miércoles, 2 de enero de 2019

¨ZOOLOGIA DEL ALMA Y ALGUNAS BESTIAS¨ DE VANESSA SALAS: EL ARTE DEL VESTIDO Y LAS ESCULTURAS SUAVES


ZOOLOGÍA DEL ALMA Y ALGUNAS BESTIAS” DE VANESSA SALAS: EL ARTE DEL VESTIDO Y LAS ESCULTURAS SUAVES



ÓSCAR ROBLES




"INTRUSO" DE VANESSA SALAS








         La fauna y la flora aparecieron de pronto al bajar los escalones de la Sala Aarón Piña Mora de la ciudad de Chihuahua con su salvaje dinamismo y su gran colorido y sedujeron a los espectadores con su belleza y exuberancia. Eran veintiuna obras de arte de la sinaloense Vanessa Salas. Entonces, las plantas gigantes de un jardín poblaban los muros y las aves, insectos y moluscos flotaban por ahí como seres reales. En cambio, otras piezas resplandecían e impresionaban encerradas en vitrinas o sobre plataformas blancas.
Todas estas obras fueron tejidas con ricas telas de gran colorido y volúmenes vivaces. También se exhibió un conjunto de creativos vestidos utilizados en una obra teatral. En general, las figuras animales y vegetales eran de apariencia naturalista, varias de ellas rebasaban el tamaño natural y fueron clasificadas como “esculturas suaves”.  Todas ellas aparecían bajo el título general de “ZOOLOGÍA DEL ALMA Y OTRAS BESTIAS”.
Algunas piezas de esta presentación artística mostraban rasgos realistas, deformes o exagerados y otras proyectaban intenciones satíricas o burlescas en torno a seres humanos y animales. En general, estas criaturas brotaron de la fantasía creativa de Salas y constituían su personalísimo “bestiario realista y fantástico”. Especialmente, el exuberante conjunto floral creó una atmósfera de jardín mágico en el citado recinto artístico y los espectadores descendieron los escalones acompañados de estas plantas artificiales, atraídos todos por el mimetismo vegetal de las telas.
         Todas las obras se dividían en tres grupos generales: Vestuario teatral, jardín artificial y animales fantásticos. En las secciones uno, dos y tres del presente artículo, se examinan brevemente la mayoría de las veintiuna piezas artísticas de Salas.

1. VESTUARIO OBRA DE TEATRO “LA ESCUELA DE LOS BUFONES” DE MICHEL GHELDERODE: DIEZ VESTIDOS. 
Los vestidos eran exóticos y muy teatrales y proyectaban originalidad, formas novedosas y raras, elegancia, humor y un cierto horror. Formaban parte del vestuario de los bufones de las cortes reales y fueron usados por los actores de la representación de dicha obra teatral. A continuación se describe brevemente una parte de dichas prendas de vestir tejidas con propósitos artísticos:  
1.1 En esta prenda, las hojas grandes hechas de tela verde se incrustaban a la base principal y el conjunto lucía gran belleza y armonía con el color plata:





         1.2 Los colores vegetales y las hojas o escamas incrustadas adquirían aspecto rústico propio de la vestimenta de campesinos medievales y el atuendo entero parecía hecho de cortezas de tronco y emanaba cierta apariencia de textura:




         1.3 Este modelo enseñaba el color verde y un pantaloncillo corto con un diseño más sencillo:




         1.4 Este vestido de cuadros grises y rojos era muy llamativo por sus encendidos collares color grana y por el peculiar gorro que descansa sobre la plataforma. Este teatral gorro de fantasía luce cuernos largos de vacuno, era grotesco y convertían al personaje en humano y bestia a la vez:




         1.5 La capa con rectángulos blancos y negros de esta foto enfatizaba la originalidad, la simulación de tablero de ajedrez y de pisos de aposentos reales. Arriba, en el hombro izquierdo, la cabeza grotesca servía de adorno y emanaba horror con su horrenda boca abierta, su nariz gruesa, sus ojos oscuros y vacíos, su calva en color marrón y sus gestos perversos. En suma, este vestido remarcaba el irracionalismo y la fealdad extrema del humor bufonesco:







