CENTRALISMO AUTORITARIO Y POPULISTA EN MÉXICO EN LA DÉCADA 2020-2029
POR ÓSCAR ROBLES
Por los caminos del autoritarismo populista se llega
otra vez al viejo centralismo mexicano que dominó en el siglo XX. Tiempo circular:
más tlatoanis en la antigua Tenochtitlán durante la presente década.
El nuevo destino de México en el siglo XXI es volver a
la pasada hegemonía del antiguo y autoritario Distrito Federal en la presidencia
de la República Mexicana: el tabasqueño-defeño Andrés López Obrador, Claudia Sheinbaum,
Marcelo Ebrard, Enrique de la Madrid, Santiago Creel, Miguel Mancera y la
hidalguense avecindada en la Ciudad de México Xóchitl Gálvez. . . Pura
antidemocracia regional en tiempos de crisis nacional.
Ya no han surgido en la actualidad grandes políticos en
el norte, el sur, el Pacífico y el sureste para ser primeros mandatarios federales
de la nación mexicana o tan siquiera candidatos presidenciales oficiales postulados
por algún partido político.
Parece
que los norteños (Maru Campos e Ildefonso Guajardo) ya no tienen fuerza en la
alianza Va Por México; los regiomontanos de Movimiento Ciudadano (Luis
Donaldo Colosio y Samuel García) tienen pocas posibilidades de ganar la
contienda de 2024 por el gobierno federal. Del sureste, se retiró Mauricio
Vila; del sur, Alejandro Murat; de occidente, Enrique Alfaro tampoco podría ascender
a la Silla del Águila y habitar Palacio Nacional durante el periodo 2024-2030,
pues perdió fuerza su Alianza Federalista.
Del
centralismo político se pasa al Estado autoritario, al centralismo
presupuestal, al centralismo cultural. . . La historia contemporánea de México registra
ese fenómeno político que va de los tlatoanis indígenas a los virreyes
novohispanos a los caudillos de la independencia a los presidentes priistas
autoritarios.
Y MORENA se enmascara de rojo y negro para ocultar esa
historia de poder vertical, esa hegemonía política tan paralizante y antidemocrática.
Se estancaron los mexicanos, perdidos en el
capitalismo consumista, en el diversionismo de la “civilización del espectáculo”,
en la generalizada desobligación ciudadana, en la ilegalidad y en la ominosa
violencia de todo tipo. Olvidaron sus deberes ciudadanos, pues.
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