“ZOOLOGÍA DEL ALMA Y ALGUNAS BESTIAS” DE VANESSA SALAS: EL ARTE DEL
VESTIDO Y LAS ESCULTURAS SUAVES
ÓSCAR ROBLES
La fauna y
la flora aparecieron de pronto al bajar los escalones de la Sala Aarón Piña
Mora de la ciudad de Chihuahua con su salvaje dinamismo y su gran colorido y
sedujeron a los espectadores con su belleza y exuberancia. Eran veintiuna obras
de arte de la sinaloense Vanessa Salas. Entonces, las plantas gigantes de un
jardín poblaban los muros y las aves, insectos y moluscos flotaban por ahí como
seres reales. En cambio, otras piezas resplandecían e impresionaban encerradas
en vitrinas o sobre plataformas blancas.
Todas estas obras fueron tejidas con ricas telas de gran
colorido y volúmenes vivaces. También se exhibió un conjunto de creativos vestidos
utilizados en una obra teatral. En general, las figuras animales y vegetales eran
de apariencia naturalista, varias de ellas rebasaban el tamaño natural y fueron
clasificadas como “esculturas suaves”. Todas ellas aparecían bajo el título general
de “ZOOLOGÍA DEL ALMA Y OTRAS BESTIAS”.
Algunas piezas de esta presentación artística mostraban
rasgos realistas, deformes o exagerados y otras proyectaban intenciones satíricas
o burlescas en torno a seres humanos y animales. En general, estas criaturas brotaron
de la fantasía creativa de Salas y constituían su personalísimo “bestiario realista
y fantástico”. Especialmente, el exuberante conjunto floral creó una atmósfera
de jardín mágico en el citado recinto artístico y los espectadores descendieron
los escalones acompañados de estas plantas artificiales, atraídos todos por el
mimetismo vegetal de las telas.
Todas las
obras se dividían en tres grupos generales: Vestuario teatral, jardín
artificial y animales fantásticos. En las secciones uno, dos y tres del
presente artículo, se examinan brevemente la mayoría de las veintiuna piezas
artísticas de Salas.
1. VESTUARIO OBRA DE TEATRO “LA ESCUELA DE LOS BUFONES” DE MICHEL GHELDERODE: DIEZ VESTIDOS.
Los vestidos eran exóticos y muy teatrales y proyectaban originalidad, formas novedosas y raras, elegancia, humor y un cierto horror. Formaban parte del vestuario de los bufones de las cortes reales y fueron usados por los actores de la representación de dicha obra teatral. A continuación se describe brevemente una parte de dichas prendas de vestir tejidas con propósitos artísticos:
Los vestidos eran exóticos y muy teatrales y proyectaban originalidad, formas novedosas y raras, elegancia, humor y un cierto horror. Formaban parte del vestuario de los bufones de las cortes reales y fueron usados por los actores de la representación de dicha obra teatral. A continuación se describe brevemente una parte de dichas prendas de vestir tejidas con propósitos artísticos:
1.1 En esta prenda, las hojas grandes hechas de tela verde
se incrustaban a la base principal y el conjunto lucía gran belleza y armonía
con el color plata:
1.2 Los
colores vegetales y las hojas o escamas incrustadas adquirían aspecto rústico
propio de la vestimenta de campesinos medievales y el atuendo entero parecía hecho
de cortezas de tronco y emanaba cierta apariencia de textura:
1.4 Este
vestido de cuadros grises y rojos era muy llamativo por sus encendidos collares
color grana y por el peculiar gorro que descansa sobre la plataforma. Este
teatral gorro de fantasía luce cuernos largos de vacuno, era grotesco y
convertían al personaje en humano y bestia a la vez:
1.5 La capa
con rectángulos blancos y negros de esta foto enfatizaba la originalidad, la
simulación de tablero de ajedrez y de pisos de aposentos reales. Arriba, en el
hombro izquierdo, la cabeza grotesca servía de adorno y emanaba horror con su horrenda
