lunes, 1 de septiembre de 2014

"EL CIRCO" DE CHAPLIN: EL HUMOR Y EL POBRE DIABLO

EL CIRCO DE CHAPLIN: EL HUMOR Y EL POBRE DIABLO

ÓSCAR ROBLES

         Tramp (Charles Chaplin) es un vagabundo que merodea por una animada feria buscando alimento. Cuando contempla un barco con maniquíes vivientes (un pescador con anzuelo), un ladrón le pone en su bolsillo trasero una cartera recién robada a uno de los espectadores, para escapar a la revisión de un agente de policía que identifica al maleante en medio del público. Luego, este criminal persigue a Tramp por las inmediaciones de la feria, para recuperar el fruto de su delito y, finalmente, el dueño de la cartera se la quita al ingenuo Tramp. Después, Tramp se convierte por azar en la estrella cómica de un circo, se enamora de la bella e inocente Merna (Merna Kennedy) y, tras numerosas peripecias, logra al final que ella se case con el apuesto Rex (Harry Crocker).
         Es la trama de El Circo (Estados Unidos, 1928) del director británico Charles Chaplin, uno de los filmes clásicos del cine mudo. En esta cinta, el protagonista es el vagabundo Tramp, un pobre diablo de buen corazón, un pícaro contemporáneo que sobrevive a la pobreza en medio de los ambientes urbanos y de la modernidad de la primera mitad del siglo XX. Su sino negativo es ser víctima de la mala suerte y de las circunstancias adversas. Tramp es el personaje principal de The Gold Rush (1925), City Lights (1931) y Modern Times (1936), tres películas clásicas del propio Chaplin. A lo largo de la trama de El Circo, las acciones y el protagonista son claves para construir este filme de gran prosapia en la historia del cine mundial.
         En El Circo, Tramp no tiene dinero y busca comer algo en la feria, justo al inicio de la historia. Entonces, ocurre una secuencia narrativa magistral por sus movidas, cómicas y dramáticas escenas, por su fino humor, por el ambiente de la feria, por el buen diseño del clásico motivo del policía que persigue a un ladrón y por las carcajeantes escenas del cuarto de los espejos y del falso maniquí en el barco de la feria. Primero, Tramp juega con una niña que es cargada por su padre en los brazos y logra que la pequeña  le comparta unos trozos de su torta. Luego, el vagabundo se refugia en el cuarto de los espejos, dentro del barco, donde las imágenes múltiples permiten a Tramp escapar del carterista y del policía. Visual y dramáticamente es una secuencia muy bella e interesante. Afuera del barco, Tramp finge que es un maniquí viviente, se coloca cerca del muñeco que pesca con un anzuelo, golpea al carterista varias veces y suelta una carcajada, todo de manera maquinal y mecánica para poderse proteger de ambas persecuciones, la del criminal y la del policía, hasta que el policía descubre el engaño.
         En el circo, el vagabundo se convierte en una estrella por ser creador de un humor involuntario dentro de la misma pista del circo y por descubrir accidentalmente los trucos del bigotón mago del circo (George Davis), el cual desaparece supuestamente a una mujer que está sentada en una silla y cubierta con un manto y luego la aparece en una caja de madera. Así pues, Tramp activa involuntariamente el botón de una mesa que hace voltear algunos sombreros, de donde salen numerosas aves, causando la risa desenfrenada del público. Aunque es un simple empleado de limpieza, el autoritario y duro dueño del circo (Al Ernest García) descubre el talento cómico especial y sumamente espontáneo del distraído e ingenuo Tramp  y de inmediato lo contrata como una estrella del humor casual que provoca las delicias del público cuando quiebra numerosos platos al ser perseguido por un caballo bronco.
El amor es el elemento complementario en la vida de Tramp, lo cual dota de romance a esta historia de vagabundos. Se enamora de Mena, la hija adoptiva del cruel dueño del circo, después de convidarle un poco de pan después de que el padre de ella la ha condenado a no comer por su mala actuación como trapecista del circo. Con el tiempo, Tramp ya no provoca risas y piensa casarse con la bella damisela, pero en eso arriba al circo el fortachón Rex, un apuesto galán, apara trabajar como equilibrista de la cuerda. Entonces, ella se enamora de la nueva estrella del circo. Un día, Tramp ejecuta algunos actos de equilibrio en una cuerda suspendida en el aire para sustituir a Rex mientras un empleado del circo lo sujeta furtivamente con un cinturón y una cuerda atados al cuerpo del audaz Tramp. De pronto, el arriesgado vagabundo queda en la cuerda sin ninguna protección, unos chimpancés le quitan la ropa y, finalmente, se desliza en una bicicleta hasta afuera del circo. Como se observa, el peso de las acciones cómicas y dramáticas es muy alto para configurar la estructura del filme. Es una obra de numerosas peripecias, fundadas en el protagonista como centro del relato.
