jueves, 17 de enero de 2013

SI TE TENGO MUCHA CONFIANZA, AMIGO CIUDADANO

SI TE TENGO MUCHA CONFIANZA, AMIGO CIUDADANO (APUNTES SOBRE LAS CONDUCTAS CIUDADANAS ENTRE (2008-2012)


ÓSCAR ROBLES


       ¿Cómo no voy a tenerte confianza, querido ciudadano, cuando te bajas de tu carro o troca y tu arrogante vehículo no porta placas reglamentarias y actualizadas y te paseas muy orondo por las calles presumiendo tu relumbroso vehículo que vale más que una nación, la tuya?
¿Cómo no voy a tenerte confianza, amigo mexicano, si estacionas tu vehículo en sentido contrario, doble fila y frente a una cochera y hasta manejas a alta velocidad?
¿Cómo voy a respetarte, descarado sinvergüenza, si no respetas el paso de los peatones en las calles?
Pero, ¿cómo no estimarte si pasas frente a mi casa con el estéreo retumbando los cristales de mi ventana?
Carajos, ¿cómo voy a identificarme contigo cuando arrojas basura en las calles y no barres el frente de tu casa?
¿Cómo voy a pensar que eres un gran mexicano si traes vehículos estadounidenses y no los legalizas?
¿Cómo quieres que me identifique contigo, amigo mexicano, si exaltas y hablas de los criminales como si fueran héroes de ficción o luchadores rudos y hasta escuchas corridos de narcos como si fueran un hermoso alimento al espíritu?
¿Cómo voy a confiar en ti, demonios, si no pagas impuestos y México es la “Casa de Todos” y hay que mantenerla?
No, si hasta parecemos hermanos, amigo ciudadano.
Afortunadamente, la mayoría de los ciudadanos no están en las situaciones anteriores. Pero las minorías perturban el orden, el progreso y la civilización.
Diversidad cultural no significa criminalidad, corrupción, ilegalidad e impunidad.
Los gobiernos son minoría y los ciudadanos somos mayoría, amigo y querido ciudadano.
Los más de ciento dieciséis millones de mexicanos decidimos los verdaderos cambios de este país.
Primero se cambia la cultura anti-ciudadana por una auténtica cultura civilizada.



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