CONCEPTO DE MANIERISMO
ÓSCAR ROBLES
En sentido estricto, el Manierismo es una forma de arte que se manifiesta en Italia en el siglo XVI, entre el Renacimiento y el Barroco. En general, se caracteriza por su falta de naturalidad y su extremada afectación formal en la expresión artística. El Manierismo también se refleja en las obras literarias.
El Manierismo tuvo impacto en otros países europeos y hasta en la misma Hispanoamérica. He aquí una sumaria caracterización teórica de esta corriente artística. Se pretende exponer brevemente los rasgos centrales del Manierismo, el tipo de artista y el público al que va dirigido este arte. Para este propósito, se usan los siguientes seis términos clásicos de origen lingüístico: Concepto, función, locutor, historia, discurso y destinatario.
1. CONCEPTO
Arnold Hauser[1] sostiene que no hay una definición unívoca y exhaustiva debido a la naturaleza dinámica y oscilante del Manierismo. Sin embargo, la siguiente es una definición aproximada: Expresión subjetiva y deformada del mundo presente, moderno y cristiano, sumido en contradicciones y crisis, mediante diferentes criterios de verdad y de realidad.
2. FUNCION
Al ser moderna y un acto de reflexión crítica, la obra artística manierista cumple una función social: Criticar la realidad con escepticismo. También, cumple una función individual y “existencial”: Evadir el mundo objetivo.
3. LOCUTOR
El locutor o artista es un creador autónomo y fluctuante, con subjetivismo acentuado. Este locutor está plenamente consciente de ser creador de la obra artística y de las contradicciones entre la verdad y la realidad.
En tanto ser humano, es un locutor enajenado, escéptico, intelectualista, acomodaticio, racionalista e irracionalista, indeciso y desarraigado de su mundo. Por este motivo, el artista o locutor se desdobla y fragmenta el discurso en diferentes perspectivas y puntos de vista.
4. HISTORIA
La historia o contenido representado en las obras de arte se basa en el cambiante mundo moderno. Así pues, las obras manieristas exponen un presente histórico, fragmentado en diferentes planos y dualismos, ubicado entre la realidad y la apariencia. En consecuencia, la historia muestra un mundo distorsionado por la realidad interior, expresionista, siempre entre tensiones y contradicciones. Finalmente, dicho mundo es racional e irracional, intelectual y anti-intelectual, ilustrado y místico, realista y espiritual, empirista y abstracto.
5. DISCURSO
El discurso o conjunto de formas artísticas o lingüísticas es exageradamente afectado. Al conjugarse con un mundo de contradicciones, la obra artística es un gran juego formal, un “aumento hasta lo absurdo del ornato, del estilo literario”, según Ernst Robert Curtius[2]. Por lo tanto, se produce una mezcla de géneros, de estilos, de ideas y de emociones. Sus elementos más significativos son la paradoja y la antítesis, la ironía y el humor, la imagen y la metáfora. Estos elementos enfatizan el ocultamiento, la doblez y el disfraz del discurso.
6. DESTINATARIO
El destinatario es un espectador o lector individual, privado, muy intelectualizado, un iniciado. Por todo ello, es capaz de desentrañar los “disfraces” del mensaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario