domingo, 22 de febrero de 2015

"CIMIENTOS SOCIALES" DE OSCAR SOTO: DESTACADA PINTURA SOBRE LA CIVILIZACION ESPANOLA COLONIAL EN CHIHUAHUA

CIMIENTOS SOCIALES DE ÓSCAR SOTO: DESTACADA PINTURA SOBRE LA CIVILIZACIÓN ESPAÑOLA COLONIAL EN CHIHUAHUA

ÓSCAR ROBLES

    Las imágenes plásticas representan una escena laboral de construcción de una iglesia católica, durante la Colonia Española, donde resaltan la belleza telúrica del llano chihuahuense y la obra de la civilización. Son imágenes de la estupenda pintura al óleo Cimientos sociales del artista chihuahuense Óscar Soto, plasmadas en un muro del Paraninfo de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) de la ciudad de Chihuahua.
       En esta pintura, seis indios tarahumaras construyen una iglesia de piedra en el centro de la interesante pintura; dos misioneros de origen español organizan la edificación de una iglesia en el primer plano: Uno, sentado, traza dibujos en un pergamino, mirando de frente hacia la posición del espectador, justo a la izquierda; otro, de pie y de espaldas, hace indicaciones a los albañiles indígenas, desde la lejanía. A la derecha del mural, un soldado vigila la obra arquitectónica, montado en su caballo, sobre un risco.
      Domina el imponente paisaje agreste de Chihuahua en esta obra de arte. Intensos colores amarillos y marrones dan vida a los volúmenes hermosos y terrosos del llano y de una montaña pequeña al fondo. Junto a esta colina, sobresale por su belleza única, azulina y lejana, una montaña más alta, teñida de ese color, tal vez por los efectos de la perspectiva visual y del sol, bajo un prodigioso cielo donde flotan unas cuantas nubes blanquecinas.
       Así pues, la tierra amarillosa y amplia resalta y reluce su belleza con el azul del cielo, para dar marco a la obra arquitectónica de la civilización española colonial. Los indígenas rarámuris han terminado una buena parte de la construcción y ponen piedras a un cerco que rodea a la iglesia. Los clérigos visten hábitos de color gris oscuro y el soldado aguarda con garbo y seriedad, montado en el animal, vestido con sus recias y metálicas cubiertas guerreras: La armadura y el casco de militar colonial.
Esta pintura de Soto es un homenaje al paisaje chihuahuense y a su espacio enorme de tierra y cielo que transmiten libertad al espíritu humano. Esta misma perspectiva de exaltación del llano aparece, por ejemplo, en diversas obras creadas en la ciudad de Chihuahua: En la pintura sobre la práctica de la ganadería en los terrenos de Esteban Ramírez Calderón, hecha por el artista José T. Aceves en el edificio que hoy ocupa el Scotia Bank de la Plaza de Armas; en el mural sobre el conquistador español Álvar Núñez Cabeza de Vaca peregrinando por la tierra chihuahuense, escenas inventadas por la prodigiosa imaginación del hidalguense Aarón Piña Mora en el primer piso del Palacio de Gobierno del Estado de Chihuahua; en el mural sobre la ganadería y la minería en Chihuahua del anterior pintor, trazado en el segundo piso del citado edificio gubernamental; y en el más reciente mural La fundación de Chihuahua del chihuahuense Alonso Enríquez, creado en el edificio de la Alcaldía en 2014.
En Cimientos sociales, la unión de razas y etnias finca una obra de arte y una obra de fe en Dios durante la Colonia Española en Chihuahua. En este sentido, es una exaltación de la civilización colonial que dio origen posteriormente al México moderno e independiente. El amarillo y el marrón de la tierra son esplendentes y la azulina montaña embriaga la mirada del espectador por sus mágicos y originales colores. En especial, las figuras humanas sobresalen por su buen dibujo y colorido, sus precisas vestiduras originales propia de esa época colonial. Son un perfecto homenaje al clero y a la milicia de origen español y a la laboriosa y talentosa población aborigen del Estado de Chihuahua. En suma, la obra del hombre y la naturaleza de Chihuahua se conjuntan en esta admirable obra de Soto. Este mural en acrílico se encuentra en la pared norte.


LA COLONIA ESPANOLA EN CHIHUAHUA: EL CLERO, LA MILICIA Y LOS INDIGENAS

      Cuatro paredes más del Paraninfo de la UACH exponen figuras humanas y edificios emblemáticos de la Universidad, la cual fue fundada en la década de los cincuenta, durante el gobierno de Óscar Soto Máynez (1950-1956). Son obras también creadas por Óscar Soto. Estas imágenes plásticas se encuentran en otros muros y se aglutinan mediante la yuxtaposición de planos espaciotemporales, con personalidades y edificios muy conocidos en el ámbito universitario y en la cultura chihuahuense contemporánea.
      En un muro, por ejemplo, aparecen la belleza exquisita del europeizante Art Noveau en la preciosa Quinta Gameros (hoy Centro Cultural Universitario “Quinta Gameros”); el director musical Moisés Ordaz, dirigiendo a los músicos de la sección de cuerdas; y tres parejas danzarinas sobre un escenario teatral, bailando sones jaliscienses y un baile norteño, investidos en preciosos trajes regionales mexicanos.


LA QUINTA GAMEROS, MUSICA CLASICA Y DANZA FOLCLORICA

      El antiguo Instituto Científico y Literario del Estado de Chihuahua ocupa un muro y se ve como una foto en sepia con colores café y amarillo. El edificio escolar  resalta al fondo y un llano de tierra con jóvenes estudiantes caminando con libros en sus manos. Esta escena se encuentra a la entrada al Paraninfo, justo a la derecha.


EL ANTIGUO INSTITUTO CIENTIFICO Y LITERARIO DE CHIHUAHUA

     En una tercera pared, situada a la entrada del Polifórum Cultural Universitario, se ven las imágenes del destacado pintor Aarón Piña Mora y de una hermosa y elegante mujer de alto peinado; se observa al viejo y extinto Teatro de los Héroes, que estuvo en el Centro Histórico de la ciudad de Chihuahua, en dos variantes: Construcción completa y la obra en proceso de erección, con sus cimientos y muros en proceso de edificación; y se puede admirar la fachada moderna del Paraninfo de la UACH. Las tres son imágenes de una buena factura artística, de estilo figurativo y de gran colorido. Ante todo, es una obra de arte que brinda un gran testimonio artístico del pasado universitario y cultural de la ciudad de Chihuahua.


EL PINTOR PINA MORA Y ALGUNOS EDIFICIOS IMPORTANTES DE LA CIUDAD DE CHIHUAHUA, ANTIGUOS Y MODERNOS

     Un muro más muestra a dos estudiantes de la UACH, un hombre y una mujer, analizando algunas obras escritas en una mesa. Justo arriba de los dos alumnos, se observa el original escudo de la UACH. Esta pintura se halla justo a la entrada del Paraninfo, a la izquierda.


