LOS DORADOS DE CHIHUAHUA EN LOS SETENTA: LA PASIÓN DEL BEISBOL PROFESIONAL EN LA CAPITAL DEL ESTADO GRANDE
ÓSCAR ROBLES
A la memoria de mi tío Calito
¿Qué era el beisbol profesional en la ciudad de Chihuahua hace alrededor de cuarenta años, entre 1973 y 1979?
Chihuahua era entonces una ciudad provinciana, con ambiente de viejo pueblo y con un tradicional Centro Histórico pequeño, básico; con viejas y numerosas tiendas de ropa y calzado; una decena de cines medianos y tipo galerón para albergar a las masas de espectadores; la alegre Plaza de Armas como centro de reunión social con su quiosco tradicional y con sus bancas verdes de metal talladas con los relieves de los niños campesinos trabajando en las cuatros estaciones; la imponente belleza barroca de cantera de la Catedral, mudo testigo de la historia de la ciudad; los tradicionales, sonoros y aromosos mercados de frutas y verduras; los primeros supermercados Del Real y Soriana; y la señorial presencia de los edificios de gobierno municipal y estatal y el estilo porfiriano del antiguo edificio de Correos con sus elevadas columnas. . .
En ese tiempo, el beisbol profesional estaba en la Ciudad Deportiva y dentro del campus de la Universidad Autónoma de Chihuahua, justo al norte de la ciudad. La gente acudía a los juegos en carros o camiones urbanos, pagaba boletos de sol por ocho pesos y de sombra por doce y comía semillas tostadas de calabaza para disfrutar los juegos diurnos o nocturnos.
¿Qué era en pocas palabras el beisbol profesional sino un verdadero “pasatiempo urbano” o “pasatiempo provinciano”?
Era. . .
Era. . .
1. UN ESTADIO: El viejo parque Manuel M. Almanza de la Ciudad Deportiva, el cual estaba y está situado al norte de la ciudad, justo donde se habían jugado numerosos torneos estatales de beisbol amateur. Todavía hoy, 2015, se pueden ver varias placas de metal en homenaje a aquellos peloteros chihuahuenses de los equipos estatales.
EXTERIOR DEL PARQUE MANUEL M. ALMANZA EN LA CIUDAD DEPORTIVA DE CHIHUAHUA |
LA LOMA DE CALENTAMIENTO DEL PARQUE MANUEL M. ALMANZA CERCA DE LA TERCERA BASE |
2. DOS CRONISTAS DE RADIO: Manuel Contreras Palomino y Jesús Manuel Ruiz Venzor, quienes narraban los juegos de casa y de visita, por medio de la estación de radio La Norteñita. Los viejos fanáticos pueden recordar también algunas transmisiones desde Córdoba (Veracruz), Puebla (Puebla) y la Ciudad de México, con la narración del famoso cronista Óscar El Rápido Esquivel.
3. UN EQUIPO: Los Dorados de Chihuahua: Miguel Pilo Gaspar en la receptoría; el zurdo Jaime López en la primera base; Reyes Torres en la segunda; Gustavo Ramírez en las paradas cortas; Víctor Torres o el venezolano Gustavo Spósito en la tercera; Víctor Faudoa o Rosendo Cedeño en el jardín derecho; el venezolano Ángel Bravo o el mexicano Víctor Sauceda en el jardín central; Samuel Sam Parrilla en el jardín izquierdo; en las aperturas, el cubano Pedro Sierra, René Chávez y Norman McRae; en los relevos, el tremendo velocista Ramón Guzmán, Paulino Peña, Ramón Reynoso y Gregorio Machado; en el manejo, Mauro Ruiz o Pedro González o el propio Gaspar y Mauro Contreras de coach. Luego, vendrían otros peloteros. Por ejemplo, destacan los norteamericanos Albert Thompson en la primera; James Collins en la segunda, quien fue campeón de bateo de la Liga Mexicana de Verano; Joseph Joe Brookins en la tercera y Curtis Moore en el jardín derecho; el chihuahuense Eduardo Acosta, Manuel Lugo y Gaby Martínez en el pitcheo; Arturo Orozco en la receptoría; Graciano Enríquez en el jardín central. Otros notables beisbolistas fueron los jugadores de campo Roy Foster, Ramiro Rubio, José Calero, Héctor Alanís, Francisco García, Rodolfo Rudy Sandoval, Obed Plascencia, Guadalupe Valle, Domingo Iglesias, Domingo Rivera, Alonso Téllez, Ronnie Lolich, Pascual Villela, el chihuahuense Juan de Dios Chávez, y los lanzadores Francisco Soto, Juan Manuel Geigel, Felipe Brazo Fuerte Leal, Daniel Tafoya, Steve Kokor, Arnulfo Adame, Wilfredo Fabela, Saúl Montoya, Carlos Carrasco, Randy Johnson (homónimo del Big Unit de los Marineros de Seattle), Manuel Vidaña, entre otros, según Alejandro León (“Dorados merece”).
