MURAL SOBRE LA JUSTICIA DE ALBERTO
CARLOS EN CHIHUAHUA: ALEGORÍA, BELLEZA Y CRÍTICA SOCIAL (VERSIÓN
ACTUALIZADA Y COMPLETA)
ÓSCAR ROBLES
Una hermosa e idealizada mujer de
manto blanco, fornidos hombres desnudos estudiando, un sombreado pueblo mexicano
integrado por obreros y campesinos contemplando a la mujer, un Quijote
cabalgando frente a los molinos de viento en un aura rosada, un hombre desnudo
levantando una balanza de metal y una espada justo frente a la mujer, son todas
ellas algunas de las memorables imágenes altamente simbólicas del gran mural dejado como herencia cultural y estética por
el gran artista zacatecano Alberto Carlos, en un solo muro de un recinto universitario de la ciudad
de Chihuahua. Este mural puede verse como una portentosa alegoría de la justicia y la
humanidad, que embellece desde hace más de cinco décadas las paredes externas
de la actual biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad
Autónoma de Chihuahua (UACH).
Esta escena muestra espacios yuxtapuestos y es la más grande e
importante de toda la narrativa pictórica expuesta en dicho recinto
universitario, el cual albergaba antes a la Escuela de Derecho. Esta enorme sección
pictórica forma parte de una secuencia general con escenas, personajes y
espacios diferentes, todos los cuales integran la citada alegoría en torno a la
justicia y a la humanidad. En conjunto, estas brillantes escenas describen
simbólicamente el estado de la sociedad mexicana y occidental hacia la década
de los cincuenta. Las otras escenas son más breves, fueron reubicadas
posteriormente en zonas más pequeñas del muro de la biblioteca de Filosofía y
Letras y continúan el enfoque simbólico de los personajes como paradigmas
humanos de las pasiones y de las instituciones occidentales relacionadas con la
justicia, el derecho, el poder económico y el poder político.
1.
LA
MUJER Y DON QUIJOTE: SÍMBOLOS DE LA JUSTICIA
En primer lugar, la central y
simbólica imagen de la mujer de blanco tiene los brazos extendidos, cabello corto y
negro y representa a la justicia. Al lado derecho de ella, aparece Don Quijote de
la Mancha vestido con su armadura y montado en su fiel caballo Rocinante, los cuales son célebres personajes del español Miguel de Cervantes Saavedra, que sedujeron la
imaginación artística del maestro Carlos. En alguna etapa de su vida, este artista mexicano trazó dibujos diversos de gran belleza sobre dicho personaje de la novela Ingenioso hidalgo Don
Quijote de la Mancha (1605, 1615), los cuales fueron expuestos en el Museo Casa Chihuahua en 2014. En
particular, este héroe cervantino de la famosa novela está embistiendo con su
lanza en ristre a los famosos molinos de vientos. Debajo de la mujer, se ve a
un grupo de hombres desnudos y musculosos que están sentados y estudiando y
representan a los estudiantes universitarios. Frente a ellos, se observa un tradicional
pizarrón de escuela y una escena fantástica, yuxtapuesta justo en su duro “vientre”
oscuro: Una pequeña ciudad moderna con altos edificios y varias gentes
caminando.
En
contraste con estos tres grupos de imágenes idealizadas y poderosas de trazo
armónico y bello, se observa a dos
grotescos vagos o criminales del bajo mundo y a una mujer pelirroja, justo abajo, al lado izquierdo del mural. Todos están
oyendo música en una radiola de una cantina, bebiendo botellas de alcohol,
fumando y mostrando gestos de marcada disipación, seducidos por la radiola. Los hombres visten pantalones y chaquetas de azul oscuro con ribetes rojos y
sombrerito azul y gorra roja. En tanto, la mujer muestra hombros desnudos y
blusa gris. Por el consumo de productos y sus vestimentas oscuras, estos
personajes representan el vicio y el consumismo.
Debajo
de Don Quijote resaltan los rostros de cuatro héroes históricos patrios del
continente americano: El venezolano Simón Bolívar, el mexicano Benito Juárez,
el cubano José Martí y el norteamericano Abraham Lincoln. Esta breve referencia
histórica es una manera de conectar las alegorías y visiones ficcionales configuradas por el
artista avecindado en Chihuahua con los sobresalientes adalides o héroes
nacionales de la justicia en la América del Siglo XIX, durante el tiempo en que se
formaron las nacientes naciones del norte y el sur del nuevo continente.
