miércoles, 28 de mayo de 2014

ESCULTURAS DE SEBASTIAN EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA SIGLO XIX: GEOMETRISMO Y CULTURA PREHISPANICA

ESCULTURAS DE SEBASTIÁN EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA SIGLO XIXGEOMETRISMO Y CULTURA PREHISPÁNICA   

ÓSCAR ROBLES

     El artista chihuahuense Sebastián expone cerca de quince esculturas pequeñas y medianas, varias pinturas y algunos dibujos en el Museo Casa Chihuahua Siglo XIX o Museo Sebastián de la ciudad de Chihuahua. Estas obras forman parte de la colección permanente de dicho museo En general, son obras de perfecto y colorido geometrismo y algunas son una especie de columnas. Algunas destacadas esculturas muestran una influencia de la cultura indígena azteca (arquitectura, deidad o ritual funerario). Estas esculturas manifiestan el clásico geometrismo del artista de Camargo, Chihuahua, pero este geometrismo no es plenamente racional y abstracto, sino que estas obras se abren a representar formas figurativas, ya sea formas humanas, animales, vegetales y objetuales. Este sugerente figurativismo, dentro de un cuerpo geométrico, es una forma de dialogar con la cultura de México, el México prehispánico especialmente. La mayor parte de las esculturas han sido forjadas en hierro y cubiertas con esmalte acrílico.
     En especial, se exhibe en dicho museo chihuahuense una versión en miniatura en color blanco de La Puerta de Chihuahua. Como se sabe, la versión monumental esta puerta está situada al sur de la capital del Estado más grande de México. He aquí una breve descripción de cinco esculturas de gran factura artística.
1. PUERTA ROJA. Son tres puertas de diferente tamaño unidas en la misma pieza  y ordenadas de la más grande a la más pequeña de derecha a izquierda, es decir en forma horizontal. Es su mejor pieza: Un símbolo, un sueño arquetípico, un paradigma rojo de una puerta universal, quizá una puerta mítica, una entrada a un laberinto o a otra realidad, física u onírica.





"PUERTA ROJA" ACARICIADA POR LA LUZ DEL SOL



"PUERTA ROJA" CON MENOS LUZ EXTERNA

2. TZOMPANTLI. Es una especie de caja en color blanco. El “tzompantli” es un “zócalo de piedra, generalmente adornado con calaveras, que levantaban en el México prehispánico los toltecas y los aztecas” (“Tzompantli”). A diferencia de los redondeados cráneos humanos del zócalo prehispánico, esta escultura de Sebastián tiene cajas geométricas con agujeros o cavidades geométricas. Son una visión personal, contemporánea y racional de los famosos tzompantlis de los indígenas prehispánicos. La forma general es una simulación de las calaveras aglutinadas como trofeos de las víctimas de las guerras y como un ritual funerario: Caja cadavérica y metálica, perfecta geometría de la muerte blanca y ósea de los humanos.


"TZOMPANTLI" DE SEBASTIAN, GEOMETRIA Y RITUAL FUNERARIO PREHISPANICO

3. COLUMNA AZTECA. Es una columna en intenso color rojo. Luce como una pieza con cajitas a manera de grecas, homenaje geométrico a la antigua arquitectura náhuatl, forjado bajo el estilo personal del artista mexicano: Como un cactus poderosamente rojo, sólido poste del mundo. En particular, esta escultura, su forma erguida, recuerda aquella portentosa exposición con esculturas de cactus geométricos que se llevó a cabo en la década de los ochenta en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México.




"COLUMNA AZTECA" DE SEBASTIAN, GEOMETRISMO Y CULTURA NAHUATL

4. CARTESIANA. En refinado verde turquesa, es una base de columna con un solo pie grande y extendido. A medida que va hacia arriba, la columna se estrecha y culmina con una especie de “trenza” geométrica en la parte superior: Intuición lujosa de la forma y la geometría cartesiana, una especie de planta de cacto con hermosa cabellera verde, es la escultura más universal de la exposición.





"CARTESIANA" DE SEBASTIAN

5. DIOS JAGUAR. Es una versión geométrica en color verde pino de la famosa deidad azteca con la forma del felino. El felino dios parece estar en posición rígida, con los músculos tensos y concentradamente metálicos.




"DIOS JAGUAR, MASCARON" DE SEBASTIAN, GEOMETRISMO Y CULTURA PREHISPANICA

Enrique Carbajal González Santiván, alias Sebastián (1947—), es uno de los grandes escultores mexicanos e hispanoamericanos del siglo XX. Sus esculturas monumentales en acero o concreto se encuentran en Estados Unidos (San Antonio y Dallas, Texas), en Oriente (Osaka, Japón) y en México principalmente. Entre las esculturas ubicadas en México, se encuentran La Puerta de Chihuahua y El Árbol de la Vida (Chihuahua, Chihuahua), La Puerta del Sol (Monterrey, Nuevo León), La Puerta de Torreón (Torreón, Coahuila), Cabeza de caballo (Ciudad de México), El Coyote hambriento (ciudad Nezahualcóyotl) y otras más.
Sebastián estudió en las Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y desde 1968 ha realizado más de ciento veinte exposiciones individuales en  América [Brasil, Canadá, Colombia, Estados Unidos, México, Venezuela], Asia [Japón], Europa [Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Noruega, Portugal, Suecia] (“Enrique”).


ENRIQUE CARBAJAL SEBASTIAN, ESCULTOR CHIHUAHUENSE

El museo Casa Chihuahua Siglo XIX o Museo de Sebastián se encuentra ubicado en la hermosa casa con tallados de cantera que perteneció al famoso empresario chihuahuense Juan Terrazas. Este empresario era hermano del destacado hacendado, militar y político Luis Terrazas. La dirección de este museo es Calle Sexta 601, esquina con Avenida Juárez, zona centro, muy cerca de la popular Plaza Merino. El museo cuenta con dos salas donde se exhiben al público muestras del arte regional, nacional e internacional, de manera periódica. En general, han expuesto en esas salas tanto artistas profesionales como estudiantes de arte de las escuelas de la ciudad de Chihuahua.


"OLA" DE SEBASTIAN



"VESTIDO" DE SEBASTIAN



GALLINA, OTRA OBRA DE SEBASTIAN



"JET "  DE SEBASTIAN




"S Z" DE SEBASTIAN




"CRUZ MORADA", GEOMETRISMO Y RELIGIOSIDAD


Obras citadas
“Enrique Carbajal.” Wikipedia. La enciclopedia libre. 28 mayo 2014. A Wikimedia Project. 24
abril 2014.  <http:/es.wikipedia.org./wiki/Enrique_Carbajal>.
“Tzompantli.” Pequeño Larousse ilustrado. 1991.

lunes, 26 de mayo de 2014

HISTORIA, CULTURA Y ARTE EN LOS CODICES PREHISPANICOS EN "ANTROPOLOGICAS"

HISTORIA, CULTURA Y ARTE EN LOS CÓDICES PREHISPÁNICOS
EN ANTROPOLÓGICAS

ÓSCAR ROBLES

         “Códice” es en general “un manuscrito antiguo” (“Códice”). Existen códices en diversas culturas de Occidente y de Oriente principalmente. Por ejemplo, un códice muy famoso es europeo y es el de una obra literaria: El Poema del Mío Cid (siglo XIII). En México, también hay códices de orden histórico. En general, los “códices mexicanos” son “manuscritos jeroglíficos pintados por artistas mayas o aztecas sobre papel de fibra de maguey o piel de venado” y estos documentos “constituyen una fuente histórica” sobre “la vida, costumbres y religión de los indígenas” (“Códices mexicanos”).
Las culturas indígenas prehispánicas cuentan con diversos códices. Hay códices originalmente prehispánicos —más de diez— y códices propiamente coloniales —alrededor de quinientos—, y todos se refieren a los pueblos indígenas originarios de las regiones que ahora constituyen el país de México. El historiador mexicano Miguel León Portilla dice que la escritura de los códices de los aztecas puede considerarse como una “protoescritura” y la de los códices mayas es una escritura más acabada y sofisticada, según el gran programa Antropológicas (ONCE TV MÉXICO, mayo 7, 2014, 8-9 p.m., tiempo del Centro de México). En general, todos estos códices indígenas cuentan la historia de prominentes pueblos indígenas propios de México, expresan la cultura de los mismos y representan una forma artesanal y artística de representar personajes, hechos y espacios de una cultura aborigen.
         Portilla señala que hay códices originales en los Estados Unidos (v. gr. Tulane) y en Europa (v. gr. El Vaticano, Francia, España e Inglaterra). En especial, el Códice Florentino  contiene la gran sabiduría de los aztecas, de acuerdo a la información vertida por el historiador Salvador Reyes en dicho programa del Canal Once del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Además del Florentino, existen otros códices coloniales como el Mendocino del siglo XVI (por el virrey Antonio de Mendoza) y el Boturini.
         En algunos códices se usa el nopal genealógico, una forma muy propia de América, para representar a las familias de gran linaje o gobernantes como los señores de Tlatelolco, por ejemplo, según Antropológicas. Los códices eran escritos por los “tlacuilos”, quienes eran una especie de escribientes anónimos de origen náhuatl. Los “tlacuilos” usaban pictogramas de trazos refinados y con gran colorido. En general, los “tlacuilos” venían de Azcapotzalco o de Tlatelolco, de la zona que hoy es el Estado de México y el Distrito Federal, según el programa auspiciado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. En general, los “tlacuilos” eran grandes recreadores de la historia de los grandes pueblos indígenas de México, una mezcla de escribientes, notarios y artistas.
         En general, los códices prehispánicos y coloniales son en realidad libros antiguos, escritos en pergaminos, sobre la cultura y la historia de los pueblos indígenas. Funcionan como verdaderos recipientes de la sabiduría indígena prehispánica. Por este motivo, Portilla, sostiene que los antiguos mexicanos ya escribían libros primitivos para mantener sus tradiciones y costumbres.
         Por otro lado, los mejores y más bellos códices provienen de la región Mixteca alta (estado de Oaxaca), ya que usaban buenos colores y tintas, según Antropológicas. También, estos códices son manuscritos pictográficos. Los pictogramas son obras de arte por su fino dibujo y por sus intensos colores. En algunos códices mixtecos, se narra la historia del imperio del rey Ocho Venado, el cual abarcaba varias regiones y tenía como centro político el pueblo de Tilantongo.
         La Revista de Arqueología Mexicana ha publicado seis códices indígenas mexicanos con fotos digitalizadas, informa Portilla. Otros códices importantes son El Codex Vaticanus, el Telleriano Remensis y el Mendocinus, los cuales se encuentran depositados en el Vaticano, en París y en Oxford, Inglaterra (“Códices mexicanos”). En tanto, los códices mayas son solamente tres: el Dresdense, el Peresiano y el Tro-Cortesiano, los cuales son resguardados respectivamente en Dresde, Alemania; París, Francia; y Madrid, España (“Códices mexicanos”).
    En resumen, esta emisión de Antropológicas detalla la importancia de los códices prehispánicos y colonial y el trascendente papel de los anónimos escribientes los “tlacuilos”. Estos códices son fuentes históricas importantes para el mundo occidental, una fuente de identidad cultural y nacional para los mexicanos y son documentos de gran belleza.

Obras citadas
“Códice.” Pequeño Larousse ilustrado. 1991.
“Códices mexicanos.” Pequeño Larousse ilustrado. 1991.

