jueves, 25 de agosto de 2016

MURAL SOBRE LA JUSTICIA DE ALBERTO CARLOS EN CHIHUAHUA: ALEGORIA, BELLEZA Y CRITICA SOCIAL (VERSION ACTUALIZADA Y COMPLETA)



MURAL SOBRE LA JUSTICIA DE ALBERTO CARLOS EN CHIHUAHUA: ALEGORÍA, BELLEZA Y CRÍTICA SOCIAL (VERSIÓN ACTUALIZADA Y COMPLETA)   



ÓSCAR ROBLES



          Una hermosa e idealizada mujer de manto blanco, fornidos hombres desnudos estudiando, un sombreado pueblo mexicano integrado por obreros y campesinos contemplando a la mujer, un Quijote cabalgando frente a los molinos de viento en un aura rosada, un hombre desnudo levantando una balanza de metal y una espada justo frente a la mujer, son todas ellas algunas de las memorables imágenes altamente simbólicas del gran mural dejado como herencia cultural y estética por el gran artista zacatecano Alberto Carlos, en un solo muro de un recinto universitario de la ciudad de Chihuahua. Este mural puede verse como una portentosa alegoría de la justicia y la humanidad, que embellece desde hace más de cinco décadas las paredes externas de la actual biblioteca de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH).
          Esta escena muestra espacios yuxtapuestos y es la más grande e importante de toda la narrativa pictórica expuesta en dicho recinto universitario, el cual albergaba antes a la Escuela de Derecho. Esta enorme sección pictórica forma parte de una secuencia general con escenas, personajes y espacios diferentes, todos los cuales integran la citada alegoría en torno a la justicia y a la humanidad. En conjunto, estas brillantes escenas describen simbólicamente el estado de la sociedad mexicana y occidental hacia la década de los cincuenta. Las otras escenas son más breves, fueron reubicadas posteriormente en zonas más pequeñas del muro de la biblioteca de Filosofía y Letras y continúan el enfoque simbólico de los personajes como paradigmas humanos de las pasiones y de las instituciones occidentales relacionadas con la justicia, el derecho, el poder económico y el poder político.



MURAL SOBRE LA JUSTICIA (1959) DE ALBERTO CARLOS EN LA FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS DE LA UACH


1.    LA MUJER Y DON QUIJOTE: SÍMBOLOS DE LA JUSTICIA


          En primer lugar, la central y simbólica imagen de la mujer de blanco tiene los brazos extendidos, cabello corto y negro y representa a la justicia. Al lado derecho de ella, aparece Don Quijote de la Mancha vestido con su armadura y montado en su fiel caballo Rocinante, los cuales son célebres personajes del español Miguel de Cervantes Saavedra, que sedujeron la imaginación artística del maestro Carlos. En alguna etapa de su vida, este artista mexicano trazó dibujos diversos de gran belleza sobre dicho personaje de la novela Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha (1605, 1615), los cuales fueron expuestos en el Museo Casa Chihuahua en 2014. En particular, este héroe cervantino de la famosa novela está embistiendo con su lanza en ristre a los famosos molinos de vientos. Debajo de la mujer, se ve a un grupo de hombres desnudos y musculosos que están sentados y estudiando y representan a los estudiantes universitarios. Frente a ellos, se observa un tradicional pizarrón de escuela y una escena fantástica, yuxtapuesta justo en su duro “vientre” oscuro: Una pequeña ciudad moderna con altos edificios y varias gentes caminando.
En contraste con estos tres grupos de imágenes idealizadas y poderosas de trazo armónico y bello, se observa a dos grotescos vagos o criminales del bajo mundo y a una mujer pelirroja, justo abajo, al lado izquierdo del mural. Todos están oyendo música en una radiola de una cantina, bebiendo botellas de alcohol, fumando y mostrando gestos de marcada disipación, seducidos por la radiola. Los hombres visten pantalones y chaquetas de azul oscuro con ribetes rojos y sombrerito azul y gorra roja. En tanto, la mujer muestra hombros desnudos y blusa gris. Por el consumo de productos y sus vestimentas oscuras, estos personajes representan el vicio y el consumismo.
Debajo de Don Quijote resaltan los rostros de cuatro héroes históricos patrios del continente americano: El venezolano Simón Bolívar, el mexicano Benito Juárez, el cubano José Martí y el norteamericano Abraham Lincoln. Esta breve referencia histórica es una manera de conectar las alegorías y visiones ficcionales configuradas por el artista avecindado en Chihuahua con los sobresalientes adalides o héroes nacionales de la justicia en la América del Siglo XIX, durante el tiempo en que se formaron las nacientes naciones del norte y el sur del nuevo continente.
          En suma, el conjunto de esta escena grande traza simbólicamente a la humanidad, la justicia, la cultura y la política, mediante paradigmas humanos de gran poder visual y de gran tradición en Occidente. Sin embargo, las escenas laterales breves muestran el mismo impacto creativo, una gran calidad en el dibujo y un contrastante colorido sombrio y luminoso que la escena grande y central antes descrita en detalle. Estas figuras "laterales" adensan aún más el contenido tan complejo de este mural de Alberto Carlos y completan la narrativa simbólica y alegórica.