En suma, el conjunto de esta escena
grande traza simbólicamente a la humanidad, la justicia, la cultura y la
política, mediante paradigmas humanos de gran poder visual y de gran
tradición en Occidente. Sin embargo, las escenas laterales breves muestran el
mismo impacto creativo, una gran calidad en el dibujo y un contrastante
colorido sombrio y luminoso que la escena grande y central antes descrita en detalle.
Estas figuras "laterales" adensan aún más el contenido tan complejo de este mural de
Alberto Carlos y completan la narrativa simbólica y alegórica.
2.
EL
HOMBRE DEL TRAJE: EL PODER ECONÓMICO
Una
imagen derivada de la escena descrita en la parte anterior muestra el papel
del poder económico y del mercado capitalista en la sociedad moderna mexicana,
una idea que aparece también en la portentosa pintura Periodismo trascendente del propio Carlos. En esta escena, un
hombre viejo y narigudo vestido con traje vacía un cubo azul que contiene discos de
acetato y diversas publicaciones impresas, justo atrás de la radiola. Este hombre de traje se ve cubierto
parcialmente con un largo manto blanco, lo cual significa que el empresario se
disfraza con un color claro y albo, pero produce enajenante consumismo y vicio en realidad. En la imaginación de Carlos, este
empresario simbólico tiene rostro siniestro y está conectado con la muerte. A
un lado del montón de productos culturales, se ve a la mujer de cabello
pelirrojo con una botella de cristal que puede ser un refresco o alcohol. Estas figuras son una manera de
mostrar las nuevas costumbres, la enajenación y el consumismo de la sociedad
moderna, hacia la mitad del siglo XX. Este fragmento reconcentrado de imágenes
se halla en la parte superior de la puerta de entrada a la mencionada biblioteca universitaria.
EL HOMBRE DEL TRAJE: EL PODER ECONOMICO OCULTO EN ESTE MURAL DE CARLOS |
En la misma escena, emerge el espíritu
crítico del artista Carlos y detalla en forma descarnada la muerte y la enfermedad que
padece la sociedad moderna. El mismo manto blanco y largo que cubre al
negociante de los discos e impresos también envuelve a otro hombre de horripilante
rostro, boca abierta, ojos desorbitados y manos enormes y unas largas. Este
hombre representa a la muerte de forma muy original, puesto que es un rostro
horrendo. Es una imagen mortuoria muy original en relación a las representaciones
tradicionales de la muerte en Occidente, puesto que sus manos se deslizan
tenebrosamente hacia donde se ven un esqueleto humano, un hombre y un niño
desnudos y agonizantes, con rictus sufrientes, todos yaciendo sobre un manto rojo como sangre.
Justo arriba de la muerte, se observa a un hombre de traje y rostro oculto
dirigiendo una especie de concierto con una varita, sentado en una enorme silla de madera.
Este personaje misterioso se imbuye en la narrativa trazada en el breve espacio lateral de
la puerta de la biblioteca de Filosofía y Letras, como se explica en la
siguiente sección del presente artículo.
LA MUERTE Y LA ENFERMEDAD AZOTAN A LA HUMANIDAD EN ESTE MURAL DE CARLOS |
Es
interesante observar cómo el hombre de negocios, vestido con traje elegante y corbata, está unido
con la muerte por el mismo manto blanco y ambos se ocultan parcialmente con esta
prenda, dentro de la perspectiva muy crítica del artista Carlos. Entonces, el
capitalismo contemporáneo es enajenante por el consumismo, se deduce de esta escena tan negativa.
3.
LOS
MAGISTRADOS Y LA MUJER DESNUDA:
LA
PERVERSION DE LA JUSTICIA Y LA VERDAD OCULTA
En
otra escena conectada con la anterior, la narrativa pictórica de Carlos exhibe
el aspecto negativo de la sociedad con imágenes grotescas: El papel perverso y
corrupto de los poderes político, económico y judicial. Esta escena inicia precisamente
con el hombre de traje en la silla de madera. Esta persona del sexo masculino puede representar el poder
político o el poder judicial supremo y funciona como un manipulador de tres magistrados que
visten togas moradas y se encuentran justo debajo de este hombre misterioso, cuyo rostro no se
ve. Este hombre es un manipulador y mueve una varita de conciertos musicales mientras que dos de
los magistrados gozan y siguen sus indicaciones: El de arriba toca los platillos, tiene el rostro
maquillado como payaso, muestra una espada clavada en la espalda y cierra los
ojos. Sin embargo, los platillos muestran algunas cadenas y esto indica el control oculto y secreto de los actos de este magistrado; por su parte, el magistrado de abajo extiende sus brazos y levanta el rostro hacia arriba en señal de gozo. Los
dos funcioanrios judiciales son narigones y feos. Su papel simbólico en esta acerba y crítica alegoría
es, en suma, ser manipulados por un poder oculto, omnímodo y misterioso.