domingo, 25 de mayo de 2014

NOPALES EN SAN LORENZO MILPA ALTA EN "LA RUTA DEL SABOR" DE "ONCE TV MEXICO": ALIMENTO SANO Y NUTRITIVO

NOPALES EN SAN LORENZO MILPA ALTA EN LA RUTA DEL SABOR DE ONCE TV MÉXICO: ALIMENTO SANO Y NUTRITIVO

ÓSCAR ROBLES

         Los nopales son un cultivo histórico en la rural Delegación Milpa Alta del Distrito Federal y su preparación en platillos sanos, nutritivos y sabrosos viene desde la Época Prehispánica hasta la Época Contemporánea. Los nopales sirven para combatir el colesterol y para prevenir males cardiacos, para controlar y prevenir la diabetes, para favorecer la buena digestión y es un extraordinario laxante, según explica el excelente conductor Miguel Conde en el programa La Ruta del Sabor (ONCE TV MÉXICO, mayo 5, 2014, 12:30-1:00 p.m., Tiempo del Centro de México).
         Los nopales son una planta cactácea muy sabrosa y con ella se pueden cocinar diversos platillos: Tamales, sopas, quesadillas, guisos, tacos y otros alimentos. También, se hacen jabones, champús, aceites y cremas con los nopales, ya que representan una poderosa fuente de salud para la piel y para el cabello.
     El reportero Conde inicia su programa en medio de un verdadero “mar” de nopales, dentro de un enorme sembradío de Milpa Alta. Luego entrevista a la amable Doña Lilia, quien es una hacendosa cocinera de Milpa Alta, experta en cocinar nopales en diferentes platillos. Ella vive una casa sencilla y muy casera, ubicada en dicha delegación.
         Frente a las cámaras del Canal Once, Doña Lilia prepara un platillo prehispánico, de origen puramente indígena: Nopalitos con hongos, elotes y epazote, dentro de cazuelas rústicas de factura mexicana y con fuego hecho con leña de árbol. Doña Lilia usa tortillas de maíz azul, salsa de chile piquín, nopales, epazote, elotes, cebolla, tomate y otros ingredientes naturales y utiliza algunas ollas y una jarra de barro; un “molcajete”, el cual es una palabra náhuatl que significa “escudilla” y es “un mortero de piedra o barro” que sirve para moler chile y otros alimentos naturales (“Molcajete”. Pequeño Larousse ilustrado. 1991.); y un “tejolote”, el cual es precisamente la “mano del mortero”. También, ella hace agua de nopal con limón y azúcar para acompañar el plato principal. Algunos postres clásicos hechos con esta fabulosa planta cactácea son el nopal cristalizado y la mermelada de nopal, expone Conde.
         La Delegación Milpa Alta es conocida popularmente como “La provincia” del Distrito Federal. Es la más campesina por su religiosidad, por la práctica habitual del idioma náhuatl, por su carácter rural, declara el profesional y gentil reportero cultural de La Ruta del Sabor. Sus casas y sembríos le dan un aspecto rústico y muy tradicional, según captan las cámaras del Canal Once del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Es famosa por su gran cultivo del nopal desde la Época Prehispánica.
         El nopal es cultivado en otras regiones de México, tales como los estados de San Luis Potosí y Zacatecas, entre otros. El nopal aparece en la cultura de los aztecas como un poderoso símbolo cultural, ya que el relato del águila devorando la serpiente propio de su historia aparece justamente arriba de un nopal. En general, el nopal es un plato vegetariano muy barato. En especial, el caldo de nopales es muy nutritivo y muy sano y no cuesta mucho dinero.
         La gentil Doña Lilia termina el proceso de preparar el platillo con nopales y el agua fresca. Miguel Conde prueba con gusto la comida y declara que esta comida es digna de un rey chichimeca, justo al final de La Ruta del Sabor.
         Desde hace más de una década, La Ruta del Sabor es un excelente programa sobre cultura, cocina y geografía de México. Es un programa estrella, uno de los diez mejores que transmite el Canal Once, la gran televisión pública y cultural de México e Hispanoamérica.

EL MEXICANO JUAN RULFO: NOMINADO AL PREMIO NOBEL EN 1984

EL MEXICANO JUAN RULFO: NOMINADO AL PREMIO NOBEL EN 1984

ÓSCAR ROBLES

         El escritor mexicano Juan Rulfo (1917-1986) fue candidato oficial al Premio Nobel de Literatura en 1984 por petición del Centro Mexicano de Escritores, según consta en una carta oficial de dicho centro, revela el programa Confabulario (TV UNAM, mayo 18, 2014, 11:30 a.m.-12:00 p.m., Tiempo del Centro de México). Rulfo es autor de un clásico de la literatura mexicana y de la literatura universal, la novela Pedro Páramo (1955), y del brillante libro de cuentos El llano de llamas (1953), entre otras obras.
         Es interesante ver esta información oficial sobre Rulfo en un brillante y oportuno reportaje de la televisión universitaria. Rulfo, Carlos Fuentes y Octavio Paz fueron los tres grandes candidatos al Nobel durante varias décadas del siglo XX. Sólo Paz ganó el Nobel en 1990.
Ahora, se espera que el poeta Eduardo Lizalde y los novelistas Elena Poniatowska, Fernando del Paso y Sergio Pitol puedan ganar ese galardón tan importante en el mundo de las letras universales. Poniatowska y Pitol ya obtuvieron el Premio Miguel de Cervantes, el cual es la antesala al Nobel en varios casos.

YURI POETA DE LA COCINA EN "ONCE TV MEXICO": CLEMOLE DE CARNERO Y ATOLE DE COCO

YURI POETA DE LA COCINA EN ONCE TV MÉXICO:
CLEMOLE DE CARNERO Y ATOLE DE COCO

ÓSCAR ROBLES

       Vean el brillo de la salsa y sientan los aromas, dice el talentoso cocinero mexicano Yuri de Gortari mientras prepara el tradicional y delicioso clemole de carnero (salsa con chiles, hierbas aromáticas y otros ingredientes y la carne de carnero) en una hermosa olla de barro, en medio de su cocina tan mexicana, tan verdaderamente nacional y nacionalista.
         Yuri es el poeta de la cocina, “El mexicano de la cocina”, el cocinero de lo auténticamente mexicano, en el programa de recetas caseras Tu cocina (ONCE TV MÉXICO, mayo 5, 2014, 12:30-1:00 p.m., Tiempo del Centro de México).
Don Yuri es el Señor de la Cocina.
      Este lunes tan mexicano, de fiesta mexicana por el Cinco de Mayo y el aniversario de la Batalla de Puebla, cocina atole de coco, que cuela con un trozo de tela de algodón y luego vacía el blanquecino contenido líquido en un típico recipiente de cristal, boludo como un barril típico de las aguas frescas mexicanas, además del sabroso y aromático y reluciente clemole de carnero.
       Yuri cocina con amor, con sensualidad, con parsimonia, con tacto fino y gran sensibilidad y viste su traje de charro negro propio del campo mexicano y su camisa blanca del ranchero.
      Yuri es un poeta de la cocina, un promotor acendrado del nacionalismo mexicano a través de comidas y relatos literarios: Es un gran mexicano, auténtico: Un mexicanísimo hombre que cocina con sapiencia, paciencia y hondo amor mexicano.
         Es una verdadera alma de Dios, un gran cocinero que hace comidas rutilantes y exquisitas. Y en este Cinco de Mayo, uno puede disfrutar su clemole de carnero y su atole de coco con el delicioso sabor de la vista, con el paladar del oído, con las metáforas de los sentidos, las sinestesias de la imaginación que degustan el placer de los platillos mexicanos preparados por Yuri.
Gracias, don Yuri, por sus comidas y por su nacionalismo persistente y grande.

