domingo, 18 de mayo de 2014

"ALEBRIJES" EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA: BELLEZA Y FANTASIA DE ARTISTAS OAXAQUENOS

ALEBRIJES EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA:
BELLEZA Y FANTASÍA DE ARTISTAS OAXAQUEÑOS

ÓSCAR ROBLES

“Obras maestras de Jacobo y María Ángeles” son alebrijes propios de la cultura zapoteca, esculturas de animales de colorido fantástico e inverosímil, pero con un perfecto trazo naturalista. En general, estas esculturas de los Ángeles se basan en figuras animales con forma realista, pero con intensos y variados colores distribuidos en forma de lienzos, tapices o tejidos que muestran incrustaciones de figuras geométricas y prodigiosas líneas dentro del cuerpo de los animales. Estos perfectos tejidos convierten al animal en una figura fantástica de fascinante belleza. Esta brillante exposición artesanal y artística se expone en el Museo Casa Chihuahua de la ciudad de Chihuahua, desde el 21 de marzo al 23 de junio de 2014. Los dos artistas son nativos del estado de Oaxaca.
Las “obras maestras” de los Ángeles son alrededor de cuarenta originales creaciones talladas en trozos de la madera del árbol copal macho propio del estado de Oaxaca y pintadas con pigmentos vegetales. Bajo la perspectiva artística de estos dos oaxaqueños, estas figuras animales o alebrijes adquieren resonancias líricas, creativas, fantásticas, mitológicas y, en algunos casos, hasta humorísticas. El “alebrije” es una obra de arte y de artesanía creada por el artesano mexicano Pedro Linares López en 1936. En general, es una figura animal fantástica, a veces monstruosa o demoniaca, pintada en diversos colores vivos e intensos y de varias formas. En Oaxaca, los alebrijes son una poderosa y creativa artesanía y un gran arte escultórico, con hondas raíces en la cultura prehispánica y con impactantes expresiones de arte contemporáneo. Los alebrijes entroncan en cierta forma con el poderoso “bestiario pictórico” de las pinturas y esculturas de otro artista oaxaqueño, Francisco Toledo, uno de los grandes pintores mexicanos del siglo XX. Los animales tienen, pues, un alto significado en la cultura oaxaqueña y habitan la imaginación artística de los creadores.
En un video mostrado en el museo mencionado, los espectadores pueden observar el proceso creador de los artistas en cuestión. En primer lugar, se observan las acciones de cortar y tallar los troncos en el taller de Jacobo Ángeles. En segundo lugar, se ve la forma de pigmentar las figuras con sustancias vegetales. En general, las imágenes del video van revelando algunos resultados de dicho proceso artístico y, entonces, emergen refinadas imágenes de un búho, un colibrí, una rana. Por su parte, la artista María del Carmen Mendoza explica en el mismo video sus orígenes regionales, étnicos y artísticos, profundamente ligados al sureño estado de Oaxaca.

1.  CONCEPTOS DE “ALEBRIJE”

En especial, estos alebrijes de la exposición no son monstruosos o demoniacos como las figuras animales más populares y más artesanales surgidas en la primera mitad del siglo XX, sino que manifiestan expresiones positivas y creativas de la fauna del sur mexicano, pero como una forma de creación artística muy original por parte de los esposos Ángeles. Según una descripción de la exhibición en el museo, los “alebrijes” tienen cuatro acepciones posibles dentro del arte y la artesanía mexicanos. Pueden ser 1) “seres fabulosos animalescos hechos de papel maché o de madera, sin pintura o con pintura surrealista”; 2)  “esculturas surrealistas de madera con pinturas surrealistas”; 3) “esculturas naturalistas de madera con pinturas naturalistas que retratan objetos conforme al original, muchas veces usando fotografías como base”; 4) “otras tallas de madera, en parte producidas a mano, otras producidas a máquina, fabricadas en grandes cantidades como souvenir”. En especial, las obras de María y Jacobo Ángeles responden más al modelo tres, pero los variados colores en forma de tejidos o lienzos convierten a los animales en personajes fantásticos. 

