viernes, 22 de abril de 2016

LOS TEMAS RELIGIOSOS Y EL SIMBOLISMO DEL TITULO EN "LUZ SILENCIOSA" DE CARLOS REYGADAS

       LOS TEMAS RELIGIOSOS Y EL SIMBOLISMO DEL TÍTULO                   EN LUZ SILENCIOSA DE CARLOS REYGADAS[1]



ÓSCAR ROBLES




     La frase “Luz silenciosa” es una “metáfora de los sentidos” o “sinestesia” que sirve para definir algunos mensajes implícitos y para expresar profundos simbolismos en el filme Luz silenciosa / Stellet Licht (2007) de Carlos Reygadas. Uno de estos mensajes es la posible omnipresencia silente, metafísica y mágica de Dios en el cielo y, sobre todo, en la luz del sol, en la luz callada del cielo. Esta presencia divina aparece sugerida en la resolución del conflicto principal de dicha película. Fundamentalmente, la presencia de Dios en los destinos humanos de los tres protagonistas del filme se relaciona con los temas religiosos y se expresa a través del gran símbolo de la “luz silenciosa”.
      En Luz silenciosa, el granjero menonita mexicano Johannes Johann Voth (Cornelio Wall) tiene relaciones adúlteras con la empleada de una nevería llamada Marianne (María Pankratz). Su esposa Esther (Miriam Toews) sabe de este problema, sufre en silencio la traición de su cónyuge y oculta el asunto a los seis hijos de ambos. Los dos amantes se aman profundamente en cuerpo y alma, gozan el amor en secreto y sienten constantes dudas y remordimientos. Un día, Johann y Esther viajan solos en carro por una carretera bajo una torrencial tormenta de lluvia y ambos discuten en el vehículo la pecaminosa relación adúltera del hombre. Entonces, Johann detiene el vehículo abruptamente, ella sale del auto y corre desesperadamente bajo la lluvia, llorando, hasta que se desmaya frente a un árbol. Johann la levanta en sus brazos y llora a gritos. Después, Johann la traslada a un hospital y en este lugar el doctor le informa que Esther ha muerto de un trauma coronario en el corazón. En el funeral, Marianne besa los labios del cadáver de Esther y esta mujer resucita misteriosamente. Los hijos pequeños de Esther y el mismo Johann entran a ver a la recién resucitada madre y esposa y se alegran. Al final, aparece el cielo estrellado y se intuye la presencia de Dios, silenciosamente.


1.    LOS TEMAS RELIGIOSOS: PECADO, PERDÓN Y REDENCIÓN


 En el desarrollo de la trama de Luz silenciosa, cobran gran fuerza diversos temas centrales y se estructuran, sobre todo, los clásicos temas religiosos del pecado, del perdón y de la redención moral. Primeramente, el adulterio es un conflicto grave en la cultura menonita para la esposa, la familia y la religión. Este problema se desarrolla mediante algunas breves escenas sexuales en unos baños públicos y en un motel; causa tristeza y placer y grandes remordimientos en los dos adúlteros; y hasta se sugiere que el demonio o “Enemigo” es la causa de este grave pecado. En segundo lugar, el frío amor conyugal entre Johann y Esther contrasta con el amor pasional entre Johann y Marianne. En tercer lugar, el amor de familia es clave como contrapeso al adulterio, pues los padres e hijos de la familia Voth viven en unidad en la cocina, en el bello estanque y haciendo el duro trabajo del campo. Sobre todos los temas anteriores, emerge el amor a / de Dios como el tópico más importante para definir la compleja psicología de los personajes y la resolución de la trama. Por ejemplo, Johann piensa que Dios apoya su amor por Marianne y después siente que él mismo es un verdadero demonio causante de la muerte de Esther.
 Finalmente, la “luz silenciosa” de Dios desencadena el perdón y la redención de los tres protagonistas y la resurrección de Esther. El filme sugiere que Marianne porta la “luz silenciosa” de Dios y le insufla “mágicamente” la vida al cadáver de Esther para que la esposa vuelva con Johann. En la escena de la resurrección, no hay excesivo (melo) dramatismo. Apenas Esther despierta de la muerte y la ve Johann, aparece la toral secuencia final del cielo en el atardecer, para mostrarnos y sugerirnos la omnipresencia de Dios en el cielo y en la naturaleza y en la misma vida humana.