         1.6 El sobrio y elegante saco negro de esta foto era alterado ligeramente con las telas de otro color un tanto raídas, para dar la apariencia de un personaje harapiento y menesteroso:




         1.7 He aquí un original traje tejido como arte abstracto: Fondo blanco y rayas rojas verticales incrustadas como estolas clericales; era un traje de bufón grave, un tanto arzobispal y esas “púas” de tejido que salían como rayos hacían que este atuendo fuera en verdad muy raro:




         1.8 Este vestido verde vegetal brillante de esta foto luce como un vestido largo y elegante en primera instancia, vestido pulido y sobrio, pero se cubría de tejidos como ramas, vestido árbol para la bufona maestra tal vez:




2. “QUIEBRAPLATOS Y VISITANTES. Estas peculiares ramas y flores gigantes colgaban de los tubos y las paredes del recinto cultural, se enrollaban en las instalaciones, justo desde que los espectadores bajaban a la galería del sótano por los escalones. En conjunto, formaban un ambiente mágico lleno de belleza. Las flores de la espectacular planta del quiebra-platos lucían como instrumentos de viento de una orquesta azul y amarilla:















Por ahí, trepando los muros blancos o posados en plataformas blancas, se veían los animales enormes de este magnífico jardín artificial:
2.1 Un volante y frágil colibrí de pico largo, alillas rojizas y piel tejida como lentejuelas, se detenía en el aire con su dinamismo que imitaba al pájaro real. Esta ave proyectaba dimensiones más grandes a las del pájaro original y una belleza de artesanía. En especial, su vuelo transmitía “el magnetismo de los colibríes suspendidos en el aire”, según opinaba Ignacio Guerrero en su introducción a las piezas de Salas.




2.2 Una gigante mosca negra aguardaba con sus misteriosos ojos sin vida y su cuerpo tejido de hilos y volúmenes originales sobre una plataforma. Sus patillas rasposas, sus antenillas fibrosas y su cuerpo de joyeles misteriosos relucían como una belleza artesanal, un cuerpo cofre de variados tejidos, un animal horroroso magnificado con el arte de Salas. Parecía un animal de fantasía de filme de Guillermo del Toro, una “mímica” mágica de la naturaleza. El insecto gigantesco se translucía en animal mágico con la flora, pues una florecilla azul claro y una florecilla dorada aparecían tejidas a su cabeza. ¿Acaso podría volar de pronto sobre nosotros?:








2.3 En la pared blanca, avanzaban dos caracoles enormes con sus dos graciosas antenas. Uno mostraba su blanquinegra concha montada sobre la frágil carne de tela del animalillo en color marrón claro; otro llevaba su “dromedaria” carga rojiza y su piel que simulaba la carne viva: 








2.4 El milagro estético estallo en el recinto cultural: Una mariposa lujosamente negra y dorada, mariposa de oro exhibía la belleza de una naturaleza recreada con perfección y minucioso detalles por la artista Salas. Era una joya de metal simulado, un oro frágil que se distiende en las alillas del insecto mágico, alas “laminadas”




Todas estas aves, moluscos e insectos estaban fijados en los muros del museo o en plataformas. En estas figuras zoológicas construidas de manera realista, convivían el lujo y la belleza exótica, el colorido brillante y las formas y volúmenes armónicos: Pura “zoología del alma” de la artista. Todo este arte, este artificio de la imaginación creadora reflejaba la mimesis del jardín florido en este recinto artístico. En tanto, la decoración teatral se fundía con las esculturas suaves. Jardín gigante montado en la habitación, se proyectaba como la invención prodigiosa de la artista Salas.

