“LA BELLEZA DEL INSTANTE” DE ÓSCAR ROBLES
“El gracioso y frágil colibrí
Se posa en una rama
Y mira el mundo
Por un instante.
Acaba de libar flores
Amarillas del árbol vecino.
Como un guerrero
Con su larga espada
Afila su pico
En la madera vegetal
Saciado de su sed de miel.
Parece un duendecillo mágico
Con su lujoso plumaje esmeralda
Un pequeño y deforme tucán
De pico delgado como astilla.
Extraña se ve esa ave
Chuparrosa o chupamirto
De rápidos y ligeros vuelos
Y mágicas apariciones
Con sus alitas de helicóptero.
Se mira quieto ahora
Para lucir su hermosura plena
De reloj y juguete
Su belleza de plata pura
Su leve existir en el tiempo y el espacio
Su vida de haikú y pocillo chino
Su cuerpo grácil y delicado
Su cuerpo de niño.
Es el instante puro y pleno
El tiempo efímero
El tiempo evanescente
La imagen poética
Que se disuelve
Como el aire y el agua
O el pez que se evade.
Es un lienzo breve
De brillantes plumas
Y enorme pico.
Posado en delgada rama
En un solo minuto de vida real
Su fugaz presencia emana
Belleza de flor y fruto.
Se vuelve joya que se diluye
De pronto ante mis ojos
Cuando su corazón breve y fugitivo
Su instinto animal
Su vocación de ángel
Lo llaman a ser sueño
Fantasía, veloz tiempo
Flotando en el aire
Navegando en el cielo”.
El poema anterior son versos que vuelan como aves. Pertenece al libro “Aves de ciudad” (2024) de Óscar
Robles. Tal poemario dibuja viñetas y pinta estampas de los amados pájaros que habitan una
ciudad moderna, industrial y maquinal. Esos frágiles seres emplumados
encuentran su casa en pequeños refugios (árboles y agujeros de paredes), se
posan en techos y pretiles de casas de ladrillos o bloques de cemento, se
divierten sobre los alambres de la luz y las antenas parabólicas, practican
acrobacias y cirquerías, rondan en los patios de las casas, ejecutan saltillos
de duendes mágicos, buscan alimentos mínimos como semillas y migajas de pan,
crean pequeñas obras maestras de música todos los días y expresan mensajes
espirituales, artísticos y ambientales con la magia de sus vuelos, cantos y
quejas.
Esas aves de Dios buscan amor verdadero de los seres humanos,
porque todos somos hijos del Supremo Creador.
Las
aves son obras de arte y magníficas creaciones de la naturaleza. El autor de “Aves
de ciudad” las elogia en sus treinta y dos poemas sencillos y frágiles como
todas ellas.
Pueden comprar dicho poemario en la siguiente liga de Internet:
AVES DE CIUDAD (Spanish Edition): ROBLES, OSCAR, ROBLES, OSCAR: 9798344330594: Amazon.com: Books
No hay comentarios:
Publicar un comentario