EN
BUSCA DE LA FELICIDAD
DE GABRIELE MUCCINO:
DE
PERDEDOR A GANADOR[1]
ÓSCAR ROBLES
Situado en San Francisco, California,
el vendedor Chris Gardner (Will Smith) encarna sucesivamente los papeles
sociales del perdedor o loser y del
ganador o winner, a finales del siglo
XX, en la moderna sociedad capitalista estadounidense, en el filme En busca de la felicidad / The Pursuit of
Happyness (Estados Unidos, 2006) del italiano Gabriel Muccino. He aquí la trama
y el análisis de los personajes de este interesante y bien dirigido filme.
En
primer lugar, Gardner es un desempleado y tiene muchas deudas económicas. Para salir de esta situación adversa, Gardner
adquiere cinco máquinas de escaneo de huesos para usos médicos con el fruto de
sus ahorros, pero no puede venderlas y esta penosa situación le acarrea
constantes conflictos con su esposa Linda (Thandie Newton). Después, pierde
fondos de sus cuentas bancarias por el pago forzado de deudas, se separa
físicamente de su cónyuge, lo expulsan de su casa por falta de pago de la renta
y atraviesa una serie de apuros para
cuidar a su único hijo pequeño Christopher (Jaden Smith, el hijo del
propio Will Smith en la vida real). Su esposa se va a Nueva York y le deja la
custodia del hijo de ambos, entonces Gardner recibe una ansiada oportunidad de
ganar un puesto de corredor de bolsa en una famosa empresa estadounidense,
después de trabajar por seis meses sin goce de sueldo y competir con decenas de
aspirantes. Aunque sus jefes temporales Jay Twistle (Brian Howe) y Martin Frohm
(James Karen) lo apoyan constantemente, varios problemas económicos persiguen a
Gardner durante ese periodo de tiempo de aguda y tensa competencia laboral: Lo
corren del motel donde vive otra vez por falta de pago de renta, trata de
vender un escáner de huesos que no funciona durante una demostración y tiene
que ganar un espacio en un hostal gratuito cada día, llegando muy temprano a la
fila.
Como puede verse, la historia del filme
es, en suma, la vida difícil de un perdedor. Sin embargo, la suerte del
perdedor cambia un día en que él y su hijo acuden a un juego de futbol
americano de los Cuarenta y Nueves de San Francisco, invitados ambos por un
potencial y generoso cliente. En el estadio, Gardner conoce a cerca de quince
posibles compradores de planes de bolsa ofrecidos por la empresa donde está
solamente a prueba. Esta empresa de corredores de bolsa todavía no lo contrata
ni le ofrece salario ni prestaciones sociales. Luego, Gardner pasa las pruebas
de dicha empresa y, finalmente, gana el deseado puesto. Así pues, se convierte
en un verdadero y autentico ganador, según los esquemas de la sociedad
estadounidense, y es un fiel realizador del llamado Sueño Americano o American Dream.
Especialmente, el gran filme de Muccino
aborda el asunto del desempleo de una manera cruda y con una estructura
dramática muy realista, situándolo en la ciudad de San Francisco, durante la
década de los noventa, apartándose de las formulas fáciles de alto
emocionalismo y de las fórmulas dominantes del clásico melodrama psicorrealista.
En realidad, Gardner es un típico loser y
un habitante de una de las grandes metrópolis estadounidenses en uno de los estados
más caros de la nación, California. En este complejo contexto social y
económico, su camino al triunfo no es fácil y está tejido de obstáculos
difíciles de superar, de tortuosas formas del destino adverso y, sobre todo, de
extraordinarios sacrificios como padre, todo lo cual sirve de marco a una gran
historia de lucha y sobrevivencia para tener un empleo digno y bien remunerado,
en medio del creciente capitalismo urbano dentro del país más rico de orbe. En suma, Gardner
intenta sobrevivir y sobresalir, dentro de una sociedad altamente competitiva,
exigente y materialista.
Paralelo a este conflicto central de
búsqueda de empleo, se construye una tierna, profunda y tensa relación entre
padre e hijo, dentro de la familia Gardner. Mientras el adulto parece hundirse
en las deudas, en la angustia y en el estrés turbulento, Gardner emerge finalmente
del fracaso económico y laboral, para ganar la custodia no oficial del pequeño
Chris y, poco a poco, lograr una vivienda temporal —casa, motel, hostal—,
obtener comida suficiente y, sobre todo, dar grandes y dignas lecciones morales
de crecimiento humano a su pequeño vástago. En especial, hay dos secuencias
magistrales sobre esta relación padre-hijo. Primeramente, Gardner aconseja a su
hijo perseguir hasta el fin el sueño de su vida, sin importar las oposiciones y
las opiniones adversas de las otras personas, justo durante una práctica
informal de baloncesto en una cancha pública de la ciudad californiana.