LOS CORRUPTOS MAGISTRADOS JUDICIALES: "BUFONES" DEL PODER POLITICO EN ESTE MURAL DE ALBERTO CARLOS |
Siguiendo esta robusta narrativa del maestro Carlos, aparece otra vez el poder económico de manera
negativa y crítica, dentro de una situación absurda y fantástica. Este poder es el mismo hombre que vacía el cesto de discos en la escena grande anterior y muestra un doble papel en la sociedad
moderna capitalista: Por un lado, suministra los productos de consumo y, por otro, evade las leyes del
Estado y, por tanto, se burla de las instituciones de la justicia. Este segundo papel o función perversa del hombre del traje aparece precisamente en la misma escena lateral de los magistrados, justo a arriba de la puerta de la biblioteca. Del mismo manto blanco, surge otra vez este hombre narigudo, feo y de traje, una especie de doble, haciendo gestos de burla frente a
un mueble que tiene inscrito la palabra en latín “LEX” (LEY) y que exhibe unos legajos blancos de documentos arriba. En suma, el poder
económico es perverso y se opone a la justicia y al Estado, dentro de la
sociedad capitalista moderna, es el mensaje construido por el maestro Carlos.
La
alegoría de la justicia de este gran mural mexicano se completa con la aparición de la Verdad, la cual es sometida por
el corrupto poder judicial. Se construye este significado cultural con imágenes robustas y magistrales, las cuales muestran un
perfecto figurativismo y un alto simbolismo, cristalizan colores sombríos y
expresan un realismo grotesco. Se encuentran en la parte inferior del espacio
lateral de la puerta de entrada a la biblioteca mencionada arriba. Por su parte, el tercer magistrado de
toga morada está de pie sobre otro mueble de madera y vigila a una mujer desnuda,
bella y morena que se encuentra cautiva y yaciente justo debajo de la escena.
En particular, este funcionario judicial es viejo y muy feo y luce como personaje de una película de
terror; tiene la cara regordeta y arrugada, con mejillas grandes y fláccidas;
en general, muestra un doble gesto: Un rictus tenebroso, pero sus ojos parecen
observar hacia arriba con cierto temor y obediencia y responden de esa manera a la presencia imponente del hombre de negocios arriba de la escena. Extrañamente, la piel del magistrado es verde y muestra
un hueso colgando de su cuello, un aspecto mortuorio que representa a la muerte. En tanto, la mujer es muy bella y sensual, de apariencia mestiza y tiene el cabello largo y de color negro. Sus delicadas manos
están atadas con trozos de tela al mueble de madera y tiene los ojos cubiertos
con un pañuelo blanco. Del cajón del mueble, se desprenden muchos documentos,
lo cual indica el carácter burocrático de la justicia. El hombre de rostro
verde es siniestro frente a la marcada indefensión de la mujer desnuda.
LA VERDAD ES MANIPULADA POR LOS MAGISTRADOS JUDICIALES EN ESTE MURAL DE ALBERTO CARLOS |
En
conjunto, el maestro Carlos proyecta en este mural de la justicia y la humanidad una gran
crítica social a los poderes político, económico y judicial y a la sociedad
capitalista moderna, con el buen trazo de estas figuras masculinas de trajes elegantes y de
aspecto sombrío y grotesco. Manifiesta un amplio sentido humanístico e
idealista con las dos imágenes femeninas, bellas y puras: La Justicia y la
Verdad. Recrea con fidelidad a los héroes históricos de América y a los
personajes literarios de la literatura hispánica. Aporta su visión justa y
balanceada de la humanidad: Un pueblo mexicano cuidadoso de la justicia, una
juventud estudiosa y dedicada y un sector de la sociedad hundido en el
consumismo y el vicio. Son todas ellas imágenes memorables, cuyos colores y
dibujos permanecen en el tiempo en la Facultad de Filosofía y Letras del UACH,
campus uno, situada en la Avenida Universidad, entre las avenidas Pascual Orozco y
División del Norte de la ciudad de Chihuahua.
4.
ALBERTO
CARLOS: GRAN MURALISTA Y PINTOR
Este
mural de la justicia y la humanidad pintado en un muro de la Facultad de Filosofía y Letras es una alegoría. Se caracteriza por ser
una muestra contundente de belleza y mensaje moral positivo del maestro Carlos,
justo dentro de un recinto dedicado al conocimiento humanista: En la entonces
Escuela de Derecho de la UACH de finales de la década de los cincuenta. El
mural data precisamente de 1959. Dicha escuela ahora es la Facultad de
Filosofía y Letras y se encuentra ubicada en el viejo campus universitario, justo al
norte de la ciudad, pero muy cerca del centro.
