TAXI DRIVER
DE MARTIN SCORSESE: EL TAXISTA Y LA PROSTITUCIÓN INFANTIL
ÓSCAR ROBLES
Con el paso de las décadas, Taxi Driver (Estados
Unidos, 1976) es una película plagada de frescura en su trama, sus personajes y
su espacio. Hace cuarenta y un años que fue filmada y el Instituto de Cine
Estadounidense la incluye en el número cincuenta y dos entre las cien mejores
películas de la historia del cine norteamericano.[1] En
este filme, Scorsese observa el mundo mercantilizado de los Estados Unidos con
los temas del trabajo nocturno de los taxistas, la prostitución infantil, la
política y el amor y crea un clásico de gran vigor narrativo, de una poderosa y
variada representación de la metropolitana sociedad neoyorquina de los setenta y
de profunda psicología en la figura del protagonista y héroe de la historia.
En la trama, Travis Bickle (Robert de Niro) fue un ex
marino combatiente en la guerra de Vietnam y en el presente trabaja como un
insomne conductor de taxis en la metrópoli de Nueva York. Un día, se encuentra
con Betsy (Cybill Shepherd) en una oficina y se enamora de ella como un anónimo
caballero andante de los carros de sitio o taxis nocturnales. Ella es una mujer
que trabaja en la campaña política del senador Charles Palantine. El taxista
padece insomnio, un tedio cotidiano y una pesada angustia existencial. El punto
más alto de esta crisis personal viene tal vez de su pasado militar y de la ajetreada
vida social tan sumergida en vicios y crímenes en la llamada Babel de Hierro.
Esta crisis del protagonista se observa en su vida
personal especialmente. Entonces, Travis se convierte en el centro de la trama
y el director lo retrata física y psicológicamente con tomas constantes en el
rostro, con sus diálogos parcos y a veces absurdos, con tomas panorámicas cuando
camina en la calle y, sobre todo, en la soledad de su estrecho apartamento.
Estas vivencias revelan sugestivamente a un hombre que está a punto de tronar o
reventar su tensión nerviosa. Por ejemplo, Travis se sumerge en monólogos muy
interiorizados, preso de su empleo nocturno, trasnochando cada día de su vida y
siendo maltratado por su vida solitaria de adulto y ex soldado del ejército
norteamericano. En especial, apoya al senador Palantine solamente porque está
profundamente enamorado de esta bella y coqueta mujer rubia, quien organiza las
manifestaciones públicas de dicho político de Nueva York.
Especialmente, el estado de soledad oprime a este
taxista. Bajo el gran histrionismo de Robert de Niro, Travis encarna a un
personaje intenso, peculiar y muy admirable
por su moral y su sentido de la ley. Una noche, su conciencia es profundamente
afectada cuando descubre que un hombre explota a una púbera y hermosa niña llamada
Iris (Jodie Foster). De esta manera, el solitario taxista descubre el comercio
del sexo y planea enfrentarse a un hombre sin escrúpulos. Entonces, Travis
manifiesta sus crisis del alma y los gestos y actos, todos ellos con gran
verosimilitud por de Niro. Hay algunas escenas y parlamentos memorables que se
convierten en punto de referencia sobre los habitantes de la vida en Nueva York
durante la década de los setenta. Además de estar enamorado de una mujer
adulta, decide convertirse en héroe. En particular, Travis es un ser afligido,
perdido en las estructuras sociales y urbanas y es atacado por la enfermedad
del siglo XX en las metrópolis: La tensión nerviosa o estrés en extremo,
causado en parte por su insomnio y por su pasado militar.
Con esta trama y personajes, el gran mérito artístico del
cineasta italoamericano Scorsese y de su guionista Paul Schrader se halla en la
perfecta dosificación de las situaciones cotidianas, con diálogos acertados y
un lenguaje visual muy poderoso, dentro del marasmo de la compleja realidad
social de Nueva York. Ambos seleccionan y visualizan los ejemplos más
dramáticos y estéticos en la vida de un taxista en la urbe de hierro.
En cuanto a las actuaciones, destacan el papel
de Robert de Niro y el de la entonces pequeña y talentosa actriz Jodie
Foster. El primero diseña a un personaje solitario, enamorado, extraño,
justiciero y con un gran sentido de protección sobre los desvalidos y
marginados de la metrópoli norteamericana. Desde esa década, de Niro es uno de
los mejores actores norteamericanos de la historia y ha participado en
múltiples filmes. Sobresale en filmes como The
Godfather, Part II / El Padrino, Segunda Parte (1974), The Deer Hunter / El
francotirador (1978) y The Raging
Bull / El Toro Salvaje (1980), entre otros. Por su parte, la
actriz adolescente encarna a una niña explotada, de vestimenta extravagante,
que ostenta ínfulas de mujer mayor. En suma, ella despunta en este filme como la
futura y gran actriz que proyectó su madurez histriónica en The Silence of the Lambs / El
silencio de inocentes (1991) del norteamericano Jonathan Demme cuando
enfrenta al temible criminal Hannibal Lecter (Anthony Hopkins).
Por otro
lado, la fotografía del norteamericano Michael Chapman es excelente por sus
tomas panorámicas de las calles de Nueva York, sus tomas dentro de espacios
cerrados y sus extremos acercamientos a los rostros y cuerpos de los personajes
principales. En especial, Chapman plantea muy bien los elementos visuales en
cada cuadro o escena. Por ejemplo, relucen los acercamientos a la cara del
taxista cuando conduce su auto o las escenas finales de la película cuando
Travis rescata a Iris. En esta secuencia, la cámara se despliega desde arriba
del techo y capta el drama final silencioso y sangriento dentro de la
habitación de un hotel.
