LA EVANGELIZACIÓN EN LA NUEVA ESPAÑA EN ANTROPOLÓGICAS: EDUCACIÓN, ARTE, CULTURA Y AGRICULTURA
ÓSCAR ROBLES
En 1524 llegaron doce franciscanos a la Nueva España; los dominicos vinieron en 1528; luego los monjes agustinos; y en 1572, los jesuitas, los cuales llegaron a difundir la educación y la evangelización, según el excelente programa cultural Antropológicas (ONCE TV MÉXICO, agosto 28, 2013, 8-9 p.m., Tiempo del Centro). Todos estos monjes tuvieron que aprender diversas lenguas indígenas, tales como el maya, el otomí, el purépecha y el náhuatl; elaborar librillos y catecismos con pictografías, cuyo autor era el fraile franciscano Juan Jacobo de Testera (1470-1543); e impartir clases de trabajos manuales y cultivar sembradíos. A continuación se detallan las principales actividades evangelizadoras de los principales grupos de monjes españoles, su tarea educativa y doctrinal, su arte y su cultura sobre la evangelización y los productos agrícolas que elaboraron.
1. LOS FRANCISCANOS, LOS DOMINICOS Y LOS JESUITAS
LOS FRANCISCANOS se dividían en dos clases: Los humildes y pobres y los que vivían con más riqueza, según el historiador René González. Como producto de su gran labor evangelizadora, hay conventos franciscanos, muchos de ellos pequeños, especialmente en Veracruz (Veracruz), Acapulco (Guerrero) y Cuautla (Morelos). En particular, los primeros doce franciscanos de 1524 aparecen retratados en un mural al fresco en blanco y negro, ubicado en Huejotzingo (Puebla), el cual fue pintado por indígenas. Entre estos franciscanos, se observa el célebre Fray Toribio de Benavente, alias Motolinía (1482-1569).
En cuanto a los procesos de evangelización en tierra fuera, los monjes franciscanos y, en general, otros grupos de clérigos evangelizadores se enfrentaban a muchos obstáculos. Caminaban por otras regiones de la Nueva España y los monjes tenían que demostrar su fortaleza física, ser protegidos por soldados para enfrentar a las aguerridas tribus indígenas y recibir los alimentos por barco hasta el norte de la Nueva España.
LOS DOMINICOS comenzaron a evangelizar en 1528, tenían una gran preparación teológica e intelectual y poseían conventos en diversos estados como Puebla y Oaxaca, entre otros, de acuerdo a la narración de Antropológicas. En 1539, los dominicos imprimieron catecismos, su santo importante era Santo Domingo de Guzmán y aprendieron el náhuatl, el zapoteco y otras lenguas indígenas.
LOS JESUITAS inician en 1598 su labor como misioneros. Les toca ir a la actual Culiacán y se enfrentarse a los indios pápagos. Esta ciudad fue fundada precisamente por el conquistador español Nuño de Guzmán (1490-1544) en 1531. Los indígenas trabajaban en el campo. Más adelante, el jesuita italiano Eusebio Kino (1645-1711) descubrió que Baja California era precisamente una península y exploró otras regiones del norte y abrió los límites del virreinato de la Nueva España, según Antropológicas. Al llegar la dinastía Borbón al reinado de España en 1700, los reyes mueven a la fuerza armada y rechazan el poder y la gran riqueza de los jesuitas. Entonces, el rey de España reduce las órdenes de los jesuitas y en 1767 los expulsan de la Nueva España, mediante una compleja tarea maquinada por la realeza española. Posteriormente, los jesuitas destruyen los mitos sobre los americanos.