MAURO "EL MARIACHI" CONTRERAS, COACH DE LOS DORADOS DE CHIHUAHUA EN LA DECADA DE LOS SETENTA (FOTO EN EL SALON DE LA FAMA DEL DEPORTE CHIHUAHUENSE) |
4. ALGUNOS PELOTEROS ESTRELLAS: James Collins fue un verdadero beisbolista estrella, pues se llevó el título de bateo de la Liga Mexicana dos veces: En 1979, con los Dorados de Chihuahua, bateando un promedio de .438; en 1984, con los Cafeteros de Córdoba y los Diablos Rojos del México, con un porcentaje de .412 (Güereque). Por su parte, Jaime López acumuló en su vida de pelotero un porcentaje de bateó de .309, 29 jonrones y 675 carreras impulsadas, jugando para diferentes equipos y, en especial, estuvo con los Dorados entre 1973 y 1979 (León). Por su parte, el lanzador Gaby Martínez obtuvo en total de 77 victorias y 646 ponches en su carrera completa como pelotero en la Liga Mexicana y, en particular, tuvo 50 ganados y 447 ponches con los Dorados, entre 1976 y 1982 (León). Finalmente, Ramón Guzmán fue un gran relevista para los Dorados y cerró con estos números de por vida: 62 victorias, un porcentaje de carreras limpias admitidas de 2.93 y 52 salvamentos, jugando siete temporadas para el equipo de Chihuahua (“Dorados”).
5. UNA PASIÓN. Cientos de fanáticos acudían en las noches de lunes a sábado y en las tardes de domingo a ver un equipo, fielmente, como los norteamericanos apoyan al equipo de su localidad en las Ligas Mayores, gane o pierda.
6. UNA PORRA: Los fanáticos eran organizados por el senor Flores Mata, el legendario Champion, quien se vestía en ropa militar de caqui al estilo de los revolucionarios de Pancho Villa, y animaba sobre todo a la gente de la tribuna que se encontraba por el lado de la primera base.
7. UNA HISTORIA DE GRAN BEISBOL DE VERANO: Muchos fanáticos vieron y gozaron las actuaciones estelares de varios superestrellas: Del primera base chihuahuense Héctor El Supermán Espino (Alijadores de Tampico); del líder en ganados de todos los tiempos el lanzador Ramón Arano (Cafeteros de Córdoba); del pítcher Alfredo El Zurdo Ortiz (Diablos Rojos del México); del efectivo lanzador Antonio Pollorena (Algodoneros del Unión Laguna); del poderoso bateador Jesús Chucho Sommers (Pericos del Puebla); del potente jardinero Nelson Barrera (Diablos Rojos de México); del toletero Andrés Mora (Saraperos de Saltillo); de los peloteros exligamayoristas Rico Carty y Vic Davalillo (Cafeteros de Córdoba); de los famosos bateadores Dobberman Curtis Moore, James Dugan, Net Peetaway y Ted Ford (Charros de Jalisco); del talento excepcional de los receptores Sergio El Kalimán Robles (Diablos Rojos de México) y Francisco Paquín Estrada (Pericos de Puebla), entre muchos beisbolistas que pasaron por esta poderosa Liga Mexicana de Beisbol de Verano. En esta liga, habían jugado décadas antes otras estrellas. Por ejemplo, en la década de los treinta, pertenecían a clubes mexicanos los cubanos Martín Dihigo, Lázaro Salazar, Brujo Rossell y Agustín Bejarano. En los cuarenta, el tiempo en que era líder el poderoso empresario mexicano Jorge Pasquel, jugaban varios peloteros afroamericanos de las Ligas Negras, tales como el receptor Roy Campanella, el pítcher Satchell Paige, Ray Dandrige, Monte Irvin, Ray Brown y otros más.
