MONUMENTO A LA MADRE DE IGNACIO ASÚNSOLO: BELLEZA Y SÍMBOLO CULTURAL DE CHIHUAHUA
ÓSCAR ROBLES
Monumento a la Madre (1943) de Ignacio Asúnsolo es célebre por su clásica
factura artística y por ser un poderoso símbolo cultural de la ciudad de Chihuahua.
La efigie configura un verdadero arquetipo femenino que conjuga el aura de protección
de la Virgen de Guadalupe, Madre de México, y la abnegación de la madre mestiza
mexicana moderna.
La estatua fue creada bajo la alcaldía de Manuel Gómez Chávez
[1942-1943] y la gubernatura de Alfredo Chávez [1940-1944], según la placa de
metal colocada en la parte posterior de la efigie. Asimismo, el destacado empresario
chihuahuense Tomás Valles Vivar formó parte del comité de creación y promoción
de esta trascendental y clásica obra de arte. En 2019, cumple justamente setenta
y seis años de existencia.
LA MADRE MESTIZA REPRESENTA LA PROTECCION |
Monumento
a la Madre emana una belleza
armónica por sus perfectas tallas redondeadas y la exaltación de los rasgos
indígenas de los mexicanos, como una herencia del estilo artístico de la Escuela
Mexicana de Pintura y del impacto del Nacionalismo Revolucionario en los artistas
del siglo XX. En suma, representa un paradigma de la crianza, la protección y
la maternidad de los futuros ciudadanos de la prominente nación
hispanoamericana ubicada en Norteamérica: México, los Estados Unidos Mexicanos o
República Mexicana.
EL HIJO MESTIZO MUESTRA RASGOS INDIGENAS |
La prominente
escultura se ubica justo frente al Santuario de Guadalupe en la colonia Fuentes
del Santuario.
EL ROSTRO DE LA MADRE REFLEJA ABNEGACION Y BELLEZA FEMENINA |
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