LECCIÓN 61 DEL TAO: UNA NACIÓN DEBE SER HUMILDE, CORREGIR SUS ERRORES Y NUTRIR A SU PROPIA GENTE
ÓSCAR ROBLES
El poder, la humildad, la auto-corrección de los errores y el liderazgo mundial de una nación, aparecen como temas centrales en el capítulo 61 del Tao Te King. De este modo, el tópico del poder político ocupa otra vez el centro de las reflexiones de Lao-tzu, como en las lecciones 57, 58, 59 y 60. Como las personas, las naciones deben cultivar la filosofía del Tao para ser grandes países dentro del ámbito internacional. El filósofo chino sugiere cuáles son las mejores virtudes para construir una moral nacional y para balancear la vida de una sociedad determinada. En total, este poema posee tres estrofas. La primera cuenta con siete versos; la segunda, con ocho; y la tercera, con cuatro.
El poder y la humildad son cualidades contrastantes que debe desarrollar toda nación, según la primera estrofa. Por naturaleza, el poder puede derivar en arrogancia, así que la humildad es el perfecto contrapeso moral. Cuando un país obtiene gran poder, llega a ser como el mar: Todas los arroyos corren hacia él, apunta el pensador oriental (61). Entre más poderoso es [un país], hay una más grande necesidad para ser humilde, expone el filósofo chino (61). La humildad significa confiar en el Tao, así nunca necesitará ser defensivo, concluye la estrofa el autor del Tao (61).
La segunda estrofa hace una gran comparación o símil entre las cualidades morales de un ser humano y de una nación. Primeramente, el contemporáneo de Confucio asevera que una gran nación es como un gran ser humano: Cuando él / ella hace un error, se da cuenta de esto; habiéndose dado cuenta de su error, lo admite; habiéndolo admitido, lo corrige (61). En segundo lugar, este mismo ser humano considera a aquéllos que señalan sus faltas como sus más benevolentes maestros, sostiene Lao-tzu (61). Finalmente, el filosofo chino afirma que dicho ser humano piensa que su enemigo es la sombra que él mismo / ella misma proyecta (61).
La tercera y última estrofa concentra la idea principal de todo el poema: Una nación es mejor si se centra en las enseñanzas morales y filosóficas del Tao. Si una nación está centrada en el Tao, si nutre a su propia gente y si no se entromete en las relaciones de otros, será una luz para todas las naciones en el mundo, concluye el capítulo el autor del Tao (61).
En una nota, el traductor Stephen Mitchell agrega algunas ideas sobre el papel de las naciones en el mundo. En especial, define los dos tipos generales de naciones en el mundo y establece las diferencias principales entre los países grandes y los países pequeños en su relación con sus propias sociedades. He aquí algunas ideas centrales: “A large country wants nothing more than to gather people and nourish them. A small country wants nothing more than to enter and serve people” (Notes 121). Finalmente, Mitchell sugiere que el país grande debería tomar la posición más baja, como los países pequeños (121).
Las supremas virtudes morales de humildad y autocorrección de errores de los individuos empatan bien con el posible papel más taoísta de las naciones. Sin embargo, el papel de no intervención en los diferentes asuntos de otros países[1] parece más difícil de lograr en la actualidad. En general, las historias de oriente y de occidente están marcadas por los conflictos entre naciones y, en especial, por guerras y conquistas. En consecuencia, hay naciones grandes que intervienen marcadamente en otras naciones, ya sea a nivel político, económico, social, militar y/o cultural.
En el capítulo 61, Lao-tzu es congruente con la filosofía del Tao: Buscar la armonía en el entorno social, a partir de una armonía personal. Por esta razón, el filósofo chino propone balancear lo material y lo espiritual, y equilibrar el poder político y económico de una nación con virtudes morales esenciales como la humildad, la autocorrección de errores y la difícil neutralidad del Estado en los asuntos internacionales, especialmente en las relaciones entre los países grandes y los países pequeños.
Ante todo, es importante la constante y consistente reflexión moral del Estado y de la nación misma con respecto a las diferentes interacciones sociales en el mundo.
Obras citadas
Lao-tzu. Tao Te Ching. Trad. Stephen Mitchell. New York:
Harper Perennial, 1992.
Mitchell, Stephen. Notes. Tao Te Ching. By Lao-tzu. Trad.
Stephen Mitchell. New York: Harper Perennial, 1992. 89-
128.
[1] “The affairs of others” parece referirse a los asuntos de otras naciones (Lao-tzu 61). Es ilógico pensar que “los asuntos de otros” sean las relaciones de los diferentes grupos que componen la sociedad de una nación. Dentro de una nación, el Estado tiene que intervenir constantemente para dirimir los conflictos inter-sociales.
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