8. UNA NOSTALGIA: Ya no hay beisbol profesional en la ciudad de Chihuahua. Todavía había un equipo profesional de los Dorados de Chihuahua hace cerca de diez años (y uno de baloncesto profesional, el deporte esencial de los chihuahuenses) y jugaban en este club algunos peloteros ex-ligamayoristas como el lanzador Luis Carlos Rivera y Benjamín Benjie Gil. La sede de estos últimos Dorados era el nuevo Estadio Monumental de Chihuahua, ubicado justo al sur de la capital del Estado.
9. UNA CIUDAD VIVA EN LA MEMORIA: Chihuahua era una población provinciana, norteña, influida por la cultura estadounidense por sus numerosos inmigrantes. Se caracterizaba por ser una ciudad por la que se podía caminar de noche tranquilamente, sin peligros mayores. Se le conocía como el viejo Chihuahuita de grandes camaradas y buenos amigos y numerosos familiares, de la gente buena de la que habla el famoso Corrido de Chihuahua compuesto por Felipe Valdés Leal y Pedro de Lille.
10. UNA ESTATUA: Afuera del estadio Manuel M. Almanza, se encuentra desde hace algunos años la escultura en bronce en homenaje al más grande beisbolista chihuahuense Héctor El Niño Espino, quien es originario de la Colonia Dale del sur de la ciudad de Chihuahua. En especial, Espino jugó en esa nostálgica década de los setenta, es uno de los grandes peloteros mexicanos de todos los tiempos y ostentó muchas marcas en la Liga Mexicana de Beisbol (carreras producidas, cuadrangulares, por ejemplo) y en la Liga Mexicana del Pacifico. Incluso, el estadio de los Naranjeros de Hermosillo de la liga invernal lleva el nombre de este glorioso chihuahuense. Además, el escritor Don Humberto Payán Franco publicó en los setenta un importante libro de beisbol, el cual relata precisamente la historia hazañosa de este pelotero de alta jerarquía. El libro se titula Perfil de un gigante, fue editado en la ciudad de Chihuahua y todavía puede conseguirse en algunas librerías locales.
11. UNA MEMORIA EMOTIVA: La memoria del autor del presente artículo, una memoria llena de recuerdos y poderosas sensaciones y hazañas deportivas, noches de frescura y aire limpio, humor bueno de los buenos fanáticos, constantes viajes en camiones urbanos atestados de pasión beisbolera, aromas de semillas tostadas de calabaza que devoraba la gente para controlar los nervios del juego, ruidos y porras de la famosa Tribuna Caliente cercana a la tercera base y siempre llena donde el público veía expectante y emocionado los veloces lanzamientos de Ramón Guzmán y otros pítcheres de los Dorados en la lomita de calentamiento con los sonoros tronidos de los lanzamientos en el guante del receptor sustituto, las grandes atrapadas de Gustavo Spósito en el territorio de la tercera base, los dominantes y efectivos pitcheos del veracruzano René Chávez y de Norman McRae, grandes noches de celebración con barbacoa y tortillas de maíz en la antigua fonda del buen Raúl Medina de la Avenida Juárez, cerca de la Estatua a Talamantes y del antiguo restaurante El Iris, numerosas crónicas de radio escuchadas por los fanáticos con los oídos bien pegados a las bocinas mientras cenaban y escuchaban todos los detalles de las narraciones de Manuel Contreras Palomino y Jesús Manuel Ruiz Venzor, la revisión de los standings o tablas en los periódicos locales para ver la posición de los Dorados y, en especial, la profunda devoción y la pasión por el beisbol, el puro beisbol. . .
