martes, 22 de marzo de 2016

CIENCIA FICCION, UTOPIA Y ANTI-UTOPIA EN "UN MUNDO FELIZ" DE ALDOUS HUXLEY



CIENCIA FICCIÓN, UTOPÍA  Y ANTI-UTOPÍA EN UN MUNDO FELIZ DE ALDOUS HUXLEY[1]



ÓSCAR ROBLES



“La uniformidad es la muerte del espíritu, la petrificación del pensamiento.”
OCTAVIO PAZ
Al paso



He aquí un poco del ultramoderno Nuevo Mundo en Londres, Inglaterra, durante la imaginaria era Fordiana, dentro de la maravillosa novela de ciencia ficción citada en el título del presente artículo:
Hay óvulos fecundados que producen noventa y seis seres humanos en laboratorios y hasta quince mil adultos iguales; el cine sensible genera efectos muy vivos en los cinco sentidos de los espectadores; las mujeres cargan cartucheras llenas de preservativos; la goma de mascar tiene hormonas sexuales; el sexo es plenamente libre; el “soma” es la droga perfecta, eufórica, narcótica, alucinante y legal para controlar las pasiones humanas; los viejos tienen la edad mental y la misma fuerza física que los jóvenes; los helicópteros son medios de transporte habituales dentro de las ciudades y los veloces cohetes transportan a la gente a otras regiones del planeta Tierra; los numerosos crematorios recuperan el fósforo de los cadáveres humanos para fertilizar plantas; los condicionamientos psicológicos de las “castas laborales” se realizan durante el sueño; acondicionan a los niños en el Hospital de Moribundos con juguetes bonitos e ingiriendo crema de chocolate para que acepten la muerte en su futuro. . .
Todas las anteriores referencias son algunos de los avances científicos y tecnológicos incluidos en la brillante novela Un mundo feliz / A Brave New World (1932) de Aldous Huxley. Dividida en dieciocho capítulos, Un mundo feliz es una de las novelas capitales en lengua inglesa y una obra maestra de la ciencia ficción. En general, la novela plantea una sociedad mundial organizada por la ciencia y la tecnología y bajo el cumplimiento de tres grandes objetivos: Comunidad, Identidad y Estabilidad.
Ante todo, esta novela inglesa construye una utopía: El feliz e hiper-civilizado Estado Mundial. Al mismo tiempo, desarrolla esta anti-utopía: La rebeldía del civilizado Bernard Marx, la irrupción de la barbarie salvaje del Viejo Mundo en el ultramoderno Londres y el rechazo al Nuevo Mundo por parte del salvaje John con sus ideas tradicionales y su dramático suicidio dentro del propio “mundo feliz” de Londres.
La novela crea numerosos personajes y desarrolla múltiples peripecias situadas principalmente en el futurístico Londres, Inglaterra, y en el tradicional Malpaís, una reservación de indios de Nuevo México, Estados Unidos. En este ficcionalizado Londres, Ford sustituye a Dios, hay una población de dos mil millones de habitantes en el planeta y, sobre todo, domina un solo sistema político mundial totalitario, el Estado Mundial. Este gobierno controla y organiza la vida de millones de personas, creadas y clasificadas en cinco castas o grupos laborales: Alfas, Betas, Gammas, Deltas y Épsilones.
Asimismo, todas las personas de este Nuevo Mundo son procreadas en avanzados laboratorios y debidamente acondicionadas durante su gestación y su infancia, con el propósito de desarrollar determinadas y jerárquicas conductas  intelectuales y físicas, propias para su asignado y altamente “acondicionado” empleo. Por ejemplo, se predestina y se condiciona a los Alfas para ser más inteligentes y trabajar como directores de Incubación; se crea una generación de intelectuales-Alfa; las castas más bajas reciben menos oxígeno para afectar el cerebro y el esqueleto, según informa el personaje Henry Foster (Huxley, Un mundo 7); en una sala especial, los niños de la clase Delta son acondicionados para desarrollar “horror instintivo a los libros y las flores” con choques eléctricos y estridentes timbres de alarma, ya que “el amor a la naturaleza no da trabajo a las fábricas” (11, 12); los Gammas-Menos están destinados a cuidar las máquinas (24).
Como parte de estas leyes del Nuevo Mundo, se prohíben las ideas y costumbres del pasado histórico de la era Moderna, tales como las emociones negativas, el romanticismo, las obras literarias del pasado (La Biblia, William Shakespeare y otras más), la naturaleza, el individualismo, el Cristianismo, la familia, la monogamia y la Historia, todo ello con el objetivo de mantener el sano desarrollo laboral y el equilibrado consumo de bienes y servicios propios de una sociedad hiper-capitalista. Por su parte, el Inspector Mundial de la Europa Occidental, Mustafá Mond, sostiene los valores de la estabilidad social, bajo el lema “Todos pertenecemos a todos” (Huxley, Un mundo 21). En esta sociedad, “todo el mundo es feliz ahora”, dicen Henry Foster y Lenina Crowne (41).
Sin embargo, las ideas del rebelde Bernard Marx y la postura del narrador omnisciente exponen subrepticiamente la crítica a esta sociedad hiper-moderna del Nuevo Mundo. Por ejemplo, el narrador dice que es una “inerte sociedad” al describir los Oficios de Solidaridad en la Cantoría Comunal de Fordson (Huxley, Un mundo 46). En contraste, sesenta mil indios y mestizos salvajes viven en la reserva de Malpaís, Nuevo México, todos ellos encerrados en un cerco de más de mil kilómetros de tela metálica a sesenta mil voltios de descarga eléctrica. En este preciso lugar, se cultivan varias costumbres opuestas a la civilización, tales como el matrimonio, la familia y el Cristianismo (56). Asimismo, los jóvenes salvajes de Malpaís descubren el papel del Tiempo, la Muerte y Dios en su propia sociedad (76).
