martes, 30 de marzo de 2021

EXALTACIÓN DE LA MUJER Y ESPACIO DOMÉSTICO EN “BLANCA NIEVES Y COMPAÑÍA” DE TERESA DE LA PARRA Por Óscar Robles

“Blanca Nieves y Compañía” es un fragmento de la novela de Las memorias de Mamá Blanca (1929) de Teresa de la Parra. Funciona como relato independiente y, por ello, fue incluido en el texto didáctico Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. Como cuento aislado, representa una reafirmación de los papeles domésticos y una exaltación de la fuerza moral, emocional y estética de las mujeres hispanoamericanas, desplazando la autoridad y la cultura patriarcales. Ante todo, la autora venezolana configura en esta narración un espacio puramente femenino dentro de una hacienda rural de Venezuela administrada por el padre, donde todas las mujeres de la casa son felices, cumplen sus funciones laborales en el hogar, asumen sus roles lúdicos y placenteros y muestran unidad de grupo, bajo el liderazgo de la paradigmática Madre fuerte, inteligente y culta. Fundamentalmente, las seis hijas del hacendado Juan Manuel y su esposa se caracterizan por su profunda relación con el juego, la belleza y la naturaleza, dentro de una finca paradisiaca. 

1. NARRATIVA REGIONALISTA, FEMENINA Y DE PROBLEMAS PSICOLÓGICOS EN HISPANOAMÉRICA 

Entre 1900 y 1940, pocas mujeres figuran con novelas destacadas en Hispanoamérica, bajo la estética de las nuevas corrientes narrativas del siglo XX. En ese tiempo, emergen en la América Hispana más prominentes poetas del sexo femenino, bajo la tendencia literaria del Posmodernismo, especialmente, tales como la chilena Gabriela Mistral [Premio Nobel de Literatura en 1945], la uruguaya Juana de Ibarbarou y las argentinas Delmira Agustini y Alfonsina Storni, entre otras. Entre las escasas novelistas, la mexicana Nellie Campobello publica su novela de tema revolucionario Cartucho (1931) y la chilena María Luisa Bombal da a la luz pública sus novelas La última niebla (1934) y La amortajada (1938). Por su parte, la venezolana Teresa de la Parra produce Ifigenia: diario de una señorita que escribió porque se fastidiaba (1924) y Las memorias de Mamá Blanca (1929). Estas dos novelas surgen en medio de la aparición de las narrativas telúricas y regionalistas de la Literatura Hispanoamericana escritas por hombres primordialmente. En ese tiempo, por ejemplo, se dan a conocer tres novelas esenciales: La Vorágine (1924) del colombiano José Eustasio Rivera, Don Segundo Sombra (1926) del argentino Ricardo Güiraldes y Doña Bárbara (1929) del venezolano Rómulo Gallegos. Asimismo, el uruguayo Horacio Quiroga difunde sus brillantes cuentos sobre la selva de Misiones de su país natal. 

Ante todo, Ifigenia es una narrativa peculiar que aborda los conflictos de la mujer venezolana a principios del siglo XX. Puede clasificarse como una novela de “problemas psicológicos y filosóficos”, como varios de los cuentos de Horacio Quiroga, como el relato “El hombre que parecía un caballo” (1915) del guatemalteco y como la novela El niño que enloqueció de amor (1925) del chileno Eduardo Barrios (Chang 284). Por el énfasis en las historias de mujeres en el espacio doméstico, Las memorias de Mama Blanca luce más como una narrativa femenina que una novela telúrica aunque la trama está situada en la hacienda “Piedra Azul” en Venezuela. 


 2. “BLANCA NIEVES Y COMPAÑÍA”: VISIÓN ESTÉTICA Y PARADISIACA DE LAS MUJERES EN EL ESPACIO DOMÉSTICO 

Este relato recrea un microcosmos dominado por las mujeres con sus costumbres, tareas cotidianas, juegos y emociones. Puede resumirse de la siguiente manera: las seis hijas del hacendado venezolano Juan Manuel y de su esposa conviven en la hacienda Piedra Azul situada en el medio rural de Venezuela, bajo la atención y la autoridad de la mulata inglesa Evelyn y de toda la servidumbre del sexo femenino. Las pequeñas infantes juegan rondas en la casa y cantan regularmente. Algunas veces, ellas molestan a su padre haciendo mucho ruido. Aunque las niñas son obedientes en general, la ofensa a su progenitor dura años. 