En la parte final del filme, Tramp es despedido por el dueño del circo. Entonces, el desgraciado personaje vuelve a ser un vagabundo sin suerte, como al principio del filme. Se refugia en el campo y al calor de una fogata entre piedras lo encuentra la dulce Merna, quien se ha fugado del circo. La trama entonces apunta hacia la resolución moralmente correcta y hacia el típico final feliz de la comedia. Por su buen corazón, Tramp logra que ella se case con Rex y ambos se reincorporan a la caravana del circo que ya se apresta a desalojar la zona de la feria, con sus numerosas carretas tiradas por bestias. El dueño del circo le cede a Tramp el vagón del final de la caravana, pero Tramp decide quedarse solo, sentado en una caja, envuelto entre el polvo dejado por la procesión. Esta escena es una de las más hermosas por la atmósfera desolada que dejan las carretas: Vacío, polvo, soledad, los signos propios del vagabundo creado por la imaginación creadora de Chaplin. Tramp recoge un papel con una estrella oscura y lo rompe, lo cual señala simbólicamente su fin como estrella accidental del circo. Luego, camina con ese estilo peculiar que ha convertido a Chaplin en un actor clásico: Es un caminado muy peculiar, con su bastón en el brazo, su sombrero elegante, sus piernas arqueadas, sus zapatos grandes, sin rumbo fijo, pero con gestos de felicidad por sentirse libre otra vez de la sociedad y de la rutina de un empleo regular.
El Circo es un gran filme, muy entretenido, porque provoca humor y ternura, dentro de la tendencia del cine mudo o cine silente. Hay comedia y es una historia sencilla de romance y de aventura. Esencialmente, la cinta sobresale por el protagonismo de Tramp a partir de su caracterización trascendental como un pobre diablo vestido con dignidad y cierta elegancia (saco, pantalones, bastón y sombrero) y por los sesgos parciales hacia el personaje del payaso o clown (zapatotes, sonrisa, caminata exagerada y ridícula con piernas arqueadas). En resumen, Tramp es un personaje original e inolvidable.
En pocas palabras, este personaje es el vehículo de las acciones dramáticas y cómicas la encarnación del fracaso y de la nobleza humana. Esta caracterización se centra ante todo en los siguientes rasgos y situaciones del filme: La manera dulce y simpática en que juega con la niña de brazos para conseguir alimento; sus tretas para huir del policía, fingiendo que es un maniquí viviente en el barco; las escenas propias del vagabundo en el campo y en el mismo circo, con fogata y una lata como vasija, donde calienta agua, saca un polvo de un bolsillo de su saco y unas rebanadas de pan de otro bolsillo; la constante persecución del caballo bronco dentro y fuera del circo es verdaderamente carcajeante; su caminata peculiar similar a la de un payaso; su sonrisa blanca y amable bajo el breve bigote y su gesto de quitarse el sombrero con cortesía; las tareas de limpieza en el circo cuya máxima comicidad se centra en los dos peces que saca de una pecera y los limpia con una jerga, muy sonriente, y luego los deposita en el agua; su natural y espontánea comicidad en algunas acciones del circo, tales como embadurnar con crema de afeitar al dueño del circo, accidentalmente, durante uno de los ensayos en que prueban a Tramp como posible actor cómico y payaso, entre otras más.
De este modo, las acciones construyen al personaje central, un vagabundo, el cual es fundamentalmente un personaje memorable, simpático y de buenos sentimientos, propio de una comedia del cine mudo. En realidad, Tramp representa al personaje del pobre diablo, vagabundo, con un poco de buena suerte y con mucho de mala suerte, siempre víctima del azar y de las circunstancias adversas que lo orillan a dejar su empleo de estrella de circo y a renunciar al amor de la bella trapecista Merna. Así pues, Tramp  es un vagabundo, un pícaro y un pobre diablo, pero muy sonriente y trabajador, dentro de sus constantes distracciones, torpezas y equivocaciones. Es un vagabundo con bondad natural. El Circo es un gran filme en buena parte por el papel de Tramp, por el vívido ambiente de la feria (circo, barco de maniquíes y cuarto de espejo, puestos de comida, desolación final en medio del polvo dejado por las carretas) y por las divertidas, movidas y numerosas acciones que construyen la trama y mantienen la atención constante de los espectadores.
El británico Charles Spencer “Charlie” Chaplin (1889-1977) es actor, director de cine, productor, guionista y escritor. Es uno de los grandes creadores del cine silente. Otras películas destacadas dentro su filmografía son los filmes mudos The Gold Rush, City Lights y Modern Times, en las cuales Tramp es el personaje principal, y las cintas sonoras The Great Dictator (1940) y Monsieur Verdoux (1947). Chaplin recibió el Óscar Honorario en 1972 por su trayectoria profesional, entre varias distinciones en el mundo del cine.  

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