3. SEIS MUÑECOS O ESCULTURAS ANIMALES DE FANTASÍA

3.1 “ICTIOSAURIOS MEXICANUS [Escultura suave]. Era una iguana verde de tamaño natural color turquesa y con múltiples escamas o floraciones en su cuerpo de ricos volúmenes y formas. Descansaba sobre una plataforma propia para las esculturas. La rodeaban flores negras, verdes y doradas, iguana jardín, iguana vegetación, iguana fantástica. Su cola era negra y colgaba de la pared. Sus ojos rojos se encendían con furia. Inflamaba el pecho y mostraba con orgullo su esfera de piel. En suma, su belleza verde relucía esplendorosa, lujo de reptil, complejo animal de piel de lagarto, esmeralda mimesis, piel de vegetal, fiesta de formas y volúmenes que son fauna, que son flora. En verdad, su figura artesanal y artística relumbraba como una de las mejores piezas escultóricas de toda la muestra.




3.2 “RATÓN QUE VUELA[Escultura suave y conchas]. Una pequeña y delgada mujer rubia colgaba extrañamente de sus pies atados al techo y su cabeza colgaba, lujosa y delicada, desplegando su dorada cabellera. Era fantasía pura de la “zoología del alma”. Su capa estaba teñida de colores violeta, negro y lujosa plata y convertía a la mujer en un ser de película de horror, de filme de vampiros y Drácula. Este ser extraño exhibía un rostro deforme y dos conchas blancas. Mujer ratonil, mujer vampiro, flotaba en el aire con su dinámica existencia de museo de cera. En suma, la artista Salas configuró con humor grotesco otra bestia fantástica y esbozó una leve crítica y caricatura de la mujer como ratón o vampiro.




3.3 “INTRUSO [Escultura suave]. La bestia extraña y fantástica estaba acuclillada como aguardando algo o a alguien y parecía tan real por su dinamismo, su presencia siniestra, su quietud en estado salvaje. No se le veía el “alma” a la “bestia magnífica”, pero era el alma de la artista vaciada con toda su creatividad y su perfección inquietante. Era misteriosa como extraterrestre. Sin embargo, exhibía un peculiar rostro de calavera animal y pelambre de lobo, pero lobo azul, ah, y su peluche en la cabeza era fantasmagórico. Su hocico largo de zorro o lobo y sus manos grandes completaban la fantasía animal de la artista Salas. Era una bestia fantástica, fantasía mítica moderna, belleza azul lujosa, calavera de muerte ósea, rastro de esqueletos dejados en el desierto o el llano. En especial, la bestia terrestre se hermanaba con el Monstruo de la Laguna Verde por esa floración sutil de escamas en sus brazos y piernas. De alguno modo, esta bestia evocaba “el primer escalofrío ante la mirada de un lobo”, según apuntaba Ignacio Guerrero en el cartel de presentación de la muestra. Pesadilla o nahual, la bestia se desprendía con su esplendor de monstruo de la creativa “zoología del alma” de la escultora Salas. Afortunadamente para todos los espectadores, estaba encerrada en una frágil vitrina de cristal, pero parecía dispuesta a atacar y tal vez hasta podía haberla roto de pronto. . .







3.4 “LA BECERRITA [Escultura suave]. Un bebé sentado sobre una plataforma blanca era la efigie de tela esta vez. Cabeza agachada ligeramente y brazos abiertos, su piel blanca estaba cubierta con manchas negras: Bebé vacuno, niño becerril. La original escultura sugería una cruel postura crítica y burlesca sobre los humanos y, en especial, sobre los propios infantes. También, podía verse con un fino humor estético como el símbolo del bebé hambriento, becerra ansiosa que buscaba a su ausente mamá vaca.




3.5 “PÁJARO BOBO [Escultura suave]. Y esa ave gorda nos mira con gracia infantil como en un filme de dibujos animados, posando para la foto, histriónica con sus alas extendidas, coqueta y pizpireta. Es la avestruz de tamaño natural forjada con el genio de la artista Salas. Muestra sus largas patas y cuello rosados, cartilaginoso pico amarillo, plumas negras y blancas como bailarina de danza Can Can. Sus delicadas y finas plumas parecían arbusto, vestido de danzarina de ballet. Su cuello se inclinaba ligeramente hacia atrás. Sin embargo, el juicio de la artista se vertió en el título de esta escultura: Era un  “pájaro bobo”. Finalmente, el arte del tejido en tela resaltaba la belleza floral en cuerpo, belleza de juguete o muñeco con formas, volúmenes y colores muy realistas. Para Guerrero, la pieza evocaba “el gesto nervioso” típico de la avestruz.