2.    EL HOMBRE DEL TRAJE: EL PODER ECONÓMICO



Una imagen derivada de la escena descrita en la parte anterior muestra el papel del poder económico y del mercado capitalista en la sociedad moderna mexicana, una idea que aparece también en la portentosa pintura Periodismo trascendente del propio Carlos. En esta escena, un hombre viejo y narigudo vestido con traje vacía un cubo azul que contiene discos de acetato y diversas publicaciones impresas, justo atrás de la radiola. Este hombre de traje se ve cubierto parcialmente con un largo manto blanco, lo cual significa que el empresario se disfraza con un color claro y albo, pero produce enajenante consumismo y vicio en realidad. En la imaginación de Carlos, este empresario simbólico tiene rostro siniestro y está conectado con la muerte. A un lado del montón de productos culturales, se ve a la mujer de cabello pelirrojo con una botella de cristal que puede ser un refresco o alcohol. Estas figuras son una manera de mostrar las nuevas costumbres, la enajenación y el consumismo de la sociedad moderna, hacia la mitad del siglo XX. Este fragmento reconcentrado de imágenes se halla en la parte superior de la puerta de entrada a la mencionada biblioteca universitaria.



EL HOMBRE DEL TRAJE: EL PODER ECONOMICO OCULTO EN ESTE MURAL DE CARLOS


          En la misma escena, emerge el espíritu crítico del artista Carlos y detalla en forma descarnada la muerte y la enfermedad que padece la sociedad moderna. El mismo manto blanco y largo que cubre al negociante de los discos e impresos también  envuelve a otro hombre de horripilante rostro, boca abierta, ojos desorbitados y manos enormes y unas largas. Este hombre representa a la muerte de forma muy original, puesto que es un rostro horrendo. Es una imagen mortuoria muy original en relación a las representaciones tradicionales de la muerte en Occidente, puesto que sus manos se deslizan tenebrosamente hacia donde se ven un esqueleto humano, un hombre y un niño desnudos y agonizantes, con rictus sufrientes, todos yaciendo sobre un manto rojo como sangre. Justo arriba de la muerte, se observa a un hombre de traje y rostro oculto dirigiendo una especie de concierto con una varita, sentado en una enorme silla de madera. Este personaje misterioso se imbuye en la narrativa trazada en el breve espacio lateral de la puerta de la biblioteca de Filosofía y Letras, como se explica en la siguiente sección del presente artículo.



LA MUERTE Y LA ENFERMEDAD AZOTAN A LA HUMANIDAD EN ESTE MURAL DE CARLOS


Es interesante observar cómo el hombre de negocios, vestido con traje elegante y corbata, está unido con la muerte por el mismo manto blanco y ambos se ocultan parcialmente con esta prenda, dentro de la perspectiva muy crítica del artista Carlos. Entonces, el capitalismo contemporáneo es enajenante por el consumismo, se deduce de esta escena tan negativa.


3.    LOS MAGISTRADOS Y LA MUJER DESNUDA:
LA PERVERSION DE LA JUSTICIA Y LA VERDAD OCULTA



En otra escena conectada con la anterior, la narrativa pictórica de Carlos exhibe el aspecto negativo de la sociedad con imágenes grotescas: El papel perverso y corrupto de los poderes político, económico y judicial. Esta escena inicia precisamente con el hombre de traje en la silla de madera. Esta persona del sexo masculino puede representar el poder político o el poder judicial supremo y funciona como un manipulador de tres magistrados que visten togas moradas y se encuentran justo debajo de este hombre misterioso, cuyo rostro no se ve. Este hombre es un manipulador y mueve una varita de conciertos musicales mientras que dos de los magistrados gozan y siguen sus indicaciones: El de arriba toca los platillos, tiene el rostro maquillado como payaso, muestra una espada clavada en la espalda y cierra los ojos. Sin embargo, los platillos muestran algunas cadenas y esto indica el control oculto y secreto de los actos de este magistrado; por su parte, el magistrado de abajo extiende sus brazos y levanta el rostro hacia arriba en señal de gozo. Los dos funcioanrios judiciales son narigones y feos. Su papel simbólico en esta acerba y crítica alegoría es, en suma, ser manipulados por un poder oculto, omnímodo y misterioso.