2. EDUCACIÓN Y CATEQUIZACIÓN
En particular, el monje franciscano belga Fray Pedro de Gante (1490-1572) arranca una metodología para evangelizar a los indios y los clérigos usaban un catecismo pictográfico, según indica la historiadora Consuelo Maquívar. Por su parte, el historiador mexicano Salvador Rueda dice que el fraile mercedario Bartolomé Olmedo (1481-1524) viene con el conquistador español Hernán Cortés (1485-1547) y bautiza al nahua Hernando Ixtixóchitl, el hijo del Nezahualpilli, el tlatoani de Texcoco, hecho sobre el cual existe una pintura. En especial, Olmedo ofició la primera misa de la Nueva España y fue capellán de Cortés. Por su parte, los monjes jesuitas crearon grandes colegios en la Nueva España, muchos de ellos de gran calidad académica.
3. ARTE y CULTURA
En arquitectura destaca un convento franciscano de Puebla. En la actualidad, este convento alberga El Museo de la Evangelización. Su construcción tiene los estilos mudéjar y plateresco y en este edificio se exhiben pilas bautismales, retablos, esculturas de madera, textiles y otros objetos, según se refiere en Antropológicas. En este convento, construido a principios de la colonización de la Nueva España, los frailes celebraban funerales, bautismos y actos de evangelización. Asimismo, este convento posee pinturas religiosas del siglo XVI y un retablo dorado muy espectacular. En particular, este convento aparece retratado en muchos libros de historia y de arte. En especial, las construcciones conventuales son de los dominicos, según la historiadora Maquívar.
Entre la arquitectura conventual, el historiador René González resalta los retablos dorados de estilo barroco, la estructura de vivienda conventual —refectorio, acueducto, habitaciones— y los canales que traen agua de la Presa de la Concha (Estado de México), la cual es una obra hidráulica de gran ingeniería. Los claustros del Convento de Juan Evangelista de Culhuacan son sobrios y de estilo plateresco.
En el aspecto de pintura, hay un importante mural en la Ciudad de México. El Mural Novohispano (1536) es el más antiguo, se encuentra ubicado en la Iglesia de Santiago Tlatelolco y fue descubierto en 2001, de acuerdo al experto Salvador Guillén. Es como “una caja de agua” con fragmentos de pintura mural.
En estudios de lengua, Fray Andrés de Olmo (1485-1571) escribió su famoso Arte de la Lengua Mexicana sobre la gramática del náhuatl, el cual fue publicado hasta el siglo XIX. Este fraile llego a Santiago Tlatelolco, hoy dentro de los límites de la Ciudad de México.
Asimismo, existen numerosos libros de música sacra de la Nueva España. Estos libros fueron usados para evangelizar y cuentan con música vocal para coros, por ejemplo, entre otros tipos de música. Particularmente, Thalía Velasco del Instituto Antropología e Historia (INAH) esta restaurando varios libros de música de la época colonial.
4. CULTIVOS Y VIÑEDOS
Además de las grandes labores de educación y evangelización, los monjes evangelizadores fueron gente productiva y tenían huertos en sus monasterios. Por un lado, recibían tres productos de España (trigo para el pan, vid para el vino y oliva para el aceite). Por otro, comenzaron a crear sembradíos y viñedos. Por ejemplo, hubo viñedos alrededor de la Ciudad de México, de la Nueva Vizcaya y de Baja California. Por su parte, Fray Martín de Valencia sembró los primeros olivos en Tulyehualco, cerca de Xochimilco, dentro de los límites actuales de la Ciudad de México, según Antropológicas.
En esta emisión del gran programa cultural Antropológicas de ONCE TV MÉXICO, se comprende el papel grande de los franciscanos, de los dominicos, de los jesuitas y de los agustinos en la Nueva España durante la Colonia Española, gracias a sus importantes trabajos de evangelización, de educación académica, de promotores de la construcción de edificios religiosos y conventuales, de creadores de cultura, de generadores de arte plástico y de arte musical y de productores de alimentos primarios en sembradíos. Se entiende, ante todo, que los monjes españoles de la época colonial construyeron una buena parte de la cultura y de la historia de México, con pasión e inteligencia, con fuerza e imaginación: Con amor.
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