POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL NUEVO GOBIERNO FEDERAL DE 2024-2030
POR ÓSCAR ROBLES
Tras la severa pandemia del COVID-19 y la grave recesión
económica de 2020, sería bueno que el nuevo gobierno federal de México comience
a trabajar de lleno en 2024 en tres áreas importantes como basamento inicial: economía,
trabajo y salud.
Primero, hay que crear riqueza material con inversiones
en infraestructura rural y urbana y en negocios; hay que mejorar las condiciones
de trabajo de los mexicanos con reformas e inspecciones constantes de la
secretaría pertinente; y debe atenderse la salud personal y el bienestar social
para el periodo de 2024-2030. Sin trabajo bien pagado y sin salud, no puede
haber alimentación adecuada, buena educación y cultura profunda y útil.
Después, sin ser tan ambiciosos, se puede progresar paulatinamente
con la educación y la cultura, los asuntos fiscales, la movilidad urbana y el transporte
colectivo moderno, las políticas energéticas y otras reformas estructurales,
entre otros aspectos propios de un país de paz.
En particular, la inseguridad pública es un problema
muy complejo porque implica una buena colaboración con los Estados Unidos. Sin
embargo, debe prevenirse y corregirse este serio problema desde la formación personal
y civil de los mexicanos, por parte de todas las instituciones de civilización:
familia, escuela, iglesia, medios de comunicación masiva, sindicatos,
cooperativas, clubes deportivos, asociaciones profesionales, grupos culturales
y otras más.
En especial, el subsistema más grande del país es
precisamente la educación y, por lo tanto, se requiere mucha inversión económica
para dar escuela y formación académica a millones de mexicanos, dentro de una población
que puede rebasar los 135 millones de ciudadanos en pocos años, justo antes de
terminar la presente década tercera del siglo XXI.
Basta ver los resultados concretos de los últimos dos
gobiernos federales, para ver que se prometió mucho y se hizo poco y se endeudó
demasiado al país y, lo peor, siguen la descomposición social, la
ingobernabilidad, la deficiente preparación académica, el caos urbano y los
malos servicios públicos y el deterioro ambiental del aire, el agua y el suelo.
En suma, hay que empezar a gobernar entre todos:
gobiernos y sociedad. Hay que construir un basamento sólido con economía, trabajo
y salud. Querer arreglar todo en seis años no es apropiado. La destrucción es
inmensa. Sin tejido social, sin comunidad, sin colectivismo, sin Estado de
Derecho, no hay verdadero avance como nación moderna.
Finalmente, toda modernización económica debe ir acompañada
de una profunda modernización cultural. De lo contrario, se repetirá otro
periodo de capitalismo salvaje a la mexicana.
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