 2. LA ESPOSA SUFRIENTE, LA AMANTE REDIMIDA Y EL ESPOSO ANGUSTIADO


Para desarrollar los temas humanos y religiosos de Luz silenciosa, es muy trascendente la psicología de los tres protagonistas. En primer lugar, destaca la figura profunda de Esther, la esposa callada y sufrida. Es un personaje femenino muy rico, con más variables emotivas y expresión gestual en el rostro. En la primera parte del filme, es una mujer sumisa, callada, muy trabajadora, buena esposa y madre. Incluso, maneja la maquinaria agrícola con alta destreza. Su rostro manifiesta el sufrimiento constante por el adulterio de su marido. Es un dolor callado que se observa en las escenas silenciosas de la cocina, el estanque y el campo agrícola. En el viaje en auto de la segunda parte, las pasiones negativas afloran finalmente en las palabras de Esther e insulta a Marianne y, en consecuencia, su papel evoluciona del silencio y la parquedad en el hogar a la discusión, al sufrimiento y al lloro doloroso que la conducen finalmente a la muerte por un ataque cardiaco. En la secuencia narrativa “Lágrimas en la lluvia”, ocurre una “cumbre” emocional del conflicto central y la segunda manifestación simbólica de Dios: La terrible tormenta es, al mismo tiempo, una proyección del sufrimiento de Esther y de la fricción entre los dos cónyuges y el posible lloro de Dios a través del cielo, pues en el filme la bóveda celeste tiene un papel preponderante para la manifestación silenciosa y mágica de Dios en el plano de la vida humana.
 En contraste, Marianne es un personaje muy amoroso, con remordimientos y extrañamente misterioso y mágico hacia el final del filme, ya que se sugiere que es portadora de la resurrección de su antagonista. En el encuentro sexual en el motel, ella le dice a Johann que lo ama profundamente. Cuando abraza a Johann afuera del funeral, pone su mano derecha frente al sol de la tarde y parece que Dios le transmite el poder curativo de la resurrección. Entonces, a través de un beso en los labios, ella resucita a Esther y esta resurrección representa el perdón implícito entre ambas mujeres rivales y la redención de la adúltera. La escena entre las dos mujeres en el lecho de muerte es verdaderamente conmovedora y tierna, envuelta en el color blanco que domina el espacio, el blanco símbolo de vida. Cuando Marianne se va de la casa, parece un ángel, un personaje misterioso y mágico dentro de un ámbito desdramatizado, silencioso y cotidiano.
  Por su parte, Johann Voth es un hombre reflexivo y callado, sufre su pecado, llora por su conducta inmoral y enfrenta la gran duda de saber si Dios o el demonio (“El Enemigo”) están detrás de la relación de amor con Marianne. En una discusión con su padre (Peter Wall), Johann piensa que Dios le trajo a Marianne para que gozara el amor con intensidad. El padre actúa como consejero y confidente, con sabias palabras, y le aconseja que deje a Marianne y le dice que pronto se le irá el dolor de perderla. De lo contrario, advierte el viejo agricultor menonita y experimentado padre, Johann puede perder a las dos mujeres. Pero Johann se resiste a perder a su amante. También comparte el secreto de su adulterio con su amigo Zacarías (Jacobo Klassen), el dueño de un taller mecánico ubicado dentro de los campos menonitas de Chihuahua. 