LA ESTUDIOSA JUVENTUD UNIVERSITARIA DE LA UACH

         En suma, estas cinco pinturas de Óscar Soto son de estilo figurativo y realista. Esencialmente, estas sobresalientes obras visuales recrean y representan la fundación de una iglesia durante la Colonia Española, en pleno llano chihuahuense; dos actividades artísticas de gran trascendencia cultural en la universidad: La música y la danza; la personalidad física de un gran pintor muralista que cuenta con dos grandes y brillantes murales en Chihuahua capital: La historia de Chihuahua en el Palacio de Gobierno y La Profecía de la Raza Cósmica en la Posada Tierra Blanca, ambos creados por el imaginario artístico de Aarón Piña Mora; la imagen de un sobresaliente director de orquesta de música clásica, Moisés Ordaz, en plena actividad artística; y, finalmente, la central tarea de estudiar con las figuras mestizas de  dos alumnos, la cual es una actividad propia de una universidad.
         Entre estas cinco pinturas, Cimientos sociales se erige como la mejor obra de arte de Soto por tres razones fundamentales: 1) Por su gran destreza técnica; 2) por construir la belleza de la naturaleza chihuahuense con intensos colores y precisos dibujos; 3) y por “cimentar” en imágenes visuales bellas y muy concretas la importancia de la cultura española en América, México y Chihuahua. Esta cultura europea aportó un elemento espiritual y cultural, la fe católica, y un elemento material, una iglesia cristiana, según la perspectiva cultural de la pintura del pintor chihuahuense. En especial, el título de la obra realza precisamente el sentido constructivo, creativo, positivo y civilizador de la obra colonial en la ciudad de Chihuahua: El fortalecimiento de una sociedad.
         El mural Cimientos sociales fue hecho con la técnica del óleo sobre acrílico el año de 2006. Oscar Soto Hermosillo (1945―) nació en La Cruz, Chihuahua.  Estudió en la Escuela de Bellas de la UACH en la década de los sesenta. Fundamentalmente, este pintor muestra en sus obras pictóricas la influencia honda del “academicismo del arte renacentista”; ha restaurado los siguientes murales del artista duranguense Leandro Carreón situados en el Paraninfo de la UACH: Fundación de México, Tianguis o Mercado Indio, Imperio de Moctezuma Xocoyotzin, La Conquista, Inquisición, La invasión extranjera, Reforma, Época Porfiriana y Revolución de 1910; y, finalmente, ha pintado cuadros para algunos ex-presidentes de México y los Estados Unidos (“Óscar”).
En especial, sobresalen en la obra de Soto diversas pinturas al óleo sobre indios tarahumaras, puesto que muestran un poderoso indigenismo, un acendrado regionalismo y una hechura estética brillante.  Estos retratos de tarahumaras se caracterizan por desarrollar una gran técnica realista en el retrato, por plasmar colores muy vivaces y variados y, sobre todo, por cristalizar una gran visión  estética y cultural de los indígenas de Chihuahua. Los espectadores pueden ver la configuración detallada de los rostros, el perfecto trazo de sus vestidos tradicionales y el trasfondo de la imponente y telúrica sierra chihuahuense como marco para retratar a estos mexicanos grandes.
      En conclusión, las cinco pinturas de Óscar Soto en el Paraninfo de la UACH representan un poderoso testimonio artístico e histórico de una parte de la cultura de Chihuahua. Por su detallada hechura artística y su enfoque histórico regional y nacional, Cimientos sociales es la más trascendente obra pictórica entre esos cinco obras.


Obras citadas
“Óscar Soto.” 100% Chihuahua. 21 febrero 2015. ChihuahuaMexico.com. 2008.
<www.chihuauhua.com.mx>.


[TODAS LAS FOTOS DE ESTE ESCRITO FUERON TOMADAS POR OSCAR ROBLES]


sábado, 21 de febrero de 2015

LOS ONCE MEJORES ARTISTAS DE MEXICO SEGUN "ONCE TV MEXICO": PRESENCIAS NOTABLES Y AUSENCIAS LAMENTABLES

LOS ONCE MEJORES ARTISTAS DE MÉXICO SEGÚN ONCE TV MÉXICO: PRESENCIAS NOTABLES Y AUSENCIAS LAMENTABLES

ÓSCAR ROBLES

         Hace algunos años, ONCE TV MÉXICO hizo una interesante, democrática y plural clasificación de los once más grandes artistas de México, los cuales fueron seleccionados por votación del público nacional a través de Internet. El concepto de artista es el clásico y se basa en los representantes de la arquitectura, el cine, la danza, la escultura, la literatura, la música y la pintura.
En general, estos once seleccionados son artistas del siglo XX. “Brillan por su ausencia” otros destacados representantes de las bellas artes mexicanas, como es natural en toda encuesta y lista selectiva. Aparecen cinco pintores, cuatro escritores, un arquitecto y un fotógrafo de cine. De este modo, se ve que México es una nación históricamente más dominada por los numerosos y calificados pintores y escritores. Estos creadores de imágenes plásticas y obras escritas han sido muy destacados desde la Colonia hasta la Época Contemporánea. Sin embargo, se conoce más a los artistas del siglo XX por el impacto de los medios de comunicación masiva y por su internacionalización en tiempos de economía global.
He aquí la lista general transmitida por el brillante Canal Once, la mejor televisión pública de Latinoamérica. Se difundió en el destacado programa Los Once y Más.

1. FRIDA KAHLO (PINTORA)
2. DIEGO RIVERA (PINTOR)
3. OCTAVIO PAZ (ESCRITOR)
4. JUAN RULFO (ESCRITOR)
5. RUFINO TAMAYO (PINTOR)
6. CARLOS FUENTES (ESCRITOR)
7. FRANCISCO TOLEDO (PINTOR Y ESCULTOR)
8. GABRIEL OROZCO (PINTOR Y ESCULTOR)
9. JOSÉ EMILIO PACHECO (ESCRITOR)
10. LUIS BARRAGÁN (ARQUITECTO)
11. GABRIEL FIGUEROA (FOTÓGRAFO DE CINE)

