NUMEROSOS POBRES, MALOS GOBIERNOS Y CIUDADANOS DESOBLIGADOS EN MEXICO SIGLO XXI

NUMEROSOS POBRES, MALOS GOBIERNOS Y CIUDADANOS DESOBLIGADOS EN MÉXICO SIGLO XXI

ÓSCAR ROBLES

53.3 millones de pobres había en México hasta el verano de 2013, según el Consejo para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social o CONEVAL (La Jornada 30 julio, 2013). Las zonas con más baja pobreza (de 20% a 35%) eran Baja California Norte, Baja California Sur, Sonora, Coahuila y Nuevo León, entre otros estados, y las zonas con pobreza más alta incluían a Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla (de 65% 80%), entre otras entidades, de acuerdo a El Universal (29 de julio, 2013).

         Como se advierte por estas cifras oficiales de 2013, la pobreza es uno de los grandes problemas de México en el siglo XXI, entre sexenio y sexenio de cada gobierno federal. México cuenta en la actualidad con más de 120 millones de habitantes.

         Sería bueno que los gobiernos (federal, estatales y municipales) comiencen a llevar a cabo las siguientes captaciones de recursos económicos en el cercano futuro: 1) Legalizar más de seis millones vehículos ilegales, para obtener las cuantiosas cuotas por legalización y por revalidaciones anuales; 2) reducir la cantidad de legisladores en las cámaras de diputados federales y senadores de 500 a 300 miembros; 3) subir los impuestos prediales en numerosos municipios; 4) captar más impuestos por ingresos laborales o de negocios de parte de los mexicanos que se dedican a las economías formal e informal, entre otras fuentes de ingresos.

         Mejores gobiernos y mejores ciudadanos hacen a una nación más productiva, más próspera y con más bienestar social. Es claro que estos dos hechos no existen en México desde hace tiempo, pues la pobreza rebasa el 40% de la población y el desempleo es muy elevado.

El crimen, la corrupción, la ilegalidad y la mala administración de los recursos económicos y humanos han sido marcados por las deficientes políticas públicas. En suma, México, todavía padece graves problemas nacionales en este tiempo.

Todavía se observa en las calles el individualismo y la arrogancia de los mexicanos: Basura, vehículos ilegales, violación a las leyes de tránsito, crímenes y otros problemas graves.

Los mexicanos deben ser educados en el auténtico servicio a la comunidad y a la nación dentro de las familias, de las escuelas, de las iglesias y en los poderosos medios de comunicación masiva, repartiendo tareas simples, positivas, habituales y cotidianas.

Sin los “otros”, no somos nación.