lunes, 27 de enero de 2014

"TESTIMONIOS" EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA: ARTE RELIGIOSO, GOBELINOS, PAISAJES AGRESTES Y MUEBLES ANTIGUOS

TESTIMONIOS EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA: ARTE RELIGIOSO,  GOBELINOS, PAISAJES AGRESTES Y MUEBLES ANTIGUOS

ÓSCAR ROBLES

Cuadros con motivos religiosos cristianos (cristos, santos y vírgenes), dos deslumbrantes gobelinos con escenas descriptivas (estilos francés y Bruselas), paisajes románticos e imponentes muebles antiguos (victorianos, Luis XV), fueron las admirables obras de arte expuestas en el Museo Casa Chihuahua de la Ciudad de Chihuahua, entre el 19 de octubre y enero de 2014. La exposición se organizó bajo el sugerente título de Testimonios y forma parte del Acervo Patrimonial de la Secretaria de Hacienda de México.

1. ARTE RELIGIOSO CRISTIANO

Se incluyen diversos cuadros al óleo sobre tela de buena factura artística y varias esculturas de vírgenes que oscilan entre el arte y la artesanía decorativa. Entre todas las pinturas, sobresalen tres óleos sobre tela de gran realización artística. En primer lugar, “El nacimiento de la virgen” del artista mexicano Juan Correa (1674-1739) destaca por su gran trazo del dibujo, el hermoso  diseño de humanos y objetos y su armónico colorido. Una mujer convaleciente se recupera de un parto en su lujosa recámara. La rodean su sirvienta, un hombre barbado que parece ser su esposo y dos mujeres, situadas en el primer plano, las cuales cuidan a la bebe recién nacida, la futura virgen, justo frente a un brasero cercano a la cama de la madre. Resaltan de inmediato el lujo de la habitación, cubierta con telas rojas y brillos dorados. Resaltan, en suma, la belleza, la serenidad y el buen trazo de los rostros blancos de los seis personajes. La madre mira a su esposo, el cual está vestido en una vestimenta verde, muy elegante, con vivos dorados. Es una cálida escena familiar donde prevalecen la intimidad casera, la maternidad y el alborozo por el nacimiento de una niña.
En segundo lugar, “Santo con ángel” (1824) de José María Vázquez concentra poderosamente una escena muy dramática, muy poética y de excelsa religiosidad cristiana. Un ángel abraza a un santo sufriente que está hincado. El santo viste un manto negro, carga un crucifijo, tiene una corona de espinas en la cabeza y su rostro luce muy sufriente, como Cristo. En contraste, el ángel encarna la suprema belleza celeste y proyecta una gran serenidad y una profunda piedad hacia el santo. El ángel viste un manto dorado que resalta la extraordinaria y delicada belleza física del ser celestial, enseña unas alas blancas grandes, tiene cabellera dorada y sus pies, brazos y rostro son de una impecable belleza blanca y rosada: Un bello ser ideal y armónico dentro de la imaginería cristiana. Hay un solo mueble en la escena. En resumen, la santidad, el sufrimiento, la belleza y la bondad se conjugan en estas dos grandes figuras de la Cristiandad.
En tercer lugar, “La Virgen del Rosario” (siglo XIX) de autor anónimo tiene como centro a la virgen mencionada en el título, es un cuadro narrativo y la imagen de la virgen es, precisamente, una pintura dentro de la pintura real expuesta en el museo mencionado. La virgen es hermosa, con rostro armónico y sereno, propio de las imágenes sagradas. Está vestida de blanco, con un manto azul con estrellas doradas, y pisa sobre las cabezas de tres ángeles. Esta imagen sagrada central está rodeada de quince cuadros pequeños con la historia de Jesucristo (nacimiento, crucifixión y ascensión al cielo). Al pie de la pintura de dicha virgen, se encuentran tres monjes y una monja dominicos con manto blanco y negro que contemplan la obra de arte religioso. En suma, la figura de la Virgen del Rosario es una pintura descriptiva y un tanto narrativa. En general, los colores son oscuros y el dibujo es de gran calidad, pues se logran cuajar las imágenes sagradas y religiosas en su cabalidad.
 Otras obras pictóricas interesantes contienen escenas de vírgenes, santos y Jesucristo. Por un lado, se exponen “Tránsito de la virgen” (sin fecha) de Juan Correa y “San José y el niño” (sin fecha) de autor anónimo. Por otro, “Santa Rosalía” (1734) de Manuel Talavera muestra a la famosa santa vestida con un vestido café y flores en la cabeza y está rodeada de dos ángeles humanizados, del tamaño de la santa. Finalmente, “El Cristo del Gran Poder” (siglos XVII-XVIII) de Juan de las Ruelas es un cuadro tradicional sobre el martirio de Cristo. Este Cristo sufriente viste manto negro, cargando su cruz, con un fondo café. La oscuridad y la postura sufriente marcan el profundo duelo en todo el cuadro. Además de las pinturas al óleo, se exhiben algunas esculturas de vírgenes creadas por artistas anónimos, las cuales pueden ser consideradas como artesanía decorativa y/o como arte. Por ejemplo, hay estatuillas de las vírgenes de la Purísima Concepción, de la Anunciación, de la Asunción y de la Apocalíptica.
Así pues, los santos, las vírgenes y Jesucristo mismo son generalmente las figuras centrales del arte religioso en Occidente y una gran muestra de este arte en el Museo Casa Chihuahua se exhibió recientemente. En general, estas figuras sagradas y religiosas son el centro de la gran exhibición de Testimonios por su calidad artística. Para resaltar este tipo de arte, la brillante exposición promovida por la Secretaría de Hacienda es acompañada por precisas y conceptuales descripciones de alunas de las clases de arte exhibidas en dicho museo, las cuales son elaboradas por expertos en arte. Por ejemplo, este concepto es muy completo y se encuentra en un tablero colocado en una de las paredes de las salas: “El arte sagrado o religioso es una expresión, o forma de revelación, que tiene como función didáctica y de evangelización representar realidades celestiales o arquetipos eternales, para comunicar mediante su contemplación la virtud transformante y los ejemplos de devoción de quienes, por medio de la fe, lograron acercarse a la perfección de sus almas. Las fuentes del arte sacro y religioso son las Sagradas Escrituras y la teología mística, así como ciertos modelos de carácter religioso o los transmitidos por la tradición católica” (Julieta Susana Ruiz Montes, placa en el Museo Casa Chihuahua). Asimismo, el arte religioso novohispano está representado por Cristóbal de Villalpando, Juan Correa, Luis Juárez o la familia Echave, según Ruiz Montes.

2. LOS GOBELINOS: TEJIDO ARTESANAL Y PAISAJE

Los dos grandes gobelinos de Testimonios son tejidos a mano, uno en estilo francés y otro en estilo Bruselas. Los “gobelinos” son una especie de cuadro hecha a base de tela, como una alfombra, en la que se tejen escenas campestres y pueblerinas propias de la Europa de los siglos XVI y XVII primordialmente. En estricto sentido, los “gobelinos” son una “célebre manufactura de tapices, fundada en París en el siglo XVI, adquirida por Luis XIV en 1662, y que goza de reputación universal” (“Gobelinos”. Pequeño Larousse ilustrado. 1991). El gobelino de estilo francés es del siglo XVII y el de estilo Bruselas, del siglo XVIII. Ambos son tapices enormes con escenas figurativas de personas, animales, vegetales y casas y edificios de autores anónimos ambos. El francés es una escena con árboles y un humano en el primer plano y al fondo aparecen algunos edificios de gran belleza. En general, este gobelino es más descriptivo que narrativo. El de estilo Bruselas es una típica escena de vendimia callejera y posee más elementos narrativos que el anterior, ya que hay una actividad productiva de pueblo. En primer plano, un hombre está montado a caballo, vestido muy elegantemente en color rojo y dos mujeres de vestido largo compran frutas y verduras en un puesto atendido por un hombre y  una mujer. Una compradora carga a una niña muy pequeña en sus brazos y tiene otra niña tomada de la mano, la cual juega con un perro. A la derecha del cuadro, dos mujeres de vestido largo caminan. Una de ellas viste de azul y porta una jarra metálica de agua en la cabeza. Otro perro bebe agua en un arroyo pequeño que atraviesa la calle. Se ve una fuente al fondo y relucen las imágenes de un árbol enorme protegiendo a los vendedores y a las compradoras, una casa de techo de dos aguas, una torre lejana de iglesia, entre otras figuras que enriquecen la bella escena de la vendimia pueblerina. En general, es un cuadro alegre y vivo, donde domina el marrón de la tierra y de algunos muros. El dibujo y el color son espléndidos, con una factura artesanal impecable y con cierta precisión y belleza que pueden lograrse en una pintura al óleo. En suma, las líneas del dibujo son muy finas y, sobre todo, se imponen el naturalismo contundente de todas las figuras animadas e inanimadas y belleza y la armonía de los colores. De esta manera, se logra cristalizar en este gran gobelino una civilizada escena de pueblo, con la felicidad de las personas y la belleza del pueblo y de la naturaleza como centro de la obra.

3.  LOS PAISAJES AGRESTES

Además, se exhiben algunos paisajes campestres y retratos de mujeres de estilo romántico, según reza la descripción general. Entre estas obras, se pueden mencionar dos paisajes de excelente realización artística. El primer cuadro, “Paisaje con vacas en el río” de R. Bonheur, muestra el buen trazo realista de una escena en la naturaleza: Tres reses, algunos arbustos y, en especial, la “espejeante” virtualidad y la gran perfección de las aguas del río, las cuales armonizan con la belleza de una tímido y lánguido cielo azul y de unas cuantas nubes en el firmamento. Por su parte, “Paisaje mexicano” (siglo XIX) de autor anónimo revela un brumoso paisaje nacional mexicano, semidesértico, desde una perspectiva panorámica lejana, como un pan shot de cine. En este paisaje, dos figuras de campesinos caminan dentro del gran espacio natural, cargando leña, con el fondo enorme de un cielo azul pálido, varios arbustos y cactos sobre la superficie terrestre. En particular, las figuras humanas son extremadamente minúsculas y muy lejanas y su tamaño contrasta con la imponente y majestuosa naturaleza.

4. LOS MUEBLES ANTIGUOS

Los muebles son de algunos estilos artísticos. Hay de estilo victoriano y de estilo Luis XV, por ejemplo. Especialmente, llama la atención un mueble muy original llamado “bargueño” o “vargueño” de origen español. El “bargueño” es un “mueble español creado entre los siglos XVI y XVII”, según se lee en la descripción que acompaña a esta gran obra de artesanía. Hay dos hipótesis sobre el origen del nombre: La primera es que este particular mueble se llama así por haber sido construido en el pueblo de Bargas, en Toledo, España. La segunda es que recibe el nombre con la letra “v” porque el creador original de este mueble es el ebanista toledano Vargas. El “bargueño” consta de escritorio con cajoncitos, una mesa con chambrana o travesaño o un mueble compacto con puertas. Es pequeño, de un metro por medio metro aproximadamente.
En conclusión, Testimonios es otra más de las sobresalientes exposiciones de arte en el Museo Casa Chihuahua. Esta muestra de arte ocupaba la sala principal del primer piso. Como se sabe, el segundo piso muestra una variedad de obras de arte, artesanía; mapas; recuentos biográficos; grabaciones musicales; objetos etnográficos; y, en general, objetos culturales diversos e información propios de la gran cultura de Chihuahua. En tanto, el sótano enseña exposiciones temporales sobre algunos aspectos relevantes de la cultura, el arte y la historia de Chihuahua; cuenta con el calabozo del cura Miguel Hidalgo, padre de la Independencia de México y con la exhibición permanente sobre la larga historia del edificio que ahora es ocupado por el Museo Casa Chihuahua.
El Museo Casa Chihuahua es uno de los grandes museos de arte, cultura e historia de la ciudad de Chihuahua y cuenta con personal muy profesional y con salas muy bien acondicionadas y con suficiente información para los visitantes y para los amantes de la cultura chihuahuense, nacional e internacional.



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