En realidad, el conflicto subterráneo entre padre e hijas es de carácter psicológico, pues el hacendado se siente frustrado cada vez que nace una niña en su familia y no un varón al cual ponerle su nombre de pila, el cual fue su propósito desde que contrajo matrimonio. Al final, su propia mujer le reclama al esposo su actitud arrogante de hombre y compara la postura masculinista y patriarcal con el papel del caudillo militar y Libertador venezolano Simón Bolívar durante la famosa batalla de Carabobo, Venezuela. 

Como se observa, De la Parra construye una trama en la que la madre protege a sus seis hijas y ejerce liderazgo para enfrentar la postura viril del único hombre de la casa. Una narradora protagonista cuenta las acciones. Es Blanca Nieves, la tercera de las hijas del matrimonio protagonista. Esta relatora expone las acciones desde el tiempo presente hacia el pasado cuando ella contaba con cinco años de edad. Particularmente, la narradora describe positivamente a todos los personajes femeninos y masculinos y ve el espacio domestico como un paraíso particular. 

Blanca Nieves describe más que narrar acciones objetivas y el conflicto central se teje sutilmente y se sugiere hacia el final de la trama. Asimismo, la relatora habla del placentero e íntimo espacio doméstico y de los juegos de sus cinco hermanas: Aurora, Violeta, Estrella, Rosalinda y Aura Flor. También, detalla las actividades de cuidado de las hijas, limpieza y cocina de las siguientes ocho empleadas domésticas que trabajan en la hacienda y pertenecen a la clase baja: Evelyn, Hermenegilda, Eufemia, Pastora, Armanda, Altagracia, Jesusita y Candelaria. 

En general, las actividades de las mujeres ocupan más episodios en el relato. En cambio, las labores del personal masculino abarcan un solo párrafo de cuatro líneas. Así, la relatora explica la reducción de los personajes y animales “externos” a la opulenta vivienda de la siguiente manera: Más allá de la casa y de la cocina, había el mayordomo, los medianeros, los peones del trapiche, las vacas, los becerritos, los mangos, el río, las mariposas, los horribles sapos, las espantosas culebras semilegendarias y muchas cosas más que sería largo de enumerar aquí” (Parra 55). 

Esencialmente, la perspectiva femenina de la autora venezolana se refleja en el personaje femenino adulto, quien dirige el espacio doméstico. Así, la madre de Blanca Nieves es designada simbólicamente como arquetipo o paradigma, como en los cuentos de hadas y cuentos infantiles. Por ello, el rol femenino de la progenitora tiene mayúscula a lo largo del relato, al igual que el papel del padre. Particularmente, ella aparece como una mujer de gran personalidad y autoridad dentro de la finca, desde la perspectiva de dicha narradora protagonista. Posee un carácter moralmente fuerte, pertenece a la clase alta del medio rural, su sensibilidad es delicada y artística y presenta un perfil intelectual positivo. Por ejemplo, ella lee una novela del francés Alejandro Dumas padre y conoce la historia de su país natal en torno a la Independencia de Venezuela bajo el liderazgo militar de Simón Bolívar. Al comienzo del cuento, Blanca Nieves afirma que su madre tenía “un temperamento de poeta” y “despreciaba la realidad” (Parra 54). 

En especial, el parlamento final del cuento es expuesto por la Madre y va dirigido a su esposo, para amonestarlo por su arrogancia de hombre. En tal discurso oral, la madre muestra el don de poetizar con delicadeza las ideas para describir las emociones y frustraciones de su marido: “Aquella resignación tuya era como un árbol inmenso que hubieras derrumbado por sobre los senderos de nuestro corazón” (57). En especial, la gran fuerza moral de la madre permite enfrentar la mala actitud de su esposo con respecto al sexo-género de las seis hijas, lo cual es el fondo de la queja del único varón de la casa. 