boca abierta, su nariz gruesa, sus ojos oscuros y vacíos, su calva en color
marrón y sus gestos perversos. En suma, este vestido remarcaba el
irracionalismo y la fealdad extrema del humor bufonesco:
1.6 El
sobrio y elegante saco negro de esta foto era alterado ligeramente con las
telas de otro color un tanto raídas, para dar la apariencia de un personaje
harapiento y menesteroso:
1.7 He aquí
un original traje tejido como arte abstracto: Fondo blanco y rayas rojas verticales
incrustadas como estolas clericales; era un traje de bufón grave, un tanto arzobispal y esas “púas” de tejido que
salían como rayos hacían que este atuendo fuera en verdad muy raro:
1.8 Este
vestido verde vegetal brillante de esta foto luce como un vestido largo y
elegante en primera instancia, vestido pulido y sobrio, pero se cubría de
tejidos como ramas, vestido árbol para la bufona
maestra tal vez:
2. “QUIEBRAPLATOS Y
VISITANTES”. Estas peculiares ramas y flores gigantes colgaban de los tubos
y las paredes del recinto cultural, se enrollaban en las instalaciones, justo desde
que los espectadores bajaban a la galería del sótano por los escalones. En
conjunto, formaban un ambiente mágico lleno de belleza. Las flores de la
espectacular planta del quiebra-platos lucían como instrumentos de viento de
una orquesta azul y amarilla:
Por ahí, trepando los muros blancos o posados en
plataformas blancas, se veían los animales enormes de este magnífico jardín
artificial:
2.1 Un volante y frágil colibrí de pico largo, alillas
rojizas y piel tejida como lentejuelas, se detenía en el aire con su dinamismo
que imitaba al pájaro real. Esta ave proyectaba dimensiones más grandes a las
del pájaro original y una belleza de artesanía. En especial, su vuelo
transmitía “el magnetismo de los colibríes suspendidos en el aire”, según opinaba
Ignacio Guerrero en su introducción a las piezas de Salas.
2.2 Una gigante mosca negra aguardaba con sus misteriosos
ojos sin vida y su cuerpo tejido de hilos y volúmenes originales sobre una
plataforma. Sus patillas rasposas, sus antenillas fibrosas y su cuerpo de
joyeles misteriosos relucían como una belleza artesanal, un cuerpo cofre de
variados tejidos, un animal horroroso magnificado con el arte de Salas. Parecía
un animal de fantasía de filme de Guillermo del Toro, una “mímica” mágica de la
naturaleza. El insecto gigantesco se translucía en animal mágico con la flora,
pues una florecilla azul claro y una florecilla dorada aparecían tejidas a su
cabeza. ¿Acaso podría volar de pronto sobre nosotros?:
2.3 En la pared blanca, avanzaban dos caracoles enormes con
sus dos graciosas antenas. Uno mostraba su blanquinegra concha montada sobre la
frágil carne de tela del animalillo en color marrón claro; otro llevaba su “dromedaria”
carga rojiza y su piel que simulaba la carne viva:
2.4 El milagro estético estallo en el recinto cultural: Una
mariposa lujosamente negra y dorada, mariposa de oro exhibía la belleza de una
naturaleza recreada con perfección y minucioso detalles por la artista Salas.
Era una joya de metal simulado, un oro frágil que se distiende en las alillas
del insecto mágico, alas “laminadas”
Todas estas aves, moluscos e insectos estaban fijados en los
muros del museo o en plataformas. En estas figuras zoológicas construidas de
manera realista, convivían el lujo y la belleza exótica, el colorido brillante
y las formas y volúmenes armónicos: Pura “zoología del alma” de la artista.
Todo este arte, este artificio de la imaginación creadora reflejaba la mimesis
del jardín florido en este recinto artístico. En tanto, la decoración teatral
se fundía con las esculturas suaves. Jardín gigante montado en la habitación,
se proyectaba como la invención prodigiosa de la artista Salas.
