sábado, 7 de noviembre de 2020

NEORREALISMO, REALISMO MÁGICO Y “REALISMO PERIODÍSTICO” EN TRES NOVELAS CORTAS DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

                                           ÓSCAR ROBLES


GABRIEL GARCIA MARQUEZ, PREMIO NOBEL DE                                 LITERATURA EN 1982


Neorrealismo y Realismo Mágico son dos tendencias literarias propias de la obra narrativa del colombiano Gabriel García Márquez, uno de los cinco grandes escritores del famoso Boom Latinoamericano. La primera corriente está presente en todos los cuentos del volumen La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972); la segunda tendencia define la mayor parte de los cuentos de Los funerales de la Mamá Grande (1962). De igual manera, tres novelas cortas pueden ser analizadas bajo esas dos tendencias citadas. Así, El coronel no tiene quien le escriba (1961) puede ser definida como neorrealista. En tanto, La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y de su abuela desalmada (1972) es claramente mágico-realista. Por su parte, Crónica de una muerte anunciada (1981) domina la estética realista de lo que puede llamarse un "realismo periodistico", pero exhibe algunos matices mágico-realistas en el contexto histórico del llamado Post-Boom. 

Un sencillo análisis textual de las tres novelas cortas mencionadas permite ver las influencias de ambas corrientes literarias. Gabriel García Márquez ha declarado en algunas entrevistas y comentarios a la prensa que sus obras literarias provienen de las experiencias sociales de su propia vida, especialmente de su vida familiar, de lo que su memoria atesoró en su cercana e íntima relación con sus abuelos y padres y la gente de los pueblos y ciudades donde radicó. Por este motivo, su obra literaria proviene de “una tradición depositaria de mitos y leyendas”, se caracteriza por ser “realista y mítica” a la vez y su realismo mágico surgía de la experiencia colectiva” (Chang 413). 

Así pues, el Premio Nobel de Literatura de 1982 es un merecido homenaje a su vigorosa imaginación que brota de las significativas vivencias familiares y sociales propias del escritor y a Latinoamérica como una región que produce gran cultura y grandes escritores y artistas. El novelista sudamericano exhibe al mismo tiempo un referente indirecto a sus experiencias familiares y sociales y un desborde de imaginación creadora. En particular, sostiene que no hace más que contar la realidad en la mayor parte de sus obras literarias. Desde este punto de vista, el núcleo principal de sus vivencias se origina en los recuerdos y conversaciones con sus abuelos maternos sobre todo, según confiesa en una entrevista con Plinio Apuleyo Mendoza en El olor de la guayaba. Cada uno de estos dos abuelos maternos le revela al escritor colombiano un tipo diferente de mundo vivido. De esta manera, el mundo mágico y sobrenatural proviene de su experiencia con su abuela Tranquilina Iguarán, quien le transmitió fantasías, evocaciones mágicas, supersticiones y presagios en torno a los vivos y a los muertos. Para ella, no había fronteras entre los vivos y los muertos y en su vejez acaba hablando con los muertos y escuchándoles sus quejas, según confiesa García Márquez. En tanto, el mundo realista, objetivo y seguro fue heredado por vía del abuelo Ricardo Márquez, quien era un general que había participado en varias guerras civiles entre conservadores y liberales en su natal Colombia, principalmente durante el siglo XIX. Inspirado por este pariente consanguíneo, García Márquez revive varios de los episodios de la guerra y las historias de algunos militares que combatieron en dichas guerras, especialmente en la novela cimera Cien años de soledad (1967). 

Las tres novelas citadas al comienzo del presente artículo pueden clasificarse, básicamente, en tres categorías, partiendo de los dos mundos descubiertos por el escritor colombiano en su experiencia con los abuelos maternos y vivencias posteriores ligadas a su madre Luisa Santiaga Márquez. Así pues, le llamaremos “las novelas de la abuela” a las obras mágico-realistas, “las novelas del abuelo” a las obras neorrealistas y “las novelas de la madre” a las obras que combinan un gran realismo y algunos elementos mágicos periféricos. La primera categoría corresponde a La increíble y triste historia de la cándida Eréndira; la segunda incluye a El coronel no tiene quien le escriba. Por haber sido publicada a principios de los ochenta, Crónica de una muerte anunciada es más realista por su acercamiento al género periodístico de la crónica y a la nota roja y en la trama aparece como personaje biográfico la propia madre, algunos hermanos y hasta el propio escritor colombiano como relator testigo. Sin embargo, esta tercera novela también contiene algunos elementos mágico-realistas. Particularmente, esta tercera novela fue creada bajo el impacto del Post-Boom y las formas literarias propias de la emergente cultura popular, tales como la novela detectivesca o novela policial, según afirma Phillip Swanson (90). 


1. EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA Y EL NEORREALISMO
EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA (1961)


 

Esta novela contiene todos los elementos del Neorrealismo en Hispanoamérica. Es una obra de prosa sobria, la historia es lineal, el tiempo es cronológico, el conflicto sucede en el plano del presente narrativo, las acciones reflejan eventos naturales solamente y tiene un narrador omnisciente. Ante todo, el Neorrealismo se caracteriza por una ser una literatura más comprometida con la realidad social y son influidos por la narrativa del norteamericano Ernest Hemingway. Los aspectos definitorios de los cuentos neorrealistas pueden ser aplicados también a las novelas La mala hora (1962) y El coronel no tiene quien le escriba de García Márquez. Estas dos novelas son consideradas como parte de la “Narrativa de la violencia colombiana”. Así pues, sus personajes son “casi exclusivamente los pobres”; “tienen un solo plano, el presente”; “hay un mínimo de antecedentes históricos, geográficos, sociales y personales”; y “el estilo es escueto” (Menton 520). En el caso particular de los cuentos, la estructura narrativa se centra en un solo episodio del presente. Todas estas características del Neorrealismo se observan en la citada novela del escritor colombiano. 

En general, el tema de la novela se centra en la soledad del coronel y el tiempo juega un papel clave en la sutil tensión dramática en torno a una espera de una pensión militar. Como se ve, la trama en sí exhibe un asunto propio de la estética neorrealista. La soledad del protagonista se traduce en un asunto concreto de la realidad social: en la espera del coronel durante varios meses de la carta que anunciará el otorgamiento de una pensión militar por parte del gobierno. Por ello, dominan “la estructura racionalista, la literatura premeditada, la visión estática y excluyente de la realidad, su naturaleza cerrada”, según Joaquín Marco (12). Acompañan al coronel en su larga espera su mujer y su gallo de pelea. Este evento puramente realista se prolonga en el tiempo cronológico, monótono y desesperante, propio de la vida de un pueblo. 

En particular, la historia tiene un trasfondo social: el contraste entre ricos y pobres. Don Sabas es el rico comerciante y el coronel pertenece a la clase baja que vive en la miseria. El relator omnisciente ve el conflicto central desde la perspectiva de los marginados, el coronel y su esposa. Este choque entre ricos y pobres produce una cruda recriminación de la mujer del coronel, en la cual se resume la visión de mundo de García Márquez en torno a los ricos y los pobres, la cual es propia del Neorrealismo. Esta división de clases sociales genera una perspectiva social del narrador omnisciente. También, estas dos clases sociales se observan en los cuentos de Los funerales de la Mamá Grande, tales como “La prodigiosa tarde de Baltazar”, “La siesta del martes” y “Un día de estos”. Por ejemplo, “La prodigiosa tarde de Baltazar” plantea un contraste entre ricos y pobres. El protagonista es un carpintero pobre, Baltazar. Sin embargo, sobresale por ser prodigioso artesano y carpintero capaz de producir belleza y arte al construir una gran jaula de madera. En la novela sobre el coronel, los miembros de la clase opulenta están enfermos y los pobres se ven más sanos, pero sufren de hambre y miseria por la falta de dinero. 

En la novela, la esposa del coronel se queja de la buena condición de los ricos del pueblo y expone con crudeza un asunto propio de la pobreza y la miseria como condición social de un pueblo de la siguiente manera: —Ahí tienes a mi compadre Sabas con una casa de dos pisos que no le alcanza para meter la plata, un hombre que llego al pueblo vendiendo medicinas con una culebra enrollada al pescuezo. —Pero se está muriendo de diabetes —dijo el coronel. —Y tú te estás muriendo de hambre —dijo la mujer—. Para que te convenzas que la dignidad no se come. (García Márquez, El coronel 117). 

 Estas representaciones artísticas de la soledad, la pobreza y el hambre son originadas en la cruda experiencia del escritor colombiano. García Márquez vive en Europa durante la segunda mitad de la década de los cincuenta, trabajando como corresponsal del diario El Espectador de Colombia. Cuando radica en París en 1955, ya no puede regresar a Colombia por la censura a la prensa decretada por el dictador Rojas Pinilla (1953-1957) y la clausura del periódico donde trabajaba el novelista sudamericano. Entonces, García Márquez vive en la más cruda pobreza y miseria en París, Francia. Sin embargo, sus amigos colombianos le envían dinero desde Colombia para sobrevivir. Así pues, las acciones de esta novela sobre un coronel retirado son sencillas y se centran en la espera y la sobrevivencia económica. 

