domingo, 5 de junio de 2016

COLECCION DE ARTE DEL "MUSEO CASA CHIHUAHUA": BELLEZA, VARIEDAD Y TESOROS DE ARTISTAS MEXICANOS Y EXTRANJEROS

COLECCIÓN DE ARTE DEL MUSEO CASA CHIHUAHUA: BELLEZA, VARIEDAD Y TESOROS DE ARTISTAS MEXICANOS Y EXTRANJEROS



ÓSCAR ROBLES



     Una pintura con imágenes de fantasía y onirismo del exitoso Teódulo Rómulo; rica orfebrería de factura oaxaqueña de los creativos hermanos Ángeles; una etérea y delicada escultura de acero de la refinada artista Águeda Lozano; un desnudo femenino sobre un sofá de Alicia García Casauranc; una expresionista escena de de una pobre mujer en la calle de Artemio Sepúlveda; una pintura que arde en fuegos abstractos e imaginativos del chihuahuense Eugenio Flores; tres finas vasijas de cerámica de Julián Hernández: Son algunas joyas artísticas propiedad del Museo Casa Chihuahua.
      Es una parte de la Colección Especial de este joven y excelente museo situado en el corazón del Centro Histórico de la ciudad de Chihuahua. En ocho años (2006-2014), el Museo Casa Chihuahua había coleccionado veintiocho obras de arte donadas por veintitrés artistas de Chihuahua, de otros estados de México y del extranjero. Fueron ocho años de atesorar belleza, calidad artística y variedad de estilos y técnicas. Estas obras abarcan el arte y la artesanía; la pintura y la escultura; la cerámica y el arte objeto; y los óleos, las acuarelas y los dibujos. Especialmente, se guarda en esta valiosa colección algunas piezas de orfebrería de plata tradicional de los artesanos oaxaqueños, cerámica moderna de Casas Grandes (Chihuahua), cerámica de alta temperatura, una acuarela con tema de arquitectura local y figuras humanas de estilo realista, imágenes de arte abstracto y minimalismo en pintura y escultura.
       Esta colección especial es conocida con el nombre de “Acervo Artístico de Casa Chihuahua”. Fue expuesta en dicho museo entre el 25 de mayo y el 13 de julio de 2015. He aquí una breve caracterización de veinte de las veintiocho obras expuestas, para apreciar su calidad y diseño.


I DIVERSIDAD ARTÍSTICA Y BELLEZA


1. “CATEDRAL DE CHIHUAHUA” [Acuarela sobre papel, 44 x 36 cm., 2006] del defeño Sergio Chávez. En este cuadro, se ve la majestuosa fachada principal de la Catedral de la Santa Cruz con estilo plenamente realista en líneas y volúmenes, pero trazada con un armónico color rosado. Los detalles precisos de columnas, puerta de madera, esculturas y adornos vegetales, están “tejidos” con gran destreza y habilidad artística. La armonía del color y del fino dibujo revelan una serena percepción de la belleza catedralicia, concentrada en la suavidad “dulce” de dicho color dominante: “La Catedral Rosa”, en la mirada amable y estetizante del artista mexicano.

2.”VASIJA” [Cerámica en negro pulido, 16 x 19 cm., sin fecha] de Julián Hernández Chávez. Nativo de Nuevo Casas Grandes, Hernández es un prodigioso ceramista y difusor de la cerámica antigua y contemporánea del Noroeste de Chihuahua. Recibió el Premio “Guacamaya Paquimé” en 2015 por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), delegación Chihuahua. Publicó el libro La nueva cerámica de Paquimé.
Esta obra expuesta es una redonda vasija, con boca pequeña arriba. Tiene trazos geométricos en su grueso vientre de barro finamente pulido: Frutal vasija, delicioso cuerpo, refinamiento, misterio y belleza en las formas geométricas dibujadas. Sigue la tradición de la cerámica regional de Chihuahua. Obra de artesanía y arte mismo, utilitarismo y belleza.

3. “VASIJA” [Cerámica policromada, 29 x 20 cm., sin fecha] de Julián Hernández. De fondo amarillo pálido es esta otra vasija: Figuras geométricas en negro, rojo claro en el cuerpo ancho de la base: Complejas, aglutinantes, reminiscencias indígenas de los antiguos indios de Chihuahua. La base reluce un cuello estirado, boca pequeña y estilizada y abierta hacia afuera: Palpitante belleza telúrica, naturaleza terrenal, reconfiguraciones culturales de la tradición indígena regional de Chihuahua en manos de un destacado e influyente artesano mestizo del siglo XXI.