3.    DIOS Y EL SÍMBOLO DE LA “LUZ SILENCIOSA”


  Sin duda, las acciones, los temas y los personajes son esenciales en el filme de Carlos Reygadas y se desarrollan con gran fuerza a través de las catorce escenas del filme. Sin embargo, el papel del espacio físico celeste y la luz del sol son muy importantes para completar el significado global de la historia de amor, pecado y religiosidad. Para ello, se configura una bella sinestesia y un extraordinario, hermoso y denso símbolo: La “luz silenciosa” del título. Como ya se dijo, “luz silenciosa” es en realidad una sinestesia. La “sinestesia” es una figura retórica o estilística que mezcla en sentido figurado dos o más sensaciones, es “la descripción de una experiencia sensorial en términos de otra” (Virgillo 140). En el título del filme, las sensaciones mezcladas son visual (luz) y auditiva (silenciosa). En un nivel secundario de interpretación, la “luz silenciosa” representa la belleza del paisaje natural chihuahuense de los campos menonitas, durante un amanecer y un atardecer específicos. En el filme, esos dos días del nacimiento y de la muerte de la luz solar representan simbólicamente la manifestación de Dios.
   La luz silenciosa es, pues, una sinestesia y el gran símbolo de la película. El “símbolo” es una relación de elementos, uno concreto —sensorial— y otro abstracto, de tal manera que el elemento concreto revele lo abstracto” (Virgillo 143). Aunque breves dentro del tiempo de la trama, el cielo y su luz aparecen con una gran belleza en el marco de la naturaleza agreste chihuahuense. En especial, la cámara le concede al cielo un gran protagonismo en el nivel simbólico y en el nivel metafísico, ya que explica el hecho sobrenatural de la resurrección a los espectadores sin necesidad de palabras o acciones de personajes. El cielo aparece en la escena inicial y en la escena final, son un amanecer y un atardecer respectivamente y ambas escenas translucen la posibilidad de que Dios interviene misteriosa y mágicamente en la historia de adulterio. El amanecer inicial dura alrededor de tres minutos y es una toma panorámica o pan-shot del cielo nocturno, estrellado, con el canto de grillos y ranas como trasfondo del “silencio”. En esta escena, la cámara comienza a moverse y enfoca luego una nube blanca; rayos rojos, naranjas y amarillos en el horizonte; y, finalmente, siluetas de árboles. Además, se escuchan apagados mugidos de reses. Luego, aparecen más nubes naranjas y luego grises, un cielo azul y unos pastizales amarillos y, en este contexto visual, se escuchan cantos lejanos de aves. Toda esta secuencia del paisaje campirano es el marco ideal para envolver el conflicto humano: El adulterio y la muerte. Después, se ve el exterior de la casa de ladrillos rojos de Johannes Voth y a la familia de Johann en la cocina. Al principio del filme, la escena del cielo parece sólo una mera descripción del paisaje natural, pero con esta variante final de la naturaleza se completa el gran significado simbólico del paisaje como expresión de la “luz silenciosa” de Dios.
     Así pues, esta poderosa secuencia final del cielo al atardecer eleva el simbolismo de la bóveda celeste en la trama. En realidad, el cielo es el portador del elemento mágico y misterioso: El milagro de la resurrección que deriva en la redención de los dos amantes pecadores. Antes de entrar a la sala del funeral, Marianne recibe la “luz silenciosa” de Dios a través de su mano. Luego, el cielo (léase: el cosmos) vuelve a ser el personaje central de la película, como en la primera secuencia narrativa, y marca el cierre de una historia circular. Aparecen árboles, cielo y la caída del sol, un “concierto” de azul-amarillo-verde, casi silencioso, el canto de los grillos y los pájaros, algunos mugidos de reses y, entonces, la cámara avanza hacia el firmamento mientras la luz del sol va desapareciendo y el azul de la noche crece lleno de estrellas plateadas y la luz se va cerrando lentamente, se oye el lejano croar de las ranas. Al final, queda la bóveda oscura del cielo y las estrellas crecen. Los espectadores ven el cielo y entonces pueden adivinar y deducir: Dios y su “luz silenciosa” curaron mágicamente las heridas humanas —rencor, dolor, tristeza— y, sobre todo, sanaron la enorme “herida” de la muerte con la resurrección de Esther, el perdón final y la redención de los pecadores. En realidad, el espacio físico es un sustrato para intuir la existencia de un espacio metafísico allá arriba, en el lejano cosmos. En suma, la mágica “luz silenciosa” del espacio divino es una sinestesia y, principalmente, el símbolo profundo del amor de Dios.


