FOTOS Y VIDEO DE LOS CORAS DEL ALTO NAYAR EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA: LA SINCRÉTICA TRADICIÓN CATÓLICA DE SEMANA SANTA
ÓSCAR ROBLES
Coras del Nayar. Imágenes de una herencia ancestral del arqueólogo Raúl Barrera se compone de veintiocho fotos y un video exhibidos en el Museo Casa Chihuahua de la ciudad de Chihuahua. Fotos y video muestran escenas de las festividades religiosas de los indios coras, vestidos con sus coloridos vestidos regionales de algodón justo cuando celebran la Semana Santa según el rito católico. Junto a las fotos, aparecen algunos tableros con abundante y precisa información cultural, etnográfica, geográfica e histórica. Esta trascendente e histórica celebración religiosa ocurre precisamente en la región de la Cora Alta del estado de Nayarit. Esta exposición es un importante referente indígena mexicano para los chihuahuenses, pues dentro del estado de Chihuahua existe también la famosa celebración de Semana Santa de los tarahumaras o rarámuris, la cual ha tenido trascendencia nacional e internacional desde el siglo XX hasta la fecha.
En estos documentos visuales, hay escenas de fiesta, de descanso, de comida y de contemplación. Los hombres aparecen con pinturas en los torsos, brazos, piernas y rostros, pues son los protagonistas de la celebración, y las mujeres presencian los actos, vestidas con sus trajes típicos. En las procesiones participan personajes identificados con las pinturas en el cuerpo y con vestimentas especiales.
En el video, el público puede observar el interesante sincretismo religioso que funde lo católico con lo indígena de la región serrana del estado de Nayarit. Asimismo, se ve el espíritu comunitario, ya que todos cooperan con alimentos que colocan en diversas vasijas y luego los distribuyen entre todos los participantes del pueblo.
La Semana Santa es un rito católico con grandes implicaciones morales y metafísicas y con hondas conexiones con la agricultura y con la naturaleza. La Semana Santa entre los coras tiene algunas variantes propias de estos grupos indígenas mexicanos del Occidente. Según un cartel, los coras piensan que “el mal pone en riesgo la armonía cósmica”. En particular, esta fiesta católica se relaciona con “el ciclo agrícola del maíz, con el advenimiento de las lluvias, con la renovación de la vegetación y con el renacimiento de la vida”, según el mismo cartel colocado en el sótano del citado museo. En general, esta celebración representa “la persecución y muerte del Cristo Niño o Cristo Sol” durante la llamada Judea, lo cual implica un gran sincretismo entre la divinidad cristiana y el culto a los astros. Esta fiesta culmina en el Sábado de Gloria. En consecuencia, “los demonios se autodestruyen, regresando al río de donde partieron al inicio de la ceremonia”, explica el mencionado cartel. En las imágenes visuales, aparecen algunas escenas en un río.
En las fotos se observan batallas entre guerreros que disputan teatralmente con palos, dentro de una danza guerrera ritual; carreras; procesiones con una enorme cruz de madera, a pie y en caballo; la contemplación del pueblo como mudo testigo de los rituales religiosos tan populares en sus pueblos, especialmente por parte de las mujeres. Hay dos fotos en particular que exponen el rito cultural y religioso y, a la vez, tiene un gran valor estético por los encuadres, por la disposición de objetos y personas y por la captación armónica de la luz y la sombra:
En la primera foto, tres personas se encuentran frente a un alto y viejo muro blanquecino, custodiando una enorme cruz de madera, la cual está cubierta con unas telas de color azul. La cruz descansa precisamente sobre un rústico petate de palma donde están varias velas de cera, algunas hierbas y vasijas. El enorme muro pintado de cal destaca en medio de todas las imágenes, pues tiene algunas descarapeladas y, al mismo tiempo, realza con majestuosidad y originalidad la presencia de los indígenas y de los objetos religiosos y domésticos, como si esas personas, la cruz y el petate fueran un mero relieve de la enorme pared blanca. El conjunto es como una obra de arquitectura. En la segunda, el escenario son las ruinas de la iglesia de Santa Teresa de Nayar, la cual se encuentra totalmente destechada por los efectos del abandono y del tiempo, con el hermoso retablo de cantera al fondo. En medio de este espacio de tierra, cinco niños combaten con sables de palo, vestidos con indumentaria tradicional, como una manera de celebrar la Semana Santa, de repetir el ritual con luchas cuerpo a cuerpo, aun entre las nuevas generaciones de coras. El enorme espacio interior está dominado por el suelo de tierra, lo cual subraya el ambiente primitivo y un tanto desolado, y, en especial, los muros de piedra y el retablo de cantera remarcan la pervivencia material del pasado cristiano, el escenario ruinoso donde sobrevive la fiesta cultural.
En suma, las fotos, el video y los cuatro o cinco carteles colocados en las paredes del sótano trazan un completo y bien informado panorama visual y escrito de una interesante, comunitaria y simbólica fiesta religiosa sincrética, dentro de uno de los pueblos propios del Occidente de México: Los Coras de la sierra de Nayarit. Esta tradición cultural y religiosa tiene un alto contenido arqueológico, cultural, etnográfico e histórico para los profesionales de las materias apropiadas y para todos los mexicanos en general.
De esta manera, el arqueólogo Barrera y el Museo Casa Chihuahua difunden una tradición cultural aparentemente marginal, propia de los indígenas mexicanos, una gran tradición en que pueden verse los efectos de la cristianización llevada a cabo desde la Época Colonial y los efectos del tiempo. Todos estos documentos exhibidos son una forma de memoria cultural y de hondo nacionalismo, ya que esta celebración de la Semana Santa en la Alta Cora de Nayarit muestra varias costumbres (vestimenta, comida, rituales religiosos) y, especialmente, toda una visión de mundo de los indígenas. Esta visión de mundo es sincrética y está ligada a la agricultura, a la naturaleza y a la religión católica.
La exhibición de estos documentos arqueológicos y etnográficos estará vigente entre abril y junio de 2014 en el Museo Casa Chihuahua. El espectador local, tanto el avezado en la materia como el público en general, puede comparar y contrastar esta tradición indígena propia de la sierra de Nayarit con la también importante celebración de la Semana Santa en la Sierra Tarahumara del estado de Chihuahua, para enriquecer su propio legado cultural en torno al tradicionalmente llamado “México profundo”: El México indígena, a la luz del siglo XXI.
Los gentiles lectores pueden consultar otros datos sobre estas fotos de los Coras de Nayarit en el siguiente sitio de Internet: www.casachihuahua.org.mx/Expos/casa_expos_realizados.php?2014.
Los gentiles lectores pueden consultar otros datos sobre estas fotos de los Coras de Nayarit en el siguiente sitio de Internet: www.casachihuahua.org.mx/Expos/casa_expos_realizados.php?2014.
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