    El talentoso y simpático conductor Miguel Conde hizo este recuento y aporto importantes datos biográficos sobre cada artista seleccionado. Hace algunos años, ONCE TV MÉXICO la difundió por televisión abierta. El público nacional e internacional puede ver la grabación de este interesante programa en www.youtube.com.
         La clasificación es muy buena y acertada. Sin embargo, hay otros artistas grandes y muy populares que pueden figurar en la anterior lista. Por ejemplos, los muralistas David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Juan O`Gorman y el jalisciense Juan Soriano son ausencias notables entre los artistas plásticos, entre otros. Entre los escritores, Sor Juana Inés de la Cruz, Elena Poniatowska, Rosario Castellanos, Jaime Sabines y Eduardo Lizalde podrían estar allí también, entre otros. Tres cineastas sobresalientes no aparecen allí tampoco: Emilio Indio Fernández, el hispano-mexicano Luis Buñuel y Roberto Gavaldón. Un cantante hispano-mexicano luce como una inclusión posible, puesto que diversos expertos en ópera lo consideran como el máximo tenor de todos los tiempos en el mundo. Su nombre es Plácido Domingo.
         Es difícil concentrar a los mejores artistas mexicanos dentro de las siete bellas artes en una lista tan breve de once representantes. Hay muchos y muy buenos y varios son desconocidos para los mexicanos contemporáneos. Por ejemplo, el pintor barroco Miguel Cabrera es muy célebre y grande por sus cuadros religiosos y de castas. El poeta modernista Salvador Díaz Mirón es un extraordinario creador de imágenes poéticas y profundas emociones en sus poemas.
         Es muy acertado crear ese tipo de listas. ONCE TV MÉXICO cumple con una función cultural fundamental con su programa Los Once y Más. Sin embargo, México es una poderosa metrópoli cultural y cuenta con muchos artistas de calidad nacional e internacional. Tal vez sería más conveniente y justo hacer listas de once mexicanos ilustres por cada una de las siete bellas artes.

NUEVO COMPLEJO CULTURAL EN EL CENTRO HISTORICO DE LA CIUDAD DE CHIHUAHUA

NUEVO COMPLEJO CULTURAL EN EL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE CHIHUAHUA

ÓSCAR ROBLES

         Un complejo cultural de jerarquía y moderna arquitectónica puede quedar muy bien en las dos áreas estacionamientos localizadas en las avenidas Niños Héroes y Venustiano Carranza, en pleno Centro Histórico de la ciudad de Chihuahua. Sería un gran acierto de los gobiernos municipal y estatal, de la empresa privada local, de las universidades y/o de las asociaciones civiles y/o de los institutos regionales de cultura.
         Pueden ser dos edificios comunicados por un pasaje techado y/o con ventanas panorámicas que atraviese la Venustiano Carranza, de manera aérea y/o por un túnel que pase por debajo de dicha avenida.
         Este complejo puede contar con museos de arte, cómodos cafés y restaurantes, una casa de la cultura, salas para cine y teatro, tiendas de artesanía, librería, biblioteca y otros recintos públicos para la cultura local, nacional e internacional.
        Estos edificios culturales deben brindar belleza y funcionalidad a la zona centro, la cual sería un atractivo grande para los ciudadanos y los turistas en general. Estas construcciones fortalecerían el Centro Histórico como área cultural, enclave político y zona comercial.
         Ante todo, estos modernos edificios deben convertirse en un símbolo cultural de la nueva historia chihuahuense y de la etapa de la Reconstrucción de la vida civil en la capital del Estado de Chihuahua.
         Asimismo, estas remodelaciones y reconfiguraciones del Centro Histórico local deben estar marcadas por la apertura de más calles adoquinadas, con bancas, alumbrado público, arboles y vigilancia policiaca, para beneplácito de los transeúntes. Sobre todo, sería apropiado disminuir paulatinamente la circulación de vehículos automotores privados por las calles y avenidas principales de dicha zona central urbana.
         Con esta posible remodelación, el Centro Histórico de la antigua villa de San Felipe El Real crecería como espacio grande en el Estado Grande: Como enclave de la cultura, la comunidad y el comercio, bajo tiempos de paz y progreso.
         La cultura edifica civilidad, identidad colectiva y progreso. 

UNA "TIENDA CULTURAL SANBORN`S" EN EL CENTRO HISTORICO DE LA CIUDAD DE CHIHUAHUA

UNA TIENDA CULTURAL SANBORN`S EN EL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE CHIHUAHUA

ÓSCAR ROBLES

         Una tienda Sanborn`s le viene bien al Centro Histórico de la ciudad de Chihuahua, cerca de la Plaza de Armas. Tres edificios antiguos de la calle Libertad pueden servir para abrir una tienda de dicha compañía mexicana: La antigua casa de Enrique Creel (esquina con calle Segunda), el edificio de la antigua tienda La Francia Marítima (casi esquina con calle Cuarta) y la Casona Prieto, la cual estuvo ocupada por la antigua mueblería Salinas y Rocha (calle Libertad, cerca de la calle Tercera). Los tres edificios se encuentran muy cerca de la Catedral de Chihuahua y la Presidencia Municipal.
Las numerosas tiendas Sanborn`s tienen una gran tradición como centros comerciales, culturales y sociales en México, desde hace más de medio siglo. Actualmente, hay dos tiendas de este tipo en dicha ciudad, en clavadas en la zona ubicada en el Bulevar Ortiz Mena y calle Mirador y dentro del Fashion Mall.
Por su larga y prestigiosa trayectoria comercial, estas tiendas forman parte de una gran cadena de negocios que cuenta con sucursales en muchas ciudades mexicanas, especialmente en la Ciudad de México. Pueden ser llamadas “tiendas culturales”, puesto que cuentan con una librería, una sección con discos y películas, un restaurante con gastronomía nacional, un bar y un apartado grande donde se expenden alimentos, perfumería, adornos y aparatos eléctricos y electrónicos, entre otros productos. Las tiendas Sanborn`s han servido de centros sociales y centros de reunión de intelectuales y gente de la cultura, especialmente en la Ciudad de México.

ANTIGUA CASA DE ENRIQUE CREEL EN CALLES LIBERTAD Y SEGUNDA

Además de los tres edificios citados, diversas casas antiguas del Centro Histórico de Chihuahua capital pueden convertirse en casas de la cultura, galerías de arte, salas de cine de arte o cine alternativo, cafés, restaurantes y bares con música en vivo. Con estas poderosas transformaciones, el Centro Histórico se consolidaría como el gran centro social y multicultural de la ciudad de Chihuahua, donde convergerían  las clases sociales, las  personas de diferente sexo-género, las distintas generaciones, las variadas etnias y razas de la entidad. Además de los edificios históricos, este perfil cultural del viejo centro de la Chihuahua capital sería un atractivo más para los turistas nacionales e internacionales.