viernes, 23 de mayo de 2014

LOS AZTECAS EN "ANTROPOLOGICAS": TIEMPO, MONOLITOS Y "FLOR Y CANTO"

LOS AZTECAS EN ANTROPOLÓGICASTIEMPO, MONOLITOS Y FLOR Y CANTO

ÓSCAR ROBLES

         El concepto de tiempo de los aztecas basado en los soles, seis monolitos mexicas fundamentales y el hermosísimo y profundo concepto filosófico de Flor y canto, fueron algunos de los temas esenciales discutidos por los expertos de Antropológicas (ONCE TV MÉXICO, mayo 1, 2014, 8:00-9:00 p.m., Tiempo del Centro de México).
       Primeramente, el tiempo se basa en los soles entre los antiguos mexicas y en la idea de que hay cuatro postes en el mundo, uno por cada dirección (norte, sur, este, oeste). Los postes se regían por el sol, según los aztecas. En especial, los aztecas vivían en el periodo de tiempo del llamado “Quinto Sol”, según su mitología, comentan los expertos de dicho programa del Canal Once del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
       En segundo lugar, los antropólogos mexicanos Eduardo Matos y Leobardo López analizaron minuciosamente seis monolitos claves de los aztecas, para descifrar la información mítica que contienen, en su destacado libro Esculturas Monumentales de los Mexicas. Algunos de estos monolitos esenciales son la famosa Piedra del Sol; el de la diosa Coyolxauhqui, la diosa de la luna e hija de Coatlicue; el del dios Huitzilopochtli y otros más.
      Finalmente, Flor y canto significa la belleza, la verdad y otras ideas filosóficas más en la cultura mexica, según expone el conocido y famoso historiador mexicano Miguel León Portilla en su libro sobre la filosofía de los aztecas, según el brillante programa del canal del IPN. Portilla sostiene que la filosofía mexica es más poética, como la filosofía del griego Platón, del danés Sören Kierkegaard y del francés Henri Bergson, y no se caracteriza tanto por los aspectos racionales como el pensamiento del francés René Descartes o de los alemanes Friedrich Hegel y Emmanuel Kant. Asimismo, Portilla narra con repulida memoria un diálogo clave en nahua, con su traducción al español, entre diversos personajes indígenas que se turnan para definir de diversas maneras el original concepto de Flor y canto: Además de belleza y verdad, es la esencia de la vida, la creación y la cosa más importante de la vida. En particular, esta fundamental idea filosófica de los mexicas forma parte importante en algunos poemas del poeta y rey  de Texcoco Nezahualcóyotl, escritos originalmente en idioma náhuatl. Esta idea funciona localmente en algunos poemas como metáforas y símbolos.
     Antropológicas de ONCE TV MÉXICO es un programa estrella, un programa clave en todos los medios de comunicación masiva de México, un programa que todos los mexicanos necesitan ver para entender mejor su cultura y sentir orgullo de su identidad nacional. Este programa difunde aspectos etnográficos y antropológicos de México y, desde luego, la historia de dicho país durante las Épocas Prehispánica, Colonial, Moderna y Contemporánea. Por ejemplo, se han explorado y discutido las aportaciones culturales de los Mayas, los Olmecas, los misioneros españoles, el llamado Renacimiento Mexicano surgido en la etapa posrevolucionaria y otros tópicos trascendentes. Es una verdadera delicia aprender tantos conceptos y datos con los historiadores y antropólogos que participan en dicho programa cultural y en la comodidad de tu propio hogar.

martes, 20 de mayo de 2014

EMMANUEL CARBALLO EN "HISTORIAS DE VIDA" DE "ONCE TV MEXICO": EL CRITICO LITERARIO DURO Y BIEN FUNDAMENTADO

EMMANUEL CARBALLO EN HISTORIAS DE VIDA DE ONCE TV MÉXICOEL CRÍTICO LITERARIO DURO Y BIEN FUNDAMENTADO

ÓSCAR ROBLES

         El mexicano Emmanuel Carballo es uno de los críticos de la literatura mexicana más destacados en el siglo XX. Es un crítico fundamental para México, especialmente entre 1950 y 1970. Encarna la figura del crítico agudo, bien fundamentado, original, polémico, pero a veces un tanto acerbo: Es, en suma, un crítico duro, pero sustancioso. Éstos son los atributos principales de Carballo, según Historias de vida (ONCE TV MÉXICO, abril 30, 7:30-8:00 p.m., Tiempo del Centro de México).
         En especial, Carballo destaca con su libro Protagonistas de la literatura mexicana (1965, 1986), libro original y seminal que combina crítica literaria y entrevista con los escritores mexicanos claves del siglo XX hasta la fecha de aparición de dicho libro. Algunos de estos escritores incluidos en dicho libro son José Vasconcelos (1881-1959), Martín Luis Guzmán (1887-1976), Nellie Campobello (1900-1986), Juan José Arreola (1918-2001), Juan Rulfo (1917-1986), Elena Garro  ( 1920-1998) y Rosario Castellanos (1925-1974).
         Además, Carballo fundó la editorial Diógenes con sus propios fondos económicos y publicó obras importantes en dicha editorial, tales como la novela El mundo alucinante (1969) del cubano Reinaldo Arenas (1943-1990), algunas novelas del uruguayo Mario Benedetti (1920-2009), obras del mexicano Carlos Monsiváis (1938-2010), de acuerdo al brillante programa biográfico del Canal Once del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Estos escritores son ahora figuras señeras de la literatura hispanoamericana contemporánea.  
         En sus inicios, Carballo fue orientado literariamente por los mexicanos José Vasconcelos y Alfonso Reyes (1889-1959), miembros del famoso Ateneo de la Juventud, y por el poeta mexicano Alí Chumacero (1918-2010). Carballo era un duro crítico literario, pero siempre fundamentaba muy bien sus escritos con argumentos concretos y sólidos, según declara el escritor mexicano Marco Antonio Campos (1949—) en dicho programa televisivo.
         Carballo estuvo obsesionado desde sus inicios como critico literario por la obra narrativa y la figura del escritor británico D. H. Lawrence (1885-1930) por los temas cimeros del amor y del sexo y por la búsqueda constante de tener experiencias con mujeres bellas y jóvenes en la vida. En una de sus presentaciones públicas, Carballo conoció precisamente a la escritora mexicana Beatriz Espejo (1939—), con la cual entabló una larga y creativa amistad literaria. Carballo recibió importantes premios literarios. Entre ellos, se cuenta el prestigioso Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Lingüística y Literatura en 2006.
         Historias de vida es uno de los programas estelares de ONCE TV MÉXICO. En general, son reportajes biográficos sobre importantes figuras de la cultura mexicana contemporánea, especialmente de las artes plásticas, de la literatura y del cine. Su estructura se basa en sumarios biográficos con narradores que usan voces en “off” y con sustanciales entrevistas con personalidades que conocieron la obra y la vida de dichas figuras mexicanas. Por ejemplo, en Historias de vida se han abordado las biografías del poeta Jaime Sabines (1926-1998), del pintor José Luis Cuevas (1934—) y de la actriz Yolanda Montes, alias Tongolele (1932—), entre otros más.
         Con Historias de vida, el Canal Once demuestra que hay que difundir y exaltar ante todo a las grandes figuras y a los grandes productos de la cultura mexicana frente a los nocivos y perniciosos subproductos culturales y a las bárbaras y perniciosas “anticulturas” que se han generado en la sociedad mexicana en los últimos quince años especialmente.
Sin duda, ONCE TV MÉXICO es televisión pública y televisión cultural de primer mundo, dentro del esquema de una nación en vías de desarrollo, la cual enfrenta serios problemas propios del tercer mundo. El Canal Once es el canal estrella de toda la televisión mexicana y es el mejor canal de la televisión pública en todo Latinoamérica, según declaró la periodista mexicana Adriana Cañedo en una emisión de dicho canal del IPN para celebrar el quincuagésimo quinto aniversario de la fundación de dicho canal de televisión.
         Hay que ver mejor televisión, hay que ver el Canal Once, para neutralizar los abundantes mensajes de la televisión privada, basados principalmente en la promoción constante del excesivo entretenimiento y del extremo consumismo. 