3. SEIS MUÑECOS O ESCULTURAS ANIMALES DE FANTASÍA
3.1 “ICTIOSAURIOS
MEXICANUS” [Escultura suave]. Era una iguana verde de tamaño natural color
turquesa y con múltiples escamas o floraciones en su cuerpo de ricos volúmenes
y formas. Descansaba sobre una plataforma propia para las esculturas. La rodeaban
flores negras, verdes y doradas, iguana jardín, iguana vegetación, iguana
fantástica. Su cola era negra y colgaba de la pared. Sus ojos rojos se
encendían con furia. Inflamaba el pecho y mostraba con orgullo su esfera de
piel. En suma, su belleza verde relucía esplendorosa, lujo de reptil, complejo
animal de piel de lagarto, esmeralda mimesis, piel de vegetal, fiesta de formas
y volúmenes que son fauna, que son flora. En verdad, su figura artesanal y
artística relumbraba como una de las mejores piezas escultóricas de toda la
muestra.
3.2 “RATÓN QUE
VUELA” [Escultura suave y conchas]. Una pequeña y delgada mujer rubia
colgaba extrañamente de sus pies atados al techo y su cabeza colgaba, lujosa y
delicada, desplegando su dorada cabellera. Era fantasía pura de la “zoología
del alma”. Su capa estaba teñida de colores violeta, negro y lujosa plata y convertía
a la mujer en un ser de película de horror, de filme de vampiros y Drácula. Este ser extraño exhibía un rostro
deforme y dos conchas blancas. Mujer ratonil, mujer vampiro, flotaba en el aire
con su dinámica existencia de museo de cera. En suma, la artista Salas
configuró con humor grotesco otra bestia fantástica y esbozó una leve crítica y
caricatura de la mujer como ratón o vampiro.
3.3 “INTRUSO” [Escultura
suave]. La bestia extraña y fantástica estaba acuclillada como aguardando algo
o a alguien y parecía tan real por su dinamismo, su presencia siniestra, su
quietud en estado salvaje. No se le veía el “alma” a la “bestia magnífica”,
pero era el alma de la artista vaciada con toda su creatividad y su perfección
inquietante. Era misteriosa como extraterrestre. Sin embargo, exhibía un
peculiar rostro de calavera animal y pelambre de lobo, pero lobo azul, ah, y su
peluche en la cabeza era fantasmagórico. Su hocico largo de zorro o lobo y sus manos
grandes completaban la fantasía animal de la artista Salas. Era una bestia
fantástica, fantasía mítica moderna, belleza azul lujosa, calavera de muerte
ósea, rastro de esqueletos dejados en el desierto o el llano. En especial, la
bestia terrestre se hermanaba con el Monstruo
de la Laguna Verde por esa floración sutil de escamas en sus brazos y
piernas. De alguno modo, esta bestia evocaba “el primer escalofrío ante la
mirada de un lobo”, según apuntaba Ignacio Guerrero en el cartel de
presentación de la muestra. Pesadilla o nahual, la bestia se desprendía con su
esplendor de monstruo de la creativa “zoología del alma” de la escultora Salas.
Afortunadamente para todos los espectadores, estaba encerrada en una frágil
vitrina de cristal, pero parecía dispuesta a atacar y tal vez hasta podía haberla
roto de pronto. . .
3.4 “LA BECERRITA”
[Escultura suave]. Un bebé sentado sobre una plataforma blanca era la efigie de
tela esta vez. Cabeza agachada ligeramente y brazos abiertos, su piel blanca
estaba cubierta con manchas negras: Bebé vacuno, niño becerril. La original
escultura sugería una cruel postura crítica y burlesca sobre los humanos y, en
especial, sobre los propios infantes. También, podía verse con un fino humor
estético como el símbolo del bebé hambriento, becerra ansiosa que buscaba a su ausente
mamá vaca.
3.5 “PÁJARO BOBO”
[Escultura suave]. Y esa ave gorda nos mira con gracia infantil como en un filme
de dibujos animados, posando para la foto, histriónica con sus alas extendidas,
coqueta y pizpireta. Es la avestruz de tamaño natural forjada con el genio de
la artista Salas. Muestra sus largas patas y cuello rosados, cartilaginoso pico
amarillo, plumas negras y blancas como bailarina de danza Can Can. Sus
delicadas y finas plumas parecían arbusto, vestido de danzarina de ballet. Su
cuello se inclinaba ligeramente hacia atrás. Sin embargo, el juicio de la
artista se vertió en el título de esta escultura: Era un “pájaro bobo”. Finalmente, el arte del tejido
en tela resaltaba la belleza floral en cuerpo, belleza de juguete o muñeco con
formas, volúmenes y colores muy realistas. Para Guerrero, la pieza evocaba “el
gesto nervioso” típico de la avestruz.