4. ‘VASIJA” [Cerámica policromada, 33 x 22 cm., sin fecha] de Julián Hernández. De boca grande, boca estirada, como recipiente de agua o jícara rústica, es esta tercera vasija, obra de artesanía regional. Cuenta con un fondo café claro, dibujos geométricos en rojo y negro, triangulares: Utilitaria vasija, estética vasija por su forma y volumen, terrenal vasija para adornar cocina o salas, con su presencia sinuosa y armonía de volumen y los colores básicos, muy amables y atrayentes para la mirada de los espectadores.
“Libro de barro” esta vasija, “libro telúrico y terrestre” con imágenes abstractas, geometrismo lúdico.

5. “VASIJA” [Cerámica policromada, 31 x 20 cm., sin fecha] de Julián Hernández. Similar vasija a la anterior por su forma de jícara alargada, pero un poco más pequeña es. Se resalta un cuello más esbelto y una boca similar a la vasija anterior. Otra vez emergen los distintivos trazos geométricos rojos y negros sobre un fondo café claro: Finos dibujos, armónicos en un solo breve cuerpo de barro, intuida sensualidad e imaginación de las manos que hicieron crecer un mundo nuevo, arte y artesanía con que dialogan con la antigua cerámica del noroeste de Chihuahua.
     Esbelta “mujer de barro” es esta vasija, con precioso vestido geométrico.

6. “JULIO PARÍS” [Grabado impresión sobre papel, 48.5 x 39 cm., sin fecha] del tlaxcalteca Teódulo Rómulo (1943—). Este pintor y escultor cuenta con más de setenta exposiciones individuales a nivel nacional e internacional (Francia, Estados Unidos, Japón y otros países). Sus obras forman parte de colecciones permanentes en importantes museos de la Ciudad de México, Chicago, París y Buenos Aires. Esencialmente, Rómulo captura “esencias primitivas de una cultura”, sus principales recursos artísticos son “la intuición y la fantasía” y sus obras reproducen imágenes de la “naturaleza animal” (“Teódulo”).
      Este cuadro contiene los elementos citados. Abajo del grabado, sobre un fondo suavemente rosado y blanquecino, se observa un paisaje onírico o fantástico: Un espacio de la naturaleza, inundado de dibujos infantiles, ingenuos y simples, como dibujos en cuadernos escolares: Vacas, gallinas, perros, un pino rojizo, una mujer y, extrañamente, un ángel y un cuaderno. Arriba del grabado, sobre un fondo marrón oscuro, se ve una vaca café claro que flota boca arriba, con su cuerpo lleno de figuras o garabatos geométricos. En suma, es un cuadro con dos marcadas escenas: Una, la primera, más naturalista y otra, la segunda, más fantástica. Ambas parecen yuxtapuestas como en las estructuras estéticas mágico-realistas, bajo una figuratividad cercana a la estética del Fauvismo o del ruso Marc Chagall. En especial, el rosado y el marrón de los fondos son dos colores que armonizan todas las imágenes. Por otro lado, los dibujos de volúmenes son un tanto distorsionantes y construyen imágenes y estructuras simbólicas esenciales y visiones primitivistas, tal vez una mitología personal, tal vez sueños, envueltos en el misterio de la descomposición del orden racional del mundo re-presentado. En resumen, el cuadro expone imágenes oscuras, densas, aglutinantes y contrastantes, pero de una gran belleza en colorido y con una visión llena de fantasía. En especial, el título de “Julio París” sugiere a un personaje creador en el centro del cuadro, pero hace más confusa la interpretación a nivel intratextual.   
 
7. “CAJA DEL SAND CANYON (CAÑÓN DE LA ARENA) CON PÁJARO” [Réplica de cerámica anasazi del periodo Pueblo III, 1200-1300 d. C., 1999] del artista estadounidense Gregory S. Wood. Nativo de Colorado, este académico es maestro de arte y experto en cerámica y arqueo-cerámica y, especialmente, ha trazado los orígenes de la antigua cerámica en algunas regiones de América. Es autor de Fossil Legends of the First Americans, entre otros libros.
       Esta obra es una caja rectangular pequeña con fondo blanco y figuras geométricas grises afuera y un ave de pico largo adentro, justo en el fondo de la misma. Caja sin tapa, miniatura belleza, esculturilla, esta pieza pertenece a la arqueo-cerámica.

