LA
CURACIÓN ESPONTÁNEA
DE ANDREW WEIL[1]:
EL CUERPO COMO INNATO “SISTEMA SANADOR” Y LA "MEDICINA INTEGRATIVA"
ÓSCAR
ROBLES
La
salud es “consecuencia de una vida en armonía con la ley natural” y “El cuerpo
puede curarse a sí mismo”, son las tesis centrales del libro La curación
espontánea (1995) del doctor estadounidense Andrew Weil (12, 16). Para
lograr estos objetivos vitales, Weil propone en este libro vivir en armonía con
la naturaleza y recurrir a diferentes posibilidades de la medicina alternativa,
tales como la acupuntura, la retroalimentación de vida o biofeedback, la curación religiosa, la hipnoterapia, la homeopatía,
la medicina aryuvédica, la medicina china tradicional, la medicina holista, la
naturopatía, la quiropraxia, la herbolaria, la dieta macrobiótica, la terapia
de imágenes guiadas, la visualización, la terapia de manipulación osteopática,
el toque terapéutico y/o el trabajo corporal (feldenkrais, rolfing, shiatsu y trager).
De
acuerdo a su libro, el doctor Weil sigue principalmente los dictados de Higea,
la diosa de la salud entre los antiguos griegos. Bajo esta guía histórica y
mitológica, piensa que las leyes naturales “aseguran al hombre una mente sana
en un cuerpo sano” (Weil 12). Al basarse en las leyes naturales, los sanadores
o curanderos de la antigüedad griega servían a la diosa Higea, hija de
Asclepio. En tanto, los médicos trabajaban bajo el patrocinio de Asclepio, el
dios de la medicina (12). Esencialmente, la base científica expuesta en este
trascendental libro escrito por Weil se finca en la idea de que el ADN es una macro-molécula que define la
vida, posee una tendencia natural a la auto-reparación y, en consecuencia, la
curación se vuelve un proceso espontáneo (106-107). En pocas palabras, Weil
promueve la llamada Medicina Integradora
en las tres partes y diecinueve capítulos que componen este interesante libro
sobre la curación del cuerpo humano.
Por
estas propuestas medicas novedosas, esperanzadoras y optimistas, el libro de
Weil ha vendido más de un millón de ejemplares desde su publicación a mediados
de la década de los noventa, se ha convertido en un verdadero bestseller internacional, ha sido
traducido a varios idiomas y ha representado una efectiva y autentica
alternativa de curación. Especialmente, este libro tuvo un gran impacto entre
el público durante la década de los noventa, justo en medio de la crisis
económica de los servicios nacionales de salud de los Estados Unidos y de la
ineficacia de los antibióticas y otras medicinas alternativas.
PORTADA DEL LIBRO CURACION ESPONTANEA DE ANDREW WEIL |
En
general, las tres partes del libro y los diecinueve capítulos convergen con
gran eficacia y objetividad, para fijar la idea de que el cuerpo humano posee
un innato “”sistema sanador”. Es decir, el libro plantea que hay una gran
“capacidad del cuerpo para repararse a sí mismo” (Weil 111). Para activar este
poderoso “sistema sanador”, las personas deben conocer bien la organización
biológica del cuerpo humano, alimentarse correctamente, recurrir a las
vitaminas y a las hierbas tónicas, hacer ejercicio regularmente, reducir el estrés
o tensión emocional y conocer muy bien el medio ambiente y las sustancias tóxicas
que invaden el ambiente en una comunidad determinada.
En
la primera parte (siete capítulos), Weil
define qué es el “sistema sanador”, realza el papel de la mente en las curaciones,
propone un “tao de la curación” y analiza diez casos clínicos ocurridos entre
sus propios pacientes y entre los pacientes de otros médicos. En particular,
todos estos pacientes se aliviaron de enfermedades tan diversas y difíciles de
curar, tales como las siguientes catorce: Anemia aplásica, colitis ulcerosa,
depresión, impotencia, ciática, esclerosis múltiple, diferentes tipos de cáncer
(de próstata, de piel, de hueso, de riñón y de mama), escleroderma, artritis
reumatoidea, lupus, hipertensión arterial, hipotiroidismo, mielofiebrosis
primaria en el bazo, hernia discal en una vértebra lumbar, entre otras más.