LOS CORRUPTOS MAGISTRADOS JUDICIALES: "BUFONES" DEL PODER POLITICO EN ESTE MURAL DE ALBERTO CARLOS


Siguiendo esta robusta narrativa del maestro Carlos, aparece otra vez el poder económico de manera negativa y crítica, dentro de una situación absurda y fantástica. Este poder es el mismo hombre que vacía el cesto de discos en la escena grande anterior y muestra un doble papel en la sociedad moderna capitalista: Por un lado, suministra los productos de consumo y, por otro, evade las leyes del Estado y, por tanto, se burla de las instituciones de la justicia. Este segundo papel o función perversa del hombre del traje aparece precisamente en la misma escena lateral de los magistrados, justo a arriba de la puerta de la biblioteca. Del mismo manto blanco, surge otra vez este hombre narigudo, feo y de traje, una especie de doble, haciendo gestos de burla frente a un mueble que tiene inscrito la palabra en latín “LEX” (LEY) y que exhibe unos legajos blancos de documentos arriba. En suma, el poder económico es perverso y se opone a la justicia y al Estado, dentro de la sociedad capitalista moderna, es el mensaje construido por el maestro Carlos.
La alegoría de la justicia de este gran mural mexicano se completa con la aparición de la Verdad, la cual es sometida por el corrupto poder judicial. Se construye este significado cultural con imágenes robustas y magistrales, las cuales muestran un perfecto figurativismo y un alto simbolismo, cristalizan colores sombríos y expresan un realismo grotesco. Se encuentran en la parte inferior del espacio lateral de la puerta de entrada a la biblioteca mencionada arriba. Por su parte, el tercer magistrado de toga morada está de pie sobre otro mueble de madera y vigila a una mujer desnuda, bella y morena que se encuentra cautiva y yaciente justo debajo de la escena. En particular, este funcionario judicial es viejo y muy feo y luce como personaje de una película de terror; tiene la cara regordeta y arrugada, con mejillas grandes y fláccidas; en general, muestra un doble gesto: Un rictus tenebroso, pero sus ojos parecen observar hacia arriba con cierto temor y obediencia y responden de esa manera a la presencia imponente del hombre de negocios arriba de la escena. Extrañamente, la piel del magistrado es verde y muestra un hueso colgando de su cuello, un aspecto mortuorio que representa a la muerte. En tanto, la mujer es muy bella y sensual, de apariencia mestiza y tiene el cabello largo y de color negro. Sus delicadas manos están atadas con trozos de tela al mueble de madera y tiene los ojos cubiertos con un pañuelo blanco. Del cajón del mueble, se desprenden muchos documentos, lo cual indica el carácter burocrático de la justicia. El hombre de rostro verde es siniestro frente a la marcada indefensión de la mujer desnuda.


LA VERDAD ES MANIPULADA POR LOS MAGISTRADOS JUDICIALES EN ESTE MURAL DE ALBERTO CARLOS



En conjunto, el maestro Carlos proyecta en este mural de la justicia y la humanidad una gran crítica social a los poderes político, económico y judicial y a la sociedad capitalista moderna, con  el buen trazo de estas figuras masculinas de trajes elegantes y de aspecto sombrío y grotesco. Manifiesta un amplio sentido humanístico e idealista con las dos imágenes femeninas, bellas y puras: La Justicia y la Verdad. Recrea con fidelidad a los héroes históricos de América y a los personajes literarios de la literatura hispánica. Aporta su visión justa y balanceada de la humanidad: Un pueblo mexicano cuidadoso de la justicia, una juventud estudiosa y dedicada y un sector de la sociedad hundido en el consumismo y el vicio. Son todas ellas imágenes memorables, cuyos colores y dibujos permanecen en el tiempo en la Facultad de Filosofía y Letras del UACH, campus uno, situada en la Avenida Universidad, entre las avenidas Pascual Orozco y División del Norte de la ciudad de Chihuahua.



