viernes, 19 de julio de 2013

LA LITERATURA "ANCILAR" Y LA TEORIA LITERARIA EN HISPANOAMERICA

LA LITERATURA ANCILAR Y LA TEORÍA LITERARIA
 EN HISPANOAMÉRICA


ÓSCAR ROBLES


La vertiente central de la literatura hispanoamericana es la ancilar, la “híbrida” o “amulatada”, según afirma el crítico cubano Roberto Fernandez Retamar (1930—) en Para una teoría de la literatura hispanoamericana (91). Como se sabe, el escritor mexicano Alfonso Reyes (1889-1959) acuñó el término ancilar en El deslinde. Apuntes para la teoría literaria cuando distingue entre “literatura en pureza” y “literatura ancilar”.[1] En general, la “literatura en pureza” enfatiza más lo artístico de la palabra y “la literatura ancilar” incluye más otros elementos de otras disciplinas del conocimiento humano, tales como la historia, la sociología, la economía y otros mas. Por eso, el ensayo es uno de los géneros “ancilares” o “auxiliares” para Reyes. La crónica histórica es también un género “híbrido” o “amulatado”. En suma, una literatura ancilar debe generar más teorías literarias que aborden los elementos ancilares en sus disquisiciones o análisis.
Entonces, sobre la base de esta seminal idea de Fernández Retamar, puede decirse que las teorías literarias más originales de Hispanoamérica son las que discuten los elementos ancilares en abierto contraste con las más filosóficas o preceptivas teorías literarias metropolitanas de Europa y de los Estados Unidos. Especialmente, los orígenes históricos de las teorías literarias producidas por las metrópolis occidentales pueden remontarse hasta la misma Antigüedad grecolatina, con la célebre Poética del filósofo griego Aristóteles (384-322 a. C.) y con la famosa Arte Poética del poeta latino Quinto Horacio Flaco (65-8 a. C.).
Esta idea de Fernández Retamar tiene más fuerza si se consideran a algunos géneros “híbridos” de la literatura colonial creada entre los siglos XVI y XIX como auténtica literatura de Hispanoamérica. Se pueden citar a la crónica histórica y a las cartas de relación como ejemplos de dichos géneros. De hecho, hay diversos textos de historia de la Literatura Hispanoamericana que abordan esta perspectiva histórica y estudian las literaturas Prehispánica, Colonial, Moderna y  Contemporánea. Un ejemplo de estos textos usados en la academia universitaria estadounidense es el exitoso texto de Raquel Chang-Rodríguez y Malva E. Filer Voces de Hispanoamérica. Antología literaria. (3ª. ed. Boston: Heinle & Heinle, 2003). Así pues, una parte de los textos de la época colonial en Hispanoamérica se caracteriza precisamente por la hibridez, por lo propiamente ancilar. Entre estos textos, se incluyen las numerosas crónicas y cartas de la Conquista de América, tales como Historia verdadera de la conquista de la Nueva España del militar español Bernal Díaz del Castillo (1492-1584), Naufragios y comentarios del también soldado peninsular Álvar Núñez Cabeza de Vaca (¿1500-1560?), las Cartas del navegante italiano Cristóbal Colón (¿1451?-1506) y las Cartas de relación del conquistador español Hernán Cortés (1485-1547), entre otras obras.
En realidad, la teoría literaria en la América Hispana no tiene el sentido tan preceptivo y filosófico de las teorías creadas en Europa y en los Estados Unidos. Entre estas teorías propias de las metrópolis culturales y literarias, se puede hablar de los textos sobre el Neoclasicismo del francés Nicolas Boileau (1636-1711), difundidos durante los siglos XVII y XVIII, y de las teorías formalistas del ruso Vladimir Prop, de las numerosas teorías estructuralistas (v. gr. los franceses Roland Barthes y George Mounin) y, en particular, del seminal libro Theory of Literature (1963) de Rene Wellek y Austin Warren, todos los cuales han estado en boga durante el siglo XX entre los profesores e investigadores de las universidades occidentales. Así pues, las teorías literarias metropolitanas tienen una larga tradición que se remonta a las teorías del griego Aristóteles.
En contraste, la teoría literaria en Hispanoamérica nace con la modernidad y con la emancipación política del siglo XIX, justo cuando los países hispanoamericanas se liberaron del dominio colonial de España, ejercido entre los siglos XVI y XIX. En conscuencia, por su naturaleza diferente y particular, la joven teoría literaria hispanoamericana se caracteriza, sobre todo, por lo ancilar, según Fernández Retamar. Gran parte de esa teoría literaria se ha forjado en los ensayos de los escritores hispanoamericanos, uno de los géneros más intensos, multifacéticos y vitales de toda la Literatura Hispanoamericana. Por no ser homóloga a la de las metrópolis, esta teoría literaria ha sido marginada del Canon Occidental, el cual ha sido dominado princpalmente por Europa y por los Estados Unidos durante casi toda la historia de la literatura occidental.
