HOMBRE NUCLEAR DE ALBERTO CARLOS: ESCULTURA CON DESECHOS DE METAL EN EL TECNOLÓGICO DE CHIHUAHUA
ÓSCAR ROBLES
"Hombre nuclear" (1993) del mexicano Alberto Carlos es una escultura hecha de piezas de metal viejas y herrumbrosas. Se encuentra en un patio del Instituto Tecnológico de Chihuahua (ITCH), campus 1, de la ciudad de Chihuahua. Es atractiva por su alta concentración del significado profundo de la humanidad, por sugerir el cuerpo humano con piezas lineales y geométricas y por simbolizar la tecnología contemporánea.
Esta escultura novedosa representa la figura de un humano de pie, con los brazos abiertos y las piernas extendidas, envuelto sugerentemente entre tres ondas romboidales armadas con varillas de metal. Estas piezas simulan ondas de energía u ondas nucleares.
Como fino artesano y consumado artista, el maestro Carlos usó piezas de metal para construir el paradigma universal del hombre contemporáneo en la era de la tecnología, fundiendo cuerpo humano y metales toscos manchados por el orín fermentado por el tiempo. En su estatua, destacan el rostro robotizado como si fuera un mero tronco de metal, sin rasgos faciales; las piernas y brazos sin dedos; los músculos de piernas y brazos y torso diseñados con placas de metales; y, sobre todo, los costillares construidos originalmente con gruesos resortes de la suspensión de vehículos automotores.
Esta escultura proyecta la pura esencia del hombre o ser humano, como cuerpo básico, cuerpo originario y primitivo, como certero paradigma, como armazón esencial del hombre contemporáneo. Es muy moderna y original y responde con precisión y belleza a la era de la tecnología, tan desarrollada a partir de la segunda mitad del siglo XX, bajo el impacto grande de la energía nuclear. La estatua está configurada con sólidos materiales de metal sin pintura, herrumbrosos, que dan la apariencia rústica y, principalmente, toda ella refuerza la idea de la figura humana como símbolo de la tecnología y la energía nuclear misma. Su factura artística y sus materiales de desecho muestran la gran sensibilidad creativa y la gran versatilidad artística del maestro Carlos. Enseña esta figura, sobre todo, la poderosa imaginación del artista creador para captar la justa esencia humana y el perfil apropiado para una universidad tecnológica: Un arquetipo de humano y de tecnología, un verdadero símbolo artístico para la hacendosa comunidad estudiantil del ITCH y para su fértil cuerpo docente. El maestro Carlos manifiesta con esta interesante obra escultórica que era un artista veterano con mucho oficio y que supo adaptarse a los nuevos tiempos de la tecnología hacia finales del siglo XX, años antes de su muerte acaecida en el año 2000.
"HOMBRE NUCLEAR" DE ALBERTO CARLOS FUE HECHA CON MATERIALES DESECHABLES DE METAL |
Alberto Carlos era nativo de Fresnillo, Zacatecas y chihuahuense por adopción. Enseñó clases de arte en las facultades de Bellas Artes y Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH). Ante todo, el maestro Carlos se destacó por su pinturas al óleo sobre escenas surrealistas (cavernas con mujeres y animales diversos); por sus prominentes y expresivos autorretratos de gran refinamiento estético y pesimismo vital; por sus murales alegóricos sobre la justicia y el periodismo contemporáneo; por sus coloridos y vigorosos retratos de tarahumaras; por sus dibujos a lápiz y al carbón con imágenes tradicionales de Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza, los personajes célebres del escritor español Miguel de Cervantes; por sus dibujos para decorar el libro Las Mil y Una Noches Mexicanas del mexicano José Fuentes Mares; y por otras abundantes obras pictóricas y escultóricas.
Finalmente, "Hombre nuclear" revela la modernidad de Carlos para captar las nuevas realidades sociales de finales del siglo XX, su capacidad de explorar otros materiales de trabajo como los metales de desecho y su talento prodigioso para armar con amor, paciencia e imaginación diversas piezas de metal teñidas de la herrumbre y la “sal del tiempo”, componentes tecnológicos sin significado alguno y sin aparente belleza artística.
Con su sobria y simbólica escultura, Carlos reconcentra estética y cultura tecnológica y crea, finalmente, la quintaesencial imagen del ser humano contemporáneo, inmerso en la tecnología: Un cuerpo desnudo, básico, puramente orgánico y muscular, fabricado con puro nervio, huesos y músculos ficticios, sin identidad concreta, universal, sin rostro definido.
"HOMBRE NUCLEAR" DE CARLOS SE ENCUENTRA EN EL INSTITUTO TECNOLOGICO DE CHIHUAHUA |
[TODAS LAS FOTOS DE ESTE ESCRITO FUERON TOMADAS POR OSCAR ROBLES]
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