La
segunda secuencia clave de la relación padre-hijo ocurre en una estación del
metro de San Francisco. Ambos cargan su escaso equipaje —algunas maletas y una
inservible máquina de escaneo de huesos—, justo después de ser expulsados del
motel donde vivían. Y, como consecuencia de esta dramática situación, no tienen
un lugar para dormir esa noche. Entonces, el escáner se convierte en una
imaginada máquina de tiempo en la mente de ambos y, según su imaginación, la
máquina transporta a los dos solitarios al tiempo prehistórico de los
dinosaurios. Así, por obra de la sola imaginación tan creativa de ambos, juegan
a ser perseguidos por las prehistóricas y gigantescas criaturas. Como
consecuencia del juego de imaginación, se refugian en el baño público para,
finalmente, descansar allí de la tensa y dura jornada de haber sido expulsados del
motel y luego descender a la cruda y objetiva realidad social en que viven,
casi como vagabundos o homeless. En
ese lugar, el niño duerme en el regazo de su padre y Gardner llora
angustiadamente. En el espacio ganado en el hostal gratuito, el protagonista
compone el escáner y lo vende por doscientos dólares. Posteriormente, llega el
tan ansiado empleo con salario y prestaciones sociales.
En busca de la felicidad es un gran drama familiar y un gran biopic o filme biográfico sobre una persona
de la vida real: El propio Christopher Gardner. Ante todo, es una profunda
historia de fe, de sacrificio y de sobrevivencia en la sociedad capitalista y
urbana de los Estados Unidos, venciendo difíciles obstáculos. En especial,
brillan las transformaciones psicológicas del gran actor Will Smith y estos
cambios de personalidad delinean la construcción de un extraordinario
personaje. Por ejemplo, el rostro de este héroe cotidiano refleja angustia,
tristeza, sabiduría, paciencia, ternura y alegría, entre otras emociones
culminantes y decisivas para la historia de un desempleado y de un afligido y
solitario padre de familia. El filme es, tal vez, la mejor actuación de
carácter de Smith, la más dramática construcción de un personaje dentro de los
parámetros realistas del drama social psicologista. La película se caracteriza,
en suma, por ser un verdadero drama conmovedor, inspirador y profundamente
aleccionador para los seres humanos que bordean el abismo, la desesperación, la
derrota y la angustia existencial. Es una historia real y realista de un
auténtico triunfo de la vida de un perdedor.
Según
el sitio www.filmaffinity.com, el crítico
norteamericano Peter Travers de la revista estadounidense Rolling Stone considera la actuación de Smith como inteligente,
encantadora y con humor, y le otorga la máxima calificación de cuatro estrellas.
Por su parte, la experta en cine Manhola Darghis de New York Times sostiene que la historia del filme es “un sueño
americano contado con arte, vendido con habilidad”. En tanto, el estadounidense
Scott Foundas de Los Angeles Weekly
indica que la película “evoca a [el director estadounidense Franz] Capra
mientras examina el sueño americano” y que “tiene una profundidad y honestidad
poco frecuentes”. Finalmente, el español José Manuel Cuéllar de El Diario ABC le concede tres estrellas de
cinco posibles. Por su parte, el prestigioso sitio www.imdb.es
le concede ocho de diez estrellas.
En busca de la felicidad es un drama basado en hechos reales del
mundo de los negocios y de la bolsa de valores en los Estados Unidos. Will
Smith fue nominado en 2006 al Óscar, al Globo de Oro (actor de drama) y al
Premio del Sindicato de Actores por su extraordinaria actuación. Asimismo, el
tema “A Father’s Way” de Christopher
Bruce también fue nominado al Globo de Oro como Mejor Canción Original en el
mismo año. El guión cinematográfico fue escrito por el norteamericano Steve
Conrad.
El director italiano Gabriele Muccino (1967―)
ha dirigido El último beso (Italia, 2001), Ricordato de mi
(Italia, 2003) y Siete almas (Estados Unidos, 2008), entre otros filmes.
En esta última película, también actúa el propio y brillante Will Smith
(1968—). Dentro de la carrera de este destacado actor afroamericano, Smith ha
actuado en Enemigo público / Public
Enemy (Estados Unidos, 1998), Yo, robot / I, Robot (Estados Unidos, 2004), Soy leyenda / I am Legend (Estados Unidos,
2007) y Hancock (Estados
Unidos, 2008), entre otros importantes filmes.
En
conclusión, En busca de la felicidad de Gabriele Muccino traza la
historia de un perdedor que se convierte en ganador en el mundo de los
negocios.
[1] Esta reseña crítica
fue publicada en la distinguida y ya desaparecida revista Chihuahua Moderno
en mayo de 2012. El presente texto es una versión corregida y aumentada de
dicha reseña para brindarla a los interesados lectores de todo el mundo que
consultan mi Blog.
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