JOSE CARRERAS Y LETICIA DE ALTAMIRANO EN CHIHUAHUA
ÓSCAR ROBLES
Y el solo
sol de sus voces ilumina la noche chihuahuense: José Carreras y Leticia de Altamirano.
Carreras
brinda un gran concierto en la ciudad de Chihuahua: Música italiana, española,
estadounidense y mexicana. De la clásica “Passione”
de N. Valente a la romántica “Contigo aprendí” de Armando Manzanero; del
“Brindis” de La Traviata de Giuseppe
Verdi a la acariciante “Bésame mucho” de Consuelo Velázquez, la potencia de su viva
voz brilló, su pasión, su talento.
Por su
parte, Altamirano aporta el encanto, la delicada feminidad, la suave gracia de
seda, la dulzura de su voz a una noche emotiva, brillante, llena de la luz
plena de sus voces en la noche de domingo:
Un tenor y una soprano en Chihuahua otra vez.
Al inicio del concierto, Magaly Baeza presenta a los
artistas, justo al filo de las nueve de la noche en el Estadio Olímpico de la
Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH). Las gradas tienen alrededor de veinte
mil almas y cuarenta mil oídos.
Engalanan el bel
canto tres magníficas orquestas: La Sinfónica de la UACH, la Filarmónica
del Estado de Chihuahua y la Filarmónica de la Universidad Autónoma de Ciudad
Juárez (UACJ). Para la bravía música ranchera y el suave bolero, acompaña el jovial
y energético Mariachi “Mi Tierra” de
la UACJ.
El repertorio cubre cerca de treinta piezas de música
clásica y música popular. Carreras abre con tres apasionantes canciones
napolitanas de hondo sentimiento y delicada música: “Marechiare” de Francesco Tosti, “Vurria” de F. Rendine y “Passione”
de N. Valente. Su voz madura transmite melancolía romántica y lirismo
apasionado y fluye del susurro y los bajos tonos a los prodigiosos altos, con
maestría verdadera de señor tenor. Los gentiles lectores de la presente crónica
pueden escuchar la segunda y la tercera canción tan formidables en estos
sitios, respectivamente:
Entre esas piezas, alterna la voz alada y dulce de Leticia
de Altamirano con el esplendor romántico del bolero “Dime que sí” del mexicano
Alfonso Esparza Oteo. En esta pieza, su voz fue cielo, ave, agua, lucero. Su
canto vuela, se aterciopela y nos baña de miel: “Deja que mis labios te
nombren. . . ”, Leticia, pura voz pura de ninfa. Puede apreciarse mejor esta
interpretación de una canción nacional en el siguiente sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=wsIDs1fN2J0>.
La pieza “Je veux
vivre” de la ópera Romeo et Juliette
de Charles Gounod llena de gracia francesa y tonos variados femeninos y
delicados el concierto nocturno. Entonces, Altamirano prueba su elástica voz,
en variados tonos delgados como agua que corre en arroyitos y luego se eleva
hasta lo más alto con una cascada plateada e iluminante que cierra la
interpretación. Ella viste un elegante y largo vestido dorado y pasea su juventud
y su belleza única de mujer artista sobre el escenario. Los amables lectores
pueden deslizarse un poco en este sitio que tiene grabada la interpretación
original de Altamirano: <https://www.youtube.com/watch?v=tyUGJZQztuU>.
Más tarde, viene un remanso de religiosidad profunda con
un dueto formidable entre Carreras y Altamirano: “Ave María” del alemán Franz Schubert trae la oración, la meditación
del alma y los suaves acordes en culto a la Virgen María. Este hondo sentimiento
religioso puede ser captado en este video: <https://www.youtube.com/watch?v=nBSq_SIgQ_8>.
Entonces, Carreras cierra la primera parte del concierto con
la célebre pieza de “El Sueño Imposible” en idioma inglés, con tono de marcha y
galope campirano. Esta pieza forma parte del musical “El Hombre de la Mancha”
(1965) de Dale Wasserman. Y viene un intermedio.
En tanto, las tres orquestas estelares deleitan con un
alegre y juguetón “Jazz Suite Waltz
2” del ruso Dimitri Shostakovich, bajo la dirección de David Giménez Carrera y
Oliverio Payán. Luego, las orquestas OSUACH, OSUACJ y la OFECH tocan otras
piezas del intermezzo: “La boda de Luis Alonso” de I. Jiménez y “L’Arlessiene Suite Farandole” de George
Bizet. He aquí esta última pieza: <https://www.youtube.com/watch?v=KQWTLNj9GqU>.