2.  LOS ZAPOTECAS: CULTURA ANCESTRAL Y CREATIVOS ARTISTAS

Los orígenes culturales de las figuras exhibidas se remontan a la cultura zapoteca propia del estado de Oaxaca, de donde son originarios los dos artistas. Los zapotecas se desarrollaron entre el año 1500 a. C. y 900 d. C. y tenían como centros culturales principales las ciudades de Monte Albán y Mitla, de acuerdo a la descripción instalada en dicho museo chihuahuense. El apogeo de los zapotecas se centra entre 250 y 150 d. C. Particularmente, los zapotecas tienen una fuerte influencia de la cultura olmeca de México y crearon numerosas piezas de artesanía y arte, tales como relieves, cerámicas policromadas, orfebrería, obras de metal, esculturas e imponentes edificios, según el resumen cultural de dicho museo.

3.  LA “TONA” O “NAHUAL”: ESPÍRITU REGENTE DE LOS HUMANOS

Los animales son muy importantes en la cultura zapoteca del estado de Oaxaca, desde el punto de vista cultural, religioso y artístico. Estos animales encarnan la “tona” de una persona. Según la tradición zapoteca, los padres y abuelos asignan un animal a cada niño, de acuerdo a la fecha de nacimiento del mismo, según declara la artista María Ángeles en un resumen de la exposición dedicado a definir el concepto de la “tona”. Estos animales son la “tona”, “nahual” o espíritu que dará nombre al recién nacido y regirá la vida del niño durante su vida. Cada día del año tiene un animal asignado en un libro o calendario zapoteca, según la artista oaxaqueña. Bajo la visión personal de los Ángeles, los animales tallados en madera y pintados son una especie de homenaje a esta tradición de la “tona” o “nahual” y, en especial, adquieren una poderosa y personal expresión artística que los hace ser “obras maestras”. En consecuencia, el papel religioso es menos importante que la función artística o estética en esta exposición.  
En especial, la famosa tradición zapoteca de la “tona” aparece en el cuento “La tona” de la colección El diosero (México, 1952) del etnógrafo y escritor mexicano Francisco Rojas González. En este cuento, aparece una variante de la “tona”, marcada por el impacto de la civilización occidental moderna encarnada en la figura de un médico que usa como medio de transporte una bicicleta en la zona rural indígena. En la trama, una partera y un médico ayudan a dar a luz a una mujer indígena. Luego, arrojan las cenizas con las que se calentó el agua para ejecutar el procedimiento médico del nacimiento del bebe, justo alrededor de la choza donde ocurre el alumbramiento. Entonces, los padres del niño dejan pasar una noche para fijar el nombre del bebe mediante la presencia espontanea de un animal en los alrededores de la casa. Al día siguiente, los padres revisan las huellas del animal que pasó sobre las cenizas regadas para escoger el nombre apropiado para el recién nacido, según la tradición indígena. Este nombre de animal debe acompañar a un nombre hispánico como nombre de pila. El final del cuento tiene humor, pues los padres del bebé descubren que las únicas huellas dejadas en la ceniza fueron precisamente las ruedas de la bicicleta usada por el doctor que asistió al parto. Entonces, el niño es bautizado con el curioso y pintoresco nombre de “Damián Bicicleta”.

4. FIGURAS ANIMALES: ESTÉTICA Y ORIGINALIDAD CREATIVA

El centro de las creaciones de María y Jacobo Ángeles son los animales, bajo el trazo naturalista, el colorido fantástico y el dinamismo del movimiento. En el Museo Casa Chihuahua se exhiben alrededor de cuarenta figuras exhibidas en vitrinas y en plataformas apropiadas. En una de las plataformas, se muestran, por ejemplo, tres piezas en el inacabado proceso de hechura, con la madera sin color, para mostrar la materia en bruto, cobrando forma y un poco de color, hasta prefigurar dos leones en un casi neutral color crema. Las figuras animales son un jaguar u océotl, un “toro rebelde”, un gato montés, un león, un águila, unos gallitos de pelea, un “coyote saludando”, numerosos colibríes o chuparrosas, un “perro mordiéndose”, un “coyote aullando”, un “oso polar”, una “rana con guitarra” [la figura más cómica y fantasiosa, como de personaje de fábula], un “dragón centella”, un “perro”, un “oso panda”, un “búho chango”, un “jaguar observando”, un “armadillo con iguana”, una “serpiente emplumada” y otras piezas más.

