RODOLFO
FIERRO EN “ORO, CABALLO Y HOMBRE” DE RAFAEL F. MUÑOZ: EL VILLISMO SOMBRÍO
ÓSCAR
ROBLES
El general Rodolfo Fierro fue un
revolucionario mexicano, nacido en El Fuerte, Sinaloa. Además de estos básicos
datos, la Enciclopedia de México (1977)
registra tres datos importantes: 1) Fierro murió “ahogado al cruzar la
pantanosa laguna de Guzmán, cerca de Casas Grandes, Chih.”; 2) fue “villista”;
3) fue “famoso por su dureza” (“Fierro”). Estos tres aspectos históricos de la
biografía de este revolucionario son muy importantes en la configuración de la
trama central y en la caracterización del protagonista Fierro en el cuento
“Oro, caballo y hombre” de Rafael F. Muñoz. Un análisis de personaje de este
cuento permite establecer ante todo la perspectiva estética y ética de Muñoz en
torno al general Fierro. Aunque es un gran revolucionario villista en la
historia mexicana, el citado cuento de Muñoz retrata a Fierro como un personaje
extremadamente individualista y como la línea arrogante, ambiciosa y sombría del Villismo.
1. UN
POCO MÁS DE HISTORIA SOBRE FIERRO
En
la historia de México, Rodolfo Fierro (1880-1915) se caracteriza por ser un
hombre violento y sanguinario y por encarnar la barbarie del Villismo.
Físicamente, era robusto, de piel morena, ojos claros y mirada dura y
“eléctrica”. Algunos aspectos importantes de Fierro antes de su incorporación a
la Revolución Mexicana son los siguientes: No conoce a sus padres, era hijo de
una india mayo, participa en la represión de la huelga de Cananea en 1908,
pierde a su esposa Luz Dessens y a su hija pequeña en el mismo parto de la cónyuge,
según Paco Ignacio Taibo II (193-194). Después, Villa conoce al maquinista
Fierro en el tren que conduce preso al duranguense desde Parral a Jiménez en
1912 y, entonces, Fierro se le une a Villa alrededor del 17 de junio de 1913 en
Durango (193-194). Finalmente, el biógrafo Ramón Puente apunta que la mirada de
Fierro era “insolente” y que lucía como “un perro injertado de lobo” (Citado
por Taibo II 194).
Varias
de sus principales acciones dentro del Villismo y de la Revolución lo describen
como un hombre violento y sanguinario. En octubre de 1913, por ejemplo, Fierro
es perdonado por Villa por haber matado con una daga al oficial García de la
Cadena en Torreón (Taibo II 212). Por su parte, el periodista estadounidense
John Reed refiere que Fierro mata a sangre fría a quince personas (Citado por
Taibo II 278). También, Fierro asesina al hacendado escocés William Benton en
Ciudad Juárez el 15 de febrero de 1914 y es herido en una pierna el 23 de junio
de 1914 en la batalla de Zacatecas (Taibo II 285, 383). Entre 1914 y 1915, sus
dos años finales de vida, ocurren los siguientes dos eventos de muerte y
violencia: 1) En 1914, mata al teniente coronel coahuilense David G. Berlanga; 2)
en febrero de 1915, es protagonista de una “tremenda matazón” de soldados
carrancistas en los alrededores de Zapopan, Jalisco, donde “estaba enloquecido”
(457, 490). Asimismo, vive algunas
acciones militares sangrientas y criminales. Por ejemplo, en mayo de 1915, fue herido en batalla contra
los carrancistas al mando del general sonorense Álvaro Obregón en el estado de
Guanajuato y, en septiembre de 1915, mata de un balazo al traidor general
villista Tomás Urbina cerca de Las Nieves, Durango (531, 558). Finalmente,
Fierro muere ahogado en la Laguna de los Mormones, al oriente de Nuevo Casas
Grandes, Chihuahua, el 13 de octubre de 1915, víctima de las patadas de su
caballo probablemente (570). Este acontecimiento trágico es, precisamente, el asunto
central de “Oro, caballo y hombre” de Muñoz.