En la segunda parte del concierto, Carreras interpreta el
melancólico tango “Lejana tierra mía” de Carlos Gardel. Es una canción
argentina llena de nostalgia por la tierra donde se nace y combina los temas
del amor a la tierra, la intuición de la muerte y la nostalgia, con preciosas
imágenes metafóricas. Por ejemplo, una parte de la letra dice “el ardiente
ruiseñor y la luna plateada”. En esta pieza, se insertan acordes suaves y
sutiles de violines para realzar el drama de la ausencia del hablante poético
con respecto a su tierra nativa. La grabación original en video se halla en
este sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=AoxP-SQnS1Y>.
Más tarde, viene “Contigo aprendí” de Armando Manzanero
en voz de Carreras. Romántico, delicado, el tenor catalán fue acompañado de
cuerdas sutiles de violines, algunos acordes de trompeta, unos suaves y otros
sonoros, hasta cerrar la canción con la frase “Contigo aprendí’ en voz
susurrante, como una prueba de la maestría técnica de Carreras con los bajos
tonos. Pueden escuchar esta pieza en el siguiente sitio: https://www.youtube.com/watch?v=dcw3LdSDzs0>.
La pasión interpretativa se observa en el tango “Amapola”
(1928) de José Lacalle y Luis Roldán. En esta pieza, el gran Carreras expresa
el amor del hablante lírico de dicha canción por una bella mujer, con los
versos envueltos preciosamente en las cuerdas de violines que tocan con suprema
armonía. Esta canción se encuentra en el siguiente sitio: https://www.youtube.com/watch?v=EYLgLvpAccA>.
Una de las canciones soberbias de Leticia de Altamirano es
“De España vengo” de la zarzuela El hijo judío
de Antonio Paso y Enrique García. Con esta pieza, Altamirano muestra el vuelo
de su voz delicada, voz alada que describe la identidad nacional de la voz
poética de la canción. La dulce voz de Altamirano reluce en este sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=cNf1CVwI928>.
En tanto, “El Dúo de la Africana” de M. F. Caballero es
una interpretación romántica sobre los asedios de un hombre enamorado hacia una
mujer. En esta interpretación, Altamirano y Carreras demuestran dotes
histriónicas y grandes voces que teatralizan este hermoso “diálogo cantado”. Es
sencillamente encantadora esta escena tan dinámica en medio del enorme
escenario colocado en el lado sur del Estadio Olímpico. La canción está llena
de pasión de amor, con vigor viril en la voz del tenor catalán y delicadeza femenina
en la voz de la soprano mexicana. Los gentiles lectores pueden ver la
interpretación grabada original en el siguiente sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=DFYrnj3-DDQ>
“Core’ngrato”
del italiano Salvatore Cardillo enseña al gran Carreras, intérprete poderoso y
profundo de canciones italianas. En particular, esta canción napolitana
continúa la tesitura lírica de la serie de tres canciones italianas de la
primera parte (“Marechiare”, Vurria” y “Passione”). Melancolía romántica y modulación armónica de tonos
flotan en el ambiente del estadio deportivo, con la honda emoción de un
“corazón ingrato”. Esta preciosa canción puede encontrarse en el siguiente
sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=ET4LXncbY_Y>.
Más tarde, irrumpe un energético mariachi con los músicos
vestidos en elegantes trajes negros con relumbrante botonadura de plata,
tocando “El son de la Negra”. Esta irrupción tradicional mexicana llena de vida
y emoción el escenario tan espléndido para una verdadera noche musical, la
luminosa Noche del Tenor y de la Soprano: Violines, guitarras, trompetas, todos
ellos tocados con el talento de los doce miembros del grupo. Es el mariachi “Mi tierra” de la UACJ.
El mariachi mexicano es el marco principal para que
aparezca la exquisita y hermosa Altamirano, investida con un traje elegante
color rojo granada, rojo pasión, rojo bravío. Entonces, ella canta “Cucurrucucú
Paloma” del talentoso mexicano Tomás Méndez con gracia y voz sentida, pero con
dulce seda y rumor de agua de soprano, desde los bajos tonos a los altos, en
prodigioso despliegue de voz: Lo popular y lo clásico se funden, la ranchera y
la soprano se abrazan en fusión maravillosa. En verdad, Altamirano luce
esplendorosa y muy mexicana en este sitio: <https://www.youtube.com/watch?v=tBGsdQHbIGY>.
Viene el maestro Carreras y derrite a la concurrencia con
un apasionado “Bésame mucho” de Consuelo Velázquez, una de las canciones más
interpretadas en todo el mundo en toda la historia de la música mexicana. A
ritmo de mariachi, se desliza como una caricia la soberbia, magistral
interpretación y el maestro español oscila de lo grave a la voz pasional, con
delirio y elegancia, en cadencia orquestal y loca pasión de amor en la letra:
“Bésame como si fuera esta noche la última vez, béeeesame, béeesame mucho. . .”
La gallarda voz del maestro Carreras os aguarda aquí: <https://www.youtube.com/watch?v=T9sVL7g19SE>.
El culmen del romanticismo mexicano es precisamente
“Solamente una vez” del maestro del bolero Agustín Lara. Se funden en este
bolero clásico la voz viril y la voz femenina, para expresar un amor único en
la vida. Es un dueto de susurros de voz que va hasta sus tonos altos con gran
simbiosis de voces: Altamirano y Carreras encendidos de amor, amando una vez en
sus voces de caricia.
“El Brindis” de la ópera La Traviata de Giuseppe Verdi representa la perfecta interpretación
de la noche entre una soprano y un tenor, una mexicana y un español, Altamirano
y Carreras. Esta clásica canción cierra una noche fenomenal y memorable en la
ciudad de Chihuahua. Entonces, el público de la zona del campo de juego se pone
de pie para ovacionar y aplaudir muy emocionados a estos dioses del bel canto. La fusión final de voces es
enteramente armónica, deliciosa, miel pura para los oídos sedientos de buena
música, sedientos de placer y brindis.
Otras canciones más son interpretadas durante el
concierto. Las descritas en el presente texto suenan más en la memoria del
corazón.
Veinte mil espectadores disfrutan de este concierto de
Carreras y Altamirano. Mucha gente de Chihuahua aún rememora la belleza de
voces y orquestas de otros festivales internacionales celebrados en la ciudad de
Chihuahua. Muchos recuerdan la presencia grande del inolvidable Plácido
Domingo, quien ha sido considerado por algunos críticos especializados como el
mejor tenor de la historia en franca competencia con el italiano Enrico Caruso
y el sueco Jussi Björling. Rememoran aquella voz del tenor hispano-mexicano que
desplegaba con gran eufonía las letras de óperas italianas, de canciones de
José Alfredo Jiménez y del famoso Corrido
de Chihuahua en la noche veraniega y chihuahuense, justo en el estadio
universitario situado al norte de la ciudad capital. También recuerdan muchos el
emotivo concierto de los tenores con el griego Mario Frangulis, la soprano Emma
Chaplin y otros más.
La de Carreras y Altamirano es una noche sensacional,
memorable, altamente emotiva. Las notas de las tres orquestas y las dos voces
tan bellas resuenan en el alma y el corazón. Por un lado, la voz alada y
delicada de Leticia Altamirano llena de miel los corazones de los
chihuahuenses, su terso río de seda. Por otro, la voz apasionada, viril y
vigorosa del maestro José Carreras cubre de romanticismo, melancolía y placer
de la vida el espacio abierto de la Noche Chihuahuense del Verano.
Con este magno evento musical de un Señor Tenor y una
Señora Soprano, se clausura el Festival Internacional Chihuahua. Es el domingo veintitrés
de agosto, una noche memorable y grandiosa. 2015: El décimo primer festival.
Hace más de un año y todavía suenan esas voces y sueñan los corazones.
Josep María Carreras i Coll (1946—) nace en Barcelona,
España. Estudia piano, solfeo y canto en su país natal. Escucha e interpreta
zarzuela y opera desde temprana edad. Se distingue por sus interpretaciones de
las óperas de los italianos Giuseppe Verdi y Giacomo Puccini. En especial,
recibe el Premio Príncipe de Asturias en 1991 y participa en el histórico y
celebre concierto “Tres Tenores” en Roma en 1990, en compañía del
hispano-mexicano Plácido Domingo y el italiano Luciano Pavarotti (“José”).
Tiene a su cargo la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia en su natal
Barcelona.
Por su parte, la linda Leticia de Altamirano es una joven
soprano mexicana que va creciendo en fama y talento. Debuta en 2007 en el
Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México con la ópera “Dialogus des Carmelites” de F. Doulenc (“Leticia”).
En 2010, es nombrada Voz del Bicentenario por el Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes (CONACULTA), para festejar el segundo centenario de la
Independencia de México y en 2012, hace el papel estelar en La Traviata en Bellas Artes de la Ciudad
de México (“Leticia”). En 2015, participa en la ópera Lucía de Lamermoor de Gaetano Donizzeti en Manaos, Brasil, entre
diversas actividades artísticas.
Obras citadas
“José Carreras.” Wikipedia. The Free Encyclopedia.
16 October 2016.
Wikimedia
Foundation, Inc. 20 September 2016.
“Leticia de Altamirano soprano.” Leticia de Altamirano Soprano. 16
octubre
2016. Ikon Lab. 2016.
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