5.  MATERIALES Y TÉCNICAS: MADERA Y DINAMISMO

         Para crear los alebrijes oaxaqueños, los artistas y artesanos utilizan el árbol del copal, sus resinas, sus cortezas, sus ramas y su tronco. Asimismo, los pigmentos para colorear se hacen a base de corteza de árbol, de granadas, de limón, de la grana cochinilla, de flores y frutos silvestres diversos, según otro resumen de la exposición dentro del museo citado. En general, estas figuras animales son una fauna increíble, con posturas muy dinámicas que reflejan los movimientos y situaciones propias de los animales en medio de la naturaleza salvaje. Sin embargo, los originales coloridos, los geometrismos y las numerosas líneas lucen como verdaderos “lienzos”, “tapices” o “tejidos” dentro de los cuerpos animales. Esta factura artística convierte a las figuras en piezas originales, creativas y fantásticas.
Así pues, la técnica y el proceso general consiste en construir una figura animal en forma realista, algunas veces en movimiento y otros en postura estática. Después, los cuerpos animales se nutren de coloridos tejidos sobre sus músculos, cabeza y extremidades y varios de ellos contienen originales figuras geométricas. Estos tejidos son como telas o lienzos, lo cual convierte al animal en fantástico y, en algunos casos, hasta en figura mítica como el caso del perro. En suma, estos alebrijes oaxaqueños son una invención artística sumamente original, muy hermosa y refinada. Una de las piezas artísticas rebasa el nivel de mera representación naturalista y artística. El perro representa en particular al dios del inframundo o “el nivel inferior de la tierra norte de los muertos”, según explican los dos artistas. Y la serpiente es la encarnación del dios Quetzalcóatl.

