CHIHUAHUA: UNA CIUDAD “SOBREMOTORIZADA” CON SERIOS PROBLEMAS URBANOS
ÓSCAR ROBLES
Desde
hace más de quince años, la capital del estado de Chihuahua es una ciudad asfixiante
y “sobremotorizada”: Padece serios problemas por los numerosos ruidos perturbadores de máquinas
(carros, trocas, camiones y estéreos “hipersonoros” y retumbantes); está
inundada por el tráfico vehicular excesivo; y el aire está envenenado por el exceso
de esmog, que genera enfermedades en las vías respiratorias. Por otro lado, numerosos
ciudadanos sufren de neurosis, alta agresividad, consumo de sustancias tóxicas
(alcohol y tabaco) y afectaciones negativas en su régimen de salud por la deficiente
alimentación a base de productos procesados, muy grasosos y azucarados.
Aunque
es una ciudad productiva y opulenta, no posee un alto grado de bienestar social
y ambiental para el desarrollo de las personas. Para cambiar tal perfil de vida
ciudadana anormal, es necesario reconstruir la infraestructura urbana con las
siguientes medidas posibles:
1. Construir
cuatro o cinco rutas ramales con transporte colectivo moderno, asientos
acolchados, aire acondicionado, calefacción, choferes bien entrenados y más
profesionales, rutas marcadas y paradas establecidas con señalamientos apropiados.
2. Trazar
decenas de ciclopistas con carriles pintados de amarillo en calles más seguras
y estimular el uso de la bicicleta como transporte diario.
3. Fundar
algunas compañías de taxis con biciclos techados para dos pasajeros en el
Centro Histórico para el uso de turistas y ciudadanos.
4. Remover
las rutas de los actuales camiones urbanos de sus recorridos por las calles del
Centro Histórico y reubicarlas en la avenida Teófilo Borunda con carriles
especiales marcados con pintura amarilla.
5. Promover
campañas bimestrales o trimestrales para que los ciudadanos planten más árboles
en todos los parques existentes de la urbe y promover la cultura ecológica entre
los niños, bajo la orientación de expertos ambientales contratados por el
gobierno municipal.
6. Construir
más parques con abundantes árboles y plantas, estanques para peces y bancas con
sombra.
7. Edificar
una amplia vialidad urbana externa (tras los cerros), con cuatro o seis carriles, que conecte las carreteras
de ciudad Cuauhtémoc y Ciudad Juárez, para que los transportes pesados (tráileres
y camiones foráneos) y los viajeros de carros y camionetas transiten por esa nueva
carretera sin necesidad de cruzar por la mancha urbana.
8. Organizar
más espectáculos culturales y cívicos en distintas áreas de la ciudad con el propósito
de fomentar la unidad de las familias y el desarrollo de la cultura científica y
humanística, de manera periódica, cada mes.
9. Acondicionar
las calles Aldama y Ojinaga como nuevos paseos comerciales y culturales de uso
exclusivo para transeúntes, dentro del “corazón” del Centro Histórico.
10. Fundar nuevos centros culturales en el Centro Histórico
y las cuatro zonas de la ciudad, tales como teatros, cines con filmes
alternativos, museos artísticos y científicos, galerías y templos.
Construir costosos distribuidores viales sólo
contribuye a “sobremotorizar” la ciudad y a fomentar la cultura frívola del
espectáculo, la cual es altamente perniciosa, consumista y “diversionista”. Además,
el uso excesivo del vehículo automotor individualizado crea un perfil nocivo
entre los ciudadanos y los hace arrogantes, vanidosos, irresponsables, anticomunitarios,
consumistas, viciosos y hasta violentos. Los convierte, pues, en “máquinas
salvajes”.
Hay que invertir en otra clase de obras públicas y
privadas en la capital del Estado Grande, para que refuercen la auténtica vida
ciudadana, comunitaria, cultural y saludable. Gobiernos, empresarios y
ciudadanos deben trabajar en conjunto para definir un nuevo perfil de la ciudad
de Chihuahua, para hacerla más habitable, civil y sana.
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