CIRCE DE ERIK ARMUSIK:
GRAN RETRATO DEL PERSONAJE
FEMENINO ENIGMÁTICO Y ERÓTICO DE LA ODISEA DE HOMERO
ÓSCAR
ROBLES
“Circe” [Oil on birch, 48 X 60 cm. 2015] de Erik Armusik.
La pintura muestra a una enigmática e introspectiva mujer. Está sentada
sobre un sillón de terciopelo rojo y fino metal con tallas sofisticadas, mirando hacia un punto indeterminado. Sus rasgos
relevantes son cabello trigueño, piel blanca, labios carnosos y pálidos, nariz
gruesa y ojos azules.
Ella mira hacia un punto indeterminado. Sus gestos
faciales revelan cierta dureza o crueldad de mujer experimentada y madura. Trae
un elegante collar de piedras preciosas. Luce desnuda y su piel es deliciosa
y sensual. Es la hechicera del amor que embrujo al antiguo guerrero aqueo el sagaz
Odiseo, según la gran epopeya antigua de Homero, el poeta ciego.
Justo
atrás de ella, penden cortinajes lujosos de telas encarnadas. Se yergue también
un pedestal de ricos pigmentos con una lujosa ánfora de tonos dorados y
marrones encima de la cumbre del pedestal.
En especial,
los ojos de este personaje femenino revelan lujuria y malignidad al mismo tiempo.
Su entera figura combina erotismo y cierta crueldad, los cuales son los rasgos
principales del personaje Circe de La Odisea (siglo IX a. C.) de Homero.
Esencialmente, el erotismo se finca en la entera desnudez de los hombros y los redondos
y apetitosos pechos de piel tersa. Sobre todo, el erotismo surge pleno por el ligero
ocultamiento del vientre y el ardiente pubis de mujer hechicera con un elegante terciopelo rojo. En sí, la
deliciosa piel blanca y pulida enciende la lujuria en la mirada de los
espectadores en el excelente cuadro de gran factura estética hecho por un experto
en la poesía figurativa clásica.
En suma,
esta mujer es un personaje memorable en la iconografía clásica configurada por
el diestro y altamente imaginativo artista Erik Armusik. Podía servir de
ilustración para un libro sobre Circe. Yo pensé en utilizarla algún día en una
posible reedición de los poemas de amor de mi colección Sangre de Circe (1989), en los cuales varias
herederas de la sangre seductora de Circe tocaron con su sangre apasionada mi pasada vida.
Erik Armusik vive actualmente en Hamburg, Pensilvania. Estudió
la licenciatura en pintura e historia del arte en la Universidad Estatal de Pensilvania.
Es un pintor y dibujante norteamericano especializado en arte figurativo
clásico. En su declaración de artista, expresa que intenta fundir sus experiencias
de vida con la historia del arte y proyectar “el poder dramático del tradicional
arte figurativo y la emoción humana”, según algunas idea de su biografía expuesta en el sitio de
Linkedin (https://www.linkedin.com/in/armusik/), las cuales fueron traducidas al castellano por el autor del presente escrito.
Armusik figura como un pintor de retratos realizados por encargo
de diversas instituciones culturales y religiosas. Varios de sus grandes trabajos recrean imaginativamente la parte del Infierno de La Divina Comedia
de Dante Alighieri, la cual es la fundadora del Canon Occidental en la literatura
universal, según opina Harold Bloom en The Western Canon. The Book of the Ages
(1994). El talentoso pintor traza en sus lienzos diferentes fosas de pecadores, de acuerdo al Cristianismo y la creatividad literaria del autor italiano.
En esa ilustre serie de cuadros sobre el Infierno dantesco,
aparecen escenas admirables llenas de simbolismo y alegoría con la presencia de
Dante y Virgilio caminando por la geografía del infierno, entre rocas y suelo. Ambos
contemplan a los pecadores sufrientes en distintos tormentos con sus cuerpos desnudos.
Generalmente, el espacio físico muestra elementos oscuros y tenebrosos en
contraste con la luminosidad, serenidad y sabiduría del poeta italiano medieval
y del poeta romano de la Antigüedad Clásica, maestro y fiel guía del vate florentino.
Los
gentiles lectores de mi Blog pueden admirar este retrato en la siguiente
conexión de Internet:
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