El hondo y quintaesenciado sentido alegórico es desarrollado también, por ejemplo, en la pintura Periodismo Trascendente del propio pintor Alberto Carlos.
Esta pintura se halla ubicada actualmente en el primer piso del edificio del
Congreso del Estado de la ciudad de Chihuahua. En esta obra, una hermosa mujer
representa también a la Verdad y es rodeada por diversas figuras humanas que
simbolizan grupos sociales de la época contemporánea, todos los cuales
convergen en torno al periodismo del siglo XX. Aparecen militares, diverso miembros de la sociedad mexicana,
la clase alta, el capitalismo norteamericano, entre otras figuras muy significativas. Originalmente, esta pintura se encontraba en las desaparecidas instalaciones
del periódico Norte situadas en la
Avenida Juárez, casi esquina con Avenida Venustiano Carranza.
El maestro Alberto Carlos (Fresnillo,
Zacatecas, 1925-Ciudad de Chihuahua, 2000) fue profesor de historia del arte en
la entonces Escuela de Filosofía y Letras. Se distinguió por ser un artista muy
creativo y prodigioso y dejó una extensa obra muralística en la ciudad de
Chihuahua y numerosos cuadros al óleo y dibujos a lápiz. En especial, tiene diversos
murales en edificios públicos y privados
de Chihuahua, Ciudad Juárez y otras ciudades del Estado de Chihuahua.
Sobresalen diversos murales plasmados en la Universidad Autónoma de Chihuahua
y en el edificio de la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología (DDUE) de
Chihuahua, Chihuahua, entre otros más.
En
suma, el mural sobre la justicia del maestro Alberto Carlos expone situaciones
simbólicas de la humanidad armónicas y contrastantes, bellas y feas, positivas
y negativas, ficcionales e históricas. Sobre todo, estas poderosas imágenes
humanas transmiten un profundo mensaje humanista y moral para los estudiantes
de diversas generaciones de la Facultad de Filosofía y Letras y del público en
general. Es un mural que ya ha cumplido cincuenta y siete años de existencia,
según el año inscrito en el propio mural: 1959. La gente puede admirar esta prodigiosa obra en dicho
recinto universitario, pues es un mural de gran calidad artística.
En
general, la factura figurativa de este ya clásico mural es realista y un tanto
expresionista, proyecta un vigoroso simbolismo y construye una gran alegoría de
la justicia y la humanidad. Su acentuado carácter alegórico es representativo
de diversos murales de Alberto Carlos y, en general, de todas las generaciones
de muralistas mexicanos. La configuración estética es de gran calidad
imaginativa, dotada de buen y firme dibujo y de un colorido apropiado y contrastante,
para enfatizar más el mensaje constructivo, positivo y civilizado. Por un lado, se observan el blanco positivo de la mujer que representa a la Justicia, el cual se ubica en la
parte superior, y el delicado color rosado de la piel de la mujer de blanco y de los músculos atléticos de los
hombres estudiosos en un nivel intermedio. Por otro, un poco más abajo domina
el ambiente oscuro para resaltar la parte negativa de la sociedad, justo en la
parte inferior. En un nivel ideal, de fantasía literaria, se sitúa el personaje
de Miguel de Cervantes, el cual representa también a la justicia, como ya se dijo antes. El área del
vicio se encuentra bajo una atmósfera oscura, de noche, dentro de un ambiente
de cantina.
Con
este mural sobre la justicia, el talentoso maestro Alberto Carlos deja un
legado artístico de gran belleza y poderosos mensajes moral, político y social
para los chihuahuenses y los mexicanos. Las abstractas Justicia y Verdad cobran
vida vigorosa en ese muro como grandes personajes femeninos paradigmáticos, en
medio de la reconcentrada sociedad que inventa y resume el maestro zacatecano con
gran inteligencia, en medio de las manipulaciones y perversiones del Poder.
Los amables lectores pueden consultar
mi interesante artículo “Alberto Carlos y Benito Nogueira en el Museo Casa Chihuahua: Acuarelas,
retratos, fantasías oníricas, dibujos y otras obras”, el cual fue publicado en
el presente Blog el pasado jueves 14 de agosto de 2014. Asimismo, pueden leer en mi Blog otros
interesantes artículos sobre el maestro Alberto Carlos, sobre arte chihuahuense
y arte mexicano.
(TODAS LAS FOTOS
FUERON TOMADAS POR ÓSCAR ROBLES)
No hay comentarios:
Publicar un comentario