6. SEIS EJEMPLOS MAESTROS Y EXCELSOS DE ALEBRIJES

En general, estas esculturas de madera colorida son piezas de gran y muy original factura artística, muy atractivos a la vista de los espectadores. Basta ver algunos de los títulos de estas “obras maestras” de los Ángeles para advertir la variedad de esta particular “fauna artística” que abarca diversos grupos o especies, tales como los mamíferos, los peces, las aves y los anfibios especialmente: “Toro reparando”, “Buitre”, “Búho”, “Conejo mimbre”, “Venado”, “Pez”, “Lobo”, “Búfalo”, “Serpiente Quetzalcóatl”, “Coyote aullando” [figura más pequeña que la imagen naturalista], “Coyote aullando”[otra figura más grande y natural, con espléndidos colores azul rey y bellísimos tejidos], “Coyote vigilando”, “Rata con caña”, “Pollita maicera”, “Oso California” y otras figuras más.
Para explicar mejor la calidad artística de estas piezas exhibidas, se describe más detalladamente el valor artístico de seis figuras animales o alebrijes en especial. Primeramente, “Coyote aullando” (83 x 81.5 x 30 cm) muestra a un coyote sedente que está aullando con la cabeza totalmente volteada hacia arriba. Tiene una cola enorme y hermosa. Su volumen corporal es dominado por un intenso azul profundo; dos patas están pintadas con un refinado azul rey y algunas líneas cafés y tejidos sinuosos con líneas y geometrismos muy bien trazados. En segundo lugar, “Armadillo con iguana” (40 x 34 x 21 cm) es impactante por su dinamismo “congelado” por la superior destreza del artista. Una verde iguana se mueve sobre el lomo de un armadillo y ambos animales parecen juguetear y se besan o se agreden mutuamente con las bocas. El armadillo luce armónicamente en su cuerpo los colores azul, café y amarillo con tejidos y geometrismos dinámicos y muy hermosos. El cuerpo del armadillo es un “laberinto” de lienzos, líneas y tapices. Figuras y formas lucen extremadamente refinadas y deliciosas como tapices orientales. En tercer lugar, “Rata con caña” (16 x 35 x 15 cm) es gracioso y dinámico también. Una rata parada en dos patas devora con su hocico un trozo de caña. Tiene una cola enorme que ondula como serpiente coralillo. Su cuerpo es de color gris y blanco y una pata es rosada y otra muestra los inverosímiles colores azul rey y azul intenso al mismo tiempo, con originales figuras geométricas en color negro. El movimiento está materialmente “cuajado” en la forma del animal y es verdaderamente prodigioso.
Otras tres figuras animales son verdaderamente admirables por su forma y por su colorido. En cuarto lugar, “León volteando” (35 x 80 x 30 cm) es una figura de un refinamiento superior. Un león está de pie y voltea hacia su lado derecho. El volumen corporal es dominado por el color amarillo, por prodigiosos tejidos lineales y geométricos de hechura tan original como la de los lienzos o tapices o telas. Sobre todo, la cabellera de la fiera es voluminosa y dentro de ella resaltan las dos orejas como dos estrellas en color aguamar. La paleta de la pierna derecha reluce unos brillantes tejidos con estrellas también de color aguamar. Como varios de los alebrijes de la exposición, el dinamismo es impresionante y vivaz y el colorido y el volumen corporal son espectaculares y muy llamativos para los espectadores. En quinto lugar, “Los colibríes en vuelo” es una pieza escultórica de dinámica y frágil belleza, es como un breve poema haikú de origen japonés. Cerca de cien colibríes multicolores flotan en el aire, atados por delgados y casi imperceptibles hilos que penden del techo, para trazar un impactante espectáculo visual como de juguetería, como en la naturaleza. Y es que el vuelo de todas las aves está atrapado y congelado por el poder del arte, por la fina sensibilidad del original artista, un frágil Ángel o Ángeles de imaginación laminada: En su color y en su forma naturalista y realista, el vuelo está vivo y vivaz, permanece para que lo admiren. Estos colibríes son la perfecta representación del fino vuelo de parvada multicolor, esa refinada y secreta “escritura” de la naturaleza que acaso son los poemas que Dios escribe, poemas cifrados e indescifrables, poemas coloridos. En resumen, la parvada se exhibe como el refinado y frágil existir de las avecillas flotando mágicamente en el aire. En sexto lugar, “Gato montés” (68 x 49 x 30 cm) es un alebrije de extrema belleza y elegancia colorida. Un gato sedente mira hacia el lado derecho con la gracia y elegancia de un gato casero domesticado. Destaca el trazo de sus colores y sus formas y tejidos de factura original: Cabeza verde turquesa, paleta de la pierna derecha en azul intenso, prominente y sinuosa cola también como serpiente y el tejido lineal y geométrico de impecable rojo bermellón muy dominante en el cuerpo del animal. Su exacta forma naturalista es preciosa, pero el volumen corporal es portador de lienzos o pinturas inventadas por la rica imaginación de su artista creador, un Ángel (es), María o Jacobo. La figura se muestra como un gato fantástico, de colección, de suprema y sedosa belleza.

7.  LOS ALEBRIJES: “FLOR Y CANTO”

¿Acaso son estos alebrijes de María y Jacobo Ángeles producto de esa filosofía estética de “flor y canto” que alimenta al arte y a la cultura mexicanos?
En el excelente programa de televisión Antropológicas, el historiador mexicano Miguel León Portilla sostiene que la filosofía de “flor y canto” de los antiguos mexicanos es muy profunda y muy hermosa y piensa que “flor y canto” significa la belleza, la verdad y la esencia de la vida, entre otras cosas. También Portilla afirma que esta filosofía de vida, belleza y poesía se proyecta en los mexicanos contemporáneos, especialmente en las obras radiantes de los numerosos artesanos y  artistas (ONCE TV MÉXICO, abril 20, 2014, 8-9 p.m., Tiempo del Centro de México). “Flor y canto” es una perfecta metáfora para resumir la visión artística de los mexicanos y para explicar por qué México es un país de abundantes artistas y, principalmente, de numerosos artistas plásticos: Escultores, pintores, artesanos.
Al ver “Obras maestras de Jacobo y María Ángeles” en el Museo Casa Chihuahua, los espectadores pueden pensar que estos alebrijes son auténtica belleza, verdad, profunda esencia: Son “flor y canto”. En general, estas figuras animales implican tradición, cultura indígena, artesanía, arte, poesía, imaginación, naturaleza, mito y arte original de sus creadores. Sobre todo, son belleza que se cristaliza en la madera del tiempo y en los lujosos colores.

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