En la novela de Huxley, la trama central cuenta con variadas peripecias que mantienen la tensión dramática en forma constante. La historia básica se resume de esta manera: Tomakin, director del Centro de Incubación y Acondicionamiento de la Central de Londres, explica la barbarie del pasado a un grupo de estudiantes en dicho centro. Un día, Tomakin cuenta a Bernard Marx de la desaparición de Linda, ex pareja de dicho director, dentro de los límites geográficos de Malpaís, hace tiempo. Entonces, Marx y su amiga Lenina Crowne van a Malpaís, conocen precisamente a Linda y a John, el hijo de ésta, y presencian algunas costumbres primitivas de los indígenas. Luego, Linda y John visitan Londres, le revelan al propio Tomakin que ambos forasteros son la esposa y el hijo de dicho director. Entonces, Linda se hunde en los placeres del Nuevo Mundo y Bernard se vuelve famoso, se olvida de su rebeldía contra el sistema y rompe con su gran amigo Helmholtz Watson. Después, Marx siente celos de Watson cuando el segundo entabla amistad con John. Por su parte, Lenina y John tienen tormentosas relaciones de amor, pues chocan la perspectiva muy sexual de la primera con la postura excesivamente romántica del segundo. Luego, John asiste a la agonía y muerte de Linda en un hospital. En ese lugar, John arroja las tabletas de la droga soma por una ventana y causa alarma entre los individuos Delta que trabajan en dicho hospital. Entonces, la policía apresa a John. Más adelante, Mond discute con John las ventajas del Nuevo Mundo y las desventajas del Viejo Mundo. Luego, John es acosado por algunos periodistas europeos fuera de los límites urbanos de Londres. Luego, John azota a Lenina delante de otras personas y éstas imitan estos castigos y los integran al civilizado rito de la Orgía Latria, propia del Nuevo Mundo. Finalmente, John huye de los periodistas y se ahorca en un faro, cansado de la vida del “mundo feliz” en Londres.
Ante todo, destacan siete personajes en la novela, con un papel social relevante y una honda psicología. Estos personajes son los siguientes: 1) Bernard Marx es un solitario y, sobre todo, un rebelde, pues asume el individualismo y rechaza el colectivismo del Estado Mundial. Pertenece a la privilegiada casta de los Alfa-Más, pero tiene un físico de un Gamma-Menos con ocho centímetros menos de estatura. Se sospecha que alguien puso por error alcohol en su sangre artificial cuando estaba su embrión dentro de un envase. Es experto en “hipnopedia” y trabaja en el Departamento de Psicología del Centro de Incubación y Acondicionamiento. Posee un rostro melancólico, tiene mala reputación con sus compañeros, se siente vacío espiritualmente, le gusta hacer las cosas en privado, insiste en ser “yo mismo y amargado”, dentro del “mundo feliz”, y tiene la plena conciencia de que el acondicionamiento social del sistema lo ha esclavizado en realidad (Huxley, Un mundo 49, 50). Finalmente, se comporta como un “enemigo de la sociedad” y “un subversivo” y tiene “heréticas opiniones” sobre la sociedad (84). Sin embargo, se vuelve arrogante cuando se vuelve famoso.
2) Helmholtz Watson es un profesor en la Escuela de Ingenieros de Emociones y encarna la belleza y la armonía del perfecto Alfa-Más: Fuerte, ágil, cabeza perfecta, facciones marcadas, gran amante —seiscientas cuarenta mujeres en menos de cuatro años—, demasiado inteligente, escritor de argumentos del cine sensible y con una secreta fuerza creativa inexpresable. Sin embargo, padece choques constantes con la autoridad por haber escrito unos versos originales sobre la soledad. En especial, se siente altamente fascinado por las prohibidas obras literarias del escritor inglés William Shakespeare. Dentro de la uniformidad de castas, Marx y Watson “eran individuos” (Huxley, Un mundo 36).
3) Lenina Crowne es una enfermera muy hermosa, muy sensual y muy popular entre sus compañeros, gran confidente de Bernard Marx, una pareja más o menos estable de Henry Foster al principio de la novela y, finalmente,  se vuelve una profunda enamorada de John.
4) Mustafá Mond informa a los alumnos sobre el Pasado, en el cual dominaban el Cristianismo, Dios, el alma, la inmortalidad, la democracia, el liberalismo, los museos, los monumentos históricos y los libros, entre otros aspectos. En el pasado fue también un rebelde social como Bernard Marx y Helmholtz Watson.
5) Tomakin establece una curiosa relación de confidencia y de rivalidad con Marx y se siente horrorizado al descubrir que es padre de John, puesto que la paternidad no existe dentro del Nuevo Mundo y todos los seres humanos son producidos en laboratorio.
6) John se caracteriza por su romanticismo, su amor a los libros de Shakespeare, su pudor ante el sexo, su amor a la libertad individual, su sentimiento de culpabilidad moral por vivir los placeres civilizados del Nuevo Mundo y por amar profundamente a Lenina Crowne. En particular, su gran conflicto es el siguiente: Se halla atrapado entre su amor casto propio del Viejo Mundo y el amor sexual de Lenina, tan común en el Nuevo Mundo.
7) Linda es una Beta-Menos rubia, procrea a su hijo John en la reservación de Malpaís por no contar con preservativos, se adapta a las costumbres de los indios salvajes, envejece y, finalmente, muere embriagada de placeres causados por la ingestión excesiva del soma en el hospital de Londres.
En general, la novela de Huxley explora el tema central de la utopía. En particular, la gran utopía de Un mundo feliz es, precisamente, la ciencia. En tanto, la utopía de La ciudad del sol (1602) del escritor italiano Tomás Campanella (1568-1639) es la religión y las utopías del ruso Piotr Kropotkin (1842-1921) y del francés Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865) pueden considerarse como “la moral laica de la solidaridad” (Vargas Llosa 90). En la utopía de Huxley, la sociedad se basa en “un principio totalitario: Que el Estado es superior al individuo” (88). Sin embargo, Un mundo feliz expone también “una crítica frontal a esa utopía en especial y, de carambola, a todas las utopías (92). Así pues, la novela de Huxley puede verse como una “anti-utopía”, ya que los hechos centrales se oponen a los de la sociedad ideal planteada (“Un mundo”).
Aldous Huxley (1894-1963) fue un famoso ensayista, filósofo, poeta, cuentista y novelista británico, hijo del famoso escritor Leonard Huxley (1860-1933) y nieto del naturalista y zoólogo Thomas Huxley (1825-1895), ambos de origen británico. Publicó las novelas Contrapunto / Point Counter Point (1928) y El genio y la diosa / The Genius and The Goddess (1955), entre numerosas obras de diversos géneros literarios. Fundamentalmente, las novelas de Huxley son textos “muy intelectualizados, “muestran un escepticismo paradójico y corrosivo” y manifiestan una actitud desilusionada producto de los efectos desastrosos de la Primera Guerra Mundial y, en particular, su novela Un mundo feliz expresa un gran pesimismo “por los avances tecnológicos del mundo moderno” (“Huxley”).