2. “ORO,
CABALLO Y HOMBRE”: EL SALVAJISMO, EL INDIVIDUALISMO, LA AMBICIÓN Y LA
ARROGANCIA DE FIERRO
En
“Oro, caballo y hombre” de Muñoz, la imagen literaria de Fierro es una de las
facetas más negativas del Villismo. La trama del cuento se resume de esta
manera: Tras la dolorosa derrota en la batalla de Celaya contra las fuerzas de
Obregón, Fierro cabalga con un grupo de soldados villistas de la División del
Norte dentro del municipio de Casas Grandes, Chihuahua, cargado de pesadas
monedas de oro, bajo el frío glacial y sobre la dureza del hielo en el crudo
invierno. Mientras todos los villistas rehúsan cruzar la medio cuajada laguna y
prefieren rodearla, Fierro entra a las heladas aguas en su caballo y muere ahogado,
sin que pueda ser rescatado por sus compañeros. Al final, los villistas
lamentan la pérdida del “oro” y del “caballo”, pero no la del “hombre”. Un
análisis detallado del protagonista permite ver la visión negativa y sombría construida
por Muñoz en torno a la personalidad del general Rodolfo Fierro, mediante un
narrador omnisciente.
En primer lugar, la imagen estética y
ética de la barbarie de Fierro se concentra en tres imágenes poéticas con
animales salvajes, en una breve referencia a su papel militar en la poderosa
División del Norte y en su papel de criminal. Por un lado, Fierro tiene “boca
de perro de presa”, sus piernas se aferran a los flancos del caballo “como si
fueran garras de tigre” y, finalmente, pronuncia “un alarido gutural como de un
orangután en la selva”, hundido en el agua de la laguna (Muñoz 235, 239). Por
otro, el narrador omnisciente describe que Fierro fue “bandido”, pero que
también representaba un papel de mando importante, ya que era el “dedo meñique
del Jefe de la División del Norte” (235). Especialmente, el narrador sostiene
que Fierro era un “asesino brutal e implacable, de pistola certera y dedo
índice que nunca se cansó de tirar del gatillo” (235). En suma, el narrador lo
llama “el bandolero” y lo ve como un salvaje, pero no exalta su papel positivo
de revolucionario (236).
En segundo lugar, la arrogancia
excesiva de Fierro se nutre un poco de valentía y de arrojo, pero sobre todo de
machismo y de terquedad cuando desafía abiertamente a sus compañeros a cruzar
la laguna. Por un lado, el general les dice, entre otras cosas, que “éste es el
camino para que los hombres sean hombres” (Muñoz 236). Por otro, rechaza
abiertamente la ayuda con expresiones arrogantes, tales como “¡Vete a dar
consejos a las viejas!” y “Préstaselo a tu abuela [un caballo]. . .” (237). En
particular, la marcada ambición material de Fierro se observa en la excesiva
carga de oro, “un blindaje de oro”, y, sobre todo, en su constante obsesión por
quedarse a toda costa con “cuatro bolsas repletas de oro”, ante la inminencia
de morir ahogado en la laguna y “con los ojos desorbitados por el espanto” (238-239).
El mismo título del cuento resume los tres elementos claves de la trama: Un
elemento mineral, un elemento animal y un elemento humano. Dentro de la jerarquía
moral de los otros villistas, el “hombre”, es decir, Rodolfo Fierro, tiene
menos valor para ellos, irónica y cruelmente. En el sentido global del cuento,
Fierro es un villista “más” negativo y “menos” importante para el grupo y para
el sentido justiciero y colectivista del Villismo. Por todo ello, Fierro
encarna el Villismo “sombrío”.
