viernes, 5 de octubre de 2018

GALERIA ¨LAS ANIMAS¨ EN CHIHUAHUA: ARTE, CULTURA Y ESPECTACULO

GALERÍA “LAS ÁNIMAS” EN CHIHUAHUA: ARTE, CULTURA Y ESPECTÁCULO


ÓSCAR ROBLES



         Los rústicos muros, los altos techos de vigas de madera y los muebles antiguos de su interior evocaban arte, cultura y vida bohemia. Recorría uno el patio donde tocaban música, el abigarrado bar, el cómodo e íntimo café y los estrechos pasillos y sólo se veían piezas de pintura, escultura, dibujo, fotografía y ensamble. Las luces del sol penetraban suavemente por ventanas y los parroquianos se sentían a gusto como si vivieran ellos en una casa antigua con sus muros viejos y su lírico pasado.






El negocio estaba situado en el edificio donde se encontraba el antiguo Café La Nacional, donde la gente disfrutaba de una rica taza de café con pan de dulce. Se llamaba Galería Las Ánimas” y contaba con diversos espacios: Un bar principal, un patio para conciertos y el café bar El Cafessito. Se ubicaba en la Avenida Independencia, justo enfrente de la entrada sur al túnel para vehículos de dicha arteria urbana.


GALERIA ¨LAS ANIMAS¨ EN AVENIDA INDEPENDENCIA


ESCENARIO DE CONCIERTOS EN EL PATIO


En general, las obras expuestas en este negocio y recinto artístico formaban parte de una colección permanente. Las piezas oscilaban entre el arte figurativo y el arte abstracto; había pinturas, dibujos, esculturas, ensambles, arte objeto y objetos decorativos; las imágenes tenían un profuso colorido o usaban los básicos colores blanco y negro; abarcaban figuras humanas, animales, vegetales y objetuales.
Ante todo, dominaba el barroquismo de las obras de arte y artesanía dentro de estos espacios del negocio por su aglutinación yuxtaposición unas veces caótica y abigarrada y otras ordenada y lógica. En conjunto, las obras se caracterizaban por el pluralismo, la creatividad, la plena libertad del artista, el realismo, la fantasía, el onirismo, la mitología, la desacralización, la mezcla de culturas, el culto al pasado y al presente, la practica del Arte Pop, la devoción por la cultura del espectáculo y el homenaje a la cultura mexicana a través de famosos iconos y mitos antiguos y modernos.
         Los artistas anónimos que decoraron las paredes interiores y exteriores de esta galería se inclinaban por las estrellas famosas que triunfaron en la música y el cine de los Estados Unidos y por las figuras legendarias de la cultura del espectáculo en México, principalmente, construidos bajo la estética del realismo. Por ahí, estaban los retratos de los siguientes artistas y figuras famosas:
Amy Wilhelm:




El astro jamaiquino del reggae Bob Marley:



El rockero y virtuoso de la guitarra Jimmy Hendrix:




La cantante de peculiar voz y gran pasión interpretativa Janis Joplin:




El ex miembro de Los Beatles John Lennon y su esposa Yoko Ono:




El legendario jazzista Miles Davis:




La indígena oaxaqueña de los hongos alucinantes María Sabina:




El actor Germán Valdés “Tin Tan”:







La pintora Frida Kahlo, esposa del muralista Diego Rivera:




Al Pacino, actor estelar de la trilogía de filmes The Godfather (1972, 1974, 1990) del director Francis Ford Coppola:




         Las imágenes de estos artistas se distribuían por doquier, bajo un impulso creativo y acumulativo: En el escenario de las bandas de música, el bar principal, los pasillos, los baños y el café bar El Cafessito. Además, se advertían numerosos cuadros con pinturas, dibujos, esculturas y arte objeto, decorando este viejo edificio de la Avenida Independencia, situado justo entre las calles Morelos y Mina. A continuación, se describe brevemente la mayor parte de estas piezas de arte, de acuerdo al espacio que ocupaban.



1. EL BAR PRINCIPAL

En este íntimo lugar, la barra incluía varios banquitos y había varios sillones en diversas zonas. En especial, varios cuadros de pintura abstracta estaban colocados en muros negros y los rodeaban diversos trazos geométricos en colores vivos y brillantes. Además, se distribuían las siguientes obras de arte:
Un busto humano con rostro de calavera y carne:




Una peculiar cabeza de venado armada alambres de metal:




Pinturas de animales en cuadros:




Una novedosa imagen de una mujer de rostro mortuorio y manto azul, que se parecía a las vírgenes cristianas:




Un estilizado lobo con múltiples colores y dibujos en su cuerpo:




Diversos candiles cúbicos de color blanco con imágenes de mujeres bellas trazados en color negro:




Una escena de robots azules y grises como de filme de ciencia ficción:




Un robusto hombre con traje muy elegante, trazado con un preciso dibujo y una absurda cabeza de venado coronada con una llamativa cornamenta:





 Un laberinto de figuras geométricas trazadas en una pared, las cuales evocaban al mismo tiempo un complejo paisaje abstracto y geométrico y una extraña ciudad vista desde arriba y llena de edificios antiguos y futuristas:









La pintura de una lata de refresco de colores vivos sujetada por la mano de un esqueleto, plasmada sobre fondo vivamente amarillo:




En tanto, una gran pared negra exhibía un fino dibujo de una sensual mujer desnuda y elástica, contorsionada hacia atrás y rodeada de trazos geométricos y luminosos:








Algunos tradicionales graffitis al estilo de las pintas anónimas de los muros callejeros poblaban una parte de los muros:  




Sin embargo, la actriz principal de ese lugar donde se bebían cervezas y licores era una escultura de tamaño natural forjada con abundantes tallas precisas y sinuosas. Ella parecía alertar a los parroquianos con su cuerpo de sal coagulada, de hueso puro o de precioso marfil. Se hallaba justo  frente al resplandor intenso de una ventana soleada y cerca de algunos cómodos sillones viejos. Sus brazos se extendían como si hechizara a alguien con su mirada o sus extremidades. De inmediato, atraía la mirada del visitante los sensuales pechos femeninos desnudos y su vientre sabroso. Pero el resto era horroroso, intimidante, una viva encarnación del Más Allá en el Arte del Más Acá. No se sabía a ciencia cierta si era una estatua viviente y había que avanzar y acercarse a ella. ¿Era una escultura, un robot muy humanizado o un ente vivo congelado por algún veneno mágico? Esencialmente, su cabellera se componía de numerosas serpientes muy agitadas y listas para el ataque venenoso. Por momentos, parecía como una sirena del infierno, pues de la cintura para abajo no mostraba escamas de pescado precisamente, sino el grueso cuerpo de una serpiente de cascabel. Y debajo de su torso no tenía piernas ni pies ella la muy sensual mujer. La mitad de su cuerpo inferior era, pues, una víbora enroscada cuya vívida piel mostraba numerosas esferas que la hacían ver pesada y rugosa y muy peligrosa. Y por ahí se veía el cascabel, pero no se oyó antes de entrar al recinto, qué pena. ¿Estaba viva o estaba muerta esa mujer mítica, esa actriz paralizada en el tiempo? Su cara era de muerta en verdad, pero dinámica en su ira, con ojos vacíos y labios entreabiertos. Mejor no tocarla, no, puesto que se podía despertar de pronto y atacar a los parroquianos y frustrar este interesante reportaje. Pero la efigie se quedó quieta, mas quieta que las estatuas vivientes de la calle Libertad y lucía como deidad mítica de la Antigüedad griega o bíblica, forjada por la imaginación prodigiosa de algún artista que tuvo insomnio, pesadilla y una brillante fantasía en su propio estudio: Proserpina o Hidra o una fusión de Eva y serpiente de fantasía y horror o una original demonia del infierno:














Por otro lado, la decoración de los negros muros del plácido bar era abigarrado y se llenaba de imágenes armónicas en algunas zonas, pero su configuración era abstracta. Por ejemplo, arriba relucía un conjunto de figuras geométricas con líneas en blanco y algunas zonas coloridas, todo lo cual emanaba decoración y acumulación de imágenes, ansia de complacer a la mirada.











         El recorrido culminó cerca de la mujer serpiente, quien lanzó su último mirada amenazante en su espacio infernal. La dulce luz del sol apareció en la puerta a los pasillos y la realidad volvió al andar y mirar de nuevo el arte y la decoración.  





2. LOS PASILLOS Y EL PATIO

         En estas áreas, se advertían imágenes de arte figurativo plasmadas en los muros por variados artistas y variados estilos. Por ahí, se miraba un inacabado hombre naranja en proceso de desintegración de su cuerpo frágil:







Por allá, una escena onírica y muy extraña se alzaba con una esbelta mujer desnuda sin rasgos en el rostro y un ojo gigantesco en su regazo, rodeada de un colorido arcoíris donde se posaba un siniestro cuervo:





Más allá, dos calaveras alegres se sonreían, una montada sobre la otra:




Acullá, miraba un apuesto charro de sombrero de alas largas y traje en color negro, ojos brillantes y bigote espeso, emulando al revolucionario Emiliano Zapata:







Un curioso ensamble rendía culto al automóvil moderno y mostraba la imagen de un Volkswagen en el centro, rodeada de múltiples dibujos de carritos de diversos colores:




