ECONOMÍA VS. SOCIEDAD EN MÉXICO EN 2024-2030
POR ÓSCAR ROBLES
El mejor candidato presidencial en 2024 debe balancear
las políticas públicas orientadas a mejorar a la sociedad (infraestructura para
bienestar social, programas sociales) y a impulsar la economía (empleo, impuestos,
inversiones en negocios).
El asistencialismo populista puede ser excesivo y
llevar a la ruina económica al país; la abundancia de riqueza puede conducir a
un mal reparto de las ganancias y remarcar las desigualdades sociales. Son las complicadas
experiencias derivadas de los gobiernos federales del siglo XXI.
Parece que algunas mujeres aspirantes a la presidencia
de México (Claudia Scheinbaum y Xóchitl Gálvez) se inclinan más por los programas
sociales; algunos hombres (Marcelo Ebrard, Enrique de la Madrid, Samuel García),
a la apertura de las inversiones con el Nearshoring y otro tipo de
negocios.
Para balancear la postura política, todos los
aspirantes y candidatos presidenciales deben incluir un grupo de asesores sociales
o económicos, que pueden desempeñarse como funcionarios en las secretarías
federales apropiadas. Por eso, los finalistas deben dar a conocer a los
mexicanos y mexicanas sus programas de gobierno y su posible equipo de trabajo
para el sexenio 2024-2030.
El mercado crea riqueza. El sistema capitalista global
tiene sus propias reglas y leyes y sigue operando en el planeta desde hace
siglos. Para atender las causas sociales, hay que producir riqueza económica y
luego distribuirla correctamente con estrategias inteligentes y estudios
profundos sobre los efectos positivos y negativos de las políticas públicas en
la sociedad y en el mundo.
No se puede gobernar al ai se va. Ante todo, el
Estado es un benefactor social y se ha visto desde hace una década que no
cumple todas sus funciones de manera eficaz y eficiente. Además, la sociedad
mexicana manifiesta síntomas serios de ingobernabilidad. Para gobernar bien,
hay que participar todos, gobiernos y sociedad. Puede haber un buen gobierno,
pero si la sociedad no colabora, se pierden los beneficios del ejercicio de las
autoridades federales, estatales y municipales.
La seguridad pública es un asunto complejo para toda clase de aspirantes presidenciales y para todos los partidos políticos.
Ojalá que los mexicanas y mexicanas elijan el mejor candidato
a la presidencia de la República.
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