sábado, 11 de junio de 2022

LOS CUENTOS REALISTAS Y LA DESTREZA NARRATIVA DE GUY DE MAUPASSANT Por Óscar Robles

El francés Guy de Maupassant (1850-1893) es un maestro del cuento como estructura narrativa y del cuento realista con algunos sesgos al Naturalismo. Ante todo, el Realismo literario se funda en la imitación de la realidad, en revelar la verdad de la vida contemporánea al escritor y, sobre todo, en hacer “a detailed reportage of the physical minutiae of everyday life —clothes, furniture, food, etc.— the cataloguing of men into social types or species, and radical analyses of the economic basis of society” (Fowler). 

Por este motivo, los cuentos de Maupassant revelan las costumbres sociales y los conflictos propios de la segunda mitad del siglo XIX: Problemas de sexo-género, clase social, perturbaciones psíquicas, la guerra y el contraste entre la sociedad y el medio ambiente de provincia y de Paris, entre otros. Particularmente, el escritor nativo de Ruán, Francia, tiende a retratar o reproducir literariamente su tiempo histórico. Por ejemplo, las vidas de los campesinos normandos (“Primeras nieves”), los pequeños burgueses (“El ejemplo”), la mediocridad de los funcionarios de gobierno (“El collar”), la guerra franco-prusiana (“Bola de sebo” y “El duelo”) y las aventuras amorosos o alucinaciones de la locura (“La cabellera”). "Bola de sebo y 22 cuentos completos resalta por la calidad de sus historias. 

En especial, “Bola de sebo” es un gran relato que gira en torno al importante papel de la prostituta Isabel Rousset en la guerra franco-prusiana del siglo XIX. Conocida con el apodo de “Bola de sebo”, ella salva de la inanición a un grupo de burgueses y clérigos que huye de la ciudad de Ruán, Francia. Así pues, “Bola de sebo” constituye uno de los mejores cuentos del volumen "Bola de sebo y 22 cuentos" de Guy de Maupassant. En la trama, la citada meretriz, los burgueses y los clérigos viajan en una diligencia rumbo a la ciudad de Dieppe y portan un salvoconducto firmado por un alto mando militar prusiano. El relato objetivo es vertido mediante un narrador omnisciente que expone los hechos con extrema frialdad e impersonalidad y contiene diálogos sustanciosos y breves entre los viajantes. En la superficie de tal cuento, Maupassant exhibe la crueldad de la aristocracia, la burguesía y el clero francés contra la marginal prostituta, quien se muestra como una persona muy humana y compasiva con sus propios acompañantes miembros de otra clase social y con una moral decente. Al principio, todos ellos manifiestan actitudes execrables hacia la solitaria mujer de la vida galante. Sin embargo, ella les comparte su abundante comida y con esta acción muestra ser una persona precavida en medio de la guerra y un ser humano generoso y comedido con sus propios compatriotas.  Posteriormente, Rousset mantiene relaciones sexuales con un militar germano, para que la diligencia continúe su camino rumbo a Dieppe y así escapar a la violencia bélica de Ruán. Comparten el viaje el conde y la condesa de Breville, los condes Hubert y Carre-Lamadón, el empresario vinatero Loiseau y su esposa; el industrial Cornudet y dos monjas. 

En el cuento “La cama número 29”, se relata la historia de dos amantes que son separados por la guerra franco-prusiana y por una fatal enfermedad venérea. En la primera parte del relato, el relator resalta primeramente el carácter apuesto y la suerte con las mujeres del militar francés Albert Epivant, lo cual causa la envidia de sus compañeros. Tras la separación, ambos amantes se encuentran de nuevo, pero en situaciones diferentes. Epivant ha sido condecorado por sus servicios a la patria. Hábilmente, el narrador omnisciente compara y contrasta dos clases de heroísmos: el del militar triunfador y galán en el espacio público de las batallas militares y el de la mujer Irma Pavolin en el ámbito privado, mediante la seducción y las relaciones sexuales con los soldados alemanes, con el propósito de diseminar la terrible y fatal sifilis. El cuento cierra con los reclamos airados de la mujer hacia su amante y la separación física. Posteriormente, la mujer muere a consecuencia de la enfermedad venérea. 