12. UNOS UNIFORMES HERMOSOS: El hermoso y vistoso jersey amarillo sol con vivos color morado obispo y el de jersey morado con vivos amarillo sol.
13. UN GRUPO DE EQUIPOS PODEROSOS: El de la División Oeste de la Zona Norte, integrada por los Saraperos de Saltillo, los Algodoneros del Unión Laguna y los Indios de Ciudad Juárez, todos ellos los acérrimos rivales de los Dorados de Chihuahua.
14. UN AMIGO: Un tío muy aficionado al beisbol, el buen Calito, a quien está dedicado el presente escrito.
Obras citadas
“Dorados reconoció a dos grandes.” LMB. Sitio oficial de la Liga Mexicana de Beisbol. 2 agosto 2015. MIL. COM. 3 marzo 2015. <www.lmb.com/news/article>.
Güereque, Alejandro. “Rinden homenaje a James Collins.” El Heraldo de Chihuahua. 2 agosto 2015. Organización Editorial Mexicana. 9 julio 2011.<http://www.oem.com.mx/elheraldodechihuahua/notas/n2139474.htm>.
León Cazares, Alejandro. “Dorados LMB ya merecen un banderín.” OUT27. 2 agosto 2015.<http://www.out27.com/columnas/aleon/aleon_2010072003.htm>.
[TODAS LAS FOTOS DE ESTE ESCRITO FUERON TOMADAS POR OSCAR ROBLES]
[TODAS LAS FOTOS DE ESTE ESCRITO FUERON TOMADAS POR OSCAR ROBLES]
Hermosos recuerdos de mi infancia, los robos de base de Ángel Bravo, los cuadrangulares de Victor Torres, Joe Brookins y Curtis Moore. y las tremendas blanqueadas que nos recetaban Pollorena (Algodoneros) y Lalo Acosta (Diablos) cada vez que nos visitaban. El desafortunado cambio de Rene Chavez por Lalo Acosta, quien no tuvo suerte con Dorados. Los apretados juegos que ganó Rick Rustick en su primera temporada con Dorados. La tremenda velocidad de Ramón Guzman, las atrapadas de Francisco Lara en el central.. en fin, recordar es volver a vivir (que cosa era "Salone kafo zona le moneque")
ResponderEliminarEstimado aficionado al beisbol:
EliminarMuchas gracias por su comentario.
Reciba un cordial saludo.
Oscar Robles
gracias por recordar a el Toro Jesus Manuel Ruiz Venzor y a mi padre Manuel Contreras Palomino, muchas de esas anecdotas las vivi en lo personal y cuando guste intercambiar recuerdos estoy a sus ordenes. Manuel Contreras Marquez (manuelcontreras53@live.com.mx)
ResponderEliminarQue tiempos aquellos, increíble crónica mis más sinceras felicitaciones no se le escapó el más mínimo detalle Don Oscar Robles, tal vez pudiera agregar alguno que otro, como los riquísimos montados que se vendían en el estacionamiento, por el lado de la tercera base, que de ahí fue donde nacieron los famosos montados, otro recuerdo son el Sr. Franco, Gerente en aquellas épocas, el incansable Fan Fan Ramírez en la puerta de bonos, las quinielas, en fin infinidad de detalles, muchas felicidades. Saludos a Manuel Contreras Márquez, nunca se me olvidará aquel triple play de McRae, aquellos grandes juegos contra de los Charros, cuando nos quedamos a 1/2 juego de los play off, que tiempos... Y entonces que significa "saline kafo zona le moneque" ?
ResponderEliminarExcelente reseña , y muy gratos recuerdos, cómo olvidar a Don Manuel Contreras y a Ruiz Venzor, yo estuve ahí cuando Ramón Guzmán ponchó a muchos Alijadores de Tampico incluyendo a Héctor Espino. Estando en la receptoría Mercedes Salinas(gran receptor, el corría a primera base en cualquier jugada en el cuadro p protejer x algún mal tiro a primera
ResponderEliminarRamón Guzmán es mi padre, y es un verdadero placer encontrarme con este blog, disfrute mucho leyendo este post de verdad, gracias.
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