Especialmente, el síntoma principal del “escleroderma” es la lesión de algún
tejido producida por “una reacción indebida del sistema inmunitario” (Weil 27).
Una paciente de Weil mostró, además, los siguientes síntomas de dicha
enfermedad: “Las manos frías y la piel amoratada, brillante, dura y rígida”
(28). La complicación de esta enfermedad derivó en una “fibrosis pulmonar” y la
enferma tuvo problemas para respirar (28). Para aliviar estas enfermedades, se
llevaron a cabo medidas de auto-reparación del sistema de salud del cuerpo
humano.
La segunda parte
(siete capítulos) se centra en la mejora del “sistema sanador”, mediante una
alimentación balanceada y otras medidas de curación. Fundamentalmente, esta
alimentación consistió en un ayuno semanal, grasas mono-insaturadas, proteínas
de pescado y de soya, frutas, verduras y cereales integrados. Sobre el pescado en
particular, Weil refiere que “los países en que se come más pescado tienen los
índices más elevados de longevidad y los más bajos de enfermedad” (207). Por
otro lado, se recurrió a las siguientes cinco medidas sanadoras más en dichos casos clínicos:
1) Las dietas curativas; 2) la protección contra toxinas del medio ambiente,
tales como pesticidas, esmog, gases, aerosoles, nicotina, residuos químicos en
aguas, energía nuclear, rayos X rayos ultravioleta y otras más; 3) el uso
frecuente de tónicos y vitaminas, tales como ajo, jengibre, te verde, cardo
mariano, ginsén y otras sustancias; 4) la conexión del cuerpo con la mente y el
espíritu, a base de ejercicios físico, de descanso, de diversas técnicas de
respiración, de pensamientos positivos, de imaginación sexual, de visualización
curativa, de lecturas de escritores clásicos y de otras tareas más; 5) y, finalmente,
mediante un programa completo especial de ocho semanas con alimentos,
ejercicios y vitaminas.
La tercera parte del
libro (cinco capítulos) expone las posibles medidas curativas para combatir diversos
tipos de enfermedades. Para explicar este asunto, por ejemplo, se detallan en el
libro las medidas correctas para los tratamientos médicos, tales como la aplicación
de la medicina alopática y/o la medicina alternativa. Esencialmente, Weil
considera que la medicina alopática o tradicional es más apropiada para los
siguientes problemas de salud: Traumatismo, urgencias médicas y quirúrgicas,
infecciones bacterianas, infecciones parasitarias, vacunas, diagnosticar
problemas médicos complejos, reemplazar caderas y rodillas lesionadas, cirugía
cosmética y para insuficiencias hormonales (Weil 309). También, el brillante autor
de este libro relata once casos clínicos de pacientes estadounidenses, explora
diversas alternativas de curación (acupuntura, hipnoterapia, homeopatía,
quiropraxia y otras más) y examina cuidadosamente las estrategias de salud que
tuvieron verdadero éxito.