3.6 “LIBRE DE CIRCO[Escultura suave]. Este mamífero fantástico fundía extrañamente sus dimensiones de cuerpo realista y los colores brillantes de vestimenta de payaso en toda su piel. Sobre una plataforma, reposaba este sorprendente elefante, erguido en dos patas y con pechos femeninos. Su trompa y orejas estaban extendidas. Vestía un ligero sostén de argollas o grecas negras pintado en el femenino pecho. El rojo y el amarillo brillantes eran espléndidos en su cuerpo y lucían como bandera de España, con sus rayas gruesas verticales, todo lo cual rompía el naturalismo del paquidermo. Para Ignacio Guerrero, esta obra sugería “la vibración del suelo ante la cadencia de un elefante”. En particular, la humanización alteraba el realismo animal y lo convertía en una especie de fantasía de dibujo animado o película de Walt Disney. Gracioso animal, elefanta mágica celebraba de pie su “liberación” del circo.




         En suma, la fauna y la flora de Vanessa Salas celebraban el lujo de la piel animal y la intrincada belleza de selva trepada en los muros del museo. En particular, la fantasía de las bestias podía verse como su personalísimo “bestiario fantástico”. También, la artista celebraba la belleza de la tela, el tejido de paciencia artesanal y el diseño formado con sus hábiles manos de tejedora de arte.  Diseñadora y escultora a la vez, inventó vestuario, esculturas y escenografía teatral. Exaltaba con sus obras la imaginación creadora, exótica, colorida, fantástica.
Al mismo tiempo, la brillante muestra ZOOLOGÍA DEL ALMA Y OTRAS BESTIAS enalteció la visualidad, la vistosidad y el colorido de los humanos, animales y vegetales, ya sea como teatro o como escultura de adulto o como juguete o disfraz para niños. Con todas sus obras, Salas festejó el arte como belleza en sí misma y/o como forma de crítica social y humorística y cultivó la originalidad de los tejidos y telas.  De este modo, esta interesante exhibición de Vanessa Salas configuró la fantasía del alma de la artista, expuso el esplendor del arte escultórico muy original y enfrentó a los espectadores con los posibles miedos que surgen revueltos entre los instintos animales del ser humano.


II. EL ARTE TEATRAL, ZOOLÓGICO Y FLORAL DE VANESSA SALAS

         Con sus esculturas suaves y sus diseños de vestuario y escenografía, Vanessa Salas exhibió su creatividad y su visión de mundo. Particularmente, ella se sorprendió con la anatomía y los rasgos vitales de algunas especies y creó una “historia inmaterial y material con su propia fauna”, según expuso Ignacio Guerrero en el cartel de presentación del citado museo. En especial, sus piezas recorrieron “el expediente simbólico y objetivo de los afectos y objetos que han configurado su vida y su oficio artístico”, sostuvo este presentador de la interesante muestra artística. Así pues, su bestiario enseñó a los espectadores “las aristas entrañables de su visión creadora”. Para Guerrero, la artista Salas experimentó con materiales, volúmenes, soportes, gestos, movimientos y texturas en la muestra ZOOLOGÍA DEL ALMA Y OTRAS BESTIAS”. De este modo, las piezas de la sinaloense exploraron el carnaval y la fiesta hasta fundir y confundir bestias con seres humanos, señaló finalmente el presentador en el cartel colocado en la sala Aarón Piña Mora.
Vanessa Salas expuso veintiún piezas artísticas en la sala Aarón Piña Mora del Centro Cultural Universitario “Quinta Gameros”, entre el 20 de mayo y el 16 de junio de 2016. Eran fundamentalmente piezas de vestuario teatral, una escenografía con objetos florales y animales y esculturas de animales fantásticos.

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