Una grotesca deidad prehispánica en blanco y negro lucía burlescamente la lengua fuera de su boca feroz:




Un felino amarillo humanizado y vestido con zapatos rosas caminaba en un muro blanco:







Una pintura de un búho miraba con ojos misteriosos y cavilosos:




Unos hongos gigantes y grises se veían bañados por un nocturnal color azul:




Tres cabezas de tigre creadas en serie y en serio rendían tributo a este bello felino que fue honrado por la literatura del italiano Emilio Salgari y la gran poesía del buen poeta mexicano Eduardo Lizalde. El uno era violeta, el otro azul y el tercero de un intenso y casi natural amarillo y los contornos de sus fieras cabezas mostraban otros colores armonizantes y la palabra “ANONYMUS” aparecía justo arriba de estas figuras animales:




Especialmente, un extraño y absurdo mural lucía en una pared del pasillo de la entrada principal, el cual rendía un raro e ingenuo culto a la mexicanidad con las figuras centrales de un vegetal propio de las culturas mesoamericanas y con dos ídolos de la lucha libre y del cine de México. Arriba de este mural, se advertían diversas figuras formadas con un dibujo un tanto titubeante: Una mazorca gigante rodeada de algunos luchadores angelitos. En tanto, abajo aparecían El Santo y Blue Demon con coronas de reyes, trazo propio de las historietas y entre la belleza de abundantes flores coloridas. Se completaba esta ingenua escena con la expresión en inglés “BEAUTIFUL BLACK”:











En otro muro de esta zona externa, podía contemplarse una pintura con la clásica y tenebrosa imagen del esqueleto con guadaña y manto largo, sentada en un sillón. Fue trazada con gran pulso en el dibujo sobre un fondo rojo:




En otra pared exterior, podía contemplarse un rostro blanquecino de mujer con un relámpago color violeta en el rostro y el cabello corto, sobre un fondo intensamente escarlata y despoblado de otras imágenes:



En tanto, el culto al norte y la cultura de los artistas de la calle se proyectaban en un novedoso cuadro de fondo negro y con un mantel blanco y delgado. Llenaba este cuadro la figura delgada de un guitarrista de la calle, el cual estaba vestido con un paliacate rojo y un sombrero norteño de ala corta. Las líneas de los dibujos eran tenues y los colores claros y el buen retrato de la cultura popular ahí estaba:




Los pasillos y el patio acumulaban objetos de arte como en las viejas galerías de los centros históricos de las ciudades mexicanas. En especial, había pinturas de figuras de la música y el cine cerca del templete de la banda. También, se desbordaban las imágenes de mujeres sensuales con el estilo de los personajes de historietas o carteles de cine. De pronto, sorprendía la mirada un cuadro con trazos precisos y emergía en primerísimo plano un armónico busto de una mujer de labios sensuales con la larga y salvaje cabellera negra de resplandores blancos cubriéndole los ojos y con un brazo levantado e investido de un elegante y largo guante negro, figura de mujer fatal o cosmopolita chica del mundo de la moda femenina:




O se advertía otro cuadro casi tocando el techo de grandes vigas de madera con un rostro de mujer visto de perfil, con cabellera negra y una larga lengua roja tocando un extraño objeto amarillo, un tanto sexualizado y fálico:




Arriba del resplandor de una ventana, surgía una rubia de rasgos faciales duros y mirada melancólica.  Presidía toda ella un negro muro y su entero rostro llenaba todo el cuadro, como una mujer fatal de cine negro:




Luego, otra mujer de cuerpo entero estaba pintada en otra pared oscura: La muerte mexicana en versión posmoderna, con cuerpo desnudo y sensual y largas y bellas piernas, cabeza coronada y rostro fúnebre; justo abajo y al lado derecho de ella, abundaban nopales y calaveras y avanzaba, sinuosa y peligrosa, la estilizada serpiente con plumas que representaba al dios náhuatl Quetzalcóatl por algunas regiones del muro; algunas pirámides aztecas eran sugeridas a lo lejos. Todas estas figuras humanas, animales y vegetales casi tocaban el techo de vigas. Además, todas las imágenes habían sido trazadas con colores blancos y precisos dibujos hasta lograr el equilibrio de los volúmenes:













         Llegó la hora del cafecito y el confort y la claridad espacial y el especial arte de la última sección de la desaparecida galería de arte y espectáculo del Centro Histórico de la ciudad de Chihuahua.