Paralelamente, el poderoso protagonismo de las mujeres se observa en la caracterización simbólica de las seis hijas y en la gran cantidad de criadas que habitan en la casa. En primer lugar, los nombres de las hijas son muy bellos y se refieren todos ellos a elementos de la naturaleza, tales como flores, astros, el amanecer y un personaje de cuento de hadas, el cual es propio de la narradora: Blanca Nieves. Además, la existencia de las hijas es exaltada estéticamente, mediante la asociación de sus vidas con la poesía y la naturaleza. En un pasaje, Blanca Nieves dice que las hijas llegaron al hogar “destilando poesía”, eran “las más dulces manifestaciones de la naturaleza” y representaban una “inundación florida” en la casa, frente a la mentalidad puramente masculina del padre (Parra 57). En segundo término, residen en la misma casa seis hijas, una madre y ocho sirvientas, todas las cuales comparten las tareas domésticas y se cuidan y protegen entre sí. 

Como microcosmos exclusivo de mujeres, la casa y el tiempo pasado funcionan como un lejano paraíso primitivo en la memoria de la relatora Blanca Nieves. Para la narradora, la infancia es un tiempo primitivo de reminiscencias bíblicas. En tanto, la vida cotidiana en la gran hacienda emerge como una escena del Génesis del Antiguo Testamento: es un Paraíso terrenal, donde la sirvienta trinitaria Evelyn come muchas guayabas y no es reprendida, el padre asume “el papel ingratísimo de Dios” y las seis niñas actuaban con instinto religioso y no eran castigadas por sus travesuras por el benévolo pero frustrado padre. 

Todas estas peripecias en un espacio doméstico fueron inspiradas en las experiencias infantiles de la escritora en la hacienda El Tazón, la cual estaba ubicada en el medio rural de Venezuela. Así pues, la autora sudamericana “convierte la hacienda familiar en una especie de jardín terrenal y a los padres en seres trascendentes” (Virgillo 53). En conclusión, “Blanca Nieves y Compañía” de Teresa de la Parra privilegia la vida lúdica, la libertad individual y las actividades domésticas de las mujeres venezolana y desplaza la cultura patriarcal, dentro de un ámbito propio de los hombres. Por este motivo, la casa de la hacienda “La Piedra Azul” puede verse simbólicamente como un paraíso, donde las mujeres pueden ser felices y sus papeles y figuras adquieren relevancia por su profunda conexión con la belleza, la naturaleza y la literatura. En ese microcosmos, la progenitora se convierte en arquetipo femenino de gran fuerza moral, inteligencia e intelecto, para proteger a sus seis hijas de la posible sanción del padre patriarca de la casa. 

         3. BIOGRAFÍA BREVE DE LA AUTORA VENEZOLANA 

 Ana Teresa de la Parra Sanojo (1889-1936) nació en París, Francia. Sus padres pertenecían a la clase alta de Venezuela. Residió en la hacienda familiar El Tazón y en Caracas [Venezuela], Valencia [España] y París [Francia]. Entabló una gran amistad con la escritora cubana Lydia Cabrera e impartió una serie de conferencias sobre “el papel seminal de la mujer a lo largo de la historia de Latinoamérica” (Virgillo 53). Fundamentalmente, el tema central de sus obras es “la búsqueda de la identidad sexual de la autora, efectuada a través del desarrollo psicológico de sus protagonistas” (53). En la novela Ifigenia, María Eugenia asume el papel de protagonista y se caracteriza por ser una “una mujer inteligente, moderna y creativa, constreñida por el arcaico ambiente social latinoamericano” (53). En contraste, la madre y las seis hijas del relato “Blanca Nieves y Compañía” gozan de libertad y felicidad en una hacienda administrada por su padre y en un espacio doméstico manejado por su madre. 

 
                                           Obras citadas 

Chang, Raquel y Malva E. Filer. Voces de Hispanoamérica. Antología literaria. Canadá: Thomson and Heinle, 2004. 

Parra, Teresa de la. “Blanca Nieves y Compañía.” Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. Por Carmelo Virgillo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004. 54-58.

Virgillo, Carmelo, Teresa Valdivieso y Edward Friedman. Aproximaciones al estudio de la literatura hispánica. 5ª ed. New York: Mc Graw Hill, 2004.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LIBROS DE ÓSCAR ROBLES EN AMAZON BOOKS EDITORS

LIBROS DE ÓSCAR ROBLES EN AMAZON BOOKS EDITORS             Los gentiles lectores pueden adquirir los siguientes 24 libros de Óscar Roble...