4.    BELLEZA DEL PAISAJE Y CULTURA MENONITA


   En términos más objetivos y geográficos, el espacio físico está ubicado en los campos menonitas de Cuauhtémoc, Chihuahua. Con el impacto de la fotografía del mexicano Alexis Zabé, este espacio se transfigura en “pinturas” o “postales” de una hermosura excepcional. Aparecen casa, moteles y restaurantes modernos y cómodos con su armonía exterior y el orden interior, equipados con muebles relucientes y aparatos electrodomésticos; un taller, un establo y, sobre todo, campos agrícolas con maizales secos y verdes o con montones de nieve. En tanto, el baño en el estanque refleja la paz, la unidad familiar y la vida placentera de la familia Voth. En general, las escenas agrestes son espacios de paz y trabajo. En especial, las escenas de trabajo campirano lucen como una versión moderna y “motorizada” de algunas pinturas agrestes de los campesinos franceses creadas por el pintor francés Jean François Millet (1814-1875), tales como “El sembrador”(1850), “El almuerzo de los segadores” (1853) y, principalmente, “El Ángelus”. Por ejemplo, la familia Voth reza antes de comer tacos en la caja de su troca extralarga y también aparecen escenas del límpido cielo chihuahuense, de los montones de maizales secos y de una verde máquina trilladora de una conocida empresa estadounidense. Asimismo, durante el desarrollo del conflicto central, ocurren los cambios de estaciones que permiten admirar la belleza de los campos menonitas: Del verano soleado y floreciente al crudo y nevado invierno; de la belleza amarilla y azul del tiempo de siembra y cosecha a la pura belleza blanca de la nieve.
  Como parte de la cultura menonita, los conflictos con Dios surgen en una tradicional comunidad agrícola, inmersa en las tradicionales tecnologías del siglo XX y en las nuevas tecnologías del siglo XXI. Aparecen automotores, máquinas agrícolas y tecnologías audiovisuales y, particularmente, la agricultura y la ganadería como formas de actividades económicas. Asimismo, la cultura de los menonitas se observa en los vestidos peculiares de las mujeres, los pantalones de pechera hechos de mezclilla de los hombres y el sombrero norteño de ala corta, las casas de ladrillo estilo norteamericano, la tecnología de la ordeña de vacas en las granjas, el culto religioso menonita, diálogos originales en la lengua Plautdiesch y, en especial, el rito funerario del cuarto de la muerta envuelto en paredes blancas.