CASONA PRIETO, EDIFICIO HISTORICO DE GRAN BELLEZA EN LA CALLE LIBERTAD, ENTRE CALLES TERCERA Y QUINTA

Algunas de estas tradicionales viviendas se ubican entre la enorme área que está marcada por los límites del Paseo Bolívar (zona sur), la calle Aldama (norte), la Avenida Vicente Guerrero (este) y la Avenida Ocampo (oeste). Algunas son de estilo colonial español y con bellas columnas de cantera.
En especial, la calle Libertad o la Aldama pueden convertirse en zona cultural con música en vivo de calidad artística y más tiendas de artesanía. Todos estos posibles cambios comerciales y culturales darían más belleza y funcionalidad al Centro Histórico y, en especial, lo proyectarían como una zona poderosa de comercio, cultura y turismo. Desde hace muchas décadas, el Centro Histórico es el centro político de dicha población, ya que alberga los edificios de los gobiernos municipal y estatal y, en 2015, contará con el edificio del poder judicial del Estado y, en fecha próxima, los diferentes recintos del antiguo Hotel del Real servirán para más oficinas de la Alcaldía.
Estas necesarias transformaciones continuarían el proceso de la Reconstrucción del Centro Histórico. Toda ciudad mexicana o extranjera necesita un centro cultural con una identidad colectiva muy plural y vigorosa.

[TODAS LAS FOTOS DE ESTE ESCRITO FUERON TOMADAS POR OSCAR ROBLES]

domingo, 15 de febrero de 2015

DINAMICA Y VIGOROSA ESTATUA ECUESTRE DE PANCHO VILLA DE RICARDO PONZANELLI EN LA CIUDAD DE CHIHUAHUA

DINÁMICA Y VIGOROSA ESTATUA ECUESTRE DE PANCHO VILLA  DE RICARDO PONZANELLI EN LA CIUDAD DE CHIHUAHUA

ÓSCAR ROBLES        

    A galope tendido en el imaginario llano y entre hierbas silvestres, sombrero colgado a la espalda, chamarra revoloteando en el viento, pistola en mano derecha apuntando, Pancho Villa lucha por la Revolución Mexicana, congelado en el tiempo por el duro metal del arte. Su caballo corre sobre una mata de pasto y el héroe mira hacia el frente:
Villa vive en Chihuahua y combate todavía, simbólicamente.
         Es la prodigiosa y dinámica estatua ecuestre de metal, ubicada en una elevada columna de la ciudad de Chihuahua. Es una perfecta efigie de jinete y caballo que, con el azulino cielo de fondo, luce esplendente y vigorosa todos los días en el Centro Histórico de Chihuahua capital.
         La talla, los contornos, los detalles son de suprema calidad artística, un gran homenaje al revolucionario duranguense que hizo Historia Grande en el Estado Grande, Chihuahua. Ambas figuras son más grandes que el tamaño natural y su imagen es realista, impactante, pues capta el movimiento con precisión: La lucha revolucionaria quintaesenciada en ese galope valiente y la belleza épica de Villa y su caballo.
         Los viandantes pueden admirar la perfección y exactitud de las formas y volúmenes de esta obra: Un caballo brioso y robusto con su cola y crin salvajes al aire, su preciosa y fina montura con soga y cobija enrollada, sus exactas alforjas y su carabina dentro de su funda de cuero en la derecha del jinete, el sable en la izquierda, las fuertes y hermosas patas galopantes, mostrando los cascos delanteros hacia arriba y, en general, toda su figura animal reluciendo su metálico dinamismo.
Y Villa guerrero valiente monta con garbo de revolucionario primigenio y esencial, piernas arqueadas sobre el lomo de la bestia indómita, cartucheras con minuciosas balas sobre el pecho y espalda, pulidas mitazas protegiendo las piernas del héroe, chamarra con la falda levemente azotada por el viento al igual que el sombrero, su mano izquierda aflojando la rienda hacia adelante como buen jinete, picando simultáneamente los ijares de la bestia equina con sus agudas y metálicas espuelas, para hacer crecer el galope, para tender el galope revolucionario sobre el imaginario llano mexicano, su revólver sobre la cabeza del animal y, en especial, el rostro incisivo, con su clásico bigote: Y la película sigue y la lucha sigue viva, petrificada en su dinámico movimiento permanente, movimiento perpetuo de la nación mexicana, lucha congelada en el sólido metal del arte de un exquisito escultor mexicano, batalla concentrada en la figura de un solo revolucionario grande.
En conjunto, esta escultura ecuestre es una talla de gran fuerza creativa, de gran movimiento, de finas formas, todo esculpido con paciencia y sapiencia, precisos y vivos volúmenes del héroe revolucionario y su caballo. Significa una exaltación puramente épica, con gran destreza técnica de escultor.
La escultura se encuentra ubicada en el parque que se sitúa justo enfrente del moderno Edificio Héroes de la Revolución de la ciudad de Chihuahua, en la esquina de la Avenida Venustiano Carranza y calles Trece y Antonio Rosales.
En verdad, es una portentosa escultura que enriquece el patrimonio cultural e histórico de dicha ciudad norteña. Esta obra se une a la clásica e histórica estatua ecuestre de Pancho Villa con el caballo reparando, ubicada en la glorieta de las avenidas División del Norte y Universidad, la cual es obra del artista duranguense Ignacio Asúnsolo (1890-1965). En especial, esta mas reciente obra de caballo galopante y jinete combatiendo representan un enorme homenaje histórico y artístico al duranguense a José Doroteo Arango Arámbula, alias Francisco Villa (1878-1923), el hombre que fue sucesivamente militar revolucionario, General en jefe de la poderosa División del Norte, político y hacendado; el militar que logró las tomas de las ciudades de Ojinaga y Ciudad Juárez (Chihuahua) Torreón (Coahuila) y Zacatecas (Zacatecas), entre 1910 y 1914; el mexicano forjado en las “entrañas” mismas del pueblo que fue Gobernador provisional del Estado de Chihuahua, entre 1913 y 1914.
Pancho Villa cabalga de nuevo y permanece en el metal del tiempo hecho forma y volumen, en la escultura producida por la gran imaginación creadora del artista defeño Ricardo Eduardo Pedro Ponzanelli Quintero (1950―), quien ha esculpido algunas esculturas de la ciudad de Chihuahua, tales como el guerrero tarahumara Teporaca y el Ángel de la Libertad de la Plaza Mayor.
Villa es historia profunda y es arte, ya sea literatura, pintura, escultura, mural. De ello, dan testimonio las obras narrativas El águila y la serpiente (1928) y Memorias de Pancho Villa (1936-1951) del chihuahuense Martín Luis Guzmán; la novela Vámonos con Pancho Villa (1931) y los cuentos del también chihuahuense Rafael F. Muñoz; las prodigiosas y clásicas películas del cineasta mexicano Fernando de Fuentes de la década de los treinta; las cintas del director nativo de Coahuila Emilio Fernández en la década de los cuarenta; y otras obras artísticas más.
Villa es uno de los tres grandes personajes históricos de la historia de México, junto con el emperador azteca Moctezuma y el presidente oaxaqueño Benito Juárez García que salvo a la república mexicana de la Intervención Francesa en el siglo XIX, según opina el historiador de la Universidad de Chicago Friedrich Katz en su célebre libro Life and Times of Pancho Villa (1998).
Villa vive inmortalizado por el arte de la escultura pública, bajo el dorado sol y el amplio y hermoso cielo de Chihuahua.
Esta efigie es digna de figurar entre las diez mejores esculturas públicas de la ciudad de Chihuahua, al lado de las estatuas del indio apache Victorio, Felipe Ángeles, el Pancho Villa de Ignacio Asúnsolo, del actor Anthony Quinn y de las cinco esculturas monumentales y geométricas del artista camarguense Sebastián.
Villa vive y cabalga.
Los gentiles lectores pueden consultar en el presente Blog el artículo “Las esculturas públicas de la ciudad de Chihuahua: Arte, historia, símbolos culturales y belleza urbana”, el cual fue publicado el sábado 27 de diciembre de 2014.


