EL CIUDADANO VIRTUOSO

El CIUDADANO VIRTUOSO

ÓSCAR ROBLES

En Essay on the Human Understanding, el filósofo inglés John Locke (1632-1704) expone algunos breves pensamientos en torno a lo que debe ser una persona virtuosa o un ciudadano virtuoso.

Frente a la crisis moral de la sociedad mexicana actual (2006-2013), es esencial conocer este tipo de reflexiones desde la perspectiva de un verdadero civilizado.

            Antes, es importante establecer cuatro premisas esenciales para entender los procesos de una civilización en cualquier época histórica.

1. Sólo lo que construye o crea algo en el sentido positivo, es “civilización”. Lo que se opone a esta idea, es barbarie.

2. El propósito de una nación es, ante todo, construir una civilización.  La educación, la justicia, las leyes, la libertad y la salud son los valores esenciales de una civilización.

3.  Con estos valores, una nación debe forjar grandes personas en el arte, la ciencia, el deporte y la educación y, desde luego, crear riqueza material y bienestar social.

4. Los anteriores propósitos colectivos tienen un principio individual. Cada persona pone su propio “granito de arena” cada día.

He aquí algunas ideas claves de Locke sobre el buen ciudadano y la virtud:

1. “Things are good or evil only in relation to pleasure or pain” (Citado por Bertrand Russell. History of Western Philosophy 613).
 

2. “The government of our passions [is] the right improvement of liberty” (613).

3. “The prudent pleasure-seeker will therefore be virtuous” (614).

4. “A prudent man will act in such and such ways, since otherwise God will punish him” (616).

5. “A community of citizens who are all both pious and prudent, they will act, given liberty, in a manner to promote the general good” (615).

Así pues, la prudencia, el buen gobierno de las pasiones y la virtud son la clave para buscar el perfeccionamiento moral del individuo y el bien común de una comunidad y de una nación. Estos valores forjan a los auténticos ciudadanos virtuosos.