8. “AGUA PARA CHIHUAHUA” [Plata, agua y vidrio sobre madera, 2012] del jalisciense Mario Martín del Campo (1947—). Es dibujante, escultor, pintor, diseñador, grabador y orfebre. Estudió Artes Plásticas en la Escuela Nacional de San Carlos de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y ha expuesto en Europa, los Estados Unidos, Sudamérica y México, entre 1977 a 2016. “Es uno de los últimos artistas del realismo fantástico, cuyos trabajos poseen un rigor renacentista y una perfección impresionante”, según Esther Echeverría (“Mario”).
      La presente obra es una esculturilla muy estilizada con un mensaje extremadamente positivo y generoso; luce como una especie de monumento minúsculo, con un ángel que corona toda la pieza, en medio de un “vientre” de agua-cristal. Justo debajo de este monumento, se contempla una fuente de paredes negras y fondo verde con cristal-agua. En este objeto, se lee la frase “AGUA PARA CHIHUAHUA”. Justo debajo de este “vientrecillo” de la fuente, una llave mana agua-cristal. La base de este artefacto artístico es de hermosa y fina madera de caoba: Hermosa visión o deseo positivo de representar una fuente de agua para una Chihuahua desértica.

9. “RAPANUI” [Técnica mixta, 43 x 19 x 18 cm., sin fecha] de Juan A. Ruiz. Esta obra es un busto de metal cobrizo sobre una base de piedra ágata. En especial, el rostro humano luce cuatro cercenadas en forma horizontal que fragmentan los rasgos de la cara: Especie de tótem religioso, escultura-busto, trasunto de las famosas esculturas monumentales de la Isla de Pascua, homenaje a un hombre o a un dios, una misteriosa identidad personal que se simboliza, se concentra y se fragmenta.

10. “ORFEBRERÍA” [Plata y madera, sin fecha] de Jacobo y María Ángeles. Jacobo Ángeles (1943—) y María del Carmen Mendoza son dos artesanos y artistas oaxaqueños de gran renombre nacional e internacional, cuya especialidad son los espléndidos y coloridos alebrijes o esculturas de animales reales o fantásticos, tallados en madera de árboles propios de su estado natal. En el sitio www.casachihuahua.org.mx pueden verse más piezas producidas por su alta creatividad e imaginación.
    Esta obra en particular son dos corazones rosados con minúsculos signos rosas circulares adentro, enmarcados en plata: Prendedores que exaltan el amor por el color tan “dulce” y tierno, por la belleza fina y la forma y el volumen tan delicados, un arte para guardar en el corazón mismo de los amantes.

11. “A OJO DE GUACAMAYA” [Acuarela sobre papel, 52 x 72 cm., sin fecha] del artista autodidacta Enrique Amaya Neudert. Nació en Ciudad Obregón, Sonora. Es pintor, fotógrafo, escenógrafo y diseñador gráfico y la acuarela representa la mejor técnica de su arte. Cuenta con más de cuarenta exposiciones colectivas y veintiocho exposiciones individuales en México, los Estados Unidos e Italia. Es coautor del poemario Romancero de Majalca (Chihuahua: Instituto Chihuahuense de la Cultura, 2002).
      Esta acuarela de singular título se ve como un interesante cuadro abstracto de gran armonía en colores básicos terrestres y formas sugerentes, de gran armonía cromática. Sobre un fondo amarillo, se erige una especie de edificio largo y sinuoso con múltiples cuartos, como si fuera visto desde las alturas de un avión volando. Incluso, el título subraya el posible sesgo figurativo de la pintura, con una leve dosis de humor: No es el ojo de “una guacamaya”, sino una expresión para designar el acto de mirar de un artista: El pintor que ve la belleza de ese posible lugar lejano en la tierra. Además, “guacamaya” rima con el apellido “Amaya”, entonces sugiere esto el punto de vista autoral y del contemplador del posible paisaje representado en este lienzo. En el plano abstracto, esta acuarela son meras formas geométricas básicas sobre una especie de “suelo” de pergamino en apariencia. En el sitio www.casachihuahua.org.mx, los gentiles lectores pueden tener acceso a algunas obras de Amaya exhibidas en la gran y vital muestra colectiva “Metamorfosis”.

12. “HACIA EL AZUL” [Escultura de acero inoxidable, sin fecha] de la chihuahuense Águeda Lozano (1944—). Escultora y pintora, Lozano ha vivido en París, Francia, durante más de cuatro décadas. Cuenta con más de cien exposiciones colectivas e individuales, entre las cuales se cuentan haber figurado en los más importantes museos y galerías de Francia y Europa. Sus obras han sido objeto de análisis en numerosas libros y catálogos de Europa y América.
    La presente obra es fina y delicada, chispazos de belleza flamígera, con un título poético que remite a los poetas simbolistas franceses como Stéphane Mallarmé y su idealista visión del “azur”. Sobre una base esbelta y alta, se sostiene un ave de tres patas de alas rasgadas que vuela aparentemente sobre el cielo. La estilización extremadamente delgada de los volúmenes y el refinamiento de las formas expresan una belleza “laminada”, sugerente y quintaesencial. Muestra un sello muy personal esta escultura de acero: Un ave “semifigurativa”, casi imaginaria, casi abstracta, pájaro de cuello y alas rasgadas, sin cabeza ni patas, símbolo concentrado y esencial de un pájaro. Se observa en la pieza un metal rasgado por la precisa mano intuitiva de la artista de Ciudad Cuauhtémoc, por la imaginación reconcentrada de su ser creador y creativo: Perfecta ave de plata, cristalización del vuelo en metal hacia un azul ausente.

13. “JESÚS EN LA CIUDAD” [Gouache sobre papiro, 66 x 93 cm., sin fecha] de autor egipcio anónimo. En este cuadro, la figura humilde de Jesucristo monta un asno blanco, investido en un manto rojo y un manto azul rey. Se observa un aura sagrada en color marrón sobre su cabeza, con una cruz adentro. El trascendental personaje del Cristianismo saluda a los habitantes de un pueblo, hombres y mujeres que portan ramas y también lo saludan. En suma, Cristo exhibe humildad y carisma en esta sencilla escena pueblerina. En tanto, los edificios y casas son de adobe marrón unos y otras viviendas están pintadas en colores amarillo y blanco; se erigen cúpulas y palmeras al fondo. En particular, la gente viste mantos de diversos colores, los hombres son barbados y las mujeres se cubren con mantos también y muestran ojos piadosos todos los espectadores que miran el paso de El Hijo de Dios. En especial, el borrico camina sobre un manto rojo colocado sobre un piso empedrado con piedras amarillas. Hay también niños y jovencitos. El colorido es en general intenso y su figurativismo es de buena hechura creativa. En este cuadro, arte y religión se conjugan bajo el tejido prodigioso de este pintor anónimo del continente africano.

14. “EL CALDERO DEL DIABLO” [Serigrafía, 41.5 x 59 cm., sin fecha] de Gerardo Vargas Frías (1971—). Ha sido pintor, grabador, muralista, museógrafo, serigrafista, dibujante, ilustrador y fotógrafo. Nació en la Ciudad de México y estudió arte en la Universidad Veracruzana. Ha expuesto en numerosas ocasiones, tanto en museos de Chihuahua, México, los Estados Unidos y Sudamérica.
       En esta obra, se yergue una enorme caldera de ladrillo rojo sobre un mar de olas azules y negras. La caldera muestra cuatro chimeneas que emiten humo negro. Al centro del cuadro, se contempla una construcción empalizada. Al fondo, otras cuatro chimeneas grandes despiden humo negro y gris. El cielo, en contraste, es hermosamente naranja, con nubarrones densos, blancos y marrones: Paisaje natural e industrial, el artista mexicano capta la belleza espacial con perfectos dibujos, exacto colorido, colores básicos: Escena como de almanaque pero sin la idealización estilística, sino desde la visión de un artista comprometido con su mundo. Belleza natural e industria, todo está captado desde una perspectiva panorámica o de “pan shot”, como en el cine.

15. “RECLINING NUDE” [Acuarela sobre papel bond, 36 x 56 cm., sin fecha] de la veracruzana Alicia García Casauranc. Estudió arte y diseño en Inglaterra y es catedrática de Dibujo y Diseño Artístico en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH). En 2015, expuso cincuenta y cinco bellísimas acuarelas de temas infantiles en “De Veracruz a Chihuahua: Homenaje a Gabilondo Soler” en el Museo Casa Chihuahua, durante el Festival Internacional Chihuahua.
         Una mujer desnuda reposa y mediata sobre un blando sofá en el centro del cuadro y mira el jardín por la ventana. Cuerpo un tanto obeso, cabello pelirrojo, pechos grandes, la mujer luce como una señora relajada que descansa en su hogar. Los colores suaves y delicados —piel rosada, blanco sofá, plantas verde limón— denotan armonía doméstica, intimidad y belleza. Hogar y cuerpo desnudo, expresan una escena relajante con fino dibujo, tal vez la imagen de un artista en su espacio propio: Figurativismo de trazos similares al estilo impresionista.