domingo, 18 de mayo de 2014

FOTOS Y VIDEO DE LOS CORAS DEL ALTO NAYAR EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA: LA SINCRETICA TRADICION CATOLICA DE SEMANA SANTA

FOTOS Y VIDEO DE LOS CORAS DEL ALTO NAYAR EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA: LA  SINCRÉTICA TRADICIÓN CATÓLICA DE SEMANA SANTA

ÓSCAR ROBLES

         Coras del Nayar. Imágenes de una herencia ancestral del arqueólogo Raúl Barrera se compone de veintiocho fotos y un video exhibidos en el Museo Casa Chihuahua de la ciudad de Chihuahua. Fotos y video muestran escenas de las festividades religiosas de los indios coras, vestidos con sus coloridos vestidos regionales de algodón justo cuando celebran la Semana Santa según el rito católico. Junto a las fotos, aparecen algunos tableros con abundante y precisa información cultural, etnográfica, geográfica e histórica. Esta trascendente e histórica celebración religiosa ocurre precisamente en la región de la Cora Alta del estado de Nayarit. Esta exposición es un importante referente indígena mexicano para los chihuahuenses, pues dentro del estado de Chihuahua existe también la famosa celebración de Semana Santa de los tarahumaras o rarámuris, la cual ha tenido trascendencia nacional e internacional desde el siglo XX hasta la fecha.
         En estos documentos visuales, hay escenas de fiesta, de descanso, de comida y de contemplación. Los hombres aparecen con pinturas en los torsos, brazos, piernas y rostros, pues son los protagonistas de la celebración, y las mujeres presencian los actos, vestidas con sus trajes típicos. En las procesiones participan personajes identificados con las pinturas en el cuerpo y con vestimentas especiales.
       En el video, el público puede observar el interesante sincretismo religioso que funde lo católico con lo indígena de la región serrana del estado de Nayarit. Asimismo, se ve el espíritu comunitario, ya que todos cooperan con alimentos que colocan en diversas vasijas y luego los distribuyen entre todos los participantes del pueblo.
  La Semana Santa es un rito católico con grandes implicaciones morales y metafísicas y con hondas conexiones con la agricultura y con la naturaleza. La Semana Santa entre los coras tiene algunas variantes propias de estos grupos indígenas mexicanos del Occidente. Según un cartel, los coras piensan que “el mal pone en riesgo la armonía cósmica”. En particular, esta fiesta católica se relaciona con “el ciclo agrícola del maíz, con el advenimiento de las lluvias, con la renovación de la vegetación y con el renacimiento de la vida”, según el mismo cartel colocado en el sótano del citado museo. En general, esta celebración representa “la persecución y muerte del Cristo Niño o Cristo Sol” durante la llamada Judea, lo cual implica un gran sincretismo entre la divinidad cristiana y el culto a los astros.  Esta fiesta culmina en el Sábado de Gloria. En consecuencia, “los demonios se autodestruyen, regresando al río de donde partieron al inicio de la ceremonia”, explica el mencionado cartel. En las imágenes visuales, aparecen algunas escenas en un río.  
          En las fotos se observan batallas entre guerreros que disputan teatralmente con palos, dentro de una danza guerrera ritual; carreras; procesiones con una enorme cruz de madera, a pie y en caballo; la contemplación del pueblo como mudo testigo de los rituales religiosos tan populares en sus pueblos, especialmente por parte de las mujeres. Hay dos fotos en particular que exponen el rito cultural y religioso y, a la vez, tiene un gran valor estético por los encuadres, por la disposición de objetos y personas y por la captación armónica de la luz y la sombra:
En la primera foto, tres personas se encuentran frente a un alto y viejo muro blanquecino, custodiando una enorme cruz de madera, la cual está cubierta con unas telas de color azul. La cruz descansa precisamente sobre un rústico petate de palma donde están varias velas de cera, algunas hierbas y vasijas. El enorme muro pintado de cal destaca en medio de todas las imágenes, pues tiene algunas descarapeladas y, al mismo tiempo, realza con majestuosidad y originalidad la presencia de los indígenas y de los objetos religiosos y domésticos, como si esas personas, la cruz y el petate fueran un mero relieve de la enorme pared blanca. El conjunto es como una obra de arquitectura. En la segunda, el escenario son las ruinas de la iglesia de Santa Teresa de Nayar, la cual se encuentra totalmente destechada por los efectos del abandono y del tiempo, con el hermoso retablo de cantera al fondo. En medio de este espacio de tierra, cinco niños combaten con sables de palo, vestidos con indumentaria tradicional, como una manera de celebrar la Semana Santa, de repetir el ritual con luchas cuerpo a cuerpo, aun entre las nuevas generaciones de coras. El enorme espacio interior está dominado por el suelo de tierra, lo cual subraya el ambiente primitivo y un tanto desolado, y, en especial, los muros de piedra y el retablo de cantera remarcan la pervivencia material del pasado cristiano, el escenario ruinoso donde sobrevive la fiesta cultural.
En suma, las fotos, el video y los cuatro o cinco carteles colocados en las paredes del sótano trazan un completo y bien informado panorama visual y escrito de una interesante, comunitaria y simbólica fiesta religiosa sincrética, dentro de uno de los pueblos propios del Occidente de México: Los Coras de la sierra de Nayarit. Esta tradición cultural y religiosa tiene un alto contenido arqueológico, cultural, etnográfico e histórico para los profesionales de las materias apropiadas y para todos los mexicanos en general.
De esta manera, el arqueólogo Barrera y el Museo Casa Chihuahua difunden una tradición cultural aparentemente marginal, propia de los indígenas mexicanos, una gran tradición en que pueden verse los efectos de la cristianización llevada a cabo desde la Época Colonial y los efectos del tiempo. Todos estos documentos exhibidos son una forma de memoria cultural y de hondo nacionalismo, ya que esta celebración de la Semana Santa en la Alta Cora de Nayarit muestra varias costumbres (vestimenta, comida, rituales religiosos) y, especialmente, toda una visión de mundo de los indígenas. Esta visión de mundo es sincrética y está  ligada a la agricultura, a la naturaleza y a la religión católica.
La exhibición de estos documentos arqueológicos y etnográficos estará vigente entre abril y junio de 2014 en el Museo Casa Chihuahua. El espectador local, tanto el avezado en la materia como el público en general, puede comparar y contrastar esta tradición indígena propia de la sierra de Nayarit con la también importante celebración de la Semana Santa en la Sierra Tarahumara del estado de Chihuahua, para enriquecer su propio legado cultural en torno al tradicionalmente llamado “México profundo”: El México indígena, a la luz del siglo XXI.
Los gentiles lectores pueden consultar otros datos sobre estas fotos de los Coras de Nayarit en el siguiente sitio de Internet: www.casachihuahua.org.mx/Expos/casa_expos_realizados.php?2014.