3. EL CAFÉ BAR EL CAFESSITO

         En esta zona del negocio, imperaba un orden más lógico, sin tanto barroquismo y aglutinación de muebles y objetos de arte. Estaba diseñado para la conversación tranquila. A la derecha, se percibía una barra con un repertorio de bebidas variadas, alcohólicas y con cafeína; al fondo, se distribuían las mesas y sillas. En particular, algunas paredes exhibían objetos rústicos, tales como diversas tabletas de madera que transmitían confort y daban simetría lógica a los muebles.




         Entre las piezas de arte y decoración, se hallaban varios dibujos de algunos actores del cine norteamericano y de algunos animales mamíferos, domésticos y salvajes. En primer lugar, una flamante pecera de cristales transparentes y animales marinos inanimados dejaba ver al fondo la imagen de una persona, quien se encontraba de espalda y sentada, un tanto meditativo, con el torso desnudo y vestida parcialmente de negro:




En segundo lugar, se miraba un gran dibujo en blanco y negro del rostro de Al Pacino, el gran actor de Donnie Brasco y Scarface del director Brian de Palma:




En tercer lugar, se podía admirar la perfección de un dibujo con figura animal y estilo muy realista: Un simpático perro en el primerísimo plano, formado sobre en colores blanco y negro. Como detalle humorístico, el gracioso animal vestía una prenda blanca que estaba enrollada en su cabeza:




Finalmente, otro dibujo retrataba a un rinoceronte embistiendo de frente hacia la posición del espectador, el cual fue trazado en perfectas líneas y volumen. Como detalle, la imagen se encontraba cubierta de líneas rojas y dos equis en color negro, como señalando el gran peligro de ver al pesado animal con el cuerno en ristre como furioso caballero andante:





4. GALERIA “LAS ÁNIMAS”: EL PLACER DEL ARTE Y LA CONVIVENCIA SOCIAL

         En conclusión, este arte joven, este arte vivo de este céntrico negocio rendía homenaje a la cultura contemporánea: La música norteamericana, el cine estadounidense, la pintura mexicana, la música de Inglaterra, el cine de cómicos mexicanos y a los indígenas de Oaxaca. Además, artistas anónimos y comunitarios (re)inventaron numerosas y originales fantasías figurativas, geométricas y abstractas. En especial, la expresiva y perturbadora escultura de la mujer serpiente en tamaño natural llamaba la atención de inmediato cuando se ingresaba en el bar principal. Era una efigie muy original, de tallas precisas y expresivas y podía verse como una especie de una deidad antigua o criatura moderna inventada por su autor.
         En tanto, el recorrido por todo el recinto ponía en contacto visual con numerosos cuadros con imágenes geométricas de variados colores, cuadros abstractos de colores intensos, mujeres extremadamente sensuales, extrañas escenas de flores, novedosas figuras de mexicanas mazorcas y luchadores aztecas enmascarados, animales diversos, autos, charros, mitos prehispánicos, ciudades mágicas de ciencia ficción, entre otras figuras plásticas que decoraban los espacios cerrados y abiertos de este céntrico lugar destinado al arte y el espectáculo. Así pues, todas las obras de arte, artesanía y decoración se aglutinaban en los cuartos, se yuxtaponían y se acumulaban con insaciable barroquismo y gran culto por la cultura, el arte y la belleza misma. 
En pocas palabras, la Galería “Las Ánimas” lucía como un bar “underground” donde se tocaba música rock y funcionaba como una casa antigua con arte, música en vivo, bar y café. En este lugar, los jóvenes vivían, se divertían y admiraban la belleza, la sensualidad y el placer de las obras de arte que los rodeaban. La Galería Las Ánimas estaba situada en el corazón del Centro Histórico de la ciudad de Chihuahua, justo enfrente del antiguo edificio de La Nacional, a unas cuadras de la Plaza de Armas.
         En el presente, este lugar descrito en este reportaje estaba en ruinas hace varias semanas, justo durante el verano de 2018. Como ya se apuntó, este antiguo edificio fue recinto del Café La Nacional durante el siglo XX, el cual perteneció a una familia de ascendencia china. Luego, se distinguió por ser el mencionado centro de entretenimiento, cultura y arte: La Galería “Las Ánimas”. Sinn embargo, quedan vivos su arte figurativo y su arte abstracto en el presente artículo y en las numerosas fotos que acompañan a este sencillo reportaje. Ojala se reconstruya este interesante lugar para la cultura, el arte y el entretenimiento.


EL CAFE ¨LA NACIONAL¨ ESTUVO EN ESTE EDIFICIO EN EL PASADO


No hay comentarios:

Publicar un comentario

LIBROS DE ÓSCAR ROBLES EN AMAZON BOOKS EDITORS

LIBROS DE ÓSCAR ROBLES EN AMAZON BOOKS EDITORS             Los gentiles lectores pueden adquirir los siguientes 24 libros de Óscar Roble...