3.6 “LIBRE DE CIRCO”
[Escultura suave]. Este mamífero fantástico fundía extrañamente sus dimensiones
de cuerpo realista y los colores brillantes de vestimenta de payaso en toda su
piel. Sobre una plataforma, reposaba este sorprendente elefante, erguido en dos
patas y con pechos femeninos. Su trompa y orejas estaban extendidas. Vestía un
ligero sostén de argollas o grecas negras pintado en el femenino pecho. El rojo
y el amarillo brillantes eran espléndidos en su cuerpo y lucían como bandera de
España, con sus rayas gruesas verticales, todo lo cual rompía el naturalismo del
paquidermo. Para Ignacio Guerrero, esta obra sugería “la vibración del suelo
ante la cadencia de un elefante”. En particular, la humanización alteraba el
realismo animal y lo convertía en una especie de fantasía de dibujo animado o
película de Walt Disney. Gracioso animal, elefanta mágica celebraba de pie su “liberación”
del circo.
En suma, la
fauna y la flora de Vanessa Salas celebraban el lujo de la piel animal y la
intrincada belleza de selva trepada en los muros del museo. En particular, la
fantasía de las bestias podía verse como su personalísimo “bestiario
fantástico”. También, la artista celebraba la belleza de la tela, el tejido de
paciencia artesanal y el diseño formado con sus hábiles manos de tejedora de
arte. Diseñadora y escultora a la vez,
inventó vestuario, esculturas y escenografía teatral. Exaltaba con sus obras la
imaginación creadora, exótica, colorida, fantástica.
Al mismo tiempo, la brillante muestra “ZOOLOGÍA DEL ALMA Y OTRAS BESTIAS” enalteció
la visualidad, la vistosidad y el colorido de los humanos, animales y vegetales,
ya sea como teatro o como escultura de adulto o como juguete o disfraz para niños.
Con todas sus obras, Salas festejó el arte como belleza en sí misma y/o como
forma de crítica social y humorística y cultivó la originalidad de los tejidos
y telas. De este modo, esta interesante
exhibición de Vanessa Salas configuró la fantasía del alma de la artista,
expuso el esplendor del arte escultórico muy original y enfrentó a los
espectadores con los posibles miedos que surgen revueltos entre los instintos
animales del ser humano.
II. EL ARTE
TEATRAL, ZOOLÓGICO Y FLORAL DE VANESSA SALAS
Con sus
esculturas suaves y sus diseños de vestuario y escenografía, Vanessa Salas
exhibió su creatividad y su visión de mundo. Particularmente, ella se
sorprendió con la anatomía y los rasgos vitales de algunas especies y creó una
“historia inmaterial y material con su propia fauna”, según expuso Ignacio
Guerrero en el cartel de presentación del citado museo. En especial, sus piezas
recorrieron “el expediente simbólico y objetivo de los afectos y objetos que
han configurado su vida y su oficio artístico”, sostuvo este presentador de la
interesante muestra artística. Así pues, su bestiario enseñó a los espectadores
“las aristas entrañables de su visión creadora”. Para Guerrero, la artista
Salas experimentó con materiales, volúmenes, soportes, gestos, movimientos y
texturas en la muestra “ZOOLOGÍA DEL ALMA
Y OTRAS BESTIAS”. De este modo, las piezas de la sinaloense exploraron el
carnaval y la fiesta hasta fundir y confundir bestias con seres humanos, señaló
finalmente el presentador en el cartel colocado en la sala Aarón Piña Mora.
Vanessa Salas expuso veintiún piezas artísticas en la
sala Aarón Piña Mora del Centro Cultural Universitario “Quinta Gameros”, entre
el 20 de mayo y el 16 de junio de 2016. Eran fundamentalmente piezas de
vestuario teatral, una escenografía con objetos florales y animales y
esculturas de animales fantásticos.
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