GRAN DINAMISMO DE LA ESTATUA DE PANCHO VILLA




UNA GRAN OBRA DE PONZANELLI




[TODAS LAS FOTOS FUERON TOMADAS POR OSCAR ROBLES]

domingo, 1 de febrero de 2015

"SEDIMENTO EMOCIONAL" DE ERNESTO MAGANA: ESCULTURAS CON EMOCIONES Y FORMAS "PETREAS" EN FOTOGRAFIA DIGITAL

SEDIMENTO EMOCIONAL DE ERNESTO MAGAÑA: ESCULTURAS CON EMOCIONES Y FORMAS PÉTREAS EN FOTOGRAFÍA DIGITAL

ÓSCAR ROBLES

       Ante todo, las veinte piezas de arte de la exposición “Sedimento emocional” del mexicano Ernesto Magaña resaltan por su simple belleza textural, por su sencilla belleza de piedras esculpidas, por la perfección y la armonía de sus volúmenes “geometrizantes”, por ser bellos “sedimentos” de su brillante imaginación creadora. Trascienden por ser abstracciones puras o por sugerir apenas semiabstractas figuras humanas, animales, vegetales y objetuales. De algún modo, sus volúmenes petrificados con salientes y formas circulares o cuadradas son una leve reminiscencia de las antiguas esculturas de piedra del mundo prehispánico y de las tallas estilizadas de las pirámides.
         Estos veinte cuadros artísticos de Magaña se exhibieron en el Museo Casa Chihuahua, entre noviembre de 2014 y enero de 2015. Son imágenes fotográficas de complejas figuras abstractas y semiabstractas con texturas pétreas, tomadas sobre un fondo blanco. Estas imágenes construyen complejos, creativos y diversos estados emocionales del artista. Estas emociones son positivas y negativas, solitarias y comunales: Imaginaciones sólidas y geométricas, fantasías pétreas y, fundamentalmente, pueden verse como la gris y textural “plata del arte”, minuciosamente decantada por sus manos de artista y de gambusino. Por su alta dimensión sentimental y su diseño abstracto, son obras de profunda introspección.

1. MINIESCULTURAS EN FOTOGRAFÍAS EN BLANCO Y NEGRO

       El artista Magaña trabaja de una manera muy novedosa y original, abriendo una nueva avenida creativa para construir obras o piezas de arte y expresar sus emociones. Para ello, forma “sedimentos” con esculturas pequeñas de apariencia de piedra, las coloca sobre cartón blanco y toma fotografías de ellos, para construir cuadros o fotos. En general, “sedimento” es “residuo” o “materia que se precipita al fondo de un líquido” y “depósito natural en el fondo del mar que tiene a veces un origen lacustre o continental” (Pequeño Larousse ilustrado. 1991). En cualquiera de sus tres significados anteriores, “sedimento emocional” es una metáfora muy original: Los cuadros o fotografías de esculturas de Magaña pueden ser considerados como “residuos” y restos con forma de piedra o mineral que representan las  emociones creativas del artista. Así pues, estos “sedimentos” pueden ser vistos como sentimientos e incluso sueños del artista: “Sedimentos de las emociones”, formalizados por las imágenes de la fotografía digital en blanco y negro.
Con este original concepto poético de la creación artística, Magaña crea diversas figuras geométricas, las cuales pueden ser llamadas “micro-esculturas” o “esculturitas”. Estas esculturas, puestas en la foto del cuadro en blanco y negro, lucen como “vegetaciones de un jardín pétreo de piedra gris”, como “laberintos geométricos” o como auténticos “sedimentos minerales” de sus emociones de artista gambusino. Estas emociones son, paradójicamente, frías, lógicas y racionales, puesto que provienen de un detallado proceso de trabajo manual y de un acucioso trabajo con la tecnología digital y, sobre todo, porque son formas y volúmenes geométricos.
Así pues, los sencillos montajes de las pequeñas esculturas de Magaña sobre el fondo blanco son el trabajo final y el más formal, imágenes fijadas por la fotografía digital. En realidad, la intuición plenamente creativa y emotiva del artista ocurre cuando sus manos entran en contacto directo y cálido con la sencilla y común plastilina, el elemento primordial de las veinte esculturas fotografiadas de esta interesante exhibición en el Museo Casa Chihuahua. En este proceso creador y decantador de las emociones, la plastilina se mimetiza y se transforma hasta lucir como piedras esculpidas y texturales que dan a luz a la esculturilla final. En su montaje final, estas esculturas diminutas sobre la tela blanca muestran una mayor complejidad formal, por su estilo abstracto, por sus salientes sinuosos. Sin embargo, por momentos lucen también como flores o vegetales de pétalos duros y hojas sólidas.

