miércoles, 7 de julio de 2021

CENTRO COMUNITARIO, COLONIA Y MUNICIPIO EN EL MEXICO DEL SIGLO XXI Por Óscar Robles

Construir comunidad es la clave de México para las próximas décadas del siglo XXI. La más efectiva y profunda reconstrucción nacional no es el capitalismo neoliberal, el corporativismo o el populismo. El nuevo México debe partir de la remodelación y ampliación de los centros comunitarios, pues millones de familias residen en las colonias y barrios de todo el país. 

La familia es la más importante institución de civilización y ha sido muy afectada por el materialismo mercantil, el consumismo salvaje, el machismo violento, las anticulturas del crimen, los vicios con sustancias tóxicas, los divorcios y todo tipo de adicciones engendradas bajo y no por el capitalismo neoliberal y global. Numerosos barrios y colonias son en la actualidad centros de barbarie y salvajismo. Además, abundan las familias disfuncionales debido a las nuevas costumbres privadas y sociales generadas por la productividad, el trabajo, las ciudades medianas y grandes, las nuevas tecnologías y la general dependencia de las máquinas. 

Las colonias son el “corazón” verdadero de la nación mexicana; los centros comunitarios, el "alma" de la patria. Por ello, los centros comunitarios deben ofrecer mejores y más variados servicios públicos y profesionales, mejores y más grandes edificios y tecnología más sofisticada y avanzada. Este tipo de centros municipales en colonias y barrios pueden ser una gran fuente de empleo bien pagado para profesionistas universitarios de las distintas especialidades de las ciencias, las humanidades, los deportes y la tecnología. 

Por este nuevo perfil, se requiere que los ayuntamientos inviertan mucho más dinero en los centros comunitarios. Incluso, la empresa privada puede servir en esta trascendental remodelación civil y municipal en bien de los mexicanos. Los gobiernos municipales, estatales y federal deben colaborar en dichas inversiones bien planeadas y consistentes. En los centros comunitarios, pueden forjarse verdaderos seres humanos, ciudadanos y mexicanos. Como consecuencia, los gobiernos mexicanos deben disminuir las costosas inversiones para construir calles, avenidas y distribuidores viales, porque en esos sitios se procrea una mentalidad muy maquinal, sumamente individualista, arrogante y agresiva. 

Los mexicanos del siglo XXI rinden culto al carro, la motocicleta y la camioneta y son muy adictos a todo tipo de vehículo automotor. A veces, los convierten en cantinas ambulantes que promueven el vicio expósito, el ruido excesivo, el escándalo público, el terror, la violencia y hasta la muerte. 

Ante todo, México es una comunidad real y no imaginada: una comunidad nacional con múltiples comunidades municipales. Por este motivo, hay que fortalecer las colonias y los barrios, los centros comunitarios y los servicios compartidos. Las colonias y barrios son importantes células vivas generadoras de civilidad y cultura. Una parte de los mexicanos del siglo XXI actúan como máquinas, animales y “zombis” debido al impacto del mercado, el consumismo y las abundantes máquinas. Mejores centros comunitarios pueden hacer mejores ciudadanos. Además, un mejor transporte público moderno y colectivista en cada municipio y ciudad puede cambiar parcialmente esa mentalidad individualista y deshumanizada. 

Del “corazón” del municipio y la patria, del “alma” de las colonias y barrios, nacerá el nuevo y moderno México: más humano, más comedido, más colaborativo, más legal, más justiciero, más compasivo, más educado, mas nacional. Colonias y centros comunitarios son ese “corazón” y esa “alma”. La educación primaria, media superior y superior van a complementar y reforzar el surgimiento de mejores seres humanos, ciudadanos y mexicanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

“MARIPOSITA AMARILLA” DE ÓSCAR ROBLES

  “MARIPOSITA AMARILLA” DE ÓSCAR ROBLES 1 “Al filo de las once de la noche, el hombre salió del hotel corriendo hacia la Avenida Juárez...