En suma, Taxi
Driver es una película que conlleva gran trabajo, talento, dedicación, amor
al arte y pulimento de diálogos y escenas. Este filme representa la moderna
gesta de un mediocre, anónimo y solitario taxista. Se convierte en héroe y de
esta manera la película se distancia del protagonismo de los héroes clásicos
del cine norteamericano. Finalmente, Travis es serio y extravagante y rescata a
una menor de edad de las “garras” de la prostitución infantil. Fue clasificado
como un thriller psicológico o un
filme de crimen.
En su heroísmo, Travis desarrolla una serie de actos
excéntricos y absurdos. Por ejemplo, se rapa por completo el cabello como si
fuera un militar, se entrena con armas de fuego en su apartamento, juega con
las armas y proyecta miradas extrañas como de loco o maniático. Esencialmente,
manifiesta unos gestos de fino humor frente al espejo del baño de su
apartamento. En uno de sus memorables monólogos se pregunta a si mismo frente
al espejo, ensayando como actor la posible manera de enfrentarse al padrote que
explota a Iris: “Are you talkin’ to me?
/ ¿Estás hablando conmigo?” Viste su chaqueta militar. En este sentido, la
psicología de Travis es una psicología profunda de un habitante del Nueva York
contemporáneo, quien fue un marino en la histórica guerra de Vietnam.
Además, el
oficio de Travis da nombre al filme de Scorsese. Por ello, puede verse como una
típica película de personaje. Este taxista sufre a lo largo de la trama una evolución
psicológica y ética para ejecutar un acto heroico, mediante un acto violento
con armas de fuego, el cual es un acto justo y necesario al mismo tiempo. En
realidad, es un acto de justicia social para proteger a una menor de edad.
En el filme, Scorsese y Schrader montan un momento
decisivo a nivel mental en la personalidad extraña de Travis. Es una escena en
su apartamento de hombre solitario. En ella, Travis juguetea con el televisor.
Sus pies mueven el aparato que se encuentra sobre una pequeña mesa, como
queriendo tirarlo al suelo para que se quiebre y se dispersen los pedazos. Por
momentos, el empleado del taxi duda y se detiene en sus movimientos con los
pies y las piernas. Entonces, el televisor sigue suspendiéndose por este juego
extraño y angustiante en que el dueño parece estar pensando sobre sus planes en
torno a los destinos posibles de la niña y del cruel padrote que la controla.
Finalmente, Travis rompe los límites de su cordura y arroja el aparato al
suelo. A partir de este decisivo y dramático evento, las actitudes del
protagonista serán distintas. Entonces, planea su acto heroico de rescate de la
víctima de la prostitución infantil.
En suma,
el taxista Travis Bickle es el ejemplo de un hombre simple que busca y logra la
catarsis de su espíritu y de su conciencia moral, mediante un acto heroico y
justiciero. Para ello, lleva a cabo con eficacia una acción heroica a su manera
para liberar su angustia. Así, al final de la película, este sencillo hombre se
ha liberado de su pesada carga emocional y se reconcilia con la vida. Luego, vuelve
a su oficio de taxista y se reencuentra con Betsy, la mujer de sus sueños, de
quien se había enamorado al principio de la trama del filme. Entonces, ella
sube al taxi de Travis y ofrece una mirada coqueta y romántica desde la parte
trasera del auto y el conductor de taxis la observa complacido por el espejo
retrovisor. La historia sugiere un
posible romance futuro entre ambos personajes.
Esta
película de Scorsese ha sido calificada positivamente en diferentes sitios de
Internet. Primeramente, Rotten Tomatoes
le concede 99% de cien puntos
porcentuales posibles. En segundo lugar, IMDb.com le atribuye 8.3 estrellas de
diez posibles. Además, acumuló veintiún premios y quince nominaciones, según el
sitio IMDb.com. En especial, fue nominado a cuatro premios de la Academia de
Hollywood y ganó en 1976 el codiciado premio La Palma de Oro del Festival de Cannes [Francia] como Mejor
Película.
El guión fue escrito por Paul Schrader y la fotografía
corrió a cargo de Michael Chapman. En particular, Martin Scorsese ha dirigido cincuenta
y ocho películas de largometraje industrial. Entre ellas, sobresalen por su
poderosa trama y sus intensos personajes Raging
Bull / El Toro Salvaje (1980), After Hours (1985), The
Color of Money / El color del dinero (1986), The Last Temptation of Christ / La
última tentación de Cristo (1988), Goodfellas
/ Buenos muchachos (1990), Cape
Fear / Cabo de Miedo (1991), The
Age of Innocence / La Edad de la Inocencia (1993), Gangs of New York / Pandilla
de Nueva York (2002) y The Aviator
/ El aviador (2004), entre otras.
En conclusión, Taxi Driver es un clásico del cine norteamericano
y una de las mejores cien películas de dicha cinematografía nacional de los Estados
Unidos. En este thriller psicológico,
el director italo-estadounidense Martin Scorsese explora la vida cotidiana y la
psicología profunda de un taxista solitario y la oscuridad de la prostitución infantil
como crimen en la ciudad de Nueva York, durante la década de los setenta. Es un
filme para coleccionar. Curiosamente, un ciudadano común y ex combatiente de Vietnam
encarna el papel del héroe y no los agentes de la policía en esta historia de crimen
en una ciudad contemporánea.
[1] Martin Scorsese cuenta con otros dos grandes filmes en
esta lista clásica y canónica de los Estados Unidos del American Film Institute (AFI). Raging
Bull / El Toro Salvaje (1980) ocupa la posición número cuatro y Goodfellas / Buenos muchachos
(1990) aparece en el lugar noventa y dos.
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