En “El collar”, la estructura del cuento conlleva un alto grado de intriga y dramatismo. Los esposos Loisel pertenecen la clase media francesa parisina y viven modestamente, gracias al trabajo de burócrata del marido. Resalta su papel por su honestidad y su ética como personas de la clase media. Un día, Matilde Loisel habla con su amiga Juana Forestier y consigue prestado un ostentoso collar para asistir a una fiesta elegante, pero lo pierde en el viaje de regreso a casa. Alarmados, ambos buscan el collar y no lo hallan. Tras una búsqueda intensa, terminan comprando un costoso collar parecido por más de treinta mil francos en una joyería parisina. Así, pasan diez años de trabajo sacrificados, privándose de la ayuda de sus criados y asumiendo los trabajos de la servidumbre para saldar el pago de la joya. El final es francamente sorpresivo: Matilde recibe la noticia por boca de su propia amiga la señora Juana de Forestier, de manera circunstancial en la calle, tras muchos años de no verse. La dueña del collar confiesa a su gran amiga que el collar extraviado apenas valía cerca de quinientos francos. 

La historia de un viejo caballo que muere de hambre en la pradera es el centro del cuento “Cocó”. El asunto muestra una visión espiritualista en torno a los animales y resalta por su tema original frente al resto de los cuentos de dicha colección de Maupassant. Los dueños del corcel “Cocó” mantienen vivo al animal durante su vejez y conceden el cuidado del animal al cruel jovencito Isidoro Duval, alias Zidor. Este adolescente se avergüenza de cuidar a la bestia y enfrenta las burlas de sus conocidos. Un día, lo ata a un poste en plena pradera y lo deja morir. El final se decanta en pocas palabras de la siguiente forma con dos párrafos breves, donde se vierten las palabras objetivas del relator omnisciente: “Los hombres enterraron al caballo en el mismo sitio donde había muerto de hambre. Y la hierba creció espesa, verde y vigorosa, alimentada por el propio cuerpo” (Maupassant, Bola 133). 

“El ejemplo” muestra la interacción entre amos y sirvientes en una casa, de manera positiva y picaresca. De esta forma, las nocturnas y furtivas aventuras sexuales de la Consuelo despiertan la pasión sexual entre los aburridos esposos Palmira y Gustavo Larebour. Los actos de la eficiente empleada ocurren en el invernadero de la finca y funcionan como actos de voyerismo y de apropiadas lecciones de sexo para los pequeños burgueses del inmueble, quienes llevaban antes una rutina de disputas e insultos mutuos. Como premio, Consuelo recibe un aumento de sueldo. 

En “El protector”, el abogado Juan Marín es un abogado que asciende a un puesto burocrático de gobierno. Con el tiempo, el funcionario despliega su generosidad escribiendo cartas de recomendación para numerosas personas. Un día, recomienda al clérigo padre Ceinture en un encuentro ocasional en la calle y el clérigo resulta un jesuita ser un conspirador contra el Gobierno. La resolución de conflicto despliega gracia y humor. Los diálogos de Marín diseñan una personalidad amable y cortés con sus recomendados. 

“La cabellera” es un cuento al estilo de los relatos macabros de personajes neuróticos del norteamericano Edgar Allan Poe. Se trata de un loco que pierde la razón por una caballera pelirroja encontrada en un mueble antiguo. Imagina que el espíritu de la mujer convive con el y convierte al manojo de cabellos en un fetiche de amor. Un médico y un enfermero atienden al paciente en un manicomio y el narrador testigo es el segundo personaje, quien dota al relato del punto de vista racional y científico. En cierta forma, el protagonista emparienta con el protagonista masculino de “Ligeia” del norteamericano Edgar Allan Poe. 

“Las primeras nieves” constituye un gran relato sobre el machismo francés, la crueldad de un campesino y los fallidos y lamentables matrimonios por conveniencia. El agricultor normando Enrique de Parville somete a su joven mujer a los fríos extremos del invierno del norte de Francia. Se niega a comprarle una estufa hasta que un día la mujer enferma terriblemente de los pulmones y espera la muerte en una casona. El titulo es alusivo al horror del clima extremoso que ocurre dentro de los muros de dicho inmueble del medio rural. 

 En “Un duelo”, Maupassant proyecta su patriotismo francés y su odio a los invasores prusianos. La gradación de la intriga y el crecimiento de las pasiones atrae la lectura, desde los insultos iniciales hasta la muerte en un duelo. Así pues, el conflicto se centra en la pugna entre un arrogante soldado prusiano y el exmilitar francés Dubois, lo cual culmina en un evento fatal. 

“El padre de Simón” se aparta de la dominante perturbación psíquica y social de otros cuentos de la misma colección y relata una historia positiva de alta moral humana. El noble herrero Felipe Remy toma una gran decisión y rescata al pequeño Simón de las constantes burlas de sus compañeros en la escuela. La madre del muchacho es buena, pero es una madre soltera que enfrenta la vergüenza pública de vivir sola con su hijo. 
 
