domingo, 16 de octubre de 2016

JOSE CARRERAS Y LETICIA DE ALTAMIRANO EN CHIHUAHUA

JOSE CARRERAS Y LETICIA DE ALTAMIRANO EN CHIHUAHUA


ÓSCAR ROBLES



          Y el solo sol de sus voces ilumina la noche chihuahuense: José Carreras y Leticia de Altamirano.
          Carreras brinda un gran concierto en la ciudad de Chihuahua: Música italiana, española, estadounidense y mexicana. De la clásica “Passione” de N. Valente a la romántica “Contigo aprendí” de Armando Manzanero; del “Brindis” de La Traviata de Giuseppe Verdi a la acariciante “Bésame mucho” de Consuelo Velázquez, la potencia de su viva voz brilló, su pasión, su talento.
    Por su parte, Altamirano aporta el encanto, la delicada feminidad, la suave gracia de seda, la dulzura de su voz a una noche emotiva, brillante, llena de la luz plena de sus voces en la noche de domingo:
Un tenor y una soprano en Chihuahua otra vez.
Al inicio del concierto, Magaly Baeza presenta a los artistas, justo al filo de las nueve de la noche en el Estadio Olímpico de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH). Las gradas tienen alrededor de veinte mil almas y cuarenta mil oídos.
Engalanan el bel canto tres magníficas orquestas: La Sinfónica de la UACH, la Filarmónica del Estado de Chihuahua y la Filarmónica de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ). Para la bravía música ranchera y el suave bolero, acompaña el jovial y energético Mariachi “Mi Tierra” de la UACJ.
El repertorio cubre cerca de treinta piezas de música clásica y música popular. Carreras abre con tres apasionantes canciones napolitanas de hondo sentimiento y delicada música: “Marechiare” de Francesco Tosti, “Vurria” de F. Rendine y “Passione” de N. Valente. Su voz madura transmite melancolía romántica y lirismo apasionado y fluye del susurro y los bajos tonos a los prodigiosos altos, con maestría verdadera de señor tenor. Los gentiles lectores de la presente crónica pueden escuchar la segunda y la tercera canción tan formidables en estos sitios, respectivamente:
Entre esas piezas, alterna la voz alada y dulce de Leticia de Altamirano con el esplendor romántico del bolero “Dime que sí” del mexicano Alfonso Esparza Oteo. En esta pieza, su voz fue cielo, ave, agua, lucero. Su canto vuela, se aterciopela y nos baña de miel: “Deja que mis labios te nombren. . . ”, Leticia, pura voz pura de ninfa. Puede apreciarse mejor esta interpretación de una canción nacional en el siguiente sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=wsIDs1fN2J0>.
La pieza “Je veux vivre” de la ópera Romeo et Juliette de Charles Gounod llena de gracia francesa y tonos variados femeninos y delicados el concierto nocturno. Entonces, Altamirano prueba su elástica voz, en variados tonos delgados como agua que corre en arroyitos y luego se eleva hasta lo más alto con una cascada plateada e iluminante que cierra la interpretación. Ella viste un elegante y largo vestido dorado y pasea su juventud y su belleza única de mujer artista sobre el escenario. Los amables lectores pueden deslizarse un poco en este sitio que tiene grabada la interpretación original de Altamirano: <https://www.youtube.com/watch?v=tyUGJZQztuU>.
Más tarde, viene un remanso de religiosidad profunda con un dueto formidable entre Carreras y Altamirano: “Ave María” del alemán Franz Schubert trae la oración, la meditación del alma y los suaves acordes en culto a la Virgen María. Este hondo sentimiento religioso puede ser captado en este video: <https://www.youtube.com/watch?v=nBSq_SIgQ_8>.
Entonces, Carreras cierra la primera parte del concierto con la célebre pieza de “El Sueño Imposible” en idioma inglés, con tono de marcha y galope campirano. Esta pieza forma parte del musical “El Hombre de la Mancha” (1965) de Dale Wasserman. Y viene un intermedio.
En tanto, las tres orquestas estelares deleitan con un alegre y juguetón “Jazz Suite Waltz 2” del ruso Dimitri Shostakovich, bajo la dirección de David Giménez Carrera y Oliverio Payán. Luego, las orquestas OSUACH, OSUACJ y la OFECH tocan otras piezas del intermezzo: “La boda de Luis Alonso” de I. Jiménez y “L’Arlessiene Suite Farandole” de George Bizet. He aquí esta última pieza: <https://www.youtube.com/watch?v=KQWTLNj9GqU>.
En la segunda parte del concierto, Carreras interpreta el melancólico tango “Lejana tierra mía” de Carlos Gardel. Es una canción argentina llena de nostalgia por la tierra donde se nace y combina los temas del amor a la tierra, la intuición de la muerte y la nostalgia, con preciosas imágenes metafóricas. Por ejemplo, una parte de la letra dice “el ardiente ruiseñor y la luna plateada”. En esta pieza, se insertan acordes suaves y sutiles de violines para realzar el drama de la ausencia del hablante poético con respecto a su tierra nativa. La grabación original en video se halla en este sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=AoxP-SQnS1Y>.
Más tarde, viene “Contigo aprendí” de Armando Manzanero en voz de Carreras. Romántico, delicado, el tenor catalán fue acompañado de cuerdas sutiles de violines, algunos acordes de trompeta, unos suaves y otros sonoros, hasta cerrar la canción con la frase “Contigo aprendí’ en voz susurrante, como una prueba de la maestría técnica de Carreras con los bajos tonos. Pueden escuchar esta pieza en el siguiente sitio: https://www.youtube.com/watch?v=dcw3LdSDzs0>.
La pasión interpretativa se observa en el tango “Amapola” (1928) de José Lacalle y Luis Roldán. En esta pieza, el gran Carreras expresa el amor del hablante lírico de dicha canción por una bella mujer, con los versos envueltos preciosamente en las cuerdas de violines que tocan con suprema armonía. Esta canción se encuentra en el siguiente sitio: https://www.youtube.com/watch?v=EYLgLvpAccA>.
Una de las canciones soberbias de Leticia de Altamirano es “De España vengo” de la zarzuela El hijo judío de Antonio Paso y Enrique García. Con esta pieza, Altamirano muestra el vuelo de su voz delicada, voz alada que describe la identidad nacional de la voz poética de la canción. La dulce voz de Altamirano reluce en este sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=cNf1CVwI928>.
En tanto, “El Dúo de la Africana” de M. F. Caballero es una interpretación romántica sobre los asedios de un hombre enamorado hacia una mujer. En esta interpretación, Altamirano y Carreras demuestran dotes histriónicas y grandes voces que teatralizan este hermoso “diálogo cantado”. Es sencillamente encantadora esta escena tan dinámica en medio del enorme escenario colocado en el lado sur del Estadio Olímpico. La canción está llena de pasión de amor, con vigor viril en la voz del tenor catalán y delicadeza femenina en la voz de la soprano mexicana. Los gentiles lectores pueden ver la interpretación grabada original en el siguiente sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=DFYrnj3-DDQ>
Core’ngrato” del italiano Salvatore Cardillo enseña al gran Carreras, intérprete poderoso y profundo de canciones italianas. En particular, esta canción napolitana continúa la tesitura lírica de la serie de tres canciones italianas de la primera parte (“Marechiare”, Vurria” y “Passione”). Melancolía romántica y modulación armónica de tonos flotan en el ambiente del estadio deportivo, con la honda emoción de un “corazón ingrato”. Esta preciosa canción puede encontrarse en el siguiente sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=ET4LXncbY_Y>.
Más tarde, irrumpe un energético mariachi con los músicos vestidos en elegantes trajes negros con relumbrante botonadura de plata, tocando “El son de la Negra”. Esta irrupción tradicional mexicana llena de vida y emoción el escenario tan espléndido para una verdadera noche musical, la luminosa Noche del Tenor y de la Soprano: Violines, guitarras, trompetas, todos ellos tocados con el talento de los doce miembros del grupo. Es el mariachi “Mi tierra” de la UACJ.
El mariachi mexicano es el marco principal para que aparezca la exquisita y hermosa Altamirano, investida con un traje elegante color rojo granada, rojo pasión, rojo bravío. Entonces, ella canta “Cucurrucucú Paloma” del talentoso mexicano Tomás Méndez con gracia y voz sentida, pero con dulce seda y rumor de agua de soprano, desde los bajos tonos a los altos, en prodigioso despliegue de voz: Lo popular y lo clásico se funden, la ranchera y la soprano se abrazan en fusión maravillosa. En verdad, Altamirano luce esplendorosa y muy mexicana en este sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=tBGsdQHbIGY>.
Viene el maestro Carreras y derrite a la concurrencia con un apasionado “Bésame mucho” de Consuelo Velázquez, una de las canciones más interpretadas en todo el mundo en toda la historia de la música mexicana. A ritmo de mariachi, se desliza como una caricia la soberbia, magistral interpretación y el maestro español  oscila de lo grave a la voz pasional, con delirio y elegancia, en cadencia orquestal y loca pasión de amor en la letra: “Bésame como si fuera esta noche la última vez, béeeesame, béeesame mucho. . .” La gallarda voz del maestro Carreras os aguarda aquí: <https://www.youtube.com/watch?v=T9sVL7g19SE>.
El culmen del romanticismo mexicano es precisamente “Solamente una vez” del maestro del bolero Agustín Lara. Se funden en este bolero clásico la voz viril y la voz femenina, para expresar un amor único en la vida. Es un dueto de susurros de voz que va hasta sus tonos altos con gran simbiosis de voces: Altamirano y Carreras encendidos de amor, amando una vez en sus voces de caricia.
“El Brindis” de la ópera La Traviata de Giuseppe Verdi representa la perfecta interpretación de la noche entre una soprano y un tenor, una mexicana y un español, Altamirano y Carreras. Esta clásica canción cierra una noche fenomenal y memorable en la ciudad de Chihuahua. Entonces, el público de la zona del campo de juego se pone de pie para ovacionar y aplaudir muy emocionados a estos dioses del bel canto. La fusión final de voces es enteramente armónica, deliciosa, miel pura para los oídos sedientos de buena música, sedientos de placer y brindis.
Otras canciones más son interpretadas durante el concierto. Las descritas en el presente texto suenan más en la memoria del corazón.
Veinte mil espectadores disfrutan de este concierto de Carreras y Altamirano. Mucha gente de Chihuahua aún rememora la belleza de voces y orquestas de otros festivales internacionales celebrados en la ciudad de Chihuahua. Muchos recuerdan la presencia grande del inolvidable Plácido Domingo, quien ha sido considerado por algunos críticos especializados como el mejor tenor de la historia en franca competencia con el italiano Enrico Caruso y el sueco Jussi Björling. Rememoran aquella voz del tenor hispano-mexicano que desplegaba con gran eufonía las letras de óperas italianas, de canciones de José Alfredo Jiménez y del famoso Corrido de Chihuahua en la noche veraniega y chihuahuense, justo en el estadio universitario situado al norte de la ciudad capital. También recuerdan muchos el emotivo concierto de los tenores con el griego Mario Frangulis, la soprano Emma Chaplin y otros más.
La de Carreras y Altamirano es una noche sensacional, memorable, altamente emotiva. Las notas de las tres orquestas y las dos voces tan bellas resuenan en el alma y el corazón. Por un lado, la voz alada y delicada de Leticia Altamirano llena de miel los corazones de los chihuahuenses, su terso río de seda. Por otro, la voz apasionada, viril y vigorosa del maestro José Carreras cubre de romanticismo, melancolía y placer de la vida el espacio abierto de la Noche Chihuahuense del Verano.
Con este magno evento musical de un Señor Tenor y una Señora Soprano, se clausura el Festival Internacional Chihuahua. Es el domingo veintitrés de agosto, una noche memorable y grandiosa. 2015: El décimo primer festival. Hace más de un año y todavía suenan esas voces y sueñan los corazones.   
Josep María Carreras i Coll (1946—) nace en Barcelona, España. Estudia piano, solfeo y canto en su país natal. Escucha e interpreta zarzuela y opera desde temprana edad. Se distingue por sus interpretaciones de las óperas de los italianos Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini. En especial, recibe el Premio Príncipe de Asturias en 1991 y participa en el histórico y celebre concierto “Tres Tenores” en Roma en 1990, en compañía del hispano-mexicano Plácido Domingo y el italiano Luciano Pavarotti (“José”). Tiene a su cargo la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia en su natal Barcelona.
Por su parte, la linda Leticia de Altamirano es una joven soprano mexicana que va creciendo en fama y talento. Debuta en 2007 en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México con la ópera “Dialogus des Carmelites” de F. Doulenc (“Leticia”). En 2010, es nombrada Voz del Bicentenario por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), para festejar el segundo centenario de la Independencia de México y en 2012, hace el papel estelar en La Traviata en Bellas Artes de la Ciudad de México (“Leticia”). En 2015, participa en la ópera Lucía de Lamermoor de Gaetano Donizzeti en Manaos, Brasil, entre diversas actividades artísticas.



Obras citadas
“José Carreras.” Wikipedia. The Free Encyclopedia. 16 October 2016.
Wikimedia Foundation, Inc. 20 September 2016.
“Leticia de Altamirano soprano.” Leticia de Altamirano Soprano. 16 octubre
2016. Ikon Lab. 2016.


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