"ALEBRIJES" EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA: BELLEZA Y FANTASIA DE ARTISTAS OAXAQUENOS

ALEBRIJES EN EL MUSEO CASA CHIHUAHUA:
BELLEZA Y FANTASÍA DE ARTISTAS OAXAQUEÑOS

ÓSCAR ROBLES

“Obras maestras de Jacobo y María Ángeles” son alebrijes propios de la cultura zapoteca, esculturas de animales de colorido fantástico e inverosímil, pero con un perfecto trazo naturalista. En general, estas esculturas de los Ángeles se basan en figuras animales con forma realista, pero con intensos y variados colores distribuidos en forma de lienzos, tapices o tejidos que muestran incrustaciones de figuras geométricas y prodigiosas líneas dentro del cuerpo de los animales. Estos perfectos tejidos convierten al animal en una figura fantástica de fascinante belleza. Esta brillante exposición artesanal y artística se expone en el Museo Casa Chihuahua de la ciudad de Chihuahua, desde el 21 de marzo al 23 de junio de 2014. Los dos artistas son nativos del estado de Oaxaca.
Las “obras maestras” de los Ángeles son alrededor de cuarenta originales creaciones talladas en trozos de la madera del árbol copal macho propio del estado de Oaxaca y pintadas con pigmentos vegetales. Bajo la perspectiva artística de estos dos oaxaqueños, estas figuras animales o alebrijes adquieren resonancias líricas, creativas, fantásticas, mitológicas y, en algunos casos, hasta humorísticas. El “alebrije” es una obra de arte y de artesanía creada por el artesano mexicano Pedro Linares López en 1936. En general, es una figura animal fantástica, a veces monstruosa o demoniaca, pintada en diversos colores vivos e intensos y de varias formas. En Oaxaca, los alebrijes son una poderosa y creativa artesanía y un gran arte escultórico, con hondas raíces en la cultura prehispánica y con impactantes expresiones de arte contemporáneo. Los alebrijes entroncan en cierta forma con el poderoso “bestiario pictórico” de las pinturas y esculturas de otro artista oaxaqueño, Francisco Toledo, uno de los grandes pintores mexicanos del siglo XX. Los animales tienen, pues, un alto significado en la cultura oaxaqueña y habitan la imaginación artística de los creadores.
En un video mostrado en el museo mencionado, los espectadores pueden observar el proceso creador de los artistas en cuestión. En primer lugar, se observan las acciones de cortar y tallar los troncos en el taller de Jacobo Ángeles. En segundo lugar, se ve la forma de pigmentar las figuras con sustancias vegetales. En general, las imágenes del video van revelando algunos resultados de dicho proceso artístico y, entonces, emergen refinadas imágenes de un búho, un colibrí, una rana. Por su parte, la artista María del Carmen Mendoza explica en el mismo video sus orígenes regionales, étnicos y artísticos, profundamente ligados al sureño estado de Oaxaca.

1.  CONCEPTOS DE “ALEBRIJE”

En especial, estos alebrijes de la exposición no son monstruosos o demoniacos como las figuras animales más populares y más artesanales surgidas en la primera mitad del siglo XX, sino que manifiestan expresiones positivas y creativas de la fauna del sur mexicano, pero como una forma de creación artística muy original por parte de los esposos Ángeles. Según una descripción de la exhibición en el museo, los “alebrijes” tienen cuatro acepciones posibles dentro del arte y la artesanía mexicanos. Pueden ser 1) “seres fabulosos animalescos hechos de papel maché o de madera, sin pintura o con pintura surrealista”; 2)  “esculturas surrealistas de madera con pinturas surrealistas”; 3) “esculturas naturalistas de madera con pinturas naturalistas que retratan objetos conforme al original, muchas veces usando fotografías como base”; 4) “otras tallas de madera, en parte producidas a mano, otras producidas a máquina, fabricadas en grandes cantidades como souvenir”. En especial, las obras de María y Jacobo Ángeles responden más al modelo tres, pero los variados colores en forma de tejidos o lienzos convierten a los animales en personajes fantásticos. 