En conjunto, los episodios ocurren en un pueblo, el lenguaje es desnudo y muy objetivo, las acciones son cotidianas y el autor excluye casi por completo el contexto histórico de la guerra en que participó el coronel en el pasado. De este modo, El coronel no tiene quien le escriba es una “novela del abuelo” por su dosis de (neo) realismo, a la luz de la década de los sesenta cuando se esparece el Neorrealismo en Hispanoamérica y los escritores de esta región son influidos por el ambiente revolucionario de Asia, África y Latinoamérica, según Seymour Menton (520). También, la crítica literaria ha clasificado esta brillante novela como parte de la “Narrativa de la violencia colombiana”, al lado de La mala hora. 


2. LA INCREÍBLE Y TRISTE HISTORIA DE LA CÁNDIDA ERÉNDIRA Y DE SU ABUELA DESALMADA Y EL REALISMO MÁGICO 

Esta novela pertenece al Realismo Mágico y sale a la luz pública en un volumen de cuentos mágico-realistas. Fue publicada hacia 1972, es decir, cinco años después de su obra maestra Cien años de soledad, la cual es una de las cumbres de la narrativa mágico-realista en Hispanoamérica. Puede verse como una novela corta dentro de la colección de cuentos La increíble historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada, los cuales fueron escritos en diferentes años. Estos cuentos pertenecen al Realismo Mágico. Entre ellos destacan “Un señor muy viejo con unas alas enormes” (1968), “El mar del tiempo perdido” (1961), “El último viaje del buque fantasma” (1968) y “Blacamán el bueno vendedor de milagros” (1968). 

Así pues, “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada” se nutre de la magia y de los presagios de la abuela Tranquilina Iguarán y de la propia magia verbal del autor. En la trama, algunas personajes, acciones y espacios aparecen bajo una atmósfera de eventos sobrenaturales yuxtapuestos en el plano mismo de la realidad representada en torno al drama de los dos personajes femeninos principales que aparecen en el título: la nieta Eréndira y la abuela. El “realismo mágico” es un concepto inventado por el crítico alemán Franz Roh y se refiere a la transformación de “la realidad en un mundo mágico sin deformar aquella” (Menton 325). Ante todo, se aplica originalmente a la pintura norteamericana y europea. En la literatura, el término se convirtió en una corriente literaria muy importante en Latinoamérica y en otros países y continentes. En pocas palabras, el concepto básico de la tendencia del Realismo Mágico se basa en “el efecto mágico” que se logra “mediante la yuxtaposición de escenas y detalles de gran realismo con situaciones completamente inverosímiles” (325). 

Bajo este concepto de Menton, pueden definirse los eventos centrales de la novela "La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada". En la trama, el escritor colombiano despliega este tipo de aglutinaciones de acciones realistas y mágicas. Justo al principio de la novela, la protagonista Eréndira se queda dormida mientras cuida a su abuela y “el viento de su desgracia” es un evento sobrenatural y anuncia y causa la perdición del honor y la vida normal de la joven. Ese viento provoca un incendio y la vivienda donde habitan abuela y nieta se consume completamente bajo el fuego. De esta manera, Eréndira se convierte en una esclava del sexo y la prostitución y tiene que recibir a numerosos hombres en una tienda de lonas para recabar el dinero y pagar la casa de su abuela. Así pues, este evento mágico y sobrenatural determina el curso de la historia entera. Ella es la culpable del incendio por un descuido mientras ella trabaja dormida. 

Por otro lado, la abuela vive en el mundo racional y se conecta con el mundo irracional de ultratumba. Ella tiene la costumbre de hablar con los muertos, un hábito que también seguía la abuela materna Tranquilina Iguarán. En una secuencia narrativa, la abuela habla dormida y le pide un favor a su propia nieta: “Y si vienen los Amadises avísales que no entren, que las gavillas de Porfirio Galán los están esperando para matarlos” (García Márquez, “La increíble” 270). Los Amadises son, precisamente, el esposo y el hijo de la abuela, quienes ya han muerto. En general, la abuela deja fluir sus recuerdos y delirios de la vida pasada y sobrenatural mientras duerme y sueña. En tanto, la propia nieta trabaja dormida en los quehaceres domésticos. 

