335). Con esta última obra, este escritor español introduce en Europa la prosa novelística y se anticipa a los dos más grandes narradores de fines de la Edad Media: el inglés Geoffrey Chaucer, autor de Los cuentos de Canterbury [1400], y el italiano Giovanni Boccaccio, autor de El Decamerón [1353] (Virgillo 41). El conde Lucanor se caracteriza por su claro fin didáctico en cada una de las historias que cuenta. Por ello, cada relato expone un problema, un ejemplo y una moraleja. A diferencia de la prosa didáctico-moral española del siglo XIII, El Libro de Patronio manifiesta una conciencia de escritor por parte del Infante don Juan Manuel (Virgillo 41). 

Entre los cuentos de esta colección, sobresale el conflicto entre un hombre que quiere casarse con una mujer brava y de mal carácter, cuyo tema central aparece en el drama La fierecilla domada (1623) del inglés William Shakespeare. Incluso, este relato de un hombre domador de mujeres y mujer brava es recreado de manera humorística y aparece como intertexto literario en un episodio puramente ficcional del filme Entre Pancho Villa y una mujer desnuda (1995) de las directoras mexicanas Sabina Berman e Isabelle Tardan. 

                                              Obras citadas 

El Infante don Juan Manuel. “Lo que sucedió a un mozo que casó con una muchacha de mal carácter.” Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. Por Carmelo Virgillo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004. 41-45. 

Virgillo, Carmelo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004.

lunes, 15 de marzo de 2021

CRÍTICA SOCIAL Y PENSAMIENTO CRISTIANO EN “PECADO DE OMISIÓN” DE ANA MARÍA MATUTE Por Óscar Robles

“Pecado de omisión” es una transgresión de la ley divina por haber omitido la ejecución de una tarea moralmente obligatoria para los seres humanos. En el brillante cuento “Pecado de omisión”, el opulento alcalde Emeterio Ruiz Villanueva cometió dicho pecado en perjuicio de su propio primo Lope, quien es un jovencito huérfano y extremadamente pobre. El chico no recibe buena alimentación, apropiada vivienda y educación académica por la avaricia y la arrogancia del citado pariente consanguíneo. Este sentido cristiano domina en tal historia escrita por la española Ana María Matute. En general, este cuento desarrolla los temas de la injusticia, la venganza, el crimen y el pecado. Mediante estos dramáticos temas, la escritora española ejerce una dura crítica social de la sociedad extremadamente materialista de la España del siglo XX y expone aleatoriamente el pensamiento humanista cristiano. 

En general, las acciones y descripciones del cuento muestran la crudeza del realismo social. En la ceñida trama, Lope pierde a su madre a los trece años de edad y queda huérfano. Para ayudarlo a sobrevivir, su primo Emeterio Ruiz Heredia lo manda a las montañas de Sagrado para cuidar ovejas durante cinco años, a cambio de una estricta y paupérrima paga con alimentos: pan, cecina, sebo, ajos y vino. Además, vive en un estrecho y pequeño chozo con Roque el Mediano, quien es un pastor viejo que padece retardo mental. Por su parte, el maestro don Lorenzo lamenta que el chico no estudie en la escuela, ya que es inteligente. Después de cinco años de rudo trabajo campirano, Lope se encuentra en el pueblo con su ex compañero de escuela Manuel Enríquez y se entera de que el joven estudia abogacía con el apoyo de su padre. Sumamente indignado, Lope mata a su primo Emeterio de una certera pedrada en la cabeza. Como consecuencia de su artero crimen, el muchacho va a prisión. En plena calle, las mujeres del pueblo le reclaman al joven pastor por el asesinato del alcalde, el hombre que lo había salvado de morirse de hambre. 

El polémico tema religioso del pecado de omisión es el centro del cuento y representa el enfoque humanista cristiano que propone la autora. Para configurar este tópico en toda la estructura narrativa, el relato expone el contraste entre ricos y pobres y la injusta y cruda relación de explotación laboral entre miembros de la misma familia extendida. Así, el alcalde Ruiz posee una casa de dos pisos y doscientas cabezas de ganado y un terreno en las laderas de Sagrado. Tiene una esposa y una hija llamada Francisca y tres nietos. Sin embargo, su terrible “pecado de omisión” ante Dios es no haber dado una vida digna a su propio primo Lope y, sobre todo, una buena educación académica, a pesar de que el maestro don Lorenzo le dice anticipadamente que el muchacho es muy listo. La carencia de educación genera, pues, el rencor, la venganza y el crimen posteriores. 