2.  LOS ZAPOTECAS: CULTURA ANCESTRAL Y CREATIVOS ARTISTAS

Los orígenes culturales de las figuras exhibidas se remontan a la cultura zapoteca propia del estado de Oaxaca, de donde son originarios los dos artistas. Los zapotecas se desarrollaron entre el año 1500 a. C. y 900 d. C. y tenían como centros culturales principales las ciudades de Monte Albán y Mitla, de acuerdo a la descripción instalada en dicho museo chihuahuense. El apogeo de los zapotecas se centra entre 250 y 150 d. C. Particularmente, los zapotecas tienen una fuerte influencia de la cultura olmeca de México y crearon numerosas piezas de artesanía y arte, tales como relieves, cerámicas policromadas, orfebrería, obras de metal, esculturas e imponentes edificios, según el resumen cultural de dicho museo.

3.  LA “TONA” O “NAHUAL”: ESPÍRITU REGENTE DE LOS HUMANOS

Los animales son muy importantes en la cultura zapoteca del estado de Oaxaca, desde el punto de vista cultural, religioso y artístico. Estos animales encarnan la “tona” de una persona. Según la tradición zapoteca, los padres y abuelos asignan un animal a cada niño, de acuerdo a la fecha de nacimiento del mismo, según declara la artista María Ángeles en un resumen de la exposición dedicado a definir el concepto de la “tona”. Estos animales son la “tona”, “nahual” o espíritu que dará nombre al recién nacido y regirá la vida del niño durante su vida. Cada día del año tiene un animal asignado en un libro o calendario zapoteca, según la artista oaxaqueña. Bajo la visión personal de los Ángeles, los animales tallados en madera y pintados son una especie de homenaje a esta tradición de la “tona” o “nahual” y, en especial, adquieren una poderosa y personal expresión artística que los hace ser “obras maestras”. En consecuencia, el papel religioso es menos importante que la función artística o estética en esta exposición.  
En especial, la famosa tradición zapoteca de la “tona” aparece en el cuento “La tona” de la colección El diosero (México, 1952) del etnógrafo y escritor mexicano Francisco Rojas González. En este cuento, aparece una variante de la “tona”, marcada por el impacto de la civilización occidental moderna encarnada en la figura de un médico que usa como medio de transporte una bicicleta en la zona rural indígena. En la trama, una partera y un médico ayudan a dar a luz a una mujer indígena. Luego, arrojan las cenizas con las que se calentó el agua para ejecutar el procedimiento médico del nacimiento del bebe, justo alrededor de la choza donde ocurre el alumbramiento. Entonces, los padres del niño dejan pasar una noche para fijar el nombre del bebe mediante la presencia espontanea de un animal en los alrededores de la casa. Al día siguiente, los padres revisan las huellas del animal que pasó sobre las cenizas regadas para escoger el nombre apropiado para el recién nacido, según la tradición indígena. Este nombre de animal debe acompañar a un nombre hispánico como nombre de pila. El final del cuento tiene humor, pues los padres del bebé descubren que las únicas huellas dejadas en la ceniza fueron precisamente las ruedas de la bicicleta usada por el doctor que asistió al parto. Entonces, el niño es bautizado con el curioso y pintoresco nombre de “Damián Bicicleta”.

4. FIGURAS ANIMALES: ESTÉTICA Y ORIGINALIDAD CREATIVA

El centro de las creaciones de María y Jacobo Ángeles son los animales, bajo el trazo naturalista, el colorido fantástico y el dinamismo del movimiento. En el Museo Casa Chihuahua se exhiben alrededor de cuarenta figuras exhibidas en vitrinas y en plataformas apropiadas. En una de las plataformas, se muestran, por ejemplo, tres piezas en el inacabado proceso de hechura, con la madera sin color, para mostrar la materia en bruto, cobrando forma y un poco de color, hasta prefigurar dos leones en un casi neutral color crema. Las figuras animales son un jaguar u océotl, un “toro rebelde”, un gato montés, un león, un águila, unos gallitos de pelea, un “coyote saludando”, numerosos colibríes o chuparrosas, un “perro mordiéndose”, un “coyote aullando”, un “oso polar”, una “rana con guitarra” [la figura más cómica y fantasiosa, como de personaje de fábula], un “dragón centella”, un “perro”, un “oso panda”, un “búho chango”, un “jaguar observando”, un “armadillo con iguana”, una “serpiente emplumada” y otras piezas más.

5.  MATERIALES Y TÉCNICAS: MADERA Y DINAMISMO

         Para crear los alebrijes oaxaqueños, los artistas y artesanos utilizan el árbol del copal, sus resinas, sus cortezas, sus ramas y su tronco. Asimismo, los pigmentos para colorear se hacen a base de corteza de árbol, de granadas, de limón, de la grana cochinilla, de flores y frutos silvestres diversos, según otro resumen de la exposición dentro del museo citado. En general, estas figuras animales son una fauna increíble, con posturas muy dinámicas que reflejan los movimientos y situaciones propias de los animales en medio de la naturaleza salvaje. Sin embargo, los originales coloridos, los geometrismos y las numerosas líneas lucen como verdaderos “lienzos”, “tapices” o “tejidos” dentro de los cuerpos animales. Esta factura artística convierte a las figuras en piezas originales, creativas y fantásticas.
Así pues, la técnica y el proceso general consiste en construir una figura animal en forma realista, algunas veces en movimiento y otros en postura estática. Después, los cuerpos animales se nutren de coloridos tejidos sobre sus músculos, cabeza y extremidades y varios de ellos contienen originales figuras geométricas. Estos tejidos son como telas o lienzos, lo cual convierte al animal en fantástico y, en algunos casos, hasta en figura mítica como el caso del perro. En suma, estos alebrijes oaxaqueños son una invención artística sumamente original, muy hermosa y refinada. Una de las piezas artísticas rebasa el nivel de mera representación naturalista y artística. El perro representa en particular al dios del inframundo o “el nivel inferior de la tierra norte de los muertos”, según explican los dos artistas. Y la serpiente es la encarnación del dios Quetzalcóatl.