Asimismo,
en la tercera parte, el doctor Weil hace
recomendaciones especiales para tratar diversos tipos de enfermedades. Por ejemplo,
examina los siguientes cuatro tipos de enfermedades: 1) Comunes: Alergias,
dolores e infecciones; 2) enfermedades autoinmunes, cardiovasculares y de la
piel; 3) trastornos digestivos, mentales, emocionales, nerviosos,
musculo-esqueléticos y urinarios, entre otros; 4) y el análisis del cáncer como
caso especial de enfermedad. Para Weil, los organismos vivos son como los ríos,
la cual es una poderosa imagen poética y natural. Si las personas dejan de
verter impurezas en los “ríos”, “los niveles de contaminación irán bajando
hasta un punto en que reviven los mecanismos de saneamiento” (Weil 116). Por
ejemplo, para tratar el cáncer, Weil recomienda más la cirugía que la
radioterapia y la quimioterapia. Por ser el cáncer una enfermedad sistémica,
sugiere que los enfermos mejoren su salud general y hagan cambios en los planos
físico, mental, emocional y espiritual de sus vidas (364, 372). En suma, el río
es la imagen clave para entender los procesos naturales de enfermedad y salud.
Merece
especial atención el capítulo 2 de la
primera parte de Curación espontánea. En este capítulo, Weil narra
con precisión y apropiada información médica uno de los casos más sorprendentes
de curaciones: La efectiva y paciente labor curativa del octogenario osteópata
jubilado Robert Fulford en la ciudad de Tucson, Arizona, durante la década de
los noventa. La base de las curaciones de Fulford era el tratamiento con las
manos, con el firme propósito de “ajustar mecánicamente el cuerpo para permitir
el buen funcionamiento de los sistemas circulatorio y nervioso” (Weil 45). Este
facultativo médico egresó de la Escuela de Osteopatía de Kansas City, Missouri.
Fundamentalmente, este doctor estadounidense concebía el cuerpo humano como una
unidad de energía, basada en la respiración correcta. Con este enfoque médico,
Fulford curaba a las personas aplicando masajes con sus manos y con un martillo
percutor. Por ejemplo, trataba dolencias músculo-esqueléticas, problemas
hormonales y digestivos, trastornos del sueño, asma, infecciones de oídos y
otras dolencias más.
En
particular, Robert Fulford partía de una idea médica fundacional del terapeuta
William Sutherland. Este facultativo propuso en 1939 que había una respiración primaria basada en los
movimientos craneales y del hueso sacro, y una respiración secundaria en el pecho, los pulmones y el diafragma. Asimismo,
Sutherland pensaba que “los huesos del cráneo se mueven” (Weil 46-47).
Siguiendo las ideas de Sutherland, Fulford “se entrenó para sentir un pelo
humano colocado bajo 17 hojas de papel” y de este modo desarrollar una buena
“sensibilidad táctil” (47). Según Andrew Weil, Fulford liberaba la tensión de
los cráneos y de los huesos sacros y “era un osteópata puro y a la antigua,
fiel a la tradición del hombre que fundó ese sistema, Andrew Taylor Still
(1828-1917), de Kirsville (Missouri)” (45). En resumen, Fulford creía fielmente
en el gran papel de la Madre Naturaleza para restaurar la salud perdida.
Especialmente, este doctor liberaba de los shocks
y de los traumas físicos a los huesos sacros con sus manos o con el martillo
percutor. Según Fulflord, “simplemente les saco el demonio a los sacros” (53).
Derivadas
de la impactante experiencia con Robert Fulford, Andrew Weil establece cuatro
ideas centrales para tener muy buena salud. Primero, “el cuerpo desea estar sano”
y, para lograr esto, la energía debe circular libremente. Segundo, “curar
es un poder natural” y, por ello, hay que dejar que “la Madre
Naturaleza haga su trabajo”. Tercero, “el cuerpo es un todo y todas sus partes
están conectadas y es, en pocas palabras, un “organismo unificado”.
Cuarto, “la confianza de los médicos influye en gran manera en el poder auto-curativo
de los enfermos (55, 57).
En
conclusión, “la curación espontánea” se fundamenta en que “la curación es una capacidad inherente a la vida” por diversas situaciones
y hechos (Weil 107). Así pues, “la curación espontánea” ocurre en algunas importantes
operaciones continuas del propio “sistema sanador” en el cuerpo, por su misma
capacidad innata para detectar los daños en el cuerpo, por su misma capacidad
para eliminar y reemplazar estructuras dañadas y por la propia tendencia
natural a la curación ejercida por la poderosa macro-molécula el ADN (107). Por ejemplo, la
reparación de estructuras deterioradas incluye la cicatrización de heridas, la
generación de nuevos cartílagos y el surgimiento de porciones de huesos.