2. “SEDIMENTOS” DE EMOCIONES POSITIVAS Y NEGATIVAS

Ante todo, la exposición “Sedimento emocional” construye abstracciones y semiabstracciones sólidas, imágenes como de piedra, con formas geométricas, ya sean abiertas o cerradas, para representar con un estilo muy personal las diversas emociones y experiencias de un artista plástico: Artísticas, amatorias, extasiantes, dubitativas, oníricas, voluntariosas, tristes, solitarias, introspectivas y de otros tipos.
En primer lugar, las esculturas con formas más abiertas tienden a ser más delgadas, sinuosas y fluyentes: Configuran más emociones positivas, tales como el amor, la generosidad y la emoción creativa. Entre las primeras, se encuentran Libídene, Frenesí y lujuria, ¡Victoria, victoria! y Juego y travesura. Las cerradas, por el contrario, se concentran más en emociones negativas: Soledad, tristeza, ensimismamiento. Entre estas obras, pueden mencionarse Ensimismamiento, Coloquio interior y Autoerotismo. Sin embargo, hay otros cuadros que no pueden clasificarse en estas dos líneas generales posibles e, incluso, rompen con la clasificación anterior. Por ejemplo, Onírico del caballofante construye una imagen figurativa propia de un sueño, sin enfatizar una emoción como centro con connotaciones positivas o negativas. Eureka tiene formas más cerradas parece expresas el éxtasis o felicidad por la creación artística.
Con estos atributos creativos, el arte de Magaña es original y experimental. Sus emociones se reconcentran en formas petrificantes y muy texturales, las cuales sugieren lo positivo y lo negativo. Asimismo, los volúmenes “sedimentales” se abren o se cierran y  dejan entrever una figura humana o se concentran o “sedimentan” en la plena y compleja abstracción pura. Además, el estilo artístico de Magaña se basa en construir estas “esculturitas” fotografiadas con formas abstractas y semiabstractas, tratando de crear formas en busca de significado y de jugar con formas y volúmenes. Por encima de todo, su arte creativo busca “decantar” sus fluyentes emociones para fijarlas en imágenes de apariencia de piedras, como si un gambusino encontrara minerales preciosos o la plata pura del arte o la permanencia de la piedra en la final fijación fotográfica.
En suma, los experimentos de Magaña parten de la escultura de “cuerpo pequeño”, creada manualmente con plastilina, el elemento primigenio de los viejos trabajos manuales de las escuelas; se vale del montaje de la mini-escultura sobre un fondo blanco, para consolidar el aspecto cromático primordial y básico del grabado artístico: El blanco y negro; utiliza la fotografía digital que “sedimenta” la imagen final y la transforma en obra de arte, terminando así todo el proceso creativo. En este sentido, sus cuadros plantean un creativo diálogo entre las artes: Escultura, fotografía y grabado, con la ayuda de la tecnología digital. Finalmente, las piezas de arte de Magaña son formas que construyen principalmente una armonía geométrica y significados muy complejos y abstractos, todos los cuales traducen fluidos emocionales del interior humano y forjan imágenes visuales que de suyo son abstractas: Son como piedras “sedimentadas” al final, pero previamente maleables” para la imaginación del artista.
   El arte de Magaña es un arte novedoso, un “cauce” interesante y rico para generar belleza y expresiones emocionales diversas. Sus cuadros expresan armonía visual y recogen los “sedimentos” imaginarios de la honda experiencia del interior humano. Dentro de este interesante arte, el máximo momento creador del artista es el moldeo manual y primigenio de la escultura, el momento en que se forjan detenidamente las formas y los volúmenes para “sedimentar” sus emociones de ser humano individual con pasiones y de artista creador con hallazgos estéticos. De este modo, “Sedimento emocional” es condensación material e imágenes sólidas y texturales de los indefinibles y complejos sentimientos y torrentes psíquicos del ser humano. Estas emociones fluyen abstractamente entre la sangre, el cuerpo, el alma y la imaginación y el arte plástico de Magaña las decanta y las petrifica. Finalmente, estos veinte cuadros plasman “sedimentos” de la imaginación creadora. En especial, el montaje de la escultura y la foto digital dan marco a la forma artística, la “cuajan” y la “cristalizan”. Sin embargo, las formas artísticas de estos cuadros aportan significados abiertos para los espectadores. En conjunto, estas piezas de arte representan un verdadero sentido lúdico de artista creador que combina el sencillo arte manual de un niño y la obra de arte de un adulto con emociones variadas.
 Es difícil lograr una interpretación plena de las formas abstractas de estas veinte piezas de arte de Magaña. Sin embargo, las formas generales y los títulos de las piezas ofrecen información más objetiva sobre el posible sentido artístico de cada una. He aquí una breve descripción de los veinte cuadros-esculturas:
1. ¡Victoria, victoria! Su diseño es abstracción pura. La dominante belleza de lo que se pueden llamar “sedimentos texturales” destaca en el cuadro. En general, muestra volúmenes más cerrados, con menos salientes, lo cual señala tal vez la culminación exitosa del trabajo creativo. Parece que la escultura adquiere la forma deseada por la honda intuición del artista, según se lee parcialmente en el título de la pieza: Es una “victoria” en el posible proceso creativo.

2. Espectro y anarquía. Es un “sedimento” de formas bellas y armónicas, en una primera visión general. La figura de arriba luce como un humano esbelto, fantasmal, con rostro en forma de luna y ojos negros. Esta figura posiblemente se refiera al “espectro” anunciado en el título. Abajo, hay formas pétreas disgregadas que tal vez pueden ser emociones  “anárquicas”. Es uno de los cuadros más logrados, puesto que sugiere un elemento figurativo de formas humanas con un elemento más abstracto proyectado en la parte inferior del cuadro. En esta obra, el artista construye semiabstracciones.

3. Vacilación y desierto. Puede verse como el “sedimento” de la duda humana y del vacío emocional y/o creativo del propio artista. Hay dominantes formas disgregadas. El referente emocional “vacilación” sugiere la duda y el referente “desierto” implica un significado abstracto primordialmente: El vacío interior de su creador.

4. Eureka. Es una especie de “laberinto” geométrico, con formas cerradas y consolidadas que tienden a la armonía global de este mini-escultura. Parece que esa armonía formal se refiere al hallazgo estético del artista creador, el cual se concentra en el título. En general, “¡Eureka!” es “una expresión de alegría y satisfacción atribuida a Arquímides” y significa “¡He hallado!” (Pequeño Larousse ilustrado. 1991). Arquímides (¿287-212? a. C.) es un geómetra y físico de la Antigüedad griega, quien descubrió varios compuestos químicos y el famoso Principio de Arquímides, según el cual “todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje hacia arriba, igual al peso del fluido desalojado” (Pequeño). Cuando descubrió este principio, el físico griego estaba precisamente en un baño y salió desnudo de este lugar, gritando, precisamente, “¡Eureka!”.

5. Quimera. Es un “sedimento” que sugiere a un ser humano distorsionado con cabeza, torso y piernas. Es tal vez un ser ideal, solamente apresable en esta emoción creativa pétrea. Es un cuadro muy interesante, pues Magaña forja la encarnación de la quimera con formas un tanto figurativas y humanas, lo cual muestra una inclinación un poco más generosa hacia las interpretaciones del espectador.

6. Soledad y refugio. Un humano, acaso el propio artista, descansa sobre una base o mueble mientras contempla lo que parece ser una bella escultura, el símbolo del arte mismo. Esta obra artística parece ser el consuelo para la “soledad” y representa el “refugio” para el creador artístico o para el mero diletante. Es una de las mejores piezas por su posible referente artístico, ya que sugiere con formas semi-figurativas al personaje del artista como centro del cuadro, sentado justo enfrente a su propia obra creativa o hacia una obra contemplada. Quizá sea el cuadro más personal de Magaña, trazado con formas disgregantes y más delgadas.  

7. Juego y travesura. Dos humanos disfrutan del placer, acostados. Tal vez se trate del juego del amor de pareja. Es un “sedimento” que sugiere un poco más elementos figurativos, pero altamente disgregantes. En general, son formas y tema más acordes con el sentido lúdico de toda la pieza resumido en el título del cuadro.

