jueves, 10 de octubre de 2013

LA PLAZA DE SANTO DOMINGO EN "CRONICAS Y RELATOS DE MEXICO": EL PALACIO DE LA INQUISICION, EL EDIFICIO DE LA ADUANA Y OTRAS OBRAS

LA  PLAZA DE SANTO DOMINGO EN CRÓNICAS Y RELATOS DE MÉXICOEL PALACIO DE LA INQUISICIÓN, EL EDIFICIO DE LA ADUANA Y OTRAS OBRAS


ÓSCAR ROBLES

        La Plaza de Santo Domingo cuenta con algunos edificios, casas y monumentos históricos construidos con los estilos barroco y neoclásico. Sobre todo, esta plaza atesora interesantes historias y viejos relatos sobre el México de la Época Colonial y de la Época Moderna. Enclavada en la céntrica Delegación Cuauhtémoc, es una de las grandes plazas de la impresionante y cosmopolita Ciudad de México. 
        Entre los hermosos edificios, casas y monumentos, se incluyen el Templo de Santo Domingo; el Palacio de la Inquisición; el Edificio de la Aduana; la estatua de la heroína de la Independencia de México Josefa Ortiz de Domínguez (1768-1829), la famosa Corregidora de Querétaro y esposa del Corregidor Miguel Domínguez (1756-1830); la Casa de Leona Vicario, la esposa del héroe Andrés Quintana Roo (1787-1851); la Casa de Juan Jaramillo; y, en especial, los populosos portales de los famosos Evangelistas que escribían los contratos de los comerciantes durante la Colonia Española y, en el presente, de los actuales escribientes o escribidores que todavía escriben cartas de amor, con sus viejas máquinas de escribir, al fiel público que acude todavía a dichos portales tan antiguos, según la talentosa Ángeles González Gamio, la conductora del excelente programa cultural Crónicas y relatos de México (ONCE TV MÉXICO, noviembre 12, 7:30-8:30 p.m., Tiempo del Centro de México).
En particular, los monjes dominicos españoles aportaron el nombre de Plaza de Santo Domingo, durante el siglo XVI, precisamente durante los comienzos de la Época Colonial en la Nueva España.
         En primer lugar, EL TEMPLO DE SANTO DOMINGO data del siglo XVIII, tiene el sencillo estilo neoclásico en sus armónicas columnas, posee altares barrocos y neoclásicos y abriga en su interior la célebre Capilla del Rebozo, informa la brillante conductora de Crónicas. En particular, la Capilla del Señor del Rebozo está rodeada de la siguiente poderosa leyenda: Cuentan que en una ocasión se apareció Cristo en el lecho de muerte de una monja, durante la noche. Entonces, a la mañana siguiente, la monja enferma no encontró un rebozo que tenía esa noche. Luego, ella descubrió que ese rebozo de su propiedad lo tenía puesto el Cristo de dicha capilla. En consecuencia, la capilla tiene muchos rebozos como una muestra de la tradición generada en torno a esta preciosa leyenda cristiana de la Nueva España, cuenta González Gamio. Por otro lado, el Altar Mayor del Templo cuenta con un retablo diseñado por el mismísimo arquitecto español Manuel Tolsá (1757-1816). Así pues, se remodeló este altar, construyendo cuatro nuevas columnas color rojo coral, pero sin usar el tradicional mármol. Estas columnas lucen muy bellas y lujosas en combinación con el oro del viejo altar barroco. En especial, estas cuatro columnas fueron construidas con la famosa técnica de la escayola, según refiere la inteligente conductora del programa de ONCE TV MÉXICO.
    En segundo lugar, EL ANTIGUO PALACIO DE LA INQUISICIÓN albergó el temido y respetado Santo Oficio promovido por la Iglesia Católica, durante la Época Colonial. A este palacio se le conoce también con el nombre popular de “La Casa Chata” por el diseño especial de la puerta principal. El arquitecto virreinal Pedro de Arrieta (¿?-1738) diseñó este edificio bajo el estilo barroco y le puso una puerta principal “achatada” o “achaflanada” en la esquina, señala González Gamio. Por eso, le endilgan el nombre de “La Casa Chata”. El edificio posee un patio y en sus interiores se practicaba la tortura física y se llevaban a cabo juicios complejos a los que atentaban contra la fe católica. En dicho edificio, estuvieron presos Leona Vicario (1789-1842) y el cura José María Morelos y Pavón (1765-1815), los cuales fueron importantes héroes de la Independencia de México. Posteriormente, este edificio fue la sede de la Escuela de Medicina por cerca de un siglo, desde 1854 hasta la década de los cincuenta del siglo XX, cuenta González Gamio. Como suceso trágico, se tiene registrado que el destacado poeta romántico mexicano Manuel Acuña (1849-1873) estudió en dicha escuela en el siglo XIX y se suicidó en su cuarto ubicado en tal edificio, supuestamente por el amor apasionado, enfermizo e imposible por la bella mexicana Rosario. Inspirado en el amor por ella, Acuña escribió el famoso “Nocturno [a Rosario]”, un poema que cuenta con diez estrofas conocidas con el nombre de décimas y con cien versos. Siendo la Escuela de Medicina, las autoridades le agregaron un tercer piso adicional