Aunque el cuento de Muñoz expone más
las condiciones negativas de un general villista, Fierro fue un gran
combatiente en la Revolución Mexicana, fue un hombre de confianza del general
Francisco Villa y fue rescatado por el propio Jefe de la División del Norte de
sufrir algunos posibles castigos penales y físicos y de la misma muerte, según expone
el historiador Paco Ignacio Taibo II. Por este motivo, el nombre de Fierro
figura en algunas placas en honor de los revolucionarios y aparece en los
libros de historia como un gran héroe revolucionario. Por ejemplo, una foto y
una pintura en su honor se encuentran en el Museo de la Revolución de la ciudad
de Chihuahua
Sin
embargo, el cuento “Oro, caballo y hombre” capta algunos rasgos esenciales de
Fierro, más negativos que positivos, más “sombríos” que “luminosos”, dentro del
contexto doloroso y también “sombrío”, posterior a la terrible derrota de la
División del Norte en Celaya, Guanajuato, frente al ejército carrancista al
mando de Álvaro Obregón. Asimismo, este cuento de Rafael F. Muñoz recrea
artísticamente un aspecto central de la historia real del General Fierro: Su
muerte tan solitaria y trágica.
En este breve cuento de la Revolución,
Fierro es un audaz y valiente jinete, pero muy individualista, muy ambicioso,
muy arrogante y, sobre todo, poco apreciado por sus compañeros de armas. En
consecuencia, Fierro representa la cara más oscura del Villismo, el movimiento
armado que logra grandes hazañas revolucionarias, especialmente entre 1910 y
1914. En “Oro, caballo y hombre”, se describe claramente el recalcitrante
individualismo de un héroe frente al colectivismo dominante de los villistas,
con la muerte de Fierro solo, sobre su caballo y aferrado al material oro, dentro
de los parámetros del realismo literario de la primera mitad del siglo XX.
Rafael F. Muñoz también es autor de las
novelas sobre la Revolución Mexicana Vámonos con Pancho Villa (1931) y Se llevaron el cañón para Bachimba (1941), y de los cuentos “El feroz cabecilla” (1928), “El hombre
malo” (1930) y “Villa ataca Ciudad Juárez” (1930). La primera novela fue
llevada a la pantalla grande con el mismo título de la obra literaria, bajo la
brillante dirección del mexicano Juan Bustillo Oro en 1933. De este modo, el
filme Vámonos con Pancho Villa (México, 1933) es una de las cien mejores
películas del cine mexicano y en algunas encuestas entre críticos de cine
aparece en los cinco primeros lugares, junto con Los olvidados (México, 1950)
del español Luis Buñuel y El compadre Mendoza (México, 1935) del mismo
Bustillos Oro. En tanto, “El hombre malo” fue recreado en un cortometraje de 2006
con el mismo título que el cuento, el cual fue dirigido por E.Alanís.
Con
“Oro, caballo y hombre”, Muñoz traza una
perspectiva estética y ética de uno de los más importantes revolucionarios
mexicanos y de uno de los más sanguinarios y valientes militares villistas, en
medio de una triste y pacífica procesión y bajo el crudo invierno chihuahuense,
la estación que simboliza la muerte. Al final de cuentas, Fierro fue muchas
veces “el brazo ejecutor” de los villistas y, por ello, su heroísmo y su tarea
revolucionaria a veces se ven un tanto disminuidos en su positivo valor histórico.
Obras
citadas
“Fierro, Rodolfo.” Enciclopedia
de México. Vol. 4. Ed. José Rogelio Álvarez.
México:
Enciclopedia de México, 1977.
“Muñoz,
Rafael F.” Enciclopedia de México. Vol. 9. Ed. José Rogelio Álvarez.
México:
Enciclopedia de México, 1977.
―.“Oro,
caballo y hombre.” Relatos de la Revolución. Cuentos completos. México:
Grijalbo,
1985. 234-240.
Taibo
II, Paco Ignacio. Pancho Villa.Una biografía narrativa. México:
Grijalbo,
2006.
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