4.    ALBERTO CARLOS: GRAN MURALISTA Y PINTOR



Este mural de la justicia y la humanidad pintado en un muro de la Facultad de Filosofía y Letras es una alegoría. Se caracteriza por ser una muestra contundente de belleza y mensaje moral positivo del maestro Carlos, justo dentro de un recinto dedicado al conocimiento humanista: En la entonces Escuela de Derecho de la UACH de finales de la década de los cincuenta. El mural data precisamente de 1959. Dicha escuela ahora es la Facultad de Filosofía y Letras y se encuentra ubicada en el viejo campus universitario, justo al norte de la ciudad, pero muy cerca del centro.
        El hondo y quintaesenciado sentido alegórico es desarrollado también, por ejemplo, en la pintura Periodismo Trascendente del propio pintor Alberto Carlos. Esta pintura se halla ubicada actualmente en el primer piso del edificio del Congreso del Estado de la ciudad de Chihuahua. En esta obra, una hermosa mujer representa también a la Verdad y es rodeada por diversas figuras humanas que simbolizan grupos sociales de la época contemporánea, todos los cuales convergen en torno al periodismo del siglo XX. Aparecen militares, diverso miembros de la sociedad mexicana, la clase alta, el capitalismo norteamericano, entre otras figuras muy significativas. Originalmente, esta pintura se encontraba en las desaparecidas instalaciones del periódico Norte situadas en la Avenida Juárez, casi esquina con Avenida Venustiano Carranza.
          El maestro Alberto Carlos (Fresnillo, Zacatecas, 1925-Ciudad de Chihuahua, 2000) fue profesor de historia del arte en la entonces Escuela de Filosofía y Letras. Se distinguió por ser un artista muy creativo y prodigioso y dejó una extensa obra muralística en la ciudad de Chihuahua y numerosos cuadros al óleo y dibujos a lápiz. En especial, tiene diversos murales en  edificios públicos y privados de Chihuahua, Ciudad Juárez y otras ciudades del Estado de Chihuahua. Sobresalen diversos murales plasmados en la Universidad Autónoma de Chihuahua y en el edificio de la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología (DDUE) de Chihuahua, Chihuahua, entre otros más.
En suma, el mural sobre la justicia del maestro Alberto Carlos expone situaciones simbólicas de la humanidad armónicas y contrastantes, bellas y feas, positivas y negativas, ficcionales e históricas. Sobre todo, estas poderosas imágenes humanas transmiten un profundo mensaje humanista y moral para los estudiantes de diversas generaciones de la Facultad de Filosofía y Letras y del público en general. Es un mural que ya ha cumplido cincuenta y siete años de existencia, según el año inscrito en el propio mural: 1959. La gente puede admirar esta prodigiosa obra en dicho recinto universitario, pues es un mural de gran calidad artística.
En general, la factura figurativa de este ya clásico mural es realista y un tanto expresionista, proyecta un vigoroso simbolismo y construye una gran alegoría de la justicia y la humanidad. Su acentuado carácter alegórico es representativo de diversos murales de Alberto Carlos y, en general, de todas las generaciones de muralistas mexicanos. La configuración estética es de gran calidad imaginativa, dotada de buen y firme dibujo y de un colorido apropiado y contrastante, para enfatizar más el mensaje constructivo, positivo y civilizado. Por un lado, se observan el blanco positivo de la mujer que representa a la Justicia, el cual se ubica en la parte superior, y el delicado color rosado de la piel de la mujer de blanco y de los músculos atléticos de los hombres estudiosos en un nivel intermedio. Por otro, un poco más abajo domina el ambiente oscuro para resaltar la parte negativa de la sociedad, justo en la parte inferior. En un nivel ideal, de fantasía literaria, se sitúa el personaje de Miguel de Cervantes, el cual representa también a la justicia, como ya se dijo antes. El área del vicio se encuentra bajo una atmósfera oscura, de noche, dentro de un ambiente de cantina.
Con este mural sobre la justicia, el talentoso maestro Alberto Carlos deja un legado artístico de gran belleza y poderosos mensajes moral, político y social para los chihuahuenses y los mexicanos. Las abstractas Justicia y Verdad cobran vida vigorosa en ese muro como grandes personajes femeninos paradigmáticos, en medio de la reconcentrada sociedad que inventa y resume el maestro zacatecano con gran inteligencia, en medio de las manipulaciones y perversiones del Poder.
          Los amables lectores pueden consultar mi interesante artículo “Alberto Carlos y Benito Nogueira en el Museo Casa Chihuahua: Acuarelas, retratos, fantasías oníricas, dibujos y otras obras”, el cual fue publicado en el presente Blog el pasado jueves 14 de agosto de 2014. Asimismo, pueden leer en mi Blog otros interesantes artículos sobre el maestro Alberto Carlos, sobre arte chihuahuense y arte mexicano.



(TODAS LAS FOTOS FUERON TOMADAS POR ÓSCAR ROBLES)

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