6. SEIS EJEMPLOS MAESTROS Y EXCELSOS DE ALEBRIJES

En general, estas esculturas de madera colorida son piezas de gran y muy original factura artística, muy atractivos a la vista de los espectadores. Basta ver algunos de los títulos de estas “obras maestras” de los Ángeles para advertir la variedad de esta particular “fauna artística” que abarca diversos grupos o especies, tales como los mamíferos, los peces, las aves y los anfibios especialmente: “Toro reparando”, “Buitre”, “Búho”, “Conejo mimbre”, “Venado”, “Pez”, “Lobo”, “Búfalo”, “Serpiente Quetzalcóatl”, “Coyote aullando” [figura más pequeña que la imagen naturalista], “Coyote aullando”[otra figura más grande y natural, con espléndidos colores azul rey y bellísimos tejidos], “Coyote vigilando”, “Rata con caña”, “Pollita maicera”, “Oso California” y otras figuras más.
Para explicar mejor la calidad artística de estas piezas exhibidas, se describe más detalladamente el valor artístico de seis figuras animales o alebrijes en especial. Primeramente, “Coyote aullando” (83 x 81.5 x 30 cm) muestra a un coyote sedente que está aullando con la cabeza totalmente volteada hacia arriba. Tiene una cola enorme y hermosa. Su volumen corporal es dominado por un intenso azul profundo; dos patas están pintadas con un refinado azul rey y algunas líneas cafés y tejidos sinuosos con líneas y geometrismos muy bien trazados. En segundo lugar, “Armadillo con iguana” (40 x 34 x 21 cm) es impactante por su dinamismo “congelado” por la superior destreza del artista. Una verde iguana se mueve sobre el lomo de un armadillo y ambos animales parecen juguetear y se besan o se agreden mutuamente con las bocas. El armadillo luce armónicamente en su cuerpo los colores azul, café y amarillo con tejidos y geometrismos dinámicos y muy hermosos. El cuerpo del armadillo es un “laberinto” de lienzos, líneas y tapices. Figuras y formas lucen extremadamente refinadas y deliciosas como tapices orientales. En tercer lugar, “Rata con caña” (16 x 35 x 15 cm) es gracioso y dinámico también. Una rata parada en dos patas devora con su hocico un trozo de caña. Tiene una cola enorme que ondula como serpiente coralillo. Su cuerpo es de color gris y blanco y una pata es rosada y otra muestra los inverosímiles colores azul rey y azul intenso al mismo tiempo, con originales figuras geométricas en color negro. El movimiento está materialmente “cuajado” en la forma del animal y es verdaderamente prodigioso.
Otras tres figuras animales son verdaderamente admirables por su forma y por su colorido. En cuarto lugar, “León volteando” (35 x 80 x 30 cm) es una figura de un refinamiento superior. Un león está de pie y voltea hacia su lado derecho. El volumen corporal es dominado por el color amarillo, por prodigiosos tejidos lineales y geométricos de hechura tan original como la de los lienzos o tapices o telas. Sobre todo, la cabellera de la fiera es voluminosa y dentro de ella resaltan las dos orejas como dos estrellas en color aguamar. La paleta de la pierna derecha reluce unos brillantes tejidos con estrellas también de color aguamar. Como varios de los alebrijes de la exposición, el dinamismo es impresionante y vivaz y el colorido y el volumen corporal son espectaculares y muy llamativos para los espectadores. En quinto lugar, “Los colibríes en vuelo” es una pieza escultórica de dinámica y frágil belleza, es como un breve poema haikú de origen japonés. Cerca de cien colibríes multicolores flotan en el aire, atados por delgados y casi imperceptibles hilos que penden del techo, para trazar un impactante espectáculo visual como de juguetería, como en la naturaleza. Y es que el vuelo de todas las aves está atrapado y congelado por el poder del arte, por la fina sensibilidad del original artista, un frágil Ángel o Ángeles de imaginación laminada: En su color y en su forma naturalista y realista, el vuelo está vivo y vivaz, permanece para que lo admiren. Estos colibríes son la perfecta representación del fino vuelo de parvada multicolor, esa refinada y secreta “escritura” de la naturaleza que acaso son los poemas que Dios escribe, poemas cifrados e indescifrables, poemas coloridos. En resumen, la parvada se exhibe como el refinado y frágil existir de las avecillas flotando mágicamente en el aire. En sexto lugar, “Gato montés” (68 x 49 x 30 cm) es un alebrije de extrema belleza y elegancia colorida. Un gato sedente mira hacia el lado derecho con la gracia y elegancia de un gato casero domesticado. Destaca el trazo de sus colores y sus formas y tejidos de factura original: Cabeza verde turquesa, paleta de la pierna derecha en azul intenso, prominente y sinuosa cola también como serpiente y el tejido lineal y geométrico de impecable rojo bermellón muy dominante en el cuerpo del animal. Su exacta forma naturalista es preciosa, pero el volumen corporal es portador de lienzos o pinturas inventadas por la rica imaginación de su artista creador, un Ángel (es), María o Jacobo. La figura se muestra como un gato fantástico, de colección, de suprema y sedosa belleza.

7.  LOS ALEBRIJES: “FLOR Y CANTO”

¿Acaso son estos alebrijes de María y Jacobo Ángeles producto de esa filosofía estética de “flor y canto” que alimenta al arte y a la cultura mexicanos?
En el excelente programa de televisión Antropológicas, el historiador mexicano Miguel León Portilla sostiene que la filosofía de “flor y canto” de los antiguos mexicanos es muy profunda y muy hermosa y piensa que “flor y canto” significa la belleza, la verdad y la esencia de la vida, entre otras cosas. También Portilla afirma que esta filosofía de vida, belleza y poesía se proyecta en los mexicanos contemporáneos, especialmente en las obras radiantes de los numerosos artesanos y  artistas (ONCE TV MÉXICO, abril 20, 2014, 8-9 p.m., Tiempo del Centro de México). “Flor y canto” es una perfecta metáfora para resumir la visión artística de los mexicanos y para explicar por qué México es un país de abundantes artistas y, principalmente, de numerosos artistas plásticos: Escultores, pintores, artesanos.
Al ver “Obras maestras de Jacobo y María Ángeles” en el Museo Casa Chihuahua, los espectadores pueden pensar que estos alebrijes son auténtica belleza, verdad, profunda esencia: Son “flor y canto”. En general, estas figuras animales implican tradición, cultura indígena, artesanía, arte, poesía, imaginación, naturaleza, mito y arte original de sus creadores. Sobre todo, son belleza que se cristaliza en la madera del tiempo y en los lujosos colores.

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