La psicología de los personajes es importante para definir el curso de las peripecias centrales. En realidad, Emeterio Ruiz es hipócrita y avaro. Rechaza dar la escuela a Lope con dos argumentos verdaderos y uno falso. Estos argumentos son los siguientes: 1) que el difunto padre Pericote deja sin patrimonio económico al pobre muchacho; 2) que el chico debe ganarse el estricto sustento diario de comida y vivienda con trabajo arduo y duro; 3) que “la vida está peor cada día que pasa” (Matute 75). En realidad, el alcalde del pueblo goza de gran estabilidad económica y tiene una cuantiosa riqueza por el numeroso ganado de doscientas cabezas y el valioso inmueble en el centro del pueblo. Sin embargo, Ruiz Villanueva manifiesta cierta generosidad, pues le consiguió “jornales extraordinarios” a la viuda en el pasado y le proporciona alimentos básicos y una estrecha choza al pobre huérfano. Por su parte, la esposa de Emeterio es mandona, malhablada y no se lleva bien con el muchacho, al igual que su arrogante marido y su hija Francisca. En suma, los tres miembros de la familia Ruiz no lo miraban “a derechas”, señala el narrador desde el primer párrafo del relato (74). 

Un narrador omnisciente cuenta la dramática historia del huérfano Lope, bajo una ceñida y objetiva estética del realismo social. Por un lado, describe las reacciones de los personajes principales y secundarios; por otro juzga y opina desde un punto de vista moral y religioso. Primeramente, las mujeres del pueblo condenan públicamente a Lope por malagradecido en el espacio público cuando va esposado por los agentes policiacos. Sin embargo, subyace el punto de vista a favor del marginado social en el sustrato principal del célebre cuento de Matute. Principalmente, el título del cuento es clave para condenar al alcalde, desde un punto de vista cristiano: comete un “pecado de omisión”. Para reforzar esta crítica social y juicio humanista y cristiano, el relator expone sutilmente una crítica social contra la injusticia que comete el alcalde y su familia, por medio de varias descripciones breves. Por ejemplo, a la mitad del relato, apunta que los gritos de los dos pastores eran como “estrellas fugitivas” [un elemento estético y cósmico], “se perdían inútiles y grandes” [voces marginadas] y sólo Dios sabía “hacia qué parte caerían” [la divinidad percibe esa pobreza de los dos pastores] (Matute 75). Especialmente, los gritos del pastor viejo y el pastor adolescente caen “como las piedras” y “como los años” (75). Como puede verse, estas imágenes poéticas en forma de símil o comparación anticipan el asesinato del alcalde con una piedra y explican el recrudecimiento de la marginación en el tiempo. A la vez, esos gritos “minerales” y “prolongados en el tiempo” reflejan el gran rencor y la rabia de los dos seres marginados que tienen que vivir como animales en el monte, dentro de un humilde y absurdo chozo, presas de la intemperie. 

Posteriormente, en el último tercio del cuento, la postura altamente crítica del narrador omnisciente revela más aspectos de condena y del punto de vista intelectual y moral de la autora Matute. En el pueblo, Lope se encuentra por casualidad con el estudiante de derecho Manuel Enríquez. Entonces, el relator externa otra dura condena hacia los ricos y privilegiados, justo cuando se contrastan las personalidades de ambos estudiantes y ex compañeros de escuela. En primer lugar, la descripción del lenguaje y la boca de Enríquez implican incomunicación entre las clase sociales diferentes (la opulenta y la pobre) y vaciedad. Además, esta visión crítica es percibida desde la conciencia de Lope de esta manera: ‘¡Qué acento tan extraño tienen los hombres, que raras palabras salen por los oscuros agujeros de sus bocas!” (Matute 76). En segundo término, la propia mano de Lope revela cualidades un tanto grotescas, pero positivas porque es una imagen nutricia: su mano es áspera y gruesa y se parece a un “trozo de cecina” (76). En tanto, los dedos de las manos de Enríquez lucen como imágenes mortuorias y de pudrición: es una mano con “dedos como gusanos, grandes, ágiles, blancos, flexibles” (76). Finalmente, las mujeres del pueblo intentan golpear a Lope en la calle, indignadas por el crimen cometido y aúllan “como lobas”, lo cual es una imagen animal negativa que connota ferocidad instintiva e irracional (76). 

En el nivel superficial de la sociedad pueblerina, todas esas mujeres no conocen a fondo la injusticia social cometida por el presidente municipal Ruiz, desde el punto de vista de la compasión y piedad cristianas. Siendo un hombre opulento, el arrogante y avaro edil del pueblo es el autor indudable del terrible “pecado de omisión” de no educar a un jovencito inteligente que pertenece a su propia familia. Este mozuelo posee cualidades intelectuales que eran superiores en el pasado a las del universitario Manuel Enríquez. Así pues, la diferencia entre ambos jóvenes es el apoyo económico y familiar. La ironía del cuento es que el joven menos capacitado recibe la educación superior. Por esta narrativa objetiva y realista, el cuento “Pecado de omisión” se encuadra en el realismo social del siglo XX en España. 

En general, las obras narrativas de Ana María Matute se ubican en dicha corriente literaria, ya que ejercen una vigorosa crítica social contra las injusticias y su punto de vista se inclina a favor de los seres humanos marginados, pobres y explotados laboralmente. Dichos cuentos y novelas de la autora española narran “las arduas condiciones de vida de la clase trabajadora y la gente del campo” (Virgillo 73). En particular, sus personajes dominantes son niños y adolescentes que enfrentan “un sistema arcaico y opresivo” y “resienten la autoridad de los adultos y recelan el futuro” (73). En “Pecado de omisión”, el protagonista Lope es un niño que crece en la montaña, bajo el duro y solitario trabajo de pastoreo y vida de barbarie salvaje; un mozuelo que nunca tiene educación académica. 

En particular, “Pecado de omisión” pertenece a la colección Historias de Artámila. La mayor parte de estas historias se fundan en las experiencias de la propia autora en las montañas, durante los veranos de su infancia y en “comentarios de pastores, de criados, de campesinos y de los labios de mi madre o de mi abuela” (Virgillo 73). En resumen, “Pecado de omisión” de Ana María Matute compara y contrasta el pensamiento materialista, costumbrista y patriarcal de la sociedad rural española y la visión del Cristianismo puro e intemporal. Asimismo, este relato confronta la estructura económica básica del pueblo y el ausente humanismo profundo y universal. Insertada en estas dos dicotomías, la historia del huérfano Lope representa un caso de injusticia social ejercido por sus propios parientes. 

Así pues, domina la necesidad estricta de trabajo para sobrevivir económicamente en la superficie del relato. En tanto, subyacen una severa condena a la avaricia del poderoso y una compasión cristiana hacia el marginado social, dentro de la profunda base del pensamiento humanista e intelectual de una escritora de gran conciencia social. Finalmente, este positivo pensamiento liberal y moderno es encarnado únicamente por el maestro don Lorenzo a nivel ficcional y por la propia autora española a nivel intelectual como gran escritora de España. 

Ana María Matute (1926-2014) nació en Barcelona, España. Fue testigo directo de la Guerra Civil española y vivió bajo la dictadura franquista. Ante todo, escribió cuentos, novelas y ensayos. Entre su obra narrativa, destacan el libro de cuentos Historias de la Artámila (1961) y las novelas Los Abel (1948), Los hijos muertos (1958), Primeras memorias (1963), La trampa (1973), Los soldados mueres de noche (1977) y Las luciérnagas (1993). Fue miembro de la Real Academia Española de la Lengua. Ganó los premios Nadal, Nacional de Literatura y de Literatura Infantil. Especialmente, recibió el Premio Miguel de Cervantes en 2010. Por otro lado, Matute vive bajo el impacto de la violencia cruel de la Guerra Civil Española (1936-1939) y de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), como otros escritores españoles de su generación. Por este motivo, ella proyecta en su obra narrativa “impresiones de la guerra y la sociedad desmoralizada, en plena crisis espiritual” (Virgillo 35). Estos escritores son clasificados como parte de la Narrativa Española de la Posguerra. En este grupo participan, según el texto Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica, los siguientes seis escritores con sus novelas representativas de dicho tiempo histórico: 1) Camilo José Cela con La familia de Pascual Duarte [1942]; 2) Carmen Laforet con Nada [1944]; 3) José María Gironella con Los cipreses creen en Dios [1953]; 4) Ana María Matute con Los hijos muertos [1957]; 5) Juan Benet con Volverás a la región [1967]; 6) Juan Goytisolo con Reivindicación del conde don Julián [1970] (35). 


                                             Obras citadas

Matute, Ana María. “Pecado de omisión.”Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. Por Carmelo Virgillo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004. 73-77.

Virgillo, Carmelo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004.

martes, 9 de marzo de 2021

CONOCIMIENTO, REALIDAD Y VERDAD RELATIVA EN “EL ETNÓGRAFO” DE JORGE LUIS BORGES POR OSCAR ROBLES

En el cuento “El etnógrafo” de Jorge Luis Borges, el norteamericano Fred Murdock estudia lenguas indígenas, vive en la pradera de su país por consejo de su profesor para recolectar información para su tesis universitaria y convive con los indios por más de dos años. En una aldea india, un sacerdote piel roja le revela una profunda y misteriosa doctrina secreta a través de los sueños. En particular, dicha doctrina se opone a la visión racional y lógica del mundo. Como consecuencia de su experiencia extraña, no escribe su tesis y termina trabajando como bibliotecario en la Universidad de Yale (Connecticut). Esta sencilla trama de un cuento breve encierra la postura intelectual escéptica del autor: es imposible conocer la realidad en toda su magnitud y traducirla en términos racionales. Por ello, el mundo se compone de verdades relativas. 

Como se ve, el estudiante Murdock es claramente “el etnógrafo”, como reza el título del cuento. Este personaje no funciona solamente como un protagonista individualizado, sino que es un perfecto paradigma de la humanidad; representa una alegoría del proceso de búsqueda de conocimientos y de explicación lógica del mundo, por medio del avance de la modernidad en los centros universitarios más importantes del planeta: las universidades de los Estados Unidos. En la simple y concentrada biografía de Murdock, Borges expone la oposición entre razón y espíritu y ciencia y sueño, los cuales son temas centrales en la historia de la civilización occidental. Acciones, personalidad del protagonista y espacios físico-geográficos contraponen las visiones sobre la realidad planteada en la narración. Murdock sale de una universidad y una ciudad moderna hacia una aldea de la naturaleza salvaje americana. En realidad, la vida del estudiante universitario es “la historia de la humanidad”, pues plantea la búsqueda de conocimientos nuevos (Virgillo 66). 

Un narrador testigo y observador externo se personaliza brevemente al comienzo de dicho cuento y refiere que la historia de Murdock le fue contada directamente en el estado de Texas, el cual forma parte del suroeste de los Estados Unidos parcialmente. Este relator describe la personalidad abierta y contradictoria del protagonista, lo cual le permite asimilar los conocimientos adquiridos en la tribu de los indios pieles rojas del oeste de los Estados Unidos. Así pues, este estudiante de etnografía y lenguas indígenas se caracteriza por creer en los conocimientos de los libros y por buscar su propia identidad personal. Sobre todo, el personaje principal se deja conducir por el azar, la cual es una fuerza sobrenatural diferente a la divinidad. De acuerdo al narrador, el azar puede llevar a los humanos a conocer y aceptar “la mística del persa o el desconocido origen del húngaro, las aventuras de la guerra o del álgebra, el puritanismo o la orgía” (Borges 67). Curiosamente, Murdock es una mezcla de culturas, razas y etnias y aglutina “una antigua discordia de sus estirpes” (67). De esta forma, el perfil racial y los orígenes familiares del joven son una mezcla: es alto, “ni rubio ni moreno”, tiene “perfil de hacha” y uno de sus ancestros murió en las guerras de la frontera americana (66, 67). Así pues, todas las oposiciones raciales, cognoscitivas, militares y sociales de la vida de Murdock se resuelven mediante el vínculo del conocimiento superior de las universidades. Por ello, habita en la pradera salvaje con los indios de su patria. 

Este cuento es un perfecto ejemplo de la narrativa del escritor argentino: una aguda, profunda y compendiosa crítica de la cultura y la civilización racionalista occidental y moderna. Jorge Luis Borges se proyecta en sus obras literarias como un escritor mentalista, lógico, culto, irónico y escéptico. Por este motivo, no cree en las verdades absolutas y piensa que “los sistemas científicos y matemáticos no pueden explicarse “algo tan incierto e inexplicable como la realidad” (Virgillo 66). Los temas de su narrativa incluyen “el universo como un laberinto caótico”, el cual se deriva en versiones diversas de la realidad, tales como la biblioteca de Babel, la exactitud de los números y la biografía de cierto hombre (66). Especialmente, ese conocimiento misterioso y esa doctrina secreta de los indios no pueden definirse ni se enuncian claramente en el cuento “El etnógrafo”. El propio Murdock señala hacia el final del relato que el secreto “podría enunciarlo de cien modos distintos y aun contradictorios” y afirma que “no vale lo que valen los caminos que me condujeron a él (Borges 67). Esencialmente, el etnógrafo sostiene que “esos caminos hay que andarlos” (67). De esta manera, Borges postula la existencia de conocimientos relativos e infinitos y verdades relativas propias de diferentes civilizaciones del mundo. Esta particular postura representa su crítica cultural de Occidente. Este cuento pertenece al volumen de Elogio de la sombra (1969). 

En conclusión, “El etnógrafo” de Jorge Luis Borges propone incorporar otros conocimientos y realidades opuestos al dominante mundo civilizado, racionalista, lógico y moderno. De esta manera, la sencilla biografía de Fred Murdock plantea la existencia de saberes irracionales, lógicos, oníricos y misteriosos y de secretos que permiten explorar mejor la caótica y laberíntica realidad, más allá de la perspectiva dominante del conocimiento occidental. De esta manera, el escritor argentino opone estrategias (razón vs. sueño) y civilizaciones (estadounidense vs. indígenas norteamericanos). Finalmente, expresa una visión irónica, contradictoria y critica: el estudiante universitario norteamericano (y no latinoamericano o africano o asiático) capta una verdad relativa, mediante la doctrina secreta del sacerdote indio piel roja. Se trata de un conocimiento contradictorio y múltiple de las tribus del oeste americano. Sin embargo, su destino final en el cuento es trabajar como bibliotecario en la Universidad de Yale, el cual es un gran centro del conocimiento racional de Occidente. 

Jorge Luis Borges (1899-1986) es un cuentista, ensayista y poeta nacido en Buenos Aires, Argentina. Se educó en Suiza e Inglaterra. Fundó las revistas Prisma (1921-1922), Proa (1922-1925) y Martín Fierro (1924-1927). Fue profesor de literatura inglesa en la Universidad de Buenos Aires y director de la Biblioteca Nacional de su país. Sobresalen sus colecciones de poemas Fervor de Buenos Aires (1923), La rosa profunda (1955) y El oro de los tigres (1972). Escribió las siguientes libros de ensayos: Inquisiciones (1925), Historia de la eternidad (1936), Nueva refutación del tiempo (1948), Otras inquisiciones (1952), Siete noches (1980) y Los conjurados (1985) Sus volúmenes de cuentos más destacados son Historia universal de la infamia (1935), Ficciones (1944) y El Aleph (1949). 


                                              Obras citadas 

Borges, Jorge Luis. “El etnógrafo.” Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. By Carmelo Virgillo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. 5ª ed. New York: McGraw Hill, 2004. 66-67. 

Virgillo, Carmelo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. By Carmelo Virgillo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. 5ª ed. New York: McGraw Hill, 2004.

miércoles, 3 de marzo de 2021

COMENTARIOS AL SALMO 8: LA GRANDEZA DE DIOS Y EL PAPEL PRIVILEGIADO DEL SER HUMANO POR OSCAR ROBLES

El Salmo 8 es un texto positivo que exalta la grandeza de Dios y el privilegio de los seres humanos como temas principales. En el texto, un creyente fiel, personalizado en un colectivo “nosotros”, expresa la magnificencia de las creaciones divinas en el universo tales como el cielo, la luna, las estrellas, el ser humano y los animales. Asimismo, resalta al mismo tiempo el papel dominante del ser humano sobre los otros seres vivos del mundo, como hijo de Adán: sobre mamíferos, aves y peces. 