8. Coloquio interior. Una figura semiabstracta parece un torso humano, altamente reconcentrado hacia el centro o hacia adentro. Está trazado con formas pétreas más cerradas, dejando en el centro un espacio abierto y blanco. Este espacio quizá sea el espíritu o el alma humana en reflexión, creación y/o vacío sentimental.

9. Libídine. Se sugiere con algunos “sedimentos pétreos” la figura doble de una pareja haciendo el amor con las piernas entrecruzadas, las cuales se ven como formas y volúmenes adelgazados en fusión humana. Es uno de los cuadros con mejor factura artística de toda la exhibición y con más perceptible contenido emocional y amatorio. “Libídene” significa “lujuria, lascivia” (Pequeño Larousse ilustrado. 1991).

10. Sueño fantástico. Es un cuadro de abstracción pura: Las imágenes oníricas, con formas muy disgregantes, son difíciles de encuadrar en figuras humanas, animales, vegetales y/u objetuales. Tiene formas abiertas y delgadas muy diseminadas en el espacio en blanco. Luce como un  “matorral” de emociones sedimentadas en la forma artística que es, para el artista, tal vez un sueño en bruto. Es muy atractivo por sus formas y volúmenes abstractos, pero de oscura interpretación.

  11. Ensimismado. Se ve una sola forma muy cerrada, con “cortezas” reconcentradas, casi sin salientes pétreos: Emociones hacia adentro, tal vez. Es un encierro de formas solidificadas que parecen sugerir la autoexploración del artista, una forma de ir hacia adentro de su imaginación y espíritu.

12. Autoerotismo. Un humano encerrado en una forma rectangular parece sugerirse en esta pieza: Abstracción del placer erótico propio y solitario, con algunas salientes un tanto “orgánicas” y “sexuales”.

13. Melancolía. Son formas abiertas, con una especie de pico en forma de herramienta de taller. Luce más como una abstracción pura, con vacíos blancos que rodean a toda la forma sólida y parecen sugerir la tristeza.

14. Voluntad irrestricta. Se ve una forma pétrea, sola, cerrada, abstracción pura y sólida de la voluntad humana. El titulo es bastante abstracto para definir las imágenes visuales del cuadro.

15. Inspiración espontánea. Este “sedimento” artístico muestra formas esbeltas que se conectan entre sí armónicamente, formando un espacio adentro. Por la delgadez de las formas y sus interconexiones, este cuadro refleja la creación artística fluida y plena, la cristalización plena de la emoción y/o de la obra artística. El título claramente hace referencia al proceso creador del artista, el cual implica sentimiento y arte.

16. Vehemente. Son formas más sólidas, con multiplicación de círculos y sinuosidades: Representa, posiblemente, la “floración” creativa del artista, la insistencia en buscar las formas deseadas para sí mismo y para, finalmente, construir la obra que busca consolidar.

17. Onírico de caballofante. Hay una figura animal híbrida y fantástica, trazada con una personalísima visión y con formas disgregantes. Estas formas sugieren una figura de un mamífero, una imagen propia de los sueños, de acuerdo al título del cuadro. Parece un animal extraño que muestra una trompa larga y sinuosa y las cuatro patas. Luce como una imagen mejor lograda por su apertura leve hacia el figurativismo. Las formas son más adelgazadas y no sugieren ninguna emoción en particular. En especial, el cuadro representa la cristalización de un sueño con una extraña figura animal, formada con un estilo original a base de volúmenes pétreos. En suma, las formas de textura pétrea se abren brevemente a construir figuras y se cierran a la abstracción al mismo tiempo.

18. Amar y dar. Sobresalen como formas muy abiertas y delgadas, como emociones más fluidas que representan el flujo emocional del amor y de la generosidad, plenamente expuesto en el título de la pieza. Parecen “floraciones” y “vegetaciones” petrificadas, pero sinuosas.

19. Frenesí y lascivia. Dos cuerpos entrelazados, los cuales son trazados con formas esbeltas y sinuosas, se funden en un abrazo y se mimetizan y parecen otras figuras vivas amatorias: Peces o vegetales. Los volúmenes representan levemente la lujuria de cuerpos sugeridos, figuras no enteramente consolidadas. Es un cuadro de gran hechura estética.

20. Maquiavelismo. Es una abstracción pura y compleja, una versión muy personal de lo que significa el “maquiavelismo”. Está construido curiosamente con formas abiertas y se trata de una emoción negativa. El “maquiavelismo” se entiende como “sistema político conforme a los principios de Maquiavelo”, como “política desprovista de conciencia y buena fe” y, de  manera más cotidiana, como “astucia, hipocresía” (Pequeño Larousse ilustrado.1991). Nicolás Maquiavelo (1469-1527) fue un político y un historiador y el autor del estudio político El Príncipe (Pequeño). Dentro de la concepción general de “Sedimento emocional”, la pieza Maquiavelismo se refiere más bien a las emociones negativas de la astucia y la hipocresía, las cuales son asumidas por el artista en un momento de su vida. Es el cuadro más difícil de interpretar, pues el título implica un complejo concepto cultural y político muy poderoso en la historia moderna de Occidente, el cual proviene precisamente de las ideas políticas del  personaje histórico del Renacimiento a que hace referencia el título.