Otros cuentos del mismo volumen proyectan una buena estructura narrativa, pero su profundidad es menor. “Especulaciones amorosas” gira en torno al exitoso negocio de Prudencio Robert, que hizo su fortuna con un burdel. “El bigote” se centra en la exaltación del bigote por sus cualidades viriles, sensuales y eróticas, desde la perspectiva de un personaje femenino narrador, Juana, quien le escribe una carta picaresca a su amiga Lucía sobre dicho asunto. “El crimen de Bonifacio” resulta un cuento jocoso que mezcla se basa en unos supuestos ruidos extraños que ocurren en la casa del recaudador Chapatis, ubicada en la campiña de Vireville. La resolución de conflicto envuelve precisamente un asunto sexual que despierta las burlas de la policía de dicha población. En “Rosita”, un criminal prófugo se convierte en un travestí y engaña a su ama haciendo el papel de una ingenua mucama que viste y desviste a su propia patrona. En “La declaración”, madre e hija de la familia Malivoire enfrenta la pobreza en el campo, un embarazo inesperado de la hija Celeste y la necesidad de pagar el alto costo del transporte en coche todos los días con el producto de su humilde granja. 

En “La dicha”, se cuenta el suceso de una pareja de amantes rebeldes, Susana Sirmont y un sargento, quienes son extremadamente felices en una isla apartada, tras romper con su familia. En “La venganza”, la viuda de Paolo Severini venga el asesinato de su hijo Antonio de una manera cruel, premeditada y furtiva en la isla de Longosardo. “Junto a un muerto” relata una historia misteriosa en torno al funeral del filósofo pesimista alemán Arthur Schopenhauer. En “Desdichada curiosidad”, un narrador impersonal cuenta la experiencia desagradable que vive el notario y diletante de la música Saval en la cosmopolita Paris. Esa aventura hace que su concepto de las artes plásticas cambie dramáticamente y elija mejor sus conciertos de música en la provinciana población de Vernon, Francia. En “El vengador”, Antonio Leuillet se casa con la viuda Matilde y descubre que ella tuvo un serio desliz durante la vida conyugal que compartió con su primer marido, Sauris, quien era a la sazón un gran amigo de Leuillet. Una mujer de clase alta comete adulterio y su hijo huye la casa y nunca vuelve a ver a su madre es el asunto central del cuento “La espera”. Las circunstancias que rodean a esta historia son dramáticas porque ocurren en el lecho de muerte de la desdichada mujer. 

En conclusión, "Bola de sebo y 22 cuentos completos" muestra la maestría narrativa de Guy de Maupassant. El desarrollo de la intriga, el preciso manejo de los diálogos, la impersonalidad fría del narrador omnisciente y los dramáticos conflictos humanos realzan las historias inventadas por este genio del cuento realista de finales del siglo XIX. Su estilo es ágil y nervioso. En especial, los rusos Antón Chejov y León Tolstoi y el Uruguayo Horacio Quiroga admiraron profundamente los cuentos del escritor francés. Según F. C. Grabbe, Maupassant destaca por “su amarga ironía”, dentro de un grupo de escritores franceses, tales como Gustavo Flaubert, Alphonse Daudet, Jules Valles, Emilio Zolá y los hermanos Edmond y Jules Goncourt (v). 

La intensidad y dramatismo de sus relatos llamo la atención de varios cineastas. La cinta "La diligencia" (1939) del norteamericano John Ford y "El expreso de Shanghái" (1932) de Joseph Von Sternberg se basa en el cuento “Bola de sebo”; el filme "Masculino-femenino" (1966) de Jean Luc Godard está integrado por la historia del cuento “La mujer de Paul”; tres directores mexicanos llevaron a la pantalla “El puerto” en sendas versiones llamadas "La mujer del puerto": La de 1934 de Arcady Boytler, la 1949 de Emilio Gómez Muriel y la de 1991 de Arturo Ripstein. Especialmente, Maupassant integra con Anton Chejov y Edgar Allan Poe el gran grupo de tres cuentistas del siglo XIX. 

                                                Obras citadas 

Grabbe, F. C. Prólogo. Bola de sebo y 22 cuentos completos. Por Guy de Maupassant. 2ª ed. México: Editores Mexicanos Unidos, 1978. iii-x. Maupassant, Guy de. Bola de sebo y 22 cuentos completos. 2ª ed. México: Editores Mexicanos Unidos, 1978.

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