5.    REYGADAS: UNO DE LOS MEJORES CINCO DIRECTORES MEXICANOS DEL SIGLO XXI


  Con sólo cuatro grandes y exitosos largometrajes, todos premiados en el extranjero, Carlos Reygadas Castillo (México, D. F., 1971—) es uno de los cinco mejores directores mexicanos en los primeros dieciséis años del siglo XXI. Comparte este honor con Ignacio González Iñárritu (1963—), Guillermo del Toro (1964—), Alfonso Cuarón ((1961—) y Carlos Carrera (1962—). En particular, Reygadas dirigió e hizo el guión de Luz silenciosa. En tanto, Alexis Zabé fue el director de fotografía y su trabajo destaca por las tomas bellas y simbólicas del paisaje de la naturaleza y del cielo. Sobresalen especialmente dos escenas del espacio físico: El lento amanecer del inicio y el lento atardecer del final, en los cuales se manifiesta Dios y su “luz silenciosa”, como ya se apuntó antes en el presente artículo. También, Zabé ha sido el fotógrafo en los largometrajes Temporada de patos (México, 2004) y Lake Tahoe (México, 2008), los cuales fueron dirigidos por el mexicano Fernando Eimbecke. Finalmente, este fotógrafo mexicano participó en el filme Post Tenebras Lux (México, 2012) del propio Reygadas.
  Reygadas ha dirigido cuatro largometrajes de gran éxito en festivales de cine. El primero es Japón (2000), Mención Especial de la Cámara de Oro en el Festival de Cannes 2000; el segundo, La batalla en el cielo (2005), se llevó el Premio del Jurado en el Festival de Lima 2005; el cuarto, Luz silenciosa (2007), se hizo merecedor a diversos premios muy trascendentes; y el cuarto, Post Tenebras Lux (2012), se acreditó el Premio al Mejor Director en el Festival de Cannes 2012. En todas sus películas, Reygadas manifiesta un estilo muy original, un auténtico “cine de autor” y la búsqueda de un nuevo “lenguaje cinematográfico”.
En especial, Luz silenciosa es un filme de drama y de romance y  recibió treinta premios nacionales e internacionales y diez nominaciones. Entre las distinciones, destacan las siguientes: El Jury Prize a Mejor Película en el Festival de Cannes, Francia, en 2007; el galardón a Best Film en el Festival de Chicago, Estados Unidos, en 2007; el Jury Award a la Mejor Película en el Festival de Bergen, Noruega, en 2007; el premio a Mejor Película en El Festival de Lima, Perú, en 2007; el premio a Mejor Película en El Festival Iberoamericano de Huelva, España, en 2007; y cinco premios Ariel en México en 2007 a Mejor Película, Mejor Director (Carlos Reygadas), Mejor Fotografía (Alex Zabé), Mejor Guión Original (Carlos Reygadas), Mejor Actriz (Miriam Toews) y Mejor Actriz de Reparto (María Pankratz).
   Por otro lado, Luz silenciosa fue muy bien recibida por los críticos de cine en diversas partes del mundo. Primeramente, los críticos de cine de los periódicos estadounidenses The Chicago Sun Times, The Chicago Tribune y The Seattle Times le concedieron a Luz silenciosa la calificación máxima de cuatro estrellas por su calidad fílmica. En tanto, The New York Post le atribuyó tres estrellas y media de cuatro posibles. Por su parte, el prestigioso sitio www.filmaffinity.com  le otorgó siete de diez estrellas posibles por su buena factura artística. Finalmente, el sitio www.imdb.com le dio 7.3 puntos de diez posibles, el sitio www.rottentomatoes.com le otorga un 90 % de aceptación de un cien por ciento total y el sitio www.metacritic.com le concede un 79% de evaluación positiva de un cien por ciento posible. En especial, E. Rodríguez Marchante del Diario ABC opinó que esta tercera película de largometraje de Reygadas es “cine milagroso, luminoso. . . Sólo hay en Luz silenciosa momentos luminosos” (“Luz”).
  Por otro lado, la entrevista a uno de los actores incluida en el DVD de Luz silenciosa permite a los espectadores escuchar a Cornelio Wall hablando en español y saber que este menonita mexicano no es un actor profesional y que había trabajado como agricultor y en una estación de radio durante quince años hasta 2007 (Reygadas). Según Wall, la película de Reygadas aborda el problema de la infidelidad conyugal y cómo se vive hoy en día este problema (Reygadas). El filme de Reygadas es una coproducción de México, Holanda, Francia y Alemania.
  En conclusión, Luz silenciosa narra una historia de adulterio entre los menonitas mexicanos del Estado de Chihuahua, en la cual un aparente hecho sobrenatural —el amor de Dios y su “luz silenciosa”— resuelve los problemas de pecado, adulterio y muerte, mediante la resurrección, el perdón y la redención de los pecadores.




Obras citadas
“Luz silenciosa.” Film Affinity España. 22 abril 2016.
Reygadas, Carlos, dir. Silent Light / Stellet Licht. 2007. DVD. Tartan, 2008.
Virgillo, Carmelo, Teresa Valdivieso y Edward H. Friedman. Aproximaciones al
estudio de la literatura hispánica. 5ª ed. New York: Mac Graw Hill, 2004.



[1] Este artículo fue publicado originalmente en la destacada y ya desaparecida revista Chihuahua Moderno en  el número 154 publicado en mayo de 2013. El presente texto es una versión corregida y aumentada para brindarla a los amables lectores que consultan mi Blog.

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