Otros eventos mágico-realistas de dicha novela son situaciones asociadas al mundo marino, pues abuela y nieta viven junto al mar. Mientras la obesa abuela parecía una ballena blanca en la alberca de mármol la propia Eréndira se queda fascinada con las franjas de luna de un pescado que pasa navegando en el aire de una tormenta marina que azota a la región donde ambas mujeres radican. Según la abuela, Amadís el grande vio navegar una manta-raya luminosa por los aires en el pasado, justo después de una tormenta en que la antigua mansión amaneció llena de pescados y caracoles. 


3. CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA Y EL                                            “REALISMO PERIODÍSTICO”

      CRONICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA (1981)

Esta novela se funda en un asesinato violento sucedido en un pueblo colombiano. Surge a la luz pública veintisiete años después de ocurrido ese evento trágico con situaciones ficcionales, ya que la madre de García Márquez le sugiere no escribir sobre ese evento fatal por respeto a las personas y familias conocidas de ese tiempo lejano. En la novela, el escritor colombiano y la propia Luisa Santiaga, madre del autor, aparecen como personajes mezclados con asuntos puramente ficcionales. Sin embargo, la mayoría de los hechos contados son altamente realistas y están marcados por el periodismo de nota roja: un romance, una boda, el honor de una mujer, un asesinato brutal y un expediente judicial. 

Especialmente, los eventos son marcados por una estricta cronologia de horas como en las cronicas del periodismo. Además, la novela recibe la influencia de la cultura popular, ya que fue publicada a principios de 1981 cuando el impacto del llamado Post-Boom se desarrollaba en Hispanoamérica. Algunas líneas narrativas de esta tendencia literaria fueron desarrolladas por algunos escritores del Boom. Particularmente, el Post-Boom exploraba elementos de la cultura popular, los cuales también sedujeron temporalmente el espíritu creativo de Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. En particular Crónica de una muerte anunciada es “a kind of detective novel” (Swanson 90). Al mismo tiempo, “parodia las formas tradicionales del género policiaco” (Chang 479). En general, la técnica narrativa es una combinación de novela policía y crónica periodística. 

La trama es contada precisamente por un periodista testigo que puede ser identificado con el propio García Márquez, debido a las distintas referencias autobiográficas a miembros de la familia del colombiano, tales como la madre Luisa Santiaga y la hermana Margot. En general, las acciones centrales son realistas y objetivas, pues forman parte de eventos criminales en un pueblo. La trama se resume de la manera siguiente: El hacendado mestizo de origen árabe Santiago Nasar Linero fue asesinado a cuchilladas por los hermanos Pedro y Pablo Vicario por el honor de una mujer. La causa de este brutal crimen es que Ángela Vicario perdió supuestamente la virginidad con Nasar, fuera del matrimonio y antes de su boda con Bayardo San Román. Por este motivo, San Román la devuelve a casa de sus padres Poncio y Pura Vicario, justo después de la noche de bodas. 

En suma, la venganza es el móvil realista de toda la novela. Por ello, esta obra es más racionalista y realista. En particular, el crítico Joaquín Marco apunta que esta tercera novela es “premeditada” y “cerrada” y continúa la estructura narrativa de El coronel no tiene quien le escriba (17). Sin embargo, Crónica de una muerte anunciada contiene diferentes cambios de tiempo cronológico que rompen la estructura lineal propia del Neorrealismo. Asimismo, las diferentes perspectivas de los personajes principales determinan en buena parte el carácter realista y periodístico de esta tercera novela corta. En este sentido, la novela es una especie de “prisma”, con diferentes versiones orales en torno al asesinato y a las causas, las cuales son recogidas por el relator testigo, quien es miembro del pueblo donde ocurrieron los hechos de sangre y tragedia. 

Sin embargo, la novela no pertenece al Neorrealismo, ya que no fue creada en el periodo histórico de la década de los cincuenta y los sesenta y no cuenta con los rasgos propios de esta tendencia literaria. Las tramas de las historias neorrealistas se caracterizan, en general, por ser historias lineales, dentro de un sólo plano del presente, como señala Seymor Menton. Los eventos de Crónica ocurren en el lejano pasado y el punto de vista temporal del narrador testigo parte desde el presente narrativo hacia el pasado como un rescate de la memoria colectiva de un pueblo. 