En particular, el entero texto poético es una alabanza dirigida a Dios mismo. El hablante lírico citado personaliza a Dios en dos vocativos, por lo cual el supremo creador adquiere categoría de oyente poético único del salmo, ya que se trata de una oración o rezo. Este poder divino es tanto que confunde a los “contrarios”, “enemigos” y “rebeldes” [Salmo 8: 3]. Un “contrario” o un “enemigo” es un pecador y un criminal; un “rebelde” es un ciudadano ingobernable, que se aparta de la estructura del Estado de Derecho de su propia nación y de otras naciones; es, pues, todo hombre o toda mujer que se rebela contra las leyes del Estado y de Dios, los cuales son dos cuerpos de leyes y fundamentos que se originan sobre la misma base moral del ser humano en toda la historia del mundo. Quien transgrede las leyes del Estado viola las leyes de Dios, según el filósofo alemán Federico Hegel. Esencialmente dos versículos funcionan como estribillos claves que magnifican el poder de Dios: “qué grande es tu Nombre en toda la tierra” [Salmo 8: 2, 10]. El segundo y último versículo aparece justo al final del salmo e incluye la letra mayúscula en la primera letra de la palabra “nombre”, a diferencia del primer versículo citado. 

De esta manera, este importante poema religioso del Libro de los Salmos y del Antiguo Testamento, reitera la idea de que el solo nombre de Dios es en sí un símbolo de poder y respeto para todos los cristianos. Finalmente, el Salmo 8 hace referencia clara a la idea de que el universo es la manifestación de “la grandeza y la hermosura de Dios” para los seres humanos, según la nota interpretativa de La Biblia publicada por la editorial Verbo Divino (1198). A la vez, este octavo salmo significa que Dios “ha colocado al ser humano por encima de toda la creación material y recalcado la igualdad fundamental de todos”, ya que Dios se hizo hombre como hijo del supremo creador (1199). Este comentario implica que los humanos poseen moral e inteligencia y, por ello, son seres superiores a los animales. 

La idea de la grandeza de Dios y de su poder en el universo entero se encuentra en un pasaje de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (1605, 1615) de Miguel de Cervantes; es decir, en un texto laico de una disciplina de las humanidades: la literatura. En dicha parte, el protagonista y caballero andante que da nombre a la novela afirma con gran fe que “no se mueve una hoja del árbol sin la voluntad de Dios”. Esta original idea revela la gran fe del autor español e indica la gran certeza sobre el gran poder de Dios como supremo creador del mundo. 

El Salmo 8 nos mueve a la reflexión sobre nuestra relación verdadera con Dios y sobre nuestro papel positivo y constructivo en el mundo. Es importante seguir creyendo firmemente en la grandeza de Dios en el siglo XXI, precisamente ahora que México y el mundo atraviesan por severas crisis y problemas mayores que no se habían visto desde principios del siglo XX. Particularmente, han afectado seriamente a la población de México dos recesiones económicas (2008, 2020), una epidemia (2009), una pandemia (2019), una guerra contra el crimen organizado (2006-2021), la pobreza y el deterioro de la naturaleza, que es la gran y hermosa creación divina. 

Finalmente, es importante recalcar que el bien y el mal operan por la voluntad de Dios; que la belleza y la fealdad se manifiestan por obra de Él; y que las virtudes y los vicios se enfrentan en el mundo por designio divino. “No hay mal que por bien no venga”, dice el refrán popular. Las experiencias dolorosas y amargas aportan aprendizajes, enseñanzas y beneficios. La pobreza y la enfermedad nos enseñan a ser humildes y a amar al prójimo en verdad; aun más: ambos problemas, el económico y el físico, nos revelan la vanidad de las posesiones materiales frente a la fragilidad de la vida y el advenimiento repentino de la muerte, bajo la ruleta del universo y la voluntad suprema de Dios. Alabemos a Dios y esperemos la manifestación de sus obras de amor y sabiduría. Sobre todo, aceptemos sus castigos y sus recompensas por ser malos o buenos cristianos, respectivamente. 

La sabiduría de vivir es clave en los tiempos difíciles. Las ideas y reflexiones son esenciales para no causar terribles daños al prójimo. Tanto los ricos como los pobres, los grandes empresarios y los trabajadores, deben entender y atender las advertencias sobre el cambio climático, sobre la difusión de la violencia física y mental, sobre las causas de las crisis económicas y sobre la maldad que se ejerce sobre los demás. Dios es grande. Y castiga. 


                                               Obras citadas 

La Biblia. 41ª ed. Madrid: Editorial Verbo Divino, 2002.

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