ALDOUS HUXLEY, AUTOR DE UN MUNDO FELIZ (1932)

En conclusión, Un mundo feliz del Aldous Huxley desarrolla una sociedad utópica, organizada bajo un solo Estado Mundial, con gran desarrollo científico y tecnológico y con los valores supremos del colectivismo, la estabilidad, la identidad y la felicidad. Esta sociedad es cuestionada por medio de la rebeldía de algunos civilizados —Bernard Marx, Helmholtz Watson—, dentro del propio sistema del Nuevo Mundo y mediante la irrupción de la barbarie, la libertad, el individualismo y el romanticismo de John y su Viejo Mundo y, finalmente, por la muerte del salvaje en la civilización narrada en la resolución de conflicto de la novela.  







Obras citadas
“Huxley, Aldous ((1894-1963).” Los Doce Mil Grandes. Enciclopedia
Biográfica. Vol. 5. Ed. Diane Downey. México: Promociones Editoriales
Mexicanas, 1982.
Huxley, Aldous. Un mundo feliz. 11ª. ed. México: Porrúa, 2000.
“Un mundo feliz.” Wikipedia. La enciclopedia libre. 22 marzo 2016. Fundación
Wikimedia, Inc. 21 marzo 2016. <https://es.wikipedia.org/wiki/Un_mundo_feliz>.
Vargas Llosa, Mario. La verdad de las mentiras. Ensayos sobre literatura.
México: Seix Barral, 1990.




[1] Esta reseña crítica fue publicada originalmente en la excelente y ya desaparecida revista Chihuahua Moderno en noviembre de 2012. El presente texto es una versión corregida y aumentada para ofrecerla a los amables lectores que consultan mi Blog.

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