16. “VOLUNTAD IRRESTRICTA” [Impresión digital sobre tela sintética, 40.5 x 29.5 cm., sin fecha] de Ernesto Eduardo Magaña Olivas (1965—). Nació en la Ciudad de México, vive en la ciudad de Chihuahua desde 1986 y es un artista autodidacta. Cuenta con tres exposiciones individuales en el Estado de Chihuahua. Entre ellas, sobresalen las veinte piezas de la muestra “Sedimento emocional” en el Museo Casa Chihuahua entre el 20 de noviembre de 2014 y el 26 de enero de 2015.   
      Este cuadro combina pintura, escultura y fotografía y es arte abstracto, desde la personalísima visión del artista. Se ve una forma pétrea, sola, cerrada, abstracción pura y sólida de la voluntad humana. En general, son emociones cristalizadas en sinuosos volúmenes grises sobre fondo blanco: “Voluntad de crear”, “Voluntad irrestricta’. Su abstracta y armonía de formas y volúmenes transmiten equilibrio y belleza. Según se observa en la muestra “Sedimento emocional”, Magaña crea intuitivamente las imágenes de este particular cuadro y de otras obras, a partir de una especie de plastilina que él mismo moldea como si hiciera trabajos manuales. Luego, coloca la plastilina moldeada sobre un cartón como si fuera una esculturilla de niño y toma una fotografía de esta composición intuitiva. Así surge espontánea e intuitivamente, este arte combinatorio. “Voluntad irrestricta” formó parte de la interesante y novedosa muestra “Sedimento emocional”. Los gentiles lectores pueden consultar el examen de esta exhibición artística en mi Blog.

17. “LA GRIETA” [Óleo sobre lienzo, 100 x 90 cm., sin fecha] de Artemio Sepúlveda (1935—). Nació en Nuevo León y estudio arte en 1950 en la escuela La Esmeralda del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) de la Ciudad de México. Contaba en 2015 con nueve exposiciones individuales y ocho colectivas en México y los Estados Unidos. Los treinta cuadros de la gran exhibición “Pasta de Conchos” construyen verdaderos arquetipos del obrero con un estilo marcadamente expresionista. Esta exhibición fue presentada en el Museo Casa Chihuahua, entre el 31 de octubre de 2014 y el 19 de enero de 2015. Los amables lectores pueden revisar el examen de dicha muestra en mi Blog.
        Una mujer está sentada en la banqueta de una calle cualquiera en esta pintura. Está envuelta en un rebozo blanco, con vestido violeta. Asoman sus pies morenos enormes y el rostro se ve medio oculto y la figura impacta por su tristeza y desolación. En particular, la pared marrón claro y la banqueta armonizan con la figura triste y desamparada. La escena esta captada desde un primer plano, así que el espacio urbano casi no se ve, pero se intuye que es una ciudad. En general, domina el trazo expresionista para comunicar patetismo, pero los suaves colores básicos demuestran compasión por parte del artista creador. En sí, el título revela el espacio físico, pero ella es la protagonista anónima, popular, tal vez una vendedora ambulante. En pocas palabras, es una gran obra artística: El dibujo distorsionante y sugerente se fortalece con el suave colorido. Esta pintura tan sencilla y dramática apareció en la gran exhibición “Pasta de Conchos”.

18. “IMPERFECCIÓN COTIDIANA” [Óleo sobre lienzo, 130 x 160 cm., sin fecha] del chihuahuense Javier Aragón.  Cuadro abstracto: Sobre un fondo amarillo, emergen grupos de cuadros y rectángulos teñidos de blanco, gris, rojo y amarillo, plenamente texturales. Estas figuras geométricas lucen como maderas viejas y desgastadas, con líneas un tanto distorsionadas. En general, los colores armonizan el fondo y los diseños texturales, hasta figurar una gran belleza amarilla, intuición estética pura. En general, representan imágenes de la “imperfección” anunciada en el título y pueden verse también como imágenes de arte figurativo, imágenes sugeridas: Techos de casas, tal vez. Como simples imágenes abstractas, son formas en busca de significado: Cuajar emociones en color, textura, volumen y forma. Es una bella pintura de armonía que deja mostrar “imperfecciones leves”, como una forma intencional de romper la perfección del cuadro.

