LECCIÓN 64 DEL TAO: CUIDA AL TAO Y ASÍ PUEDES CUIDAR A TODAS LAS COSAS
ÓSCAR ROBLES
En el largo capítulo 64 del Tao, Lao-tzu reflexiona sobre la prevención de los problemas, sobre el valor de la paciencia y de la serenidad en la realización de los trabajos y sobre la imperiosa necesidad de estar siempre centrado en la filosofía del Tao. Ideas abstractas y ejemplos concretos se conjugan armónicamente en cinco estrofas, para verter con precisión una serie de certeros consejos empapados de gran sabiduría y experiencia humana. La primera estrofa se compone de cuatro versos; la segunda, de seis; la tercera, de cuatro; la cuarta, de seis; la quinta, de seis.
La primera estrofa analiza cuatro cualidades universales que pueden aplicarse a los seres animados y a los seres inanimados. Lo que está enraizado es fácil de alimentar, lo que es reciente es fácil de corregir, lo que es quebradizo es fácil de romper y lo que es pequeño es fácil de esparcir, enumera el sabio oriental (64).
La tercera estrofa explora el importante papel de hacer todos los trabajos humanos con la paciencia y la necesaria lentitud. Básicamente, Lao-tzu enjuicia tres errores comunes universales en la realización de algunas tareas humanas: 1) Al precipitarte hacia la acción, tú fallas; 2) Al tratar de agarrar las cosas, tú las pierdes; 3) al forzar la terminación de un proyecto, tú arruinas lo que estaba casi maduro (64).
La cuarta estrofa discute cuidadosamente el papel de la no acción o la inacción de los Maestros o practicantes del Tao en la vida en general. De esta forma, propone el contemporáneo de Confucio, el Maestro / la Maestra toma medidas dejando que las cosas tomen sus curso (64). Finalmente, Lao-tzu opina que él / ella se mantiene tan calmado / tan calmada tanto al final como al principio [de las acciones] y no tiene nada, así no tiene nada que perder (64).
La quinta y última estrofa establece claramente el papel toral del Tao en las acciones de los practicantes de la filosofía taoísta. El autor del Tao expone cuatro acciones esenciales de los Maestros: 1) Cuando él / ella desea es el no-deseo; 2) lo que él / ella aprende es el no-aprender; 3) él / ella simplemente recuerda a la gente de quiénes han sido ellos siempre; 4) él / ella no cuida nada, sino al Tao y de esta manera él / ella cuida a todas las cosas (64). En una nota, el traductor Mitchell explica más a fondo el rico sentido del verso He cares about nothing but the Tao con estas ideas que gentilmente se traducen al español en este ensayo: Amar al Tao no significa que no se ame a la esposa, a los hijos, a los amigos, al país, al planeta (Notes 122). En realidad, los Maestros aman al Tao bajo la perspectiva de la eternidad, sostiene Mitchell (122). Si, además, los dos esposos aman el Tao más que al mismo amor entre ambos, entonces su matrimonio será brillante con amor (122). También, Mitchell establece un gran paralelo del amor al Tao con el amor a Dios, utilizando el siguiente versículo de La Biblia: “You shall love the Unnamable your God with all your heart, with all your soul, and with all your strength” (122).
En conclusión, los consejos del poema 64 adquieren una gran universalidad y son maleables y adaptables a diversas circunstancias de la vida humana. En este sentido, estos consejos filosóficos son profundos, intemporales y contienen una gran sabiduría, atesorada por medio de cientos de experiencias concretas de la vida. Entre estos diversos consejos, destacan diversas ideas armónicas clásicas del taoísmo: La cuidadosa observación, la prevención de problemas, el autocontrol, la serenidad, el balance, la suspensión del deseo, el constante aprendizaje de la vida, la búsqueda de la identidad propia y, principalmente, la consistente fidelidad a la práctica de la filosofía del Tao.
En particular, seguramente queda en la mente de los lectores la imagen de ese pequeño, frágil y verde retoño de un pino, el cual será un gigantesco árbol en el futuro. En el poema 64, ese pino es un poderoso y polisémico símbolo visual y vegetal del posible problema, del hijo pequeño y tierno, de la descompostura de un aparato, de un problema laboral, de la corrupción o de los crímenes de una nación, del deterioro de la naturaleza y de la atmósfera en el planeta. . . Pino o árbol que crece torcido, jamás su tronco endereza, según expresa el poderoso refrán en la cultura hispánica.
Entonces, hay que observar cuidadosamente los “retoños” en todo espacio y en todo tiempo.
Sin duda, hay que prevenir problemas, según la enseñanza ejemplar y moral del capítulo 64. De problemas está lleno este mundo capitalista e hiper-materialista y super-consumista del siglo XXI, donde Dios, la religión, la naturaleza, el humanismo y el espíritu parecen perderse cada día en cada guerra fratricida, en cada crimen que se comete, en cada violación a las leyes y en cada automotor o industria que contamina el aire de la Tierra, la Única y Auténtica Casa de Todos.
Obras citadas
Lao-tzu. Tao Te Ching. Trad. Stephen Mitchell. New York: Harper
Perennial, 1992.
Mitchell, Stephen. Notes. Tao Te Ching. By Lao-tzu. Trad. Stephen
Mitchell. New York: Harper Perennial, 1992. 89-128.
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