De este modo, en los ensayos de los escritores hispanoamericanos, pueden explorarse y estudiarse algunas originales teorías literarias sobre la literatura propiamente ancilar del continente. Asimismo, los propios ensayos son literatura “híbrida” o ancilar, a diferencia de la “literatura en pureza” de la que habla Reyes. En el estudio In Quest of Identity, el crítico estadounidense Martin S. Stabb asegura que el ensayo hispanoamericano se caracteriza por conjugar diversos conocimientos, materias y disciplinas, ya que se gestó entre el pensar y el actuar, entre la teoría y la praxis. Así pues, el ensayo hispanoamericano es, de suyo, un género multiforme. Por otro lado, el crítico estadounidense John Skirius llama al ensayo el “Centauro de los géneros” en su introducción a la antología El ensayo hispanoamericano del siglo XX. Como puede verse, el término “centauro” usado por Skirius tiene un sentido metafórico e implica un carácter híbrido. Los centauros era una “raza de hombres salvajes en la mitología griega, convertida por los poetas en monstruos fabulosos, mitad hombres y mitad caballos” (“Centauros”). En consecuencia, el carácter expositivo del ensayo se combina, por ejemplo, con la narración de episodios y con el lirismo y el metaforismo del lenguaje en una buena parte de los ensayos escritos por hispanoamericanos.
Como se observa, el ensayo es un género “híbrido” y un perfecto ejemplo de la literatura ancilar. De la misma forma, las crónicas y las cartas sobre la Conquista de América son literatura “amulatada” o “híbrida”, como ya se apuntó arriba. En el siglo XIX, el perfecto ejemplo de esta “hibridez” o ancilaridad es, precisamente, Civilización o barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga (1850) del argentino Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888). Este libro responde claramente a la naturaleza ancilar de la literatura hispanoamericana, ya que es una mezcla de biografia, de historia y de ensayo.
En conclusión, lo ancilar define a una buena parte de la literatura hispanoamericana y, en especial, a los ensayos y a las crónicas y a las cartas de relación sobre la Conquista de América. Lo ancilar de esta específica literatura hispanoamericana se debe a que el pensamiento en las naciones del Nuevo Mundo surgió entre la teoría y la praxis y bajo la diversidad de percepciones de la realidad social e histórica. De ahí que en el ensayo hispanoamericano converjan reflexiones políticas, sociológicas, antropológicas y de otros órdenes culturales. De ahí que exista una literatura testimonial con discurso ensayístico y narrativo al mismo tiempo, para citar algunos ejemplos de dicha “hibridez” connatural. Como la literatura en general y como el ensayo en particular nacen “amulatados” e “híbridos” en la América Hispana, los textos teóricos pueden definirse a partir de lo ancilar, desde la perspectiva de Fernández Retamar. Particularmente, estas teorías literarias hispanoamericanas abordan más la literatura ancilar en contraste con el carácter más abstracto, más preceptivo y más filosófico de las teorías literarias gestadas en las metrópolis europeas y estadounidense.
He aquí una breve lista de algunas posibles teorías literarias y de algunos ensayistas hispanoamericanos que analizan más los aspectos sociales, sexuales, politicos y culturales. En general, todos estos aspectos integran lo que puede llamarse la “naturaleza ancilar de la literatura en Hispanoamérica”. Estas teorías literarias se apartan más de los elementos estrictamente lingüísticos o artísticos, es decir, se enfocan menos en lo literariamente o artísticamente puro.

1. El marxismo en los ensayos del colombiano Carlos Rincón, de la francesa Françoise Pérus, del cubano Roberto Fernández Retamar y del chileno Grínor Rojo.

2. El feminismo en los ensayos de la cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda y de la mexicana Rosario Castellanos.

3. La literatura testimonial en los ensayos del boliviano Renato Prada Oropeza.

4. La posmodernidad en los ensayos de Francisco de Toro.



Obras citadas
“Ancilar.” ¡Cuida esa lengua! 7 mayo 2007. 19 julio 2013.
“Centauros.” Pequeño Larousse ilustrado. 1991.
Fernández Retamar, Roberto. Para una teoría de la literatura hispanoamericana. La Habana: Casa
de las Américas, 1975.
Reyes, Alfonso. El deslinde. Apuntes para la teoría literaria. México: Fondo de Cultura
Económica, 1963.
Skirius, John, comp. El ensayo hispanoamericano del siglo XX. México: Fondo de Cultura
Económica, 1981.
Stabb, Martin S. In Quest of Identity. Chapel Hill: University of North Carolina Press, 1967.




[1] “Ancilar” significa “auxiliar” o “subordinado” y proviene del latín “ancilla” que significa “sierva, esclava, criada” (“Ancilar”).

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