3.  ENTREVISTA CON ERNESTO MAGAÑA: MANUALIDAD, TECNOLOGÍA DIGITAL Y EL SEMIABSTRACCIONISMO DE ROTHKO

El modelado, la fotografía, la digitalización y la impresión se mezclan en las veinte piezas artísticas del mexicano Ernesto Magaña expuestas en el Museo Casa Chihuahua. Sus cuadros son trabajo manual y tecnología, manejados con inteligencia artística y con inteligencia emocional. En general, son imágenes impresas en tela sintética sobre MDF y combinan arte y tecnología, fotografía y escultura y el sentido lúdico de la manualidad y la complejidad de la tecnología. El propio artista explica de manera brillante el proceso de su trabajo artístico en “Sedimento emocional”, en el cartel biográfico del citado museo chihuahuense: “Trabajo en dos dimensiones” y con “formas tridimensionales, fantásticas, de aspecto pétreo, mono-cromáticas, que aluden a estados emocionales, a la introspección, a observar el éxtasis, la soledad, la incertidumbre, a observarnos a nosotros mismos”.
En entrevista personal en el Museo Casa Chihuahua[1], el propio artista confiesa que se siente atraído por el arte del ruso-estadounidense Mark Rothko (1903-1970); por los cuadros paisajistas del pintor inglés William Turner (1775-1851); por el grabado occidental y su uso del blanco y negro como colores primordiales; por las fascinantes construcciones de piedra de las pirámides y las esculturas prehispánicas, las cuales fueron contempladas durante las primeras etapas de su vida y durante su residencia en la Ciudad de México; y, en especial, por todas las piezas de arte indígena que vio en el colosal y fascinante Museo de Antropología e Historia de la capital del país.
En particular, el arte de Rothko tiene un periodo semi-abstraccionista y una etapa de expresionismo abstracto (“Rothko, Mark (1903-1970).” Los doce mil grandes. Enciclopedia Biográfica Universal. Vol. 1. Ed. Diane Downey. México: PROMEXA, 1982). El estilo semiabstraccionista de este pintor se acerca más al estilo de estas piezas de Magaña por la forma en que construye abstracciones puras y sugiere algunas figuras orgánicas y vivas mezcladas con imágenes abstractas. En tanto, el uso del blanco y negro en sus piezas expuestas en el Museo Casa Chihuahua se relaciona indirectamente con los colores primarios de los grabados en Occidente. Por otro lado, las texturas de piedra de sus mini-esculturas fotografiadas sugieren las formas y texturas de piedra original del antiguo arte indígena de México y los acabados y las salientes de las pirámides prehispánicas. En particular, esta influencia del arte indígena mexicano es más formal y material que cultural e histórica, pues sus veinte piezas de arte son abstractas, geométricas y propias del arte del siglo XXI.
Espigado, gentil, Magaña habló del proceso de creación de su novedoso arte, de su aprendizaje artístico fuertemente influido por la tecnología digital, de sus aspiraciones profesionales y de la llegada a la ciudad de Chihuahua hacia finales del siglo XX, cuando tenía alrededor de veinte años de edad. Durante la entrevista, el artista se acercaba a todos los visitantes del museo para ofrecer sus amables explicaciones, sin perder el hilo de la entrevista.
Para configurar sus esculturas fotografiadas, este artista mexicano usa plastilinas simples, moldea la masa hasta crear una mini-escultura, trabaja la plastilina con cepillos dentales, brochas y trapos para dotarla de apariencia textural y pétrea y, finalmente, hace el montaje de la esculturita sobre tela blanca y le toma una fotografía en blanco y negro, explica detalladamente Magaña. En suma, su proceso creativo final con la fotografía es una manera de retomar los colores básicos del grabado artístico.
La familia de Magaña emigró de la Ciudad de México a la ciudad de Chihuahua, justo tras el terrible temblor de 1985 que destruyó numerosos edificios y casas en la gran metrópoli mexicana, cuenta el artista defeño. Desde entonces, la ciudad de Chihuahua ha sido su lugar de residencia y de trabajo. Actualmente, trabaja para el Gobierno del Estado de Chihuahua, haciendo diseño gráfico. Sus planes futuros son vender y exponer sus piezas de arte en los Estados Unidos y en el centro de México. Especialmente, le atrae la ciudad de Querétaro para radicar allá y promover sus obras de arte.
Ernesto Magaña es un hombre sencillo y agradable y de buena conversación. Ante todo, es un artista de formación autodidacta, nutrido profundamente por las nuevas tecnologías digitales.

4.  BIOGRAFÍA BREVE DE ERNESTO MAGAÑA

         Ernesto Eduardo Magaña Olivas (1965, México D. F.―) es un artista autodidacta, egresado del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), según el cartel biográfico del Museo Casa Chihuahua. Su inclinación por el arte visual se debe en parte a dos experiencias vividas durante su infancia en casa de sus padres: Haber conocido personalmente al maestro Martín Rentería, el creador del famoso papel MEXICA, y al cineasta mexicano Adolfo Guernica, director del célebre corto Despierta ciudad dormida (México, 1966), obra con la cual este director ganó el premio de Periodistas Cinematográficos de México (PECIME) a la mejor cinta corta de 1966.
Esencialmente, Magaña cuenta con exposiciones individuales en dos museos del Estado de Chihuahua: 1) Museo Casa Chihuahua de la ciudad de Chihuahua, entre el 25 de septiembre y el 20 de octubre de 2008; 2) Centro Cultural San Antonio de Ciudad Cuauhtémoc, entre el 12 de septiembre y el 12 de octubre de 2012; y ha creado diversas esculturas, usado la fotografía digital  y montado diferentes escenografías, según el citado cartel biográfico.
En conclusión, “Sedimento emocional” muestra veinte piezas o cuadros con un arte original y experimental. En estas piezas, las fluidas emociones del artista se solidifican o se “sedimentan” en volúmenes e imágenes de apariencia pétrea y de significado complejo. Este arte tan particular de Magaña combina escultura, fotografía y grabado. Las imágenes fotografiadas parecen hermosa piedra textural y esculturas sólidas y, sobre todo, trazan los intuitivos signos que traducen visualmente las abstractas emociones humanas del artista mexicano,  mediante formas abiertas y cerradas, disgregantes o semiabstractas. Estas emociones son, fundamentalmente, momentos plenos de creación artística, de amor, de soledad, de tristeza, de éxtasis: Introspección y creación.
Finalmente, la mayoría de estos veinte cuadros expresa los procesos de la imaginación creadora del artista Ernesto Magaña, con formas y volúmenes que son “sedimentos emocionales”, con intuiciones profundas sobre el sentir humano. Casi todas estas veinte piezas proyectan complejas, pero “dialogantes” imágenes visuales, plenas de belleza textural. Sin embargo, algunas piezas son un poco más “monologantes”, más oscuras y más abstractas a pesar de su belleza visual. En la medida que este talentoso artista mexicano “sedimente” o “tamice” el mejor significado cultural y humano de sus cuadros y se abra a dialogar  generosamente con los espectadores, las originalísimas creaciones de Magaña alcanzarán mayor trascendencia social, cultural y estética: Serán, entonces, “puras pepitas de oro y plata puros” y perfectas y refinadas “piedras de arte”, con una original y bella fauna y flora habitando el vigoroso imaginario artístico de Ernesto Magaña, el artista y el buen ser humano.
La exposición de estas veinte piezas de “Sedimento emocional” abarcó desde el catorce de noviembre de 2014 y al 26 de enero de 2015. El Museo Casa Chihuahua, Centro de Patrimonio Cultural, es uno de los más importantes museos de arte de la ciudad de Chihuahua. Se ubica en la calle Libertad 901, entre la Avenida Venustiano Carranza y la calle Vicente Guerrero, justo en el mero corazón del Centro Histórico. Ha albergado destacadas exposiciones de artistas locales y nacionales. En el presente Blog, los lectores pueden leer algunas interesantes reseñas de dichas exposiciones. Entre ellas, pueden revisar las exhibiciones de Aarón Piña Mora, de Artemio Sepúlveda, de los hermanos Ángeles, de Alberto Carlos y Benito Nogueira, entre otras más.
Los gentiles lectores puede consultar otros datos sobre Sedimento emocional y sobre el artista en el siguiente sitio de Internet: www.casachihuahua.org.mx/Expos/casa_expos_realizados.php?2014.



[1] Esta entrevista fue llevada a cabo por Óscar Robles en la sala del sótano del Museo Casa Chihuahua el domingo 25 de enero de 2015.

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