19. “LIBERTADES” [Óleo sobre lienzo, 160 x 120 cm., sin fecha] del chihuahuense Eugenio Flores Reyes (1943—). Nativo de Villa Matamoros, ha expuesto en diversos museos de Chihuahua y México. Se desempeñado como maestro de dibujo y pintura y como pintor. Es un maestro del arte abstracto.     
         En el lienzo se entreveran nubes de rojo, rosado y amarillo, en perfecta armonía cromática. El fondo es naranja, delicioso color, estallido pulposo. Al centro justo, parece “arder” una “fogata” de signos negros y cafés, líneas, garabatos que parecen “quemarse” en el “fuego” de la creación pictórica, en “fuegos” de rosa intenso. La pintura “arde” en la mirada del espectador: Belleza pura, abstracta, intuitiva, onirismo misterioso, imaginación, exploración. El cuadro hace homenaje a la plena libertad creativa del artista, como se concentra en el título mismo de la obra. Flores juega con colores y líneas, espontanea creación, abstracciones que son “flamas” que son expresiones de la libertad artística, tejido caótico, matriz esencial, fuego primigenio del pintor, de donde se desprenden fragmentos de belleza, simples “rajas” de intenso colorido, figuras sin sentido figurativo, figuras que se “queman” en el “infierno’ vivo de los colores: La plena imaginación del artista en pleno incendio sobre el lienzo, plenamente “ardiendo” en “libertades” puras y quintaesenciales.

20. “ENTE AZUL” [Técnica mixta sobre lienzo, 120.5 x 100 cm., sin fecha]  de David Correa. Nació en la Ciudad de México y cuenta con alrededor de doscientas exposiciones en los Estados Unidos, Argentina, Belice, España, Italia, Turquía, Japón y México. En 2000, obtuvo “El Premio Italia por el Arte”. En 2009, presentó la muestra “Retrospectiva” en el Museo Casa Chihuahua.
       Una criatura fantástica y azul es el centro del cuadro: Monstruo nacido de la imaginación creadora del artista, con perfecto dibujo y un color extremadamente llamativo. Es parte de un bestiario fantástico del creador del barrio de Tacubaya de la Ciudad de México.


II CONCLUSIÓN: LA CASA MUSEO PARA EL MUNDO

       En conclusión, las veintiocho obras de arte del acervo del Museo Casa Chihuahua enseñan la vitalidad creadora de los artistas chihuahuenses, mexicanos y estadounidenses; una gran variedad estilística y técnica; una vigorosa estética figurativa y un sugerente imaginario abstracto; muestras de calidad en pintura y escultura, orfebrería y cerámica, arte y artesanía.
          Por encima de todo, sobresalen estos veintitrés artistas por su generosidad, por su talento creativo, por su amor al arte y por su confianza en el poder de la cultura para transformar a la sociedad, sensibilizándola, intelectualizándola. Fundamentalmente, la escultura “Hacia el azul” de Águeda Lozano concentra metafóricamente la tarea realizada por el Museo Casa Chihuahua con esta joven colección de arte. Esa escultura delicada y fina presagia un “vuelo”: El vuelo de un ave de acero brillante. Esta ave simboliza el arte mismo, por su fino diseño, su esencial belleza, su quintaesencialidad. Seguramente, “El Acervo artístico de Casa Chihuahua” crecerá con el tiempo y tomará su “vuelo” con más arte y belleza dentro de sus arcas, llenas de “tesoros”, “arcas” llenas de deseos estéticos, pasiones, visiones.
      Todos los artistas de México y el mundo tienen, pues, su “Casa Chihuahua” completamente abierta.
      Los gentiles lectores pueden consultar en el presente Blog otros artículos sobre exposiciones de arte y cultura en el Museo Casa Chihuahua y pueden ver el sitio www.casaredonda.org.mx para admirar diversas imágenes de las exposiciones realizadas en ese recinto artístico, entre 2006 y 2016: Diez años de creatividad, cultura y belleza. En este preciso y preciosos verano, se celebran los diez años de dicho museo con una magna exposición de esculturas y pinturas de la brillante artista chihuahuense Águeda Lozano. El Museo Casa Chihuahua se ubica en la calle Libertad 901, zona centro, de la ciudad de Chihuahua, justo en el edificio que el Palacio Federal.



Obras citadas
“Mario Martín del Campo.” Mario Martín del Campo. 5 junio 2016.
                 <mariomartindelcampo.com>.
Teódulo Rómulo. Sueños materializados en forma y color. Chihuahua: Universidad
                 Autónoma de Chihuahua, 2015.


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