En
realidad, los tratamientos médicos funcionan gracias a la activación interna de
los “sistemas sanadores” del cuerpo. Según Weil, “el tratamiento se origina fuera de uno”, pero “la curación viene de adentro” (157). Al final de cuentas, las
enfermedades físicas tienen un fuerte origen emocional y mental. La gente
enferma, por ejemplo, por “ciertos hábitos mentales”, “por no descargar las
emociones negativas, por no llevar una
vida más espiritual” (160). Sin embargo, antes que tratar una enfermedad,
hay que “enseñar a prevenir” los
males, recomienda Weil (25).
Finalmente,
La curación espontánea del doctor Andrew Weil es un valioso, optimista y
documentado estudio para el público en general y para los médicos y enfermeros.
Cuenta con una gran claridad expositiva, con el uso de casos concretos de
enfermos, con la clasificación de las diferentes áreas de la medicina
alternativa, con las recomendaciones específicas para curar más naturalmente alrededor de quince
enfermedades comunes y con un nutrido apéndice que tiene una buena guía para
localizar médicos, terapeutas, productos e información en diferentes estados de
los Estados Unidos de Norteamérica, tales como los fronterizos California y
Colorado, los cuales están muy cerca de México.
En
el epílogo de esta obra fundamental sobre medicina, Weil refuerza su popular Medicina Integrativa, mediante la propuesta
de una significativa reforma de la educación médica en su país. Para este propósito
toral de la vida humana y de la vida nacional de los Estados Unidos, recomienda
la integración de clases de filosofía de la ciencia, de medicina
alternativa, de psicología, de espiritualidad y de investigación y de otras medidas
más. De este modo, los médicos estadounidenses pueden explorar y entender mucho
mejor “el poder sanador de la naturaleza” y el papel central del “sistema
sanador del cuerpo” (Weil 380, 381). Por todos estos motivos expuestos, Curación
espontánea del doctor Weil es un libro muy recomendado para leerse en
México y en toda Latinoamérica. Especialmente, sirve para entender el
trascendental poder de la mente y del espíritu y el funcionamiento de la Madre Naturaleza
para curar enfermedades físicas.
Andrew Weil (1942―) es médico,
profesor, investigador, conferencista y escritor. Ha sido reconocido como el
gran “gurú” de la salud holística y de la Medicina
Integrativa (“Andrew”). Estudió medicina en la Universidad de Harvard en la
década de los sesenta, ha sido profesor de la Universidad de Arizona desde la
década de los noventa y es fundador de The
Arizona Center for Integrative Medicine para dicha universidad en 1994. Asimismo,
ha publicado numerosas obras de medicina, entre las cuales pueden mencionarse Health
and Healing (1983), Healthy Aging (2005) y Why Our Health Matters
(2009), la cual aborda la reforma de
salud en los Estados Unidos (“Andrew”).
Obras
citadas
“Andrew
Weil.” Wikipedia. La enciclopedia libre. 7 enero 2016. FundaciónWikimedia, Inc. 25 noviembre
2015.
Weil, Andrew. La curación espontánea.
New York: Vintage Español, 1997.
―. Spontaneous Healing. New York: Alfredo Knopf, 1995.
PORTADA DE LA EDICION EN ESPANOL DEL LIBRO DE ANDREW WEIL |
[1] Esta reseña
crítica fue publicada originalmente en la brillante y ya desaparecida revista Chihuahua
Moderno en enero de 2011. La
presente es una versión corregida y aumentada de dicho texto para ofrecerlo a
los gentiles lectores que siguen regularmente mi Blog.
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