con el mismo estilo barroco y luego se eliminó dicho piso y se quedó la misma estructura original de dos pisos, expone la conductora de Crónicas. En la actualidad, el antiguo Palacio de la Inquisición es el Museo de la Medicina Mexicana, el cual cuenta con documentos, objetos e historia de la Época Prehispánica, del periodo virreinal, de la Época Moderna y de la Época Contemporánea. En especial, menciona González Gamio, hay una sección dedicada a la Herbolaria Mexicana, la cual posee numerosos frascos con sustancias químicas y diversas hierbas medicinales. Se pueden observar, por ejemplo, remedios herbales para cólicos, para el Mal del Ojo, para el dolor de cabeza y para otras dolencias comunes de los seres humanos, con sus respectivas y precisas descripciones en el exterior de los frascos.
         En tercer lugar, LA CASA DE LEONA VICARIO perteneció a la famosa heroína que da nombre al histórico inmueble, quien perteneció precisamente a la clase aristócrata de la Nueva España. Con el paso del tiempo, ella heredó una gran fortuna económica de sus padres, justo al quedar huérfana; luego, Vicario fue conspiradora durante la Independencia de México, a principios del siglo XIX; compró armas para los rebeldes; y se casó con el héroe Andrés de Quintana Roo. La brillante González Gamio informa que en 1842 las entonces autoridades políticas de México declararon a Vicario como “Dulcísima y Benemérita Madre de la Patria”. En la actualidad, las paredes externas de la Casa de Leona Vicario lucen un hermoso y muy mexicano color sandía, el cual armoniza perfectamente con sus columnas de cantera rosada, según las buenas y nítidas imágenes de las cámaras de ONCE TV MÉXICO.
         En cuarto lugar, González Gamio muestra una hermosa casa donde vivió el Capitán español Juan Jaramillo, quien acompañaba al conquistador español Hernán Cortés (1485-1547). Una mujer que iba a atestiguar en un juicio amaneció apuñalada dentro de dicho inmueble, bajo misteriosas circunstancias que nunca fueron aclaradas públicamente, según una leyenda.
         Finalmente, LA ANTIGUA ADUANA fue construida en el siglo XVI y se encargaba de recaudar impuestos. Cerca del lugar, había una acequia, justo en la calle Perú, dentro del “corazón” del centro histórico de la Ciudad de México. En el siglo XVIII, se construyó otro edificio con doble altura para funcionar como aduana. Una leyenda cuenta que había una mujer muy bella, cuyo padre trabajaba precisamente en el edificio de la Aduana. Un hombre muy rico la pretendía y ella le propuso que terminara el nuevo edificio antes de un año, con la firme promesa de amor de casarse con dicho acaudalado señor. Entonces, dicho hombre gastó parte de su fortuna para terminar el edificio de la Aduana justo un día antes del plazo de un año y, finalmente, ambos enamorados se casaron, relata la gentil conductora de Crónicas. En realidad, no se sabe quién construyó este segundo edificio. Posteriormente, la Secretaría de Educación Pública (SEP) adquirió tal edificio cuando era secretario de dicha dependencia federal el famoso filósofo mexicano José Vasconcelos (1881-1959), durante la década de los veinte. Luego, el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros (1896-1974) pintó el destacado mural “Patricios y Patricidas” a partir de 1945 y lo terminó hasta 1971, tres años antes de su muerte, según cuenta la conductora de Crónicas. Desde la década de los veinte, la SEP es propietaria del antiguo edificio de la Aduana. En particular, el mural de Siqueiros relata visualmente un importante juicio histórico y aparecen una mujer, un caballo y otras figuras animadas con trazos sinuosos, algunos con tonos rojos, y se ven unas colinas al fondo, según las tomas de las cámaras de ONCE TV MÉXICO.
         Tras este hermoso y nutrido programa cultural e histórico, sólo resta escribir en esta reseña breve del programa del Canal Once las brillantes palabras de la visionaria Ángeles González Gamio. Estas palabras son la “insignia” o la idea clave para motivar a los mexicanos a contemplar y valorar más el valioso patrimonio histórico y artístico de la nación: “Éstas son nuestras verdaderas riquezas”.
Con el reportaje cultural de la Plaza de Santo Domingo de la Ciudad de México, se refuerza y acrecienta el gran trabajo cultural e histórico de Crónicas y relatos de México, para rescatar las historias, crónicas y relatos altamente significativos y las imágenes visuales de los grandes edificios, de las trascendentales esculturas y de las grandiosas pinturas que los mexicanos han labrado con paciencia y talento con el paso de los siglos, dentro de la portentosa historia de México, un país que ha sido metrópoli cultural, económica y política por mucho tiempo, dentro de la historia mayor de Latinoamérica

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