AIRE LIMPIO: “ALIMENTO” DE CUERPOS HUMANOS
ÓSCAR ROBLES
Aire,
agua y alimentos son muy importantes para el correcto funcionamiento físico y
mental de los seres humanos en cualquier país del mundo.
El smog deteriora el aire y es un asunto colectivo de
una ciudad; la falta de agua provoca deshidratación y este problema compete a
cada persona; la deficiente alimentación se funda en el consumo excesivo, la
falta de nutrientes apropiados y la abundante ingestión de productos procesados
o contaminados y corresponde a cada individuo o grupo pequeño decidir qué comer
en casa o en la calle.
La
ciudad de Chihuahua requiere purificar su aire para tener salud y buen desempeño
físico y mental en la vida cotidiana, los estudios, los empleos y los deberes
ciudadanos (por ejemplo, barrer el frente de su casa y estacionar correctamente
los coches y trocas).
Más de medio millón de vehículos automotores ya es un
exceso desorbitado, un lujo arrogante y una costumbre medio “aristocrática” de
individuos que no quieren usar el transporte colectivo para limpiar el aire que
respiramos todos y para sentirse parte de una colectividad y conocer y
reconocer a sus conciudadanos de todas las clases sociales.
Se requiere introducir numerosos autobuses modernos
parecidos al servicio del Bowi, implementar taxis de bicicleta, hacer rutas de
ciclopistas, utilizar bicicletas, arbolar a gran escala la capital del Estado
Grande y mejorar el servicio público para mantener los parques con sus áreas verdes.
¡Ya basta de costosos distribuidores viales y creación
de avenidas que sólo estimulan el uso frecuente de carros y camionetas y el tránsito
de “cantinas ambulantes”!
¿Resistirá la ciudad de Chihuahua otro embate de vehículos
de hidrocarburos procedente de los Estados Unidos, ahora que se pase a la
electromovilidad urbana?
El smog
provoca cáncer; es “el asesino silencioso” de las urbes latinoamericanas, según
los ambientalistas.
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