ALAS QUE VUELAN CON EL VIENTO: FOTOS DE AVES EN EL CENTRO DE DESARROLLO CULTURAL DE LA CIUDAD DE CHIHUAHUA
ÓSCAR ROBLES
Alas que vuelan con el viento fue una brillante exposición de fotos de aves, con propósitos científicos y culturales, exhibida en el Centro de Desarrollo Cultural de la ciudad de Chihuahua. Se trató de una variedad de aves pequeñas y medianas del Estado de Chihuahua, propias de su hábitat natural en la Sierra Tarahumara y de su hábitat urbano en la ciudad de Chihuahua. La muestra estuvo entre mayo y junio de 2015, meses de la primavera espectacular y cálida y verde y florida.
Admiré a estos ancestrales animales de los reinos celeste y vegetal “a vuelo de pájaro” y aprecié ideas claves en carteles y belleza de cuerpos y plumajes en las excelentes fotografías de buen tamaño. Al ver las fotos, percibí la gran belleza de juguetería de estos pájaros de picos, plumas y patas “cartilagosas”; su natural figuración como de esculturas o artesanías; su grácil cuerpo de niños coloridos, “empapelados” de tenues plumas. Algunas ideas claves expuestas en los carteles de la muestra son las siguientes: 1) En primer lugar, los espectaculares vuelos de las aves flotando en el cielo mágicamente fueron considerados como mensajes de los dioses y como presagios que eran interpretados por los augures en tiempos antiguos; 2) en segundo lugar, las aves o pájaros han sido símbolos preciosos en escudos y banderas de algunas naciones modernas.
Los visitantes pudieron admirar diversas, bellas y frágiles aves: Las dulces palomas, los graciosos y negros zanates, los caricaturescos patos silvestres, los tenebrosos buitres, los encendidos cardenales, las lujosas codornices de bello plumaje y gracia de bailarinas del Can Can francés, los miniaturescos y tiernos colibríes de instantánea y reconcentrada belleza de Hai kú japonés, las esbeltas garzas y otras aves sonoras y canoras.
Fue interesante ver esta muestra, puesto que se puede revalorar el gigante papel de las pequeñas aves en la naturaleza y la cultura de Chihuahua, de México y del mundo. Especialmente, estas fotos y descripciones permiten recordar a la gente la gran belleza pictórica de las aves, sus cuerpos de cajita musical y la delicadeza y delgadez de sus cantos como de ángeles enviados por Dios.
En especial, la belleza de sus cantos variados se ha borrado un poco con el crecimiento urbano y la excesiva motorización vehicular de la ciudad de Chihuahua, durante el siglo XXI. Es necesario acudir a los parques para escuchar esos trinos serenos que salen de los árboles, para tocarnos cuerdas muy íntimas del alma, evocarnos un poco de poesía o bel canto, a alguna preciada soprano de gran fama.
Es necesario, escuchar cotidianamente esas notas mágicas, espontáneas, dulces y llenos de paz que brotan de las minúsculas y frágiles gargantas de las aves, para recuperar un poco de nuestra humanidad profunda, de nuestra historia personal y de nuestra ruinosa conciencia de que somos parte de la naturaleza y tenemos conexiones profundas con ese magno reino de la tierra. Debemos conectarnos con las aves por medio de la ciencia y el arte y respetarlas como las respetan las ancestrales culturas indígenas.
La exposición Alas que vuelan con el viento celebró el Día Mundial de las Aves Migratorias, gracias a la gran iniciativa del Grupo de Pajareros de la ciudad de Chihuahua. La preciada muestra incluyó un total de cuarenta y ocho fotos que fueron tomadas por catorce personas. Los gentiles lectores pueden ver algunas fotos de la exposición en el sitio www.google.com.mx bajo la expresión “Imágenes de aves en el Centro de Desarrollo Cultural de Chihuahua” y en el sitio www.icm.gob.mx/eventos/alas-que-vuelan-con-el-viento/.
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