 Asimismo, García Márquez retoma algunos aspectos del Realismo Mágico propios de las décadas de los sesenta y los setenta y los disemina dentro del cuerpo de una novela plenamente realista. De esta manera, los elementos mágico-realistas alimentan varios episodios de la novela, pero no tienen un gran peso para diseñar y determinar las acciones principales de la trama. Primeramente, aparecen presagios y premoniciones por parte de Plácida Linero, la madre del protagonista, quien anticipa el carácter funesto de sus sueños y la posible muerte trágica de su hijo Santiago Nasar. En segundo lugar, Poncia Vicario es supersticiosa y le dice a las hijas que no se peinen porque los navegantes pueden retrasar sus viajes (García Márquez, Crónica 30). En tercer lugar, el propio Santiago Nasar ve en el mar la lumbre de un alma en pena dentro de un barco negrero que “se había hundido con un cargamento de esclavos de Senegal frente a la boca grande de Cartagena de Indias” (65). En cuarto lugar, el olor del muerto Santiago Nasar huele en todo el pueblo durante un día y hasta los hermanos Pablo y Pedro Vicario perciben ese aroma dentro del calabozo donde se hallan presos por su crimen. En quinto lugar, el coronel Lázaro Aponte realiza una misa de espiritismo y se le aparece el alma de Yolanda Xius, según la parte cuatro de la novela. En sexto lugar, Ángela Vicario ve “su propio pensamiento reflejado en los espejos repetidos de la sala” del Hotel del Puerto (90). 

Por otro lado, los elementos de la tragedia clásica griega dotan de un cierto sentido sobrenatural y mágico a las acciones del asesinato dentro de un pueblo pequeño donde todo el pueblo sabe que los hermanos Vicario van a vengar el honor de su hermana Ángela, pero no puede evitar la tragedia. El relator testigo afirma que la fatalidad, un elemento de la tragedia, hace invisible a la víctima del asesinato cruel. 

 En conclusión, el Neorrealismo y el Realismo Mágico influyen poderosamente en la creación de tres obras maestras de la novela corta, en tres distintos periodos de la segunda mitad del siglo XX. Así, Gabriel García Márquez enriquece su obra narrativa en el subgénero narrativo de la novela corta. No sólo escribió dos novelas de gran extensión y calidad artística como Cien años de soledad (1967) y El amor en los tiempos del cólera (1985), sino que también construye otras novelas más breves y las eleva a un gran rango literario dentro de la Literatura Hispanoamericana y de la literatura universal. A principios de la década de los sesenta, El coronel no tiene quien le escriba se convierte en una obra representativa del Neorrealismo en Latinoamérica como “novela del abuelo materno”. En el amanecer de la de los setenta, “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada” recrea una historia bajo la estética del Realismo Mágico como “novela de la abuela materna”. A inicios de la década de los ochenta, Crónica de una muerte anunciada construye un realismo periodístico y paródico con elementos de la cultura popular bajo el periodo del Post-Boom como “novela de la madre”.


                       CIEN ANOS DE SOLEDAD (1967)

 

        EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL COLERA                                                       (1985)

 

                                               Obras citadas 

 Chang-Rodríguez, Raquel y Malva E. Filer. Voces de Hispanoamérica. Antología literaria. 3a ed. Canadá: Thomson & Heinle, 2004. 

García Márquez, Gabriel. El coronel no tiene quien le escriba. 5ª ed. Introducción de Joaquín Marco. Madrid: Espasa Calpe, 1989. —. Crónica de una muerte anunciada. Nueva York: Vintage Books, 2003.

—. La mala hora. 7ª ed. México: Era, 1977. —. “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada”. Todos los cuentos. Por Gabriel García Márquez. México: Origen-Seix Barral, 1984. 266-310. 

—. Todos los cuentos. México: Origen-Seix Barral, 1984. 

Marco, Joaquín. “Introducción.” El coronel no tiene quien le escriba. 5ª ed. Por Gabriel García Márquez. Madrid: Espasa Calpe, 1989. 9-45. 

Mendoza, Plinio Apuleyo. El olor de la guayaba. México: La Oveja Negra, 1982. 

Menton, Seymour. Cuento hispanoamericano. Antología crítico-histórica. 3ª ed. México: Fondo de Cultura Económica, 1986. 

Swanson, Philip. Latin American Fiction. A Short Introduction. Malden, MA: Blackwell Publishing, 2005.

 
[NOTA DEL AUTOR: este artículo fue publicado originalmente con el título de “Las novelas cortas de Gabriel García Márquez” en la página 10 de Aura, suplemento cultural de Novedades de Chihuahua el 23 de marzo de 1985. La presente es una versión corregida y aumentada para